Un Concierto con mi Ex (1)

Un Viaje de fin de semana con una ex pareja a un concierto, en el que empiezo a entender lo que tenía guardado en mi interior, y en sacar mi verdadero yo.

Mi Nombre Real lo dejaremos omitido, pero me podrán conocer por aquí como Kaslan, espero que este sea el primero de muchos relatos que ire publicando sobre experiencias que he tenido en mi vida y que después de mucho tiempo pensándolo he decidido animarme a compartirlas. Siempre desde el punto de lo sucedido en realidad y manteniendo el anonimato tanto mío como de terceras personas.

Esta historia comienza cuando llevaba con una antigua pareja cerca de año y medio, siempre me considere una persona de gustos distintos en cuanto a como estar con mis parejas, pero jamás pensaba que pasaría lo que paso esa noche en el concierto

Mi ex y yo llevábamos meses con muchas ganas de este concierto, preparar el viaje a Valencia y pasar ese fin de semana juntos. Tenía por aquel entonces 30 años, alto de complexión normal, ojos oscuros y pelo negro. Ella 25 años 1.69 aproximadamente, delgada con los ojos oscuros y morena de pelo, pero sobre todo lo que llamaba de ella su atención era el tamaño de sus pechos para el cuerpo delgado que tenía.

Recuerdo perfectamente estar esperándola en la recepción del hotel donde nos alojábamos, cuando la vi salir del ascensor con una falda no ajustada a su cuerpo pero que igualmente realzaba perfectamente su culo, junto a una camisa de botones que tenía que dejar abiertos los 2/3 primeros botones ya que era imposible cerrarlos por el tamaño de sus pechos.

  • Estas espectacular cielo - Mientras sin dejar que me contestase ya estaba besando sus labios mientras mis manos recorrían su cintura agarrándola con fuerza. Acercando su cuerpo hacia mí, notando sus pechos apretados juntos a mí, olvidándome de donde estábamos y quien nos pudiese mirar

  • Gracias… - fue lo único que salió de sus labios al separarnos, y al quitar la vista de ella vi como claramente a dos hombres, encargados de la recepción del hotel que no le quitaban el ojo a Lydia (así la llamaré). Algo sentí dentro de mí al ver como la miraban, pero en vez de ser furia, enfado, cabreo por ver a dos babosos mirando a mi pareja, en vez de que pasase eso por mi cabeza, lo que sentí fue… morbo y excitación, sentir como ellos la miraban, como la deseaban, como seguramente estaban cachondos de pensar en ella con cualquiera de ellos.

  • ¿Estas bien cariño? ¿nos vamos? Te has quedado en silencio, muy pensativo - me dijo Lydia, ya que mi cuerpo se había quedado con esos pensamientos que para mi fueron segundos, pero por las palabras de Lydia fueron mucho más….

  • Si vámonos que el taxi ya esta en la puerta esperándonos… - la cogí de la mano y nos dirigimos al taxi, el hotel lo habíamos cogido a las afueras de Valencia ya que fue lo único que encontramos, por lo que el viaje iba a ser un poquito largo. Le abrí la puerta de atrás y me senté en el asiento de copiloto

El taxista, un hombre de 50 años aproximadamente con barriga y una camisa de manga corta acompañado de unos pantalones cortos por el calor que hacía ya que estábamos en el mes de Julio

  • Buenas noches pareja, ¿A dónde vamos? – nos dijo el taxista

  • A la plaza de Toros, gracias - le dijo Lydia. Y en ese momento pude ver como al escuchar la voz de mi novia el puso su mirada en ella a través del espejo retrovisor.

Cada semáforo en rojo, cada ceda al paso aprovechaba ese cerdo para mirar a mi novia, y a mi cada vez más cachondo me estaba poniendo la situación. En ese momento un mensaje me llego al móvil, era mi novia desde el asiento de atrás….

  • Cariño, el cerdo del taxista no para de mirarme, noto su mirada por el espejo y sabe que le estoy pillando y no quita la mirada – yo cada vez mas excitado, no tarde en contestarle.

  • Ya he visto como te mira preciosa, te mira ese escote que tienes con esos melones que piensa que debes tener debajo de esa camisa e intenta mirar por debajo de tu falda para ver si ve algo más nena – le conteste. ¿Se enfadaría con mi contestación? ¿me diría algo? Mientras cada vez el taxista era mas y mas descarado con sus miradas incluso se puso a hacer preguntas, ¿de dónde éramos? ¿si íbamos al concierto de esta noche? Incluso nos aconsejo varios pubs para ir después del evento, pero lo que me llamaba la atención es que todas las miradas al preguntar iban dirigidas a mi pareja a través del maldito espejo retrovisor. Cuando otro mensaje me llego a mi móvil, era ella de nuevo…

  • ¿Qué te pasa, en otra ocasión le hubieses dicho algo? ¿Porque no le dices nada a ese cerdo?

Llevaba razón en otras ocasiones le hubiese montado el pollo, pero en cambio ahora deseaba que mirara más, que viese más de ella, que tuviese envidia de la chica que tenía, otro mensaje - ¿Por qué no contestas? – otro mas ¿dime algo? – y ya mi excitación, el llevar mas de 10 minutos empalmado me hizo decirle algo que no imagine que nunca haría

  • No le digo nada porque me pone que te mire, estoy empalmado de ver como este tío no para de mirarte y de pensar en cómo te follaría si el pudiese… por eso no contesto. ¿contenta de que te responda ya? ..... Me espere lo peor, desde que dijera que parara el taxi y decir que se bajaba o de cortar conmigo nada mas llegar al concierto, o montarme un buen pollo.

Pero lo que paso fue totalmente todo lo contrario a lo que yo esperaba, mientras miraba el móvil sin llegarme ningún mensaje escuche por parte del taxista un casi silenciado – Joder… - lo mire y no sabía el porqué, pero si vi que su mirada estaba en su mejor “amigo”, el espejo retrovisor. No quería echar la vista atrás de golpe por miedo aún de que me contestara mal mi novia, por lo que cogí el móvil poniendo el modo cámara enfocando hacia la parte de atrás y me puse a enfocarla a ella.

¿Qué es lo que vi? Ella, con la falda subida prácticamente hasta las rodillas, dejando ver perfectamente sus muslos desnudos, se veía bien su interior. Cuando de repente con una mano en uno de sus muslos empezó a abrir sus piernas poco a poco, dejando a empezar a verse sus braguitas… mi polla iba a estallar, mi novia estaba calentando al taxista aposta, y de forma descarada. Seguí mirando, y vi como empezaba a escribir un mensaje. Era yo el destinatario

  • ¿Esto es lo que querías cabrón? ¿esto te gusta? Tener a este cerdo cachondo – no había empezado a asimilar el mensaje cuando otro me llego me llego al móvil.

  • ¿Y sabes lo peor? Que estoy super mojada de saber que esto te pone cachonda. Siento mis bragas empapadas cariño, mis pezones me van explotar de los duros que los tengo, así que por favor ¿Dime que hago? – No daba crédito de ver a mi novia así, estaba desatada, y lo mejor es que era mi situación la que le estaba poniendo así, no que el taxista la mirara, sino que su novio estaba cachondo, excitado de que mirasen a su novia, que la desearan.

  • Desabróchate un botón más, si cree que esta intuyendo unos pechos increíbles haz que sepa lo que tienes guardado nena. Eso quiero – Le dije

Vi como leía el mensaje, y dejando el móvil a un lado empezó a llevar una de sus manos a su pecho, lo rozaba, lo tocaba, incluso durante unos segundos lo apretó con su mano y lo mejor de todo, con una sonrisa en su cara dirigida al espejo retrovisor, porque sabía que tarde o temprano, allí estarían los ojos del taxista esperándola. Llego un semáforo en rojo, y allí aparecieron esos ojos volviendo a mirarla, mirando a mi pareja apretándose las tetas, y cuando ella se dio cuenta de su mirada, sin dejar de sonreír, llevo su mano al siguiente botón de la camisa. Prácticamente fue tocar el botón para que se desabrochara de la camisa de lo apretado que estaba, se veía su sujetador blanco simple, sin detalles, pero suficiente para su cometido que era contener esos pechos, que deseaban constantemente salir. Pensaba que ese era el final, pero no lo fue, sino que después de desabrocharse el botón fue coger su móvil y hacer una foto apretándose los pechos…. Yo no podía más, me apretaba la polla con disimulo por encima del pantalón, pero en verdad solo pensaba en sacármela, irme al asiento de atrás y follármela para darle el espectáculo completo a ese cerdo

  • Bueno pareja, estamos llegando – dijo el taxista, que sacándome  de mis pensamientos, me hizo darme tiempo a pensar en una última situación, y cogiendo el móvil.

  • Paga tu nena – le escribí

A los dos minutos de que nos dijese eso el taxista estaba aparcando a un lado de la calle donde estaba la plaza y dándole las buenas noches me baje del coche. Mirándolo por última vez y viendo su cara de asombro.

Fuera del coche apoyando mi espalda contra una valla vi como mi pareja se incorporaba hacia el taxista con el bolso y la cartera en la mano….

Lo que paso, pude verlo o intuirlo, pero fue ella quien me lo conto todo más tarde.

Continuara……

En poco tiempo subiré la continuación, pero como adelanto puedo contar, que ella tardo en bajar mas 10 minutos del taxi.

Espero que os haya gustado y me dejéis los comentarios que queráis, bien diciéndome que os ha parecido, sugerencias etc….

Un Saludo y gracias,

Kaslan

lodiferentemola@hotmail.com