Un clavo saca a otro clavo - 5

Para Nacho las cosas van a peor, enredándose todavía más la situación… que por cierto, no parece tener ni pies, ni cabeza… Pero por lo menos, parece que al menos va a poder seguir follando

UN CLAVO SACA A OTRO CLAVO - 5

Tardo algo más de lo que había previsto al ver cómo me miraba, pero la primera en caer sobre mí en cuanto estuve disponible a solas en siguiente viaje a la máquina de café, fue Lola…

-      ¿Por qué estas con esa ropa? –me miró como intentando ver bajo ella.

-      Porque me da la gana, no es asunto tuyo…

-      Te estoy hablando con educación…

-      Vale, perdona… Me apetecía vestirme así, contenta, ya lo sabes, ahora si no te importa… -me interrumpió.

-      Eso no es verdad, tu siempre llevas manga corta a nada que haga calor, si te has puesto ese jersey es por esconder algo…

-      De acuerdo, vale. Te lo diré, lo llevo porque tengo el cuerpo marcado de una noche de sexo desenfrenado y no me apetecen escuchar comentarios estúpidos de nadie, por eso. ¿Algo más que quieras saber?

-      ¿Quién ha sido la zorra? –apretó los labios…

-      ¿Perdona, como dices? –me puse muy serio, vi que Esperanza se acercaba a las maquinas disimulando y poniendo la oreja.

-      Me has entendido a la perfección –le chirriaron los dientes.

-      Veras, es que por un instante me ha parecido que me estabas pidiendo explicaciones… Pero ya que veo que te interesa, te contestare de todos modos, a ver si de una vez me entiendes. ¡¡¡He estado follando con quien me ha dado la gana, follare con quien me plazca y hare lo que se me ponga en las narices!!! –me sulfuré-. La época en que tú tenías algún derecho o privilegio sobre mí como para poder opinar, se terminó en el mismo instante en que me empezaste a engañar… de modo, que metete en tus asuntos y deja los míos en paz.

-      De acuerdo, tu ganas, acuéstate con quien quieras durante el mismo tiempo que yo estuve con él, pero luego, volveremos al mismo punto de donde nunca jamás debí de haberme salido –su mirada era firme.

-      ¡¡¡Joder Lola!!!, es que ya no sé cómo decírtelo para que lo entiendas… Escúchame atentamente, ¿vale?... “¡¡¡Que ya no me importas!!!, ¡¡¡haz lo que te salga del coño, fóllate a quien te dé la gana, que me importa dos pimientos lo que hagas o con quien lo hagas…!!! ¡¡¡Déjame en paz de una puta vez!!!.

-      No me has contestado a mi primera pregunta ¿quién ha sido la guarra?

-      Que pasa, que al final voy a tener que hacer lo que no quiero, ¿es que me vas a obligar a pedir una orden de alejamiento contra ti o algo así, dime? Porque esto empieza a rallar en el acoso… Te lo repito Lola, ¡¡tú y yo, ya no somos nada!!, ni amigos tan siquiera… déjame tranquilo de una vez… Por favor…

-      Fui yo –dijo por sorpresa Esperanza-, estuvo conmigo cenando… y luego follamos en vuestra cama…, sobre la mesa…, en el sofá…, en la ducha… me dio un recorrido turístico por todo vuestro antiguo nidito de amor… Ahora, yo soy su putita… de modo, que deja en paz a mi hombre… zorra…

-      Jajajajajaja, no te creo, nunca se iría con una… como tú… -masculló.

-      ¡¡¡Ahhh, no!!!, y dime, entonces… ¿por qué motivo crees que vengo tan recatada como él y me duele el culo que apenas me puedo sentar? –la miró con una cara de zorra alucinante, incluso se relamió los labios- ¿quizá por las marcas que nos hicimos mutuamente follando como salvajes en “tú” antigua cama? –se subió un poco una manga mostrando un mordisco.

-      Pero qué coño… -Esperanza la cortó.

-      Aléjate de él mona, tu tiempo a su lado pasó, ahora es mi chico… ¡¡¡venga aire…!!! -remató Esperanza.

Para mi sorpresa Lola se largó de verdad, abandonó la batalla, aunque también es verdad que se fue bufando, y desde luego, me extrañaba que lo hubiese dado por terminado. Me centre en Esperanza mientras también se dirigía a su sitio, meneando de manera ostensible el culo ante mis ojos, no entendía nada de nada, venir tapados hasta el cuello para que no se nos note nada, y esta lo dice a los cuatro vientos en medio de una bronca, porque os aseguro que en media hora, una como mucho, lo sabría casi todo el mundo, incluida su hermanita... que por cierto, era nuestra jefa.

Diez minutos después, en las oficinas entro una tromba en forma de Sra. Valcárcel, nos señaló a su hermana y a mí…

-      ¡¡¡¡¡Tú y tú!!!!, los dos, a mi despacho ahora mismo… ¡¡¡venga!!!

Me levante, abrí un archivo que mande a la impresora, recogí el papel y espere a que Esperanza me alcanzase, pues ella tardo porque debía de cerrar el trabajo que estaba haciendo para no perderlo. Después los dos juntos fuimos tras su hermana en dirección a su despacho, le mire disimuladamente el culo, me la imagine como a su hermana, me pregunte si ella también sería igual de salvaje follando… no pude evitar pensar que… ¡¡¡Dios, debía de estar enfermo, ahora también estaba pensando en follarme a la otra hermana!!! Entro en el despacho, espero a que pasásemos y cerró la puerta de un violentísimo portazo, cerrando todas las persianillas, mientras nos miraba con cara de querer matarnos a ambos… Sus primeras palabritas a su hermana pequeña fueron de lo más… clarificadoras… yo estuve callado todo lo que pude…

-      ¿Te tenías que liar con otro anormal que solo persigue el dinero, verdad?

-      Eso no es de tu incumbencia, en mi vida privada hare lo que me dé la gana.

-      Es que no espabilas… este –me señaló- es como el otro imbécil, quiere dinero, luego te los pondrá como hacen siempre todos tus novios… ¡¡¡Aprende de una vez coño!!!

-      ¿Cómo tú? Que tu marido se pasaba por la piedra a quien le daba la gana menos a ti... ¿así debo de aprender? A mí al menos mis novios me follan…

-      ¡¡A qué coño sales ahora con eso!! –Esperanza se levantó y se dirigió hacia la puerta- ¡¡Espera!! ¿Dónde coño te crees que vas?

-      A mi trabajo, por supuesto, tú aquí eres mi jefa, pero mis asuntos personales son míos. Tú no tienes en ellos ni voz ni voto, en lugar de preocuparte por mí, preocúpate por tus propios cuernos…

La tierna y dulce Esperancita salió del despacho dando un portazo como el que había dado su hermana cuando entramos dentro. Me quedé sentado tranquilamente en mi sitio, mientras Lorena se sentaba otra vez en su sillón y centraba toda su atención, entonces al ver su mirada me relaje y con toda parsimonia cruce mis piernas recostándome.

-      Le he investigado y sé que esta con el agua al cuello, está muy mal económicamente…

-      Si, bueno, mi economía ha estado mejor que ahora… -me incorpore un poco y deposite el papel que recogí de la impresora ante ella, luego me volví a mi posición-, tome, creo que eso nos ahorra tiempo de discusiones a ambos…

-      ¿Qué es esto? –pregunto cogiendo el papel.

-      Es un cálculo desglosado del dinero que tienen que darme por mi despido en este mismo momento.

Vi como leía atentamente la hoja que le había dejado delante de ella, no dudo que la reconociese al instante. Había hecho una nómina como las de la empresa de cada mes, pero con las cantidades correspondientes a un despido, finiquito, atrasos, horas realizadas hasta el momento, indemnización y por supuesto, los descuentos por impuestos. Esto tiene su explicación, yo me cree un programilla para calcular nóminas, por eso de saber si estaban bien o no, por tema de horas, festivos, etc… Cuando empezó toda la movida con Lola y su amante, como estuve esperando que me diesen la patada en el culo en cualquier momento ya que ambos estaban mucho mejor situados que yo, prepare el programa, para que también me calculase mi despido, que fue lo que ejecute y luego imprimí.

Me perdí un poco en mis pensamientos, estuve haciendo cálculos mentales mientras la Sra. Valcárcel examinaba mi “nomina”, si no me equivocaba y no lo creía, tendría dinero suficiente para vivir holgadamente unos seis meses, nuevo e incluso diez apretándome el cinturón, tiempo más que de sobra para hacer despegar mi proyecto de negocio de páginas Web, habida cuenta de que podría dedicarle todo mi tiempo, que fue lo que había previsto en un principio cuando me embarque en él. Cuando volví al mundo real y vi la cara de la Sra. Valcárcel, como me estaba observando fijamente, supe que el cántaro de mi particular cuento de la lechera iba a romperse…

-      Veo que lo tiene usted todo calculado… al céntimo. ¿Qué le hace suponer que vamos a despedirle?

-      Bueno, el hecho de haberme acostado con su hermana en primer lugar –vi como apretaba los dientes-, y en segundo el que me ha llamado de la manera que lo ha hecho.

-      ¿Y si no hubiese sido para eso?

-      Entonces dado que ha mencionado mi economía, seria para ofrecerme un montante económico, o algún tipo de complemento monetario para que me mantenga apartado de ella, ¿me equivoco?

-      ¿Y si fuese como dice?

-      Pues en ese caso, Sra. Valcárcel, le diría que se lo metiese por el culo…, directamente y como más lo disfrute usted –le rechinaron los dientes.

-      Puedo despedirle por esa contestación…

-      Hágalo, no se prive de ello por favor, ahí tiene lo que deben de pagarme. Como vera no es mucho, les salgo barato…

-      ¿Y seguirá intentando camelarse a mi hermana, verdad?

-      Perdone por la pregunta Sra., pero… ¿es usted así de gilipollas, o es que como estoy yo aquí se lo hace?

-      ¿Cómo dice…? –se levantó de un salto- ¡¡¡COMO COÑO SE ATREVE USTED!!! –la cara se le puso roja de ira.

-      ¿De verdad cree que yo estoy tras de su hermana? Jajajajajajajaja, no diga tonterías Sra., no soy quien está moviendo aquí ficha, yo solo estoy dejándome llevar. Su hermana está muy buena y tiene un polvo de muerte, si quiere follar conmigo, evidentemente no le voy a decir que no, me la follare hasta que nos hartemos o ella se harte de mí. ¿Pero yo estar tras su dinero? No me haga reír, por favor…, en boca de su hermanita, ella “solo está sacándose un clavo con otro clavo”…

-      Por supuesto, como he podido no darme cuenta de ello, supongo que ahora me dirá que usted está igual ¿verdad?, que tras lo de su novia, tan solo está también “sacándose un clavo con otro clavo” usando a mi hermana para ello –vi que le costó, pero controlo sus ganas de liarse a gritos conmigo-. Mire, por lo que ha llegado hasta mí, estuvieron en su casa… y eso desde luego, de ocasional no me parece que sea… -vi que aún le costaba controlar su cabreo.

-      Eso pregúntele a su hermana, le aseguro que no es cosa mía, yo no la invite… y tampoco le dije donde vivía. ¿Cómo consiguió mi dirección? –me encogí de hombros-, esta es su empresa, usted sabrá cómo pudo hacerlo… Ella se presentó allí con ganas de follar, y si, le aseguro que sí que follamos los dos, créame que no mintió, a ambos nos apetecía y así lo hicimos, hasta que quedamos satisfechos.

-      ¡¡¡No es usted más que un cerdo, un chulo, un…!!! –por fin había explotado, entonces le corte la diatriba.

-      Soy lo que usted quiera, lo que piense de mi me la suda… y ahora al grano. ¿Cuánto van a tardar en ingresarme el dinero del despido? –vi cómo le cambiaba la cara.

-      No vamos a despedirle, solo quería advertirle que no vemos con buenos ojos las relaciones entre empleados, habida cuenta de los… “antecedentes”… -sonrió con malicia, o más bien, como una hiena al hacer referencia clara a mis “cuernos”.

-      Entiendo… entonces digo como su hermana, si no quiere nada más, vuelvo a mi trabajo.

-      Por favor, no se prive de hacerlo así… -me señalo la puerta, sonriendo sarcástica.

Me senté en mi sitio, de inmediato se acercó Esperanza para preguntarme si me había despedido, al responderle que no, vi pasar una muy fugaz sonrisita de triunfo para luego quedarse una de “amiga”, darme un besito en la mejilla y regresar a su puesto. Observe que por un lado Lola andaba por allí y no parecía nada contenta, y que la Sra. Valcárcel había venido tras de mi por lo que también estuvo presente en el numerito de buena amiga de su hermana, cosa que tampoco pareció hacerle muy feliz.

Estuve pensando en todo lo sucedido en ese despacho, principalmente, lo sucedido entre ambas hermanas. El que Lorena, la mayor, me dejase muy claro que no me tragaba y que “sabia” que iba a por dinero, pero que ella no iba a permitirme salirme con la mía, lo vi normal, incluso aun cuando creía firmemente que se pasó mucho con su hermana. Pero lo de Esperanza al contestarle con lo de su matrimonio, ante mí, ante un extraño… lo vi raro, muy, muy raro, me dio la impresión que lo dijo más como información para mí que como intención de hacer daño en su hermana… Pero no sabía el porqué de eso… y me preocupaba, tenía la sensación de que me habían metido en medio de alguna guerra existente entre ambas.

Estuve trabajando tranquilamente, lo que después del numerito me dejo bastante perplejo, ya que nadie vino a molestarme o a intentar cotillear, claro que estando constantemente por allí rulando Lola y la Sra. Valcárcel supongo que nadie se animó, no fuese que se liase alguna y les pillasen en el medio. Lo que si vi esa tarde hasta la hora de irnos, es que Lola había vuelto a tratar con Pedro, su ex amante, y que cuando pensaba que yo miraba se ponía híper simpática con él. Ambos parecían estar de acuerdo en intentar darme celos, y en el caso de Pedro, evidentemente de paso, follarse de nuevo a Lola… Lo que sinceramente, me importaba tres pimientos.

No es que ocurriese nada en todo el resto de la semana, pero eso sí, el fin de semana siguiente, se presentó de nuevo en mi casa tanto el viernes como el sábado, noches en las que ambos estuvimos follando como conejos. No llegamos al nivel de la primera vez, pero debo de decir que era una mujer muy ardiente y que estaba dispuesta a darlo todo, por lo que también, esperaba recibirlo todo, de todo y por todos lados. Reconozco que mantener el nivel con ella, era… duro… pero desde luego, muy, muy, muy “agradable”. Hasta el martes en la oficina todo estuvo genial, todo fue como la seda, por otro lado reconozco también que Esperanza se había puesto las pilas con el trabajo, un par de días más me toco echarle una mano, pero cada vez era más eficaz y también reconozco que su trabajo, no solo era impecable, sino que empezaba a ser muy, muy bueno, empezaba a despuntar en el grupo.

Ese día a última hora, Esperanza me dijo de quedar al día siguiente los dos para cenar por ahí, algo que acepte, aunque en su cara me pareció ver un extraño inicio de sonrisa, y lo que si vi, es que miraba de reojo hacia donde en ese momento estaba su hermana. Dado que saldríamos a cenar, me dijo como de pasada, que porque no aparcaba en el parking en la zona donde siempre lo hacia ella, de ese modo podríamos salir ambos a la vez, y yo ir tras de ella puesto que no quería decirme donde cenaríamos, pues “era una sorpresa” según ella. La idea del parking tenía cierta lógica, pero tras la extraña sonrisita y el mirar a su hermana de reojo… que queréis que os diga, me mosqueo, me olía alguna tostada extraña con Esperanza.

A la mañana siguiente, cuando entre en el parking y fui hacia la zona que me indico Esperanza me la encontré esperándome, apoyada en su coche, al verme me hizo señas para que lo dejase junto al suyo. Cuando salí del coche me pilló por sorpresa, no dejo ni cerrar la puerta, se lanzó contra mi abrazándome, luego me pegó un besazo de escándalo, aunque debo de reconocer que no me anduve con tonterías, nada más sentir su lengua sobre mis labios saque la mía a su encuentro, dándonos un tornillo de los de época. Cuando nos separamos ambos jadeábamos.

Mentiría si no os dijera que me dieron ganas de liarme la manta a la cabeza e intentar follármela allí mismo, aun con los coches de la gente entrando, pues era la hora de comienzo de la jornada. Tras cerrar el coche y dirigirnos hacia la salida, fue cuando la vi de reojo y supe él porque del movimiento de la dulcísima Esperancita… Lola acababa de salir de su coche y nos miraba como si quisiese meternos a ambos en una sartén y freírnos lentamente, lo más dolorosamente posible… Ella siempre aparcaba por la zona donde yo lo hacía habitualmente, de modo que al ver en ese sitio su coche, supuse que debió de entrar justo tras de mí, o un poco antes, pero sin duda de modo que me vio dirigirme a aparcar a un sitio no habitual, y me siguió…

Estuve tentado de tener una charlita con Esperanza sobre ese beso y la presencia de Lola, ya que si me di cuenta de la presencia de Lola, fue porque Esperanza lanzo un par o tres de rápidas miraditas en su dirección y un principio de sonrisita sardónica asomaba a sus labios. Creo que el único motivo de no hablar con ella, fue el darme cuenta de que esos “gestos” que veía en ella, no eran intencionados por su parte, tuve la certeza, de que Esperanza pensaba que no dejaba traslucir nada de nada ante mí…

Esa mañana tuvimos reunión de trabajo varios de mi grupo con parte del equipo de creativos de Lola, en esta reunión también se incluyó la Sra. Valcárcel como responsable máxima. Yo por mi parte, no sé si es que soy gilipollas, masoca, un cabrón de cuidado o es que me gusta el riesgo, porque tenía que llevar a dos personas y una de las que elegí, fue precisamente Esperanza. Cuidado que no digo que ella no hiciese sus maniobras para intentar que hiciese precisamente eso, llevármela a ella, que sí, sí que se movió en ese sentido.

Tal y como supuse que pasaría, su presencia en la reunión levanto ampollas, y también, porque no reconocerlo, sin lugar a dudas, también endureció varias pollas e hizo babear a más de uno. Esperanza ese día había venido a trabajar que no os digo como estaba la niña, venia como en sus mejores días del inicio de entrar a trabajar, pero lo que más gracia me hizo, fue que a uno de los que mejor se les noto las babas, fue al increíble Pedro, aunque también es cierto, que a Lola eso pareció importarle tres pimientos, ya que parecía que toda su concentración mental era para mí y mi “lio” oficial, al punto de nada más terminar todos de sentarnos y disponer de todas nuestras cosas frente a nosotros, abrir fuego directamente contra Esperanza...

-      ¿Qué hace ella aquí? –sin cortarse ni un pelo, Lola señalo directamente a Esperanza.

-      Lo mismo que tú, trabajar en su campo, en el que es muy buena, por cierto… -vi perfectamente la sonrisita irónica que Esperanza le dirigió a Lola al escucharme.

-      No creo que esté preparada, no tiene experiencia, prefiero que este aquí alguien que sepa lo que hace…

-      Dado el tiempo que lleva en la empresa, y el que lleva realmente dando el callo –con ese comentario le quite la sonrisita de la cara a Esperanza-, está mucho mejor preparada para su trabajo que tú para el tuyo. Además es parte de mi equipo y yo digo que se queda, si no te gusta pide que te asignen otro, pero no te metas en mis cometidos, igual que yo no lo hago con los tuyos…

-      ¡¡Ya vale!! –interrumpió la Sra. Valcárcel el conato de bronca dando un fuerte golpe sobre la mesa.

-      Quizá no se buena idea que este aquí, como dice la Srta. Dolores, es aun novata…

-      Muy bien –me levante recogiendo mis cosas-, Esperanza, recoja y vengase conmigo. No se preocupe –me dirigí hacia la jefa-, enseguida le mando a dos personas para que se hagan cargo de este proyecto.

-      A usted no le estoy diciendo nada, de modo que siéntese –mastico sus palabras, muy seria-.

-      Lo siento, pero no lo entiendo yo así, veo que no tiene confianza en mi criterio para hacer mi trabajo, sin embargo sí que prefiere el de una persona que no tiene ni idea de ello. Visto lo cual, estimo que usted me está desautorizando ante todo el mundo, por ello, lo mejor es que otra persona, alguien en quien de verdad usted confié se haga cargo de esto. Con su permiso vuelvo a mi sitio.

-      Siéntense los dos de nuevo, quédense… -me miró fijamente apretando las mandíbulas-, pero tenga claro que usted personalmente se hace responsable del comportamiento de su equipo, si por culpa de alguno fallan, le costara la cabeza.

-      Siempre trabajo bajo esa premisa, y no hace falta que me amenace, ya le he dicho que tiene mi puesto a su disposición, me pagan lo que me corresponde y me largo por la puerta a los tres minutos, lo que tarde en recoger mis cosas –también la mire fijamente.

-      No me tiente… no me tiente…

-      Bien –me dirigí a Lola como responsable de los creativos-, una vez solucionado el problema, díganos Srta. –el señorita lo solté con cierto retintín- ¿qué tenemos que hacer…?

Lola se dio cuenta del detalle, y al final también de como miraba el tal Pedro a Esperanza, pero quizá lo peor para ella fue el darse cuenta de cómo me miraba está a mí, incluso cuando yo la vi así me preocupe de verdad, me dieron escalofríos por un momento. Lola empezó a desgranar el proyecto que habían pensado para el cliente y que era exactamente lo que deseaban que nosotros hiciésemos con su idea… Lo cierto es que era un marrón de mucho cuidado, pero de muchísimo cuidado, íbamos a tener que trabajar como cabrones para poder sacar adelante todo eso a tiempo.

No obstante le dije que sí, que los plazos que querían eran válidos, aunque muy ajustados, sin embargo cuando vi la sonrisita de diversión del tal Pedro hice una puntualización que pareció no hacerle la menor gracia, ya que añadí, que si ellos hacían lo de siempre, que eran modificaciones de ultimísima hora, no respondía por el término a tiempo del proyecto. La Sra. Valcárcel hizo exactamente lo que yo quería, que era preguntarme por ello…

-      ¿Entonces no está convencido de poder hacerlo?

-      No Sra., creo que no me ha entendido, sí que estoy convencido de poder hacerlo, como dije, nos ira muy, muy ajustado, pero podemos hacerlo. Ahora bien, si como es costumbre aquí, a última hora empiezan a pedirnos modificaciones, dada la complejidad del proyecto que ellos mismos nos exigen, y dado que difícilmente podremos multiplicarnos por cinco, entonces será imposible terminar sin que nos den más tiempo para ello.

-      Entonces entiendo que con lo que tenemos aquí encima –puso su mano sobre la documentación del proyecto de los creativos-, siempre y cuando no haya modificaciones, me asegura usted que estará terminado dentro del plazo, ¿no es así?.

-      Eso mismo Sra. Si nos remitimos a eso, le garantizo que el trabajo estará hecho, y bien hecho, para su fecha prevista.

-      De acuerdo, es lógico lo que usted plantea…

-      ¿Están seguros de esto, verdad, completamente seguros? –se dirigió hacia Lola directamente.

-      Al 100% señora, no tiene nada que sea necesario cambiar, es definitivo…

-      Pues entonces se terminó la reunión, por favor, empiecen a trabajar en ello de inmediato…

Cuando salimos de allí Lola no se molestó ni en dirigirme la palabra, claro que peor le fue a Pedrito, porque cuando se acercó a ella para hacerle una carantoña, le falto el canto de una pestaña para recibir un guantazo de los de época. Tuve claro que eso de babear por Esperanza no le había hecho ningún favor precisamente al pobre imbécil… Me falto poco para reírme, cosa con la que aparentemente no tuvo problemas Esperanza, que al verlo igual que yo, sí que soltó la carcajada… ganándose, al instante, una mirada de odio de Lola.

Durante esa mañana distribuí el trabajo entre todo el mundo, a Esperanza le coloque su parte, incluso le hice colaborar con una de las compañeras que tenía mucho más de lo que podía abarcar. Tres horas después de estar las dos juntas trabajando, la compañera, Celia, se acercó…

-      Nacho, no sé qué has hecho con esa chica, pero desde luego el cambio ha sido de 180º

-      Perdona, pero yo te aseguro que no he hecho nada de nada, ella es así de buena, lo único es que la he podido convencer para que trabaje por sí misma.

-      En eso puede ser, te daré la razón, pero digo como persona, antes era inaguantable, y ahora da gusto hablar con ella…

-      Y a mí me encanta hablar contigo…

-      Jajajajajaja, vale, vale, ya me marcho, ya vuelvo al trabajo… -me saco la lengua- ¡¡negrero!! ¡¡explotador!!

En general todos en el departamento nos llevábamos muy bien, cuando Esperanza se incorporó afloraron tensiones que ahora mismo parecían haber vuelto a desparecer. No me había dado cuenta, pero observando, sí que me fije en que Esperanza parecía que ahora se llevaba muchísimo mejor con todo el mundo, pero sobre todo y paradójicamente, con el resto de las mujeres del grupo. Es tarde nos quedamos un poco más los dos, ya que según me dijo Esperanza, podíamos hacer dos cosas, aprovechar para adelantar algo de trabajo, o irnos a perder un par de horas por ahí sin hacer nada de provecho hasta que llegase la hora de cenar… La verdad es que me quede un poco así con su “idea”, pero decidí seguir su consejo, adelantar trabajo.

Cuando salimos y nos dirigimos a nuestros coches, vi que el parking en esa zona estaba medio vacío, los nuestros y unos poco más, además cuando me dispuse a abrir mi puerta me lleve una sorpresa. Esperanza me empujo contra una columna, desde donde me fije que no se nos podía ver excepto que fuesen a por uno de los cinco coches de aquella zona, dos de los cuales eran los nuestros… Digo esto, porque antes de que me diese cuenta, tenía mi polla en la boca de Esperanza, que me la había sacado y empezado a mamar casi sin darme tiempo a decir ni pio.

El caso es que estaba en la gloria, pero la mamada de Esperanza tenía algo extraño, era como si no desease que me corriese, como si me estuviese aguantando por algo… Al final, gracias a la ventanilla de la puerta trasera de mi coche me di cuenta de a que era a lo que Esperanza estaba esperando, por el reflejo vi salir por la puerta de acceso y en nuestra dirección a Lorena, la hermana mayor… En otras circunstancias, hubiese quitado a Esperanza, guardado la polla y visto de superar la situación lo mejor posible, sin embargo… supongo que el morbo me pudo e hice algo que de pensarlo dos veces, nunca me hubiese atrevido.

Saque mi polla de la boca de Esperanza, la hice levantarse sujetándola por el pelo, a lo que dio un pequeño chillido de dolor. La empuje contra mi coche, haciendo que se tendiese boca abajo sobre el capo, le subí la faldita, le aparte las bragas y de un solo empeñon le clave la polla hasta el esófago, solo le había dado dos embestidas cuando por un lado Esperanza empezaba  gemir como una perra y su hermanita se detenía de golpe. La vi con la boca abierta completamente, la cara roja como la grana y la mano inmóvil, con el mando del coche, lista para abrirlo y marcharse a casa, sin embargo, allí estaba, completamente paralizada por la sorpresa de ver a su hermanita follando, o mejor dicho, siendo follada a lo bestia.

Yo tenía sujeta a Esperanza por el pelo, haciendo que alzase la cara mientras yo le mordisqueaba y lamia el cuello, viendo a Lorena atraves de los cristales del coche, simulando no darme cuenta de su presencia. Estaba más que seguro de que Esperanza sí que había visto a su hermana, que ella pretendía que la pillase haciéndome la mamada, no creo que tuviese en mente algo como esto, pero una vez tuvo mi polla dentro, comencé  a moverme y su cuerpo empezó a recibir placer, no pudo evitar hacer otra cosa que disfrutar, ante los atónitos ojos de su hermana. Sorprendentemente para mí, Esperanza intento taparse la boca con una mano para ahogar sus cada vez más fuertes gemidos, cosa que no le permití, sosteniéndosela lejos de su boca, arreciando mis embestidas, diciéndole bajito, susurrándole en el oído que era mi puta, y que ahora incluso su hermana lo sabía puesto que la estaba viendo comportarse como la perra caliente que era…

No bien hube terminado de soltarle una de esas lindezas cuando se corrió dando un alarido de placer… Acelere mis golpes de caderas, solo segundos después bufe también en alto, para que Lorena fuese consciente de que me acababa de correr en el coño de su hermanita pequeña… Cuando por fin pudimos recuperar el aliento, vimos como Lorena se marchaba en su coche, además, podría añadir que para estar en el interior de un parking, iba bastante rápido. Esperanza cuando me quite, se volvió a por mí como una víbora, dispuesta a darme un guantazo por ser, según ella, un hijo de puta…

No me corte ni media, le sujete la mano, le sujete con la otra por el cuello con delicadeza, la pegué contra la columna a la que ella me llevo en principio, y una vez allí le dije que la puta era ella, que era “MI PUTA”. Entonces le hice alzar una pierna, arreglándomelas para volver a clavarle mi polla en el coño, follándomela por segunda vez, haciéndolo en esa posición tan excitante como incomoda. Unos minutos después, mientras nos abrazábamos y besábamos como desesperados, nos corrimos casi al unísono de nuevo… Después de esto, nos arreglamos, y la dije que la seguía, que aún nos quedaba cenar…

-      Pues no sé yo si cenar contigo…

-      Claro que sí, me invitaste y tienes que hacerte responsable de tus actos –sonreí.

-      Y tú, ¿vas a hacerte también responsable de tus actos?

-      Por su puesto que si… cuando terminemos de cenar… -me acerque a su oreja mordiéndosela- te volveré a follar como la putita que me has demostrado ser… -soltó un gemido.

-      ¡¡Hijo de puta!!! Me he vuelto a mojar de nuevo… vámonos antes de que me arrepienta y no quiera ni cenar…

-      Bueno… si quieres… -dije insinuante.

-      Jajajajaja, anda so cabrón –dijo riéndose-, metete en el coche y sígueme… así mientras cenamos descansamos…

Es noche estuvimos cenando en un sitio francamente bonito al que Esperanza me llevo, y donde por lo que vi, parecían conocerla perfectamente, se veía que estaba acostumbrada a ir allí. Y no, no creáis que me pasó desapercibido el que no me dijese nada sobre mi numerito con ella ante su hermana y que luego continuase conmigo como si tal cosa, sin el menos rastro de enfado alguno por su parte. Algo ocurría entre esas dos y me resultaba cada vez más evidente que Esperanza me estaba utilizando de algún modo, pero bueno, ella me utilizaba y yo me la follaba, así que de momento, todos contentos con la situación… más adelante, ya veríamos.

Después de terminar de cenar, acabamos en mi casa, follando hasta la madrugada… Por primera vez, al día siguiente ambos fuimos a trabajar desde mi casa, ya que terminamos muy tarde y no le daba tiempo a marcharse, dormimos apenas dos horas contadas…

CONTINUARA