Un clavo saca a otro clavo - 6

Se presentaba un fin de semana a priori magnifico para Nacho, ponerse al día con su proyecto y recuperar sueño atrasado… Todo genial excepto por un par de “pequeños” detalles de nada

UN CLAVO SACA A OTRO CLAVO - 6

El jueves llegué a casa reventado, sin casi haber dormido la noche anterior con Esperanza y con un buen montón de trabajo de mi "empresa" sobre la mesa, de modo que empecé con el café muy cargado y me puse manos a la obra. El viernes tras salir de trabajar, fue más de lo mismo que el jueves, excepto que la noche anterior sí que había dormido unas pocas horas más, con lo que estaba bastante despejado. Me llamaron los amigos para salir, ese día o el sábado, pero visto el trabajo que me quedaba, lo cansado que estaba y lo poco que me apetecía salir para nada, decline la oferta.

El sábado por la noche estaba completamente saturado, solo tenía ganas de cenar prontito y meterme en la cama hasta el día siguiente, con la premisa de no tener además, la menor intención de madrugar y si de tirarme hasta las tantas del domingo durmiendo. Como iba siendo ya costumbre en los últimos tiempos, estaba claro que una cosa era lo que yo quisiese y otra muy distinta lo que los demás dispusiesen. Según sonó el timbre me vino a la mente el primer día que apareció Esperanza, casi, casi me había pillado en la misma situación, suspire y me dirigí a la puerta para abrir, pensando que era ella que sin duda vendría a "darme una sorpresa"...

La verdad es que sorpresa sí que me lleve, sí, porque ciertamente era alguien de la familia Valcárcel, pero no Esperanza, sino su hermana mayor, Lorena, mi jefa. Lo único es que en esta ocasión tuve muchísimo menos tiempo para digerirlo, puesto que Lorena había llamado directamente a la puerta de mi casa y no al portero automático en la calle, luego no tuve ese par de minutos de los que si dispuse con Esperanza para recuperarme. Por la sonrisita que lanzó cuando me aparte para que entrase, tengo la fundada sospecha de que supo lo desconcertado que estaba en esos instantes, aunque por fortuna, soy de los que se reponen pronto.

-      Vaya, esto empieza a ser una costumbre... y dígame, ¿es que por casualidad mi dirección esta puesta en el tablón de anuncios de la oficina o algo?

-      Lo siento -se sonrió-, sé que no debería de haberlo hecho, pero creí mejor hablar con usted fuera del trabajo, en personal tienen su ficha con sus datos, no pude evitar hacer lo que mi hermana y echarle un vistazo...

-      Vaya, que sinceridad. Y bien, dígame, ¿vio usted algo entretenido o inculpatorio?

-      En primer lugar, por favor, preferiría si nos tuteáramos, llámame Lorena, y en segundo lugar, me disculpo por invadir de este modo tu intimidad...

-      Está bien -suspire-, ¿quieres tomar algo mientras preparo la cena para ambos, me has pillado apunto de hacerlo?

-      ¡¡Eh!!, no, no, no quiero estorbar.... solo es hablar unas palabras y... -la interrumpí.

-      Si bueno, eso mismo dijo también su hermana, y le digo más o menos lo mismo, o cena conmigo o sale por la puerta, pero no pienso estar comiendo mientras me mira...

-      Jajajajaja, está bien, acepto... y gracias por la invitación... pero tutéame por favor

-      De nada, y será todo un placer... siempre que hagas lo mismo conmigo.

Resulto divertido, más que nada porque se empeñó en ayudarme, por fortuna pude convencerla de usar un delantal para no mancharse, porque se negaba en redondo y al final termino con varias manchitas sobre él. Estuvimos riéndonos un buen rato los dos, hablando de cosas intrascendentes y sin la menor importancia. Al final, cuando estábamos así terminando de cenar, decidí entrar en materia...

-      Y bien, dime, ¿qué es lo que deseas de mí?

-      Bueno, quería hablar contigo de mi hermana...

-      Si, ya, eso créeme que lo suponía, estaba seguro de ello desde que apareciste. Está bien, ¿pues entonces, tú dirás?

-      ¿Que hay entre mi hermana y tú?

-      ¿Sinceramente?, no lo sé, me gustaría poder decirte que tengo alguna idea sobre cómo va esta situación entre ambos.

-      Bueno, pero digo yo que... -la corte de nuevo.

-      Perdona, pero no, te estoy siendo sincero, no lo sé, no deja o hace nada que pueda dar un sentido claro o específico al respecto. Ella solo llega, me ve, si quiere follar follábamos y se terminó.

-      Ya veo -se mordió el labio pensativa.

Lo cierto es que con el gesto que estaba haciendo, la puñetera Lorena estaba preciosa, no le tenía nada que envidiar a su hermana pequeña. Si tuviese que definirlas o diferenciar entre ambas, diría que mientras que Esperanza es de una belleza más explosiva, salvaje y sexual, algo además bastante potenciado por ella misma. Lorena por el contrario es de una belleza algo más reposada, más calmada, es una belleza serena, invita a mirarla sin que por ello pierda una sola pizca de sensualidad, pero como con su hermana, te entran las mismas ganas de follártela en el acto.

-      Sabes, te he estado investigando más afondo tras nuestra última conversación, y creo que te debo una disculpa por lo que te dije sobre ese negocio que estas intentando sacar adelante... No creo que lo tuvieses mal planificado en sí, pero sí que no fue bien puesto en marcha...

-      No, te equivocas, estaba bien planificado y fue puesto en marcha en un momento que considere propicio, sin embargo, no resulto como pensaba que sería por... digamos que ciertos problemas colaterales insospechados para mí -sonreí con tristeza.

-      Entiendo, tu ex, creo que eso es lo que fastidio tu idea, ¿me equivoco?

-      No, para nada -la mire sorprendido-, pero sinceramente, no me esperaba...

-      Es fácil, si partes de la base de que lo tenías que tener todo bien medido, pues estas sobreviviendo bien pese a los problemas económicos que evidentemente te ha tenido que acarrear. Lo único que pudo fallar es que contases con un sueldo de soporte y algo de apoyo mínimo para dedicarte de lleno, eso apuntaba directamente a que contabas con tu novia, justo antes de traicionarte.

-      Muy bien, es tal como dices, muy buena deducción... Si, contaba con mi ex, pero me fui a encontrar con lo que me encontré, entonces toda mi perfecta planificación se me derrumbo encima, aunque bueno, he logrado sostenerme y poco a poco ir avanzando terreno.

-      Entiendo, y sobre la discusión que el otro día tuve con mi hermana delante de ti, veras, yo... -la interrumpí.

-      Lo entiendo, o casi todo, por lo menos de tu parte. Estaba claro que no me aprobabas y como hermana mayor solo intentabas meter algo de sensatez en la de Esperanza, así que tranquila, no tengo nada que objetar a ello... -vi con sorpresa como arrugo un poco el morro.

-      Si bueno, pero pude haber dicho las cosas de otro modo, reconozco que me equivoque contigo, pensé que estabas tras de ella y que eras como todos los demás tíos con los que ha salido. Creía que estaban tratando de aprovecharte de mi hermana.

-      Bueno, ya te he dicho que lo veo normal, al fin y al cabo eres la hermana mayor, supongo que es lo que se espera, que metas en vereda a la pequeña y asustes a sus posibles royetes...

-      Jajajajajaja, eso ha sonado fatal, tenemos la misma edad, solo te saco siete meses, ni que tuviese diez años más que vosotros.

-      Bueno, ya sabes a que me refiero...

-      Sí, no te preocupes... De verdad, lamento el espectáculo que dimos las dos ante ti...

-      Mira, ya que estamos siendo sinceros, no pensaba sacarlo a colación por respeto hacia ti, pero... es sobre lo que dijo tu hermana de tu matrimonio. En eso sí que creo que se pasó, no era necesario atacarte de ese modo estando alguien delante, pero si te soy sincero, creo que lo dijo más para mí que para ti, más hacia mí que por hacerte a ti daño...

-      ¿Tú crees? -pregunto pensativa, dejándome un poco perplejo porque lo hubiese aceptado tan rápido.

-      Sí, sí que lo creo

-      Mi hermana sabe que contra lo que me dijo ya estoy inmunizada... me duele que me lo diga, pero realmente no me afecta, es algo que ya he asumido...

-      Creo que Esperanza me ha metido en algún tipo de conflicto entre ambas por algún motivo, no sé qué será o que no, pero tengo clarísimo que tu hermana desde luego, no está por mis huesos... -levante la mano impidiéndole hablar-. Alto, no, sé por dónde vas y no, no me refiero a follar, también tengo claro que eso si, el follar conmigo sí que le gusta, pero nada más que eso, follar. La impresión que me da es que me está situando ante tus ojos por alguna razón... pero no se cual...

-      Quizá yo sí, o por lo menos es una posibilidad... no se me había ocurrido la verdad... es... bueno... -la vi un tanto atorada al hablar, indecisa...-.

-      Pues mira, como no te expliques un poquito mejor...

-      Mi marido es como los novios que mi hermana ha tenido, como los mismo que he tenido yo, un "pichabrava", se va detrás de cualquier falda... -soltó una carcajada sarcástica- ¿Sabes?, tengo ganas de encontrar a un hombre que no piense con su picha...

-      Pues lo vas a tener difícil -dije sonriendo y en tono de humor-, aunque te diría que ahora mismo tienes uno frente a ti...

-      Si claro, por eso caíste ante mi hermana como lo hiciste... -puse cara de sorpresa, ella sonriendo continuó-. Me lo contó, me dijo lo que hizo para llevarte a la cama, claro que también me explicó lo que hiciste tu...

-      Vaya, supongo que sería explicita, ¿no?

-      Lo suficiente como para desear arrancarte la cabeza cuando me lo dijo... me pareciste un hijo de puta de los grandes... Pero al caso, le costó muy poquito que cedieses y llevarte "al huerto". Estaba muy ufana de lo fácil que le resultaste -dijo sarcástica.

-      Creo que en esta ocasión, tanto tu hermana como tú partís de unos principios un tanto erróneos si pensáis eso de mí. Estáis suponiendo las dos que pensé con la polla y no con la cabeza en cuanto Esperanza se lanzó sobre mí...

-      ¿Y no fue así?

-      Sí, pero con matices... Mira Lorena, te garantizo que de haber estado todavía con Lola, y digo ella por ser mi ex más reciente, tu hermana se hubiese marchado enterita y sin catar de mi lado.

-      ¿Lo dices de verdad?

-      Totalmente. ¿Que pensé más con la polla que con la cabeza?, si, no te lo voy a negar, mi cabeza decía que era muy raro y no debía de caer, mi polla que me la follase, y al final, gano mi polla, tal y como dijiste. Pero... -me interrumpió.

-      Pero yo tenía razón... -dijo ufana.

-      Como ya te he dicho, si, y no. Sí que me la folle pensando más con la polla que con otra cosa. Pero también es cierto, y te lo aseguro, que de tener algún tipo de relación, mi cabeza hubiese prevalecido y tu hermana acaba en la calle a las primeras de cambio. En este caso, mi polla tenía unos motivos más sólidos que los que tenía mi cabeza, que realmente no era ninguno, ya que no tenía que dar cuentas a nadie y tampoco quien pedírmelas. Tu hermana esta de puta madre, tiene un polvazo de muerte y se me estaba poniendo en bandeja, por mi lado, compromisos con nadie cero... luego... ¿porque no follar con ella que tiene semejante polvazo?... –me encogí de hombros-, ¿Lo entiendes ahora?

-      Es decir, que si hubieses tenido una relación, según tú, no hubieses caído, ¿no?

-      Exactamente, eso mismo es lo que digo... Para poder pararme ante una mujer como tu hermana, necesito algo que le haga un contrapunto, y el más eficaz que yo sepa, es tener pareja, por lo menos para mí, eso hace que automáticamente no permita a nadie ciertas cosas conmigo. Lo cierto es que en ese caso, simplemente no me permito colocarme en situaciones “peligrosas”.

Lorena se quedó callada repentinamente, mirándome fijamente, hasta tal punto que empezaba a ponerme nervioso. Parecía estar meditando si tomar o no algún tipo de curso de acción, por otro lado, la forma en que se mordía el labio inferior era muy sensual. Buffff... me estaba poniendo malísimo con los gestos inconscientes que hacia al estar distraída y pensativa, me estaba empezando a excitar de malísima manera con ella, algo que evidentemente no quería que sucediese.

-      Veras, en realidad lo que Esperanza dijo en mi oficina cuando discutíamos por tu culpa -hizo un gesto de disculpa-, era la verdad, mi matrimonio está muerto por completo. Mi marido se tira todo lo que se mueve y sin cortarse ni un pelo...

-      Perdona si me meto, pero... ¿porque no pides el divorcio?

-      ¡¡Ohhh!!, eso... lo tengo solicitado, pero al principio no quería dármelo, ha puesto traba tras traba para concedérmelo, únicamente por fastidiar. Pero no pienses que es por quedarse con dinero de la familia o algo así, lo único que hice bien fue hacer caso a mi madre y casarme con separación de bienes, así que el cerdo no se puede llevar ni un céntimo.

-      Entiendo, pero sigo sin ver... -me encogí de hombros.

-      Esperanza fue una de esas mujeres con las que mi marido me engañó. Tuvimos las dos una discusión fortísima a costa de él, mi hermana me decía que era un Hijo de Puta con pintas, pero no la creía, estaba cegada por sus maneras, era un consumado mentiroso. Decidió demostrarme que llevaba razón en lo que me decía... les sorprendí a ambos...

-      Debió de ser un palo... no me hago a la idea, si para mi descubrir a Lola fue durísimo, para ti debió de ser... –bufé-, joder, con tu propia hermana...

-      Si bueno, en realidad ella estaba tumbada en un sofá con él encima intentando metérsela hasta el fondo, reconozco ahora, a toro pasado, que Esperanza lo que hacía no era gozar, sino intentar quitárselo de encima como podía... pero...

-      Te cegaste y solo quisiste ver lo que te convenía, ¿no?

-      Si, más o menos. Era mi hermana, con mi marido, este la había penetrado y aunque era obvio que ella no pretendía haber llegado tan lejos, lo cierto es que cuando él se quitó, también quedo muy claro que Esperanza estaba excitadísima... La culpe a ella de todo, aunque evidentemente a mi marido le plantee de inmediato una demanda de divorció a la que como te dije, el malnacido no hacia otra cosa que ponerme trabas... Aunque lo cierto es que enseguida invertí los papeles y ahora soy yo quien estoy tratando de convertir su vida en una puta mierda…

-      ¿Y con tu hermana? –decidí pasar por encima de lo de su matrimonio.

-      Con Esperanza me llevo bien, bueno, salvo cuando intento ser su salvadora. Lo cierto es que se junta con gente que no le conviene, pero también es cierto que ella es mucho más fuerte de lo que aparenta y es plenamente consciente de todo eso... Por esa razón se enfada tanto conmigo cuando me meto a darle consejos, pero sinceramente, es que creo que lo hace todo aposta, de hecho, pienso que se siente culpable de lo de mi matrimonio y sobre todo por haberse "casi" acostado con mi marido.

-      ¿Te puedo hacer una pregunta un tanto... comprometida...?

-      Si claro, a estas alturas...

-      ¿Crees posible que tu hermana me haya colocado ante ti con la esperanza de que nos acostemos los dos e intentar nivelar así las cosas entre ambas?

Vi como Lorena se empezó a morder de nuevo el labio inferior quedándose pensativa, empezó a golpear la mesa con los dedos de modo inconsciente, tamborileando con ellos. Nuevamente os digo que no os hacéis una idea de cómo aparecía Lorena ante mis ojos cuando hacia ese gesto, me la puso dura en un segundo con ello, ¡¡¡Dios, que ganas de follármela!!!. Unos minutos después alzo la cabeza clavando sus ojos en los míos...

-      Puede ser, pero sería inútil porque no le funcionaria. Si antes no me mentiste, aunque me ofreciese a ti, al estar con ella no caerías... Su plan estaría condenado al fracaso...

-      Error, sí que le funcionaría. Ya que estamos siendo sinceros, te diré que te deseo tanto como a tu hermana, me encantaría acostarme contigo, ahora mismo me muero por subirte a esta mesa, quitarte las bragas y follarte hasta reventar. Recuerda lo que te dije, entre Esperanza y yo no hay absolutamente nada de nada, luego aún estoy en la misma posición que cuanto tú hermana. Sigo sin tener ataduras, aunque nuevamente mi cabeza me indicase que dadas las circunstancias, especialmente por el hecho de ser mi jefa y hermana de Esperanza, el follar contigo no sería una buena idea, te aseguro que terminaría por caer contigo del mismo modo que hice con ella... Puede que incluso antes, por el plus añadido de morbo por, precisamente, ser quien eres, sin contar con todo el halo de lo prohibido al estar  casada, te garantizo que te follaría ahora mismo...

-      Vaya... -tragó saliva poniéndose algo roja-, eres muy directo y franco...

-      Lo soy, y todo lo he dicho completamente en serio. Evidentemente entre los dos no ocurrirá nada de nada, aun en el caso de que se diese alguna situación rara entre ambos en ese sentido, porque tu no me vas a presionar en ningún momento lo suficiente como para que realmente ocurra algo.

-      Mucha confianza pareces tener en que yo no quiera también catarte, ¿no? -hizo un mohín...

-      Lo cierto es que si, está claro que tú no tienes ese tipo de inquietud conmigo. Estate tranquila, créeme que a tu hermana este plan antes o después le abrirá los ojos de esta majadería que está pensando.

Después de unos veinte minutos más de charla, Lorena se despidió del modo más ameno posible, tomándome por sorpresa me dio un suave beso en los labios. No pude evitar tras cerrar, quedarme de pie, con la mano aun en el pomo, pensando durante un buen rato en esa despedida tan "extraña" tras todo lo que habíamos hablado..., incluyendo que no reaccionase de ningún modo “previsible” a mi crudeza al responder. Tras todo esto y dado que si tras la charla no me habían intentado arrancar la cabeza, suponía que al menos el resto del fin de semana seria de lo más relajadito para mí... ¡¡¡Pues no, más lio!!!

El domingo a media mañana, sobre las doce y media, llamaron al portero automático con verdadera insistencia, conteste y resulto ser Esperanza, que de muy malos modos, me soltó un ¡¡¡ABRE DE UNA PUTA VEZ!!!... No hace falta ser muy listo como para, tras eso, sabe que venía muy enfadada, y me daba en la nariz que posiblemente todo procediese de la visita de su hermana del día anterior... Enseguida pensé eso de... "a ver ahora qué coño ha contado esta otra"... Abrí la puerta de casa, fui a saludar, pero me puso una mano en el pecho, me dio un empujón hacia dentro y soltó un ¡¡entra dentro cabrón!!... En ese momento, por si tenía alguna duda, quedo claro como el día que Esperanza estaba enfadadísima, pero de cojones, enfadada, enfadada.

Al llegar al salón se quedó parada mirando hacia donde estaba la mesa, me soltó un ¡¡¡ERES UN HIJO DE PUTA!!!, seguido de un guantazo que me dejo el oído pitando durante un buen rato, y gracias que la otra mano se la sujete a tiempo, porque me caía un segundo al grito de ¡¡¡A MI HERMANA, CABRÓN, TE HAS FOLLADO A MI HERMANA!!!. Me defendí con un "¡¡¡para joder, para que hablemos!!!", y no, no me hizo ni caso, forcejeo intentando soltarse, llamándome cosas tan lindas como "hijo de mil zorras, hijo de puta, ojala te salgan chinches en los huevos, etc."... Al final terminé hartándome de su trato, más que nada porque no entraba en razón, solo intentaba sacudirme o follarme, porque de verdad que era lo que parecía que quisiese por cómo se pegaba forcejeando contra mí... no os hacéis una idea de los restregones que nos dábamos "accidentalmente".

En un momento dado, cuando se me hincharon los cojones bien hinchados por su comportamiento, perdí un poco los papeles... Le retorcí un brazo, haciendo que se girara dándome la espalda, luego la empuje contra la mesa, haciendo que se tumbase sobre ella dejando el culo en pompa. Me baje la bragueta sacándome luego la polla, escupí un poco en mi mano, pasándola luego a lo largo de todo el tronco y el glande, ensalivándolo todo bien. Cuando considere que estaba listo, fue cuando empecé a forcejear con la faldita de su vestido, subiéndoselo para después arrancarle las bragas de un tirón...

Lo único que decía es "déjame, déjame... no te voy a dejar follarme... eres un cerdo hijo de puta... te voy a sacar las entrañas... te follaste a mi hermana cerdo cabrán...". Todo ello como veis, tremendamente poético, aunque lo cierto es que intento inclinar un poco las caderas para dificultarme llegar a su sexo... vana intención, ya que esa no era mi intención, se dio cuenta de mi verdadero deseo, cuando noto la cabeza de mi polla contra la entrada de su culo... lo primero que hizo fue soltar un alarido... ¡¡¡NOOOOOO, POR AHÍ NOOOOOO!

Mi respuesta fue un !!!SIIIIIII, POR AHÍ, SIIIII, ZORRAAAAA!!! Empecé a empujar lentamente mientras ella chillaba e intentaba patalear, sus ojos se llenaron de lágrimas, de sus labios tardo poco en salir su primer gemido de dolor... Mi polla entro despacio, pero de forma constante hasta estar totalmente enterrada en su interior, luego sin darle tiempo para acostumbrarse o algo, inicie un rápido y violento mete saca de su culo... mis caderas golpeaban rítmicamente y con fuerza contra su culo, unos glúteos durísimos, firmes como el mármol que empezaban a mostrarse rojizos.... Escuchaba a Esperanza sollozar mientras se le escapaba algún que otro gemido… de claro placer…

-      Y ahora... zorra... -le metí un dedo en el coño encontrándomelo encharcado- vas a abrir las orejitas y escucharme.

-      Aghrsssssssss... uhmmmmmmm.... -gimió, retorciéndose, intentando aun librarse.

-      A la única de tu familia que me he follado, ha sido a ti, zorra estúpida... con tu hermana solo estuve hablando mientras cenábamos -aceleré las embestidas sobre ella.

-      ¡¡¡NO TE CREO CABRÓN!!!

-      Pues peor para ti... -dos dedos más entraron en su coño, empujando de ella para arriba-.

Los gemidos y las reacciones de Esperanza habían cambiado, en esos momentos, estaba claro que estaba empezando a disfrutar de la enculada. Retire mi mano de su coño, pasando a cogerle por el pelo con ella, mordisqueándole la oreja, le dije que si se quería correr, que el coño se lo pelase ella, que yo pasaba... Solo unos segundos después, me di cuenta de que una de sus manos había desaparecido en dirección a su coño. Tardamos aun un poco en alcanzar un orgasmo, por supuesto, me corrí en el interior de su culo teniendo claro que si no se había librado de mí era porque no le había dado la real gana... Pero toda esta actuación me había descolocado aún más que lo de su hermana…

CONTINUARA