Un clavo saca a otro clavo - 9

Nacho llega a casa seguro de que va a tener problemas con ambas hermanas, preparándose mentalmente para ello y para salir lo más airoso posible… aunque ni por casualidad se imagina lo que en realidad le espera

UN CLAVO SACA A OTRO CLAVO - 9

Una vez que los tres llegamos a mi casa, pretendí hacerme cargo yo solo de preparar la cena, cosa que las dos hermanas no consintieron, claro que tampoco fueron capaces de dejarme fuera de ella, aunque para evitar que me echasen de mi propia cocina tuve que recordarles a las dos de quien era la casa. Tragaron porque me puse en plan, o colaboramos los tres u os vais las dos a cenar donde os salga. El resultado es que tampoco me salí con la mía, al final para tener la fiesta en paz terminamos pidiendo pizza, o mejor dicho, un par de familiares, porque no veáis como tragaban porciones las niñas, parecía que no hubiesen comido en meses.

En un momento dado al ver la cara de sorpresa con que las miraba, fue Lorena riéndose la que se explicó...

-      Lo sentimos mucho, pero es que la pizza nos encanta a las dos desde pequeñas, pero entre la figura y el que entre la gente que nos movemos esto no se estila... -se rió-, por eso las ganas con que nos ves.

-      Entiendo... pero solo teníais que haber dicho si queríais pedir pizza, comida china o lo que fuese -dije moviendo la cabeza-, no había hecho falta tanta tontería.

-      La verdad es que no se nos ocurrió, bastante que nos hemos invitado ambas -dijo Esperanza.

-      Vale, lo entiendo, y ahora por favor, ¿podéis explicarme alguna de las dos de que va todo esto?

-      Pues mira, creo que está muy cl... -el sonido de su teléfono interrumpió a Esperanza.

-      Cógelo, es Papá, quiere hablar contigo -le dijo Lorena a su hermana.

Lo cierto es que me quede un poco sorprendido por la seriedad que reflejaba el rostro de Lorena. Vi como Esperanza se levantaba contestando al teléfono, por fortuna habíamos terminado ya de cenar, porque por la cara que le estaba empezando a poner a su hermana mientras hablaba con su padre, Esperanza estaba empezando a enfadarse con ella, y aparentemente mucho. Cuando colgó se cruzó de brazos y se enfrentó a su hermana, se situó ante ella...

-      Esto supongo que es cosa tuya para poder quedarte aquí a solas, ¿no?

-      No Esperanza, Papa pretendía hablar contigo esta tarde cuando llegases a casa, supongo que le habrá surgido algún compromiso para mañana si te ha tenido que llamar tan tarde para hablar contigo.

-      Bien, supongamos que me lo creo, dime, ¿para qué me quiere?

-      Lo siento, eso te lo tiene que decir él, no yo, pero es mejor que te marches y le hagas esperar lo menos posible...

-      Al final veo que has conseguido lo que querías, tener el terreno libre -dijo enfadada cogiendo con rabia su abrigo mientras se dirigía a la puerta.

-      Esperanza... -llamó Lorena-, cuando hables con papá, quiero que sepas, que me he opuesto a ello, pero es su empresa y quien manda, me lo ha recordado después de haber discutido con él durante bastante tiempo...

Vi como Esperanza se quedaba mirando a su hermana con el ceño fruncido tras escucharla, luego soltó un lacónico "gracias" y se marchó dando un fuerte portazo. Lorena cuando la puerta se cerró se masajeo las sienes y masculló algo que no entendí, luego se me quedo mirando...

-      Nacho, tenemos que hablar...

-      ¿Sobre tu hermana?

-      Es de trabajo.

-      Oye, sé que puedes comprobarlo, te garantizo que el trabajo está terminado, ensamblado y sin ningún error, el lunes no habrá ningún problema cuando lo presentéis a los clientes.

-      Ya lo sé, aunque no te diste cuenta estaba tras de ti los últimos quince minutos antes de que cerrases todo y enviases al servidor el trabajo. Vi la última comprobación que hiciste y para serte sincera, era muchísimo mejor de lo que yo me esperaba, dado el tiempo que os dimos cuando los últimos cambios, no contaba con semejante resultado, confieso que estaba un poco preocupada por ello.

-      Gran parte de ese mérito es de tu hermana, tenlo presente, sin el grandísimo trabajo que ha hecho, hubiese sido imposible que terminásemos a tiempo, imposible del todo.

-      También lo sé, soy muy consciente que entre mi hermana y tú habéis hecho el 70% del trabajo de última hora con los cambios. También se, que el trabajo de ella fue vital para su buen fin.

-      Bien, me alegro que se lo reconozcas a tu hermana, créeme que vale la pena, ya es muy buena, muchísimo más de lo que tú te puedas creer, pero si sigue por el mismo camino, será una de las mejores en su campo, te lo garantizo.

-      ¿Mejor que tú?

-      ¿Mejor que yo? -me reí-, por supuesto, bastante mejor, yo suplo con trabajo lo que ella hace por simple inercia, solo le falta constancia, sentirse motivada.

-      ¿Tal y como lo está ahora te refieres?

-      Si, tal y como ahora mismo lo está. No sé si te habrás dado cuenta del enorme cambio que ha dado desde que se incorporó, pero... -me cortó.

-      Me he dado perfecta cuenta, recuerda que es mi hermana pequeña, a la que, y aunque no lo parezca la mayor parte de las veces, adoro.

Lo cierto es que estuvimos hablando de muchísimas cosas los dos cuando sonó el teléfono de Lorena, no sé de qué estaría hablando, pero por el tono de voz y por lo que decía, estaba calmando a Esperanza... y de qué modo, parecía como si esta fuese a salir por su móvil y estrangularla, comérsela viva o algo así. La frase final antes de colgar me dejo muy mosqueado, la verdad, le escuche...

-      ¿Quieres que se lo diga yo?... No... De acuerdo, te espero a que llegues... Si, si, no te preocupes... Vale... Venga, no tardes, pero ven con cuidado, ¿vale?... OK -después de eso, colgó.

-      ¿Que se supone que me tenéis que decir? -pregunté como si tal cosa.

-      Te lo explicara Esperanza cuando venga, debería de ser yo, pero quiere ser ella personalmente quien te lo diga. Supongo que la habrá tenido gordísima con mi padre.

-      Luego vendrá cabreadísima, ¿es lo que me quieres decir, no?

-      No, pero si vendrá un poco hecha polvo, es lo que le suele pasar cuando discute con él. Están los dos muy unidos aunque no te lo parezca, y lo de discutir a Esperanza le pone mala...

-      Entiendo... bueno... ya me enterare de lo que pasa.

Después de eso estuvimos hablando otra vez de muchas cosas los dos, incluido, y no sé porque, el asunto de su divorcio con su marido. Fue interesante, desde el punto de vista del cotilleo y de mi curiosidad tras las discusiones entre ellas en que Esperanza lo había usado como arma arrojadiza contra su hermana, o para que yo lo supiese, aunque como ya dije en su momento, sin saber exactamente que pretendía con ello.

Lorena me contó que se casó muy enamorada del tal Mauricio. Al año y medio de casados, Esperanza le dijo que su cuñado había intentado pasarse de listo con ella, ya que había visto como se había enrollado con un chico que no era su novio de ese momento, y había intentado sacar tajada del hecho. Cosa que no logró, porque Esperanza el mismo día en que su cuñado lo intento, ella había dado puerta al maromo, diciéndole algo de que ya no sentía nada por él o una cosa así. Obviamente, Lorena no la creyó, pero sí que se lo dijo a su marido, con muy mala cara y peor leche cuando vio cómo se ponía de pálido al escucharla, lo que dejo muy claro para ella, que algo sí que debía de haber ocurrido visto el comportamiento de su marido.

El tal Mauricio por lo visto alego como defensa, que se acercó a Esperanza a recriminarla su comportamiento y que ella le amenazo con que si decía algo, contarle a Lorena que él había pretendido chantajearla con eso para poder follársela. Me admitió que en esos momentos, ella estaba ciega con su marido y además me reconoció también que creía a su hermana más que capaz de hacer algo semejante, especialmente tratándose de su marido, al que por cierto, también admitió, que Esperanza no había tragado desde nunca, incluso el día de su boda llego a pedirle que se lo pensase, porque era un mal bicho que le haría sufrir lo indecible... Mirándome fijamente, me dijo que ojala hubiese hecho casi aquel día.

El resultado, es que tras todo aquello se quedó con la mosca tras la oreja, creía a su marido, con el cómo me había dicho antes, estaba ciega, pero también sabía que su hermana, aunque muy capaz, visto como despacho a su novio, tenía muy serias dudas de que hubiese hecho lo que su marido le contó, y menos hacerle algo así a ella. Me dijo que en esos días no lo estuvo pasando nada bien, la sospechas tiraban de ella en las dos direcciones, y por otra parte, también le daba miedo averiguar cuál de las dos era en la que le estaban mintiendo... su hermana, a la que adoraba, o su marido, al que quería con locura, me confeso que casi, casi estuvo a punto de caer en una depresión por ello, pero que al final, decidió como siempre había hecho, tomar el toro por los cuernos y averiguar que narices estaba pasando con esos dos.

Luego me explico que estuvo controlándoles a los dos, para ver quién era el que le estaba engañando, si él, o ella. Por lo visto ahí fue cuando Esperanza se enteró de que desconfiaba, y tuvo una descomunal con ella, esta le juro que conseguiría que se diese cuenta de la clase de cerdo con el que se había casado...

-      Supongo que fue cuando los pillaste, ¿no?

-      Si, fue cuando les sorprendí a los dos... No te haces una idea de cómo me puse, lo vi todo rojo, cargué contra ambos, y aunque termine culpando a mi hermana, desde luego a mi marido ya no lo quería ni ver, pero ni en pintura, al día siguiente hable con uno de nuestros abogados y le plantea una demanda de divorcio, además de dejarle en la calle prácticamente con lo puesto.

-      Vaya... no debió de ser agradable...

-      No, no lo fue, nada agradable... -sus ojos parecieron perderse en la lejanía-, en esos momentos solo podía pensar en vengarme de los dos...

-      Entiendo lo que sentiste, créeme. Casi mejor déjalo, no sigas, no es algo que yo deba de saber y a ti te está fastidiando...

-      No te creas -me sonrió-, me está haciendo mucho bien sacar todo esto ante alguien... -paso a sonreírme con cariño-, de confianza.

Os mentiría si no dijese que aquella sonrisa me dio mal rollo, no me gustó mucho que dijéramos, seria todo lo cariñosa que ella quisiese, pero me pareció también la de un depredador sonriendo a su presa. Continuo con su historia, por lo visto les hecho a los dos de su casa, porque ella y su marido Vivian en un Gran Chalet cerca del de sus padres, donde vivía Esperanza, para colmo les había pillado a los dos en su propia casa. Me dijo riéndose que les dejo en la calle, a él desnudo y a su hermana en ropa interior, y eso como deferencia por ser su hermana, luego lo primero que hizo fue por internet vaciar completamente sus cuentas conjuntas y transferirlo todo a sus cuenta personal. Al día siguiente según abrió el banco, hizo la gestión para arrasar con todo lo que no pudo por internet, incluso en un gesto último de mala hostia, le vacío todas las tarjetas de crédito a las que pudo meterles mano. Luego fue cuando habló con sus abogados para que le plantasen la demanda de divorcio. Muy asombrado, no pude evitar comentarlo...

-      ¡¡¡¡Joder!!!!, ¿y aun te extraña que no te ponga más que pegas solo por hacerte la puñeta?

-      Para nada -se rió-, lo intenta todo para fastidiarme y no tener que conceder el divorcio, piensa que así consigue algo, excepto gastarse el dinero en abogados, y no te digo lo que se habrá gastado ya en costas de todos los que ha perdido.

-      Pero sigo sin entender como no logras divorciarte, por muchos juicios que te meta...

-      Bufff... Eso según mi abogado es culpa mía, por lo que hice de limpiar las cuentas y demás, no hace más que interponer denuncias y recursos por ello, no sé porque motivo, pero lo cierto es que eso paraliza nuestro proceso de divorcio constantemente. Y si- levanto la mano al verme la intención-, no hace falta que preguntes, sí que estoy harta de él y de todas su trabas, pero mi forma de pensar es que mientras no necesite el divorcio, que se joda y se gaste dinero...

-      Vaya... -fue lo único que dije.

Lo cierto es que estaba un poco perplejo, ya que no entendía como se podía lograr demorar algo que teóricamente era inviable de hacer, estaba claro que los abogados del marido de Lorena no eran nada malos según parecía, o por lo menos en algunas cosas. Lorena me dijo, que su marido, tanto durante el noviazgo como durante el matrimonio, había aprovechado los contactos de su familia para estabilizarse profesionalmente, actualmente me comento que era un importante ejecutivo de una empresa. También me reconoció que le había levantado el suelo allí por donde ella había podido, retirándole todos los apoyos que su familia le había facilitado e intentado perjudicar en todo lo posible, pero que desgraciadamente, estaba bien sostenido por sí mismo y no había podido joderle..., pero que se mantenía vigilante para aprovechar la mínima. Aunque por lo que le dijo a su hermana de mandarle a la cárcel… no las tenía todas conmigo, me daba la impresión de que prefería jugar con él como la araña con la mosca.

Obviamente le pregunte que le había hecho para que se molestase en hacer todo eso, ya que lo de su hermana por doloroso que resultase, era imposible que hubiese desatado semejante tormenta. Según parece, cuando su "hermana le descubrió", ella ya había contratado una muy buena agencia de detectives, y llevaban casi desde el día siguiente al problema con ambos, hurgando en la vida de su marido. Diez días después de su ruptura, le presentaron pruebas sólidas de que durante su matrimonio le había engañado con al menos ocho mujeres, y durante el noviazgo con otras seis más, y eso según dijeron los detectives, de las que habían logrado encontrar pruebas sólidas. Luego aparte, incluían también pruebas contra la secretaria que tenía y con la que en realidad, mantenía una relación de amantes desde un año antes de casarse los dos, empezaron justo al poco de alcanzar el su puesto.

Ni idea tampoco de como podían los detectives haber encontrado todo eso, claro que tampoco quería saber lo que debía de haber sido la minuta de estos, pensar en ello me daba escalofríos, aunque menos aun entendía el porqué de tantas explicaciones sobre su vida personal por parte de Lorena. Estaba a punto de preguntarle, cuando llamaron al telefonillo, abrí sin preguntar, sabiendo que tenía que ser Esperanza pues era más o menos la hora a la que la estábamos esperando los dos. Efectivamente era Esperanza, cuando entro me dio un beso en cada mejilla, luego me pidió que me sentase en la mesa, haciendo lo propio ella al segundo...

-      Bien, la verdad es que he venido ensayando un montón de discursos, pero no he logrado dar con ninguno que me pareciese bueno o que suavizase lo que te voy a decir, así que... Mi padre me ha nombrado jefa del departamento, estaré por encima tuyo, seré tu jefa... lo siento -murmuro al terminar.

-      ¿Y porque deberías de sentirlo? Esperanza, deberías de alegrarte. En serio, eres lo suficientemente buena como para poder hacerte cargo de todo en estos mismos instantes, de eso no tengas dudas...

-      Ya, pero tu... -la interrumpí.

-      Por mí no te preocupes, en dos segundos le daré a tu hermana lo que me tiene que dar la empresa de finiquito cuando me despidan y ya está... tranquila...

-      -¡¡¡Pero que puta manía!!! -salto Lorena como una escopeta-. Vamos a ver, ¡¡¡ a ti quien narices te ha dicho que se te va a despedir!!!, ¿dime joder?

-      Nadie, pero si habéis puesto como jefa a Esperanza, supongo que yo sobro, ya que ella entre sus responsabilidades estarían gran parte de mis actuales funciones, con lo que... -Lorena me corto en seco.

-      Pues mira, no, nadie te va a despedir, vas a seguir con tu puesto y te vas a dedicar exclusivamente a lo tuyo, sin más distracciones de ningún tipo...

-      Vale, entonces ¿todo esto a que viene? -pregunte un poco sorprendido.

-      ¡¡Pues es muy simple, sangre de horchata, que tienes sangre de horchata en las venas!, -respondió una Esperanza enfadada-, viene a que pensábamos que montarías en cólera y cargarías contra todo el mundo...

-      Eso mismo, por eso quería cenar contigo, para poder decírtelo yo, que hasta este momento era tu jefa... digamos que "era mi marrón". Pero la verdad, te digo como mi hermana, tienes sangre de horchata, ni has reaccionado... -me dijo cruzando los brazos mientras me miraba fijamente.

-      Pero vosotras dos sois idiotas o que, ¿decidme?... Desde que Esperanza entro a trabajar y empezó a demostrar lo buena que era, tenía claro que vuestro padre la pondría al frente del departamento. Mira -dije con la vista fija en Esperanza-, has hecho una gran labor, has mejorado exponencialmente, poco es lo que yo te pueda ya enseñar, solo te falta práctica, si mantienes las ganas serás muy buena, ahora mismo estas perfectamente capacitada para hacerte cargo de todo. Era obvio lo que haría vuestro padre antes o después, y no me vengáis las dos con que no teníais ni idea de ello, porque era de lo más obvio...

Después de esta conversación, ninguna de las dos por cierto respondieron a mi pregunta, Esperanza se despidió aduciendo que debía de volver a casa, ya que el lunes tendría que explicar la nueva situación y quería pensar con calma en que era lo que iba a hacer o decir. Me despedí de ella con un besito en los labios, poco más que un piquito. Cuando me di la vuelta, vi que Lorena me miraba fijamente con el ceño muy fruncido..., con los brazos cruzados bajo su pecho y las piernas cruzadas... no pude evitar respingar.

-      ¿Y ahora qué pasa? ¿Es que no estás de acuerdo con lo que dije? –comente visiblemente a la defensiva.

-      No estoy así por eso...

-      ¿Entonces?

-      Ese beso a mi hermana, ¿a qué ha venido?, se supone que no tenéis nada, ¿o no?

-      ¡¡Joder, otra vez la hermana mayor...!!! Oye, que solo ha sido un piquito, nada más, un beso en la mejilla que ha terminado en los labios sin querer, únicamente eso. ¿Además, no se supone que ya confías en tu hermana y en que no hará el tonto?

-      Tengo claro que Esperanza está mucho más centrada, que hace también bastante menos el idiota y de que tú no te enteras ni de media... -repuso.

-      ¿Y eso a que viene ahora? -respingué.

-      Vamos a ver si logramos que veas la luz Nacho -se levantó inclinándose sobre la mesa, dejando su cara a pocos centímetros de la mía-. Contéstame una pregunta, ¿Tu porque crees que he estado tan locuaz sobre mi vida y te he contado todo lo relativo a mi matrimonio? ¡¡Dime!!, ¿porque?

-      ¿Porque necesitabas desahogarte con alguien y yo era lo mejor que tenías a mano en ese momento?

-      Te he dicho, que pensaba putear a mi ex hasta lo indecible porque no tenía planes de nada. Sin embargo, si recuerdas bien, te dije a medio día, que había dado órdenes de que me consiguieran el divorcio como fuese, que les había dado instrucciones para cargar contra el imbécil de Mauricio con todo lo que pudiesen y meterle en la cárcel si no tragaba con ello... ¿Tu porque crees que hice eso teniendo en cuenta las ganas que le tengo a mi ex? ¿Dime?

-      Vale, tienes planes con alguien y... -me cortó al ver que me intentaba hacer el loco.

-      Nacho, conmigo no te hagas el gilipollas, se perfectamente que has entendido lo que he querido decir, de modo que ahórratelo, ¿vale?

-      Está bien, lo has hecho pensando en mi... supongo, y... -me interrumpió de nuevo.

-      No supongas, que ya te lo confirmo yo ahora mismo, lo he hecho por ti, porque me interesas muchísimo -remachó.

-      Pero de que demo... ¡¡¡uhmmmmmmmmmmmmm!!!

No pude decir ni media palabra más, Lorena me acababa de saltar encima... por encima de la mesa para besarme, estaba arrodillada encima, con sus brazos sobre mis hombros, apretándome con todas sus fuerzas contra ella, moviéndose como un felino para terminar ante mí, sentada, conmigo situado entre sus piernas, colgada de mi cuello y sin dejar de besarme... os aseguro que me estaba empezando a faltar el aire... Era como una especie de Loba desatada...

Reconozco, confieso y para mi más humillante vergüenza admito, que fue sentir sus labios, su lengua... fue perder el control en el acto, solo pude pensar en una cosa, en follármela a como diese lugar, todo lo demás me importaba un pimiento y medio, solo quería tenerla para mí solo... Tire la silla hacia atrás con fuerza incorporándome, ella se bajó de la mesa y los dos como locos empezamos a tratar de quitarle los pantalones al otro... Desabrochar el pantalón de Lorena no me costó nada, bajarle la cremallera tampoco, pero sin embargo, bajárselos a la vez que ella trataba de hacer lo propio conmigo, resulto muy complicado, porque no encontrábamos la forma de hacerlo a la vez.

Al final me gano por la mano, se agacho de improviso a por mí polla, metiéndosela en la boca al instante, dando comienzo a una mamada en toda regla, lo que me dejo indefenso, me quito la ropa en un instante. Tras un par de minutos chupándomela y cuando ya estaba a punto de eyacular en su boca, decidió retirarse para facilitarme a mí el poder desnudarla, cosa que hice en un instante.

Me dispuse a llevármela hasta la habitación, hacia la cama, cuando ella rompiendo el contacto se fue directa a la mesa, se reclino sobre ella y mirando hacia atrás, clavando sus ojos en los míos mientras meneaba su culito... mostrándome con sus manos y claridad meridiana la entrada de su sexo…

-      Quiero aquí, fóllame aquí, hazme lo mismo que a mi hermana... quiero que... ¡¡¡Ahrggggggggggggggggggggg!!! -no la deje terminar de hablar.

No le permitir decir más nada, me acerque rápido en dos pasos, sostuve mi polla, la embadurne un poco con mi propio liquido pre seminal mientras me situaba a su lado, y se la metí hasta el fondo de un solo empeñon mientras que ella se sujetaba con fuerza al borde de la mesa. Tenía el coño encharcadísimo, estaba más que receptiva para follar, pensé que me costaría mas, pero entro como un misil, sin casi resistencia. Empecé a follármela con saña, dándola todo lo fuerte que podía, mi polla al entrar y salir de ella hacia un ruido, un "chof, chof" como si estuviese golpeando con un mar de líquido dentro de su coño.

Me medio tumbe sobre ella, empecé a morderle las orejas, besarle el cuello, lamérselo... En un momento dado me sujeto la cabeza por la nuca mientras le besaba una oreja, entonces giro la cabeza lo que pudo en busca de mis labios, empezando a mordisqueármelos entre besos. Nos estuvimos besando de ese modo mientras me la follaba, sus gemidos y jadeos se ahogaban en mi boca, mientras que los míos lo hacían en la suya... fue algo increíblemente sublime.

Estuve moviéndome sin parar, en un momento dado tuve que empezar a pensar en otras cosas porque veía que me iba, que no lograría resistir mucho más sin correrme. Pese a que lo intente, lo cierto es que no aguante mucho la verdad, pero por fortuna logre arrancarle un orgasmo también a ella... Por suerte, se ve que no solo me pasaba a mí, sino que éramos ambos los que estábamos híperexcitados...

CONTINUARA