Un clavo saca a otro clavo - 3
La situación de Nacho comienza a ir empeorando poco a poco, cuando no es con una, la discusión es con otra. Prácticamente es una guerra en tres frentes lo que parece empezar a tener entre manos
UN CLAVO SACA A OTRO CLAVO - 3
El Lunes por la mañana, cuando entró a trabajar, la dulcísima Esperancita parecía tener algún tipo de fijación conmigo, porque no me perdió de vista ni un solo instante, aunque eso sí, con una sonrisita la mar de socarrona e irónica en la cara. A media mañana, me cayó encima mi ex, la sin igual Lola, que como Creativa de la empresa, tenía cierto…, ¡¡uhmmmm!!, digamos que poder sobre mí en cuestiones de trabajo. Me dijo más o menos que en una media hora me quería ver en la sala de reuniones para tratar de un cliente. Todo fue muy normal, todo perfectamente creíble si no llega a ser por la forma insistente de Lola de mirar de reojo hacia donde estaba la dichosa Esperancita…, que por otro lado, sin disimulo ninguno, como digo, no me quitaba ojo de encima.
En total estuve reunido con Lola en una de las salas por espacio de casi tres cuartos de hora, “recibiendo instrucciones” de lo que su grupo de trabajo había decidido hacer y que en mi departamento tendríamos que llevar a cabo. En un principio cuando me citó para ello, me hubiese parecido todo perfecto si no hubiese sido por el hecho de que no era necesario hacerlo así. Todo eso, normalmente se entregaba al responsable como un paquete, y este era quien se encargaba de decidir quién haría cada cosa. Aunque es cierto que cuando es muy importante o considerado como complejo, es alguien del equipo creativo quien se lo explica al indicado de coordinar en mi departamento junto con la Sra. Valcárcel, y en esta ocasión parecía que me había tocado a mí el muerto, solo que sin la jefa… como por cierto, en mi caso solía ser lo más habitual, incluso antes de este embrollo. Pero en esta ocasión, el hacerlo de esta forma no me pareció necesario, y muchos menos la necesidad de estar los dos solos... aunque claro, cuando vi a Lola lo comprendí todo al instante…
Lola llevaba un vestido que quitaba el hipo, cuando nos sentamos, misteriosamente enseñaba más canalillo del que nunca jamás le había visto antes, y enseñaba piernas, bueno, casi podríamos decir que estando a su lado si descruzase las piernas, la podría ver todo el coño, porque de lo que también estaba muy seguro, es de que no llevaba nada de ropa interior y una mini de tipo cinturón ancho. Admito que me puso cachondo a más no poder, pero fue lo bastante lista como para no ponerme ni una sola mano encima en plan sobón, ya que eso sí que me hubiese hecho reaccionar contra ella, únicamente se pegaba, dejando su pierna pegada a la mía, o se ponía tras de mi inclinándose para comentar, con sus pechos contra mi hombro, pero todo ello “supuestos roces casuales”… Puedo decir que si no me lance sobre ella para follármela pese a todo, fue por un lado porque el fin de semana había quedado más que satisfecho de sexo, y porque por otro, la sin par Esperancita entró dos o tres veces interrumpiéndonos, con lo que se enfriaba bastante el ambiente… ante la cada vez más manifiesta contrariedad de mi ex. Cuando me disponía a marcharme…
- Nacho, por favor, ¿podemos hablar un momento?
- ¿De qué? ¿Del numerito que acabas de montar para seducirme?
- No, lo siento… sé que no es la mejor de mis ideas, pero es que estoy desesperada por recuperarte, por favor Nacho, necesito que hablemos…
- Te lo repito otra vez, ¿de qué?
- De nosotros… de volver…
- Lola, te dije muy claro que tú y yo ya no tenemos nada de qué hablar a nivel personal, olvídame de una vez.
- Lo siento, pero no puedo hacerlo, te quiero, estoy enamorada de ti, ¿Por qué no lo entiendes? ¿Por qué no me crees? –su voz sonó algo desesperada- ¿Qué más tengo que hacer para demostrártelo?.
- ¿Qué porque?... No sé, tienes razón, es incomprensible por mi parte… ¿porque sería…? –me pregunte en un sangrante tono irónico mientras me golpeaba el labio con el dedo índice-, ¡¡¡Ahhhh, sí, claro!!! ¡¡¡Quizá sea porque me engañaste con otro!!! ¿Crees que pueda ser por eso Lola? –pregunté sarcástico.
- Por favor, dame otra oportunidad, te juro que no volverá a pasar nunca más, cometí un error que no voy olvidar ni a repetir jamás… por favor Nacho… te quiero, eres mi vida, solo te amo a ti, te lo juro…
- Eso lo tenías que haber pensado antes, ya te dije lo que necesitas si quieres una oportunidad, es simple, cambia el pasado. Lo siento Lola, pero yo no puedo olvidarme de ello ni tampoco perdonarte lo que me hiciste –al final no pude más y exploté-. ¡¡¡Te apoye siempre en todo lo que necesitaste, me quite incluso tiempo que necesitaba desesperadamente para mí, para poder dedicártelo a ti cuando tuviste problemas, me la jugué por ti para conseguirte ese trabajo del que tan orgullosa estas, pedí un montón de favores que me debían…!!! –intente tranquilizarme-, y esto –levante la mano mostrándole unos cuernos con los dedos índice y meñique extendidos- es lo que recibí de ti en compensación, esa es tu lealtad, eso es lo que tú has hecho por mí. Procura aprender para el futuro si tienes una nueva relación con algún otro, lo que cuestan las estupideces… y a mi déjame en paz de una puta vez, porque ya no eres nada, ni nadie… -dicho eso me levante y me marche dejándola allí.
Si alguno piensa que tras semejante charla creía que todo había quedado aclarado entre los dos, que se vaya olvidando de la idea, si conocía bien a Lola, no iba a darse por vencida tan fácilmente. Esa es una de las cosas que más me atrajeron de ella al principio, que es una mujer tremendamente tenaz con lo que desea, se puede derrumbar en un momento dado y tener como todos sus momentos de bajón, pero siempre termina levantándose para seguir adelante aun con más determinación… lo que ahora mismo, no me suponía más que un puñetero problema.
Tenía claro que Lola no pensaba cejar… que intentaría lo que fuese necesario para conseguir recuperarme… También era consciente de otra cosa más, hasta el momento, en cierto modo, era comedida puesto que yo aparentemente no tenía roce o interés por nadie de género femenino, de haberlo habido, ya hubiésemos visto por donde habríamos terminado saliendo los dos, o más bien, los tres a causa de ella.
Cuando regresé a mi mesa empecé a trabajar con la distribución de trabajo y competencias que Lola me había facilitado, era un trabajo muy importante y todo el mundo en el departamento iba a estar implicado, incluido mi tormento particular, la sin par Esperanza. Una vez realizado el reparto empezamos a trabajar, por lo que vi, ese primer día lo estuvo pasando mal, considerablemente mal, especialmente porque su hermana parecía estar muy pendiente de ella y no podía buscar a ningún idiota que le sacase las castañas del fuego, me limite a hacer lo mío con toda tranquilidad, aunque sin perderla de vista por lo que pudiese liar…
El Martes todo siguió con la misma tónica, lo único que Esperancita pareció hartarse de la situación, y se las apaño para pillarme a solas en la máquina de café…
- Se puede saber de qué coño vas, ¿qué pasa que no entendiste a mi novio cuando habló contigo o es que necesitas que te lo repita…?
- En primer lugar, no se a qué te refieres con eso de que “de qué coño voy”, de segundo, a tu novio y lo que diga me lo paso por el forro de los cojones… De paso cuando le veas, le dices que la próxima no tendrá tanta suerte como el otro día, que se controle un poquito más… porque si me vuelve a hacer lo del dedito… se lo arranco y se lo meto por el culo… ¿vale?
- Y porque no se lo dijiste tú, ¿eh?, que pasa que te dio miedo, ¿no?, conmigo eres muy valiente…
- Pues mira, no, no me dio miedo decirle algo o romperle el puto dedito de mierda, pero esa noche tenía dos opciones… o le partía la cara a tu novio, dedito incluido, o me iba a casa de mi amiga a follar… ¿a que no adivinas que fue lo que elegí? –tras eso la hice a un lado con la mano para pasar-, y ahora perdona pero me cortas el paso –me puse en camino a mi sitio.
- Seguro que sí, que fue por irte con esa zorra con la que estabas… -dijo rabiosa, me paré y me giré para mirarla.
- Perdona, pero yo no estuve con ninguna zorra, sino con una chica preciosa con un cuerpazo de infarto, ¿te quedo claro?
- A es verdad, que a la verdadera zorra el cornudo le dio boleto… -sonrió maliciosa y con ganas de hacer daño.
- Procura no alegrante tanto del mal ajeno, porque yo al menos lo descubrí y tome medidas… quizá debieses de mirar más cerca de ti antes de alegrarte de alguien ajeno…
- Oye tú, imbécil, en el matrimonio de mi hermana no te atrevas a meterte… están bien, te enteras… gilipollas…
- Yo no me meto en nada de tu hermana, cierva, que eres una cierva, que me llegaron rumores de que pareces una manada de ellos. Procura mirarte tú al espejo antes de meterte en la vida de los demás, incluida la de tu hermana, de quien no necesitaba saber nada por cierto… porque su vida privada me importa un pito.
- Eres un puto cerdo rencoroso que no me has tragado desde que entre a trabajar por ser quien soy… y deja a mi novio en paz, aquí no hablamos de él.
- Perdona tienes razón en eso, pero por cierto, ten claro que me da igual quien seas, y nunca te he hecho nada, siempre me he mantenido al margen…
- Ya claro, seguro, por eso mismo me puteas o pides que me sancionen la primera semana, porque te doy igual… y yo no te he hecho nada para caerte mal -al escucharle decir eso volví junto a ella.
- Mira mona, yo no te puteo y me das absolutamente igual, por mi como si te operas, pero lo que no voy a tolerar es que me jodas a mí porque tu no hagas las cosas bien… Y lo que más me fastidia, es que no las haces bien porque no te sale del coño, porque si te diese la gana las harías… ¿más claro ahora, lista?
- No… no… no entiendo… yo no… lo hago lo mejor que puedo, yo no… -la vi completamente desorientada.
- Mira Esperanza, -decidí cambiar de tercio con ella- eres una mujer inteligente, eres lista, tienes unos conocimientos técnicos que ya quisiese yo para mí, solo te falta practica y experiencia para llegar a ser muy, muy buena, posiblemente de las mejores en este campo. ¿Pero sabes qué?, que cada vez que te tropiezas con un problema usas tu físico y tu atractivo para que algún imbécil te lo solucione haciéndolo él… Y así, nunca saldrás del bache en el que te estás metiendo tu solita…
- ¿Y entonces según tu que se supone que tengo que hacer?, dime… -pareció olvidarse de las descalificaciones, se la veía enfadada, pero también descolocada por el rumbo que estaba tomando la conversación.
- Prueba a tratar de solucionarlo por ti misma aunque te lleve cuatro veces más tiempo, o consúltalo con alguien, que te diga cómo se hace, pero hazlo tú, porque es el único modo de aprender… si te lo solucionan, siempre te tropezaras con lo mismo una y otra vez…
- Claro que fácil es decirlo… ¿y a quien le pregunto listo?
- A cualquiera, con educación… incluso yo mismo te hubiese ayudado si lo hubiese pedido, pero no, era mejor enseñar las tetas y que te lo hiciesen… Podrías llegar muy lejos Esperanza, pero a este paso solo vas a joder tus propias oportunidades…
- ¿Y qué hago?
- Tabla rasa y empezar de cero con todo el mundo, mira en este proyecto de ser tu quien haga todo tu trabajo, tardes lo que tardes -respondió a nuestro lado su hermana Lorena, ni nos dimos cuenta de cuando llegó.
- ¿Cuánto llevas escuchando? –preguntó tensa Esperanza a su hermana.
- El suficiente como para no gustarme algunas de las cosas que he escuchado, como lo de tu novio… por ejemplo… -me miraba con los ojos ardiendo, parecía muy, muy enfadada conmigo.
- Eso no es asunto tuyo Lorena…
- No, no lo es, pero si lo que ha dicho es cierto, quizá deberías de tomar nota de lo que sepa… solo por si acaso…
- Solo estaba intentando hacer daño… Tomas me es fiel…
- ¿Es eso lo que has hecho Ignacio?
- No, para nada, mi amiga me hablo de él, en lo que he dicho he sido sincero, quería hacer daño, pero no he mentido… solo he repetido lo que me han contado. Lo siento Esperanza, porque yo he pasado por ello y no me hace gracia que le pase a nadie, por si te sirve de algo. La chica con la que estuve me contó que alguna amiga o conocida de estas, explicó que ese tal Tomas tiene cierta fijación con las ovejas y que sus “amigas” hagan eso de “Beeeeee” cuando está manteniendo relaciones con alguna… -dije, aunque me costó lo que no está en los escritos no sonreír.
No dije nada más, pero estuvo la mar de claro que di en el blanco, porque la cara que puso Esperanza fue de enmarcar, color tomate aparte con lo de la ovejita, me dio miedo hasta a mí, os juro que no me hubiese gustado en ese momento estar en el pellejo del gilipollas de su novio. Tras eso deje allí a las dos hermanas y me largué antes de que decidiesen que yo era culpable de alguna cosa. El miércoles, fue un día la mar de tranquilo, en el que ni Lola, ni Esperanza, ni su hermana parecían acodarse de que existía, igual que el Jueves, aunque este duro justo hasta un par de horas antes de que saliésemos, en que se me acerco Esperanza preguntándome si lo de ayudarle que había dicho un par de días antes seguía en pie… Me quede mirándola como si hubiese gato encerrado… entonces, me sonrió y levanto las manos a modo de gesto de paz…
- Tranquilo, no hay truco, te lo pregunto en serio…
- Vale, voy a admitírtelo. Si, lo de ayudarte si me lo pedias era completamente en serio, pero ten claro que solo es ayudarte, no hacerlo yo por ti…
- Lo sé, solo me dirás lo que debo de hacer y cómo, pero yo seré quien realmente haga el trabajo, solo me enseñaras…
- Eso es, si quieres, de acuerdo…
- Bien, porque si, necesito que me eches una mano, hay algunas cosas que no sé cómo hacerlas…
- Bien, dame un par de minutos, antes tengo que salvar mi propio trabajo… en cuanto lo haga voy…
- Gracias, te espero allí… -señalo su mesa.
- De acuerdo…
Tras esto se marchó directa a su sitio… no pude evitarlo, le estuve mirando el culo de reojo, porque es que joder que culo que tenía la dichosa Esperancita de las narices. Estuve con ella en su mesa explicándole como tenía que hacerlo, es decir, ella sabía cómo, pero no usar los múltiples atajos y trucos que tiene un trabajo para alguien que lleva años haciéndolo. En total fueron algo más de dos horas de tiempo lo que tardo en captar todos los detalles de lo que le expliqué. Y aquí tengo que hacer una pequeña aclaración, si de por sí es verdad que Esperanza me parecía una tía inteligente, la verdad es que tras trabajar de ese modo con ella, me pareció aún más que eso, me resulto terriblemente inteligente y con una buena intuición, incluso al final, parecía ir superando sus iniciales recelos por mí, sobre si le ayudaba de verdad o no.
Ese jueves salí más de dos horas tarde para poder poner mi propio trabajo al día, lo malo fue que el viernes Esperancita regreso con una nueva petición de ayuda, aunque reconozco que esta vez, aun estando con ella casi dos horas, no fue mucho lo que hice, ya que más que para que le explicase, lo que quería era que estuviese allí para asegurarse de no meter la pata. Aplico muchas de las cosas que le había enseñado el día anterior, y alguna otra de su cosecha, incluso una en concreto de la que tome buena nota, ya que era más rápido hacerlo como ella que como yo lo hacía. De lo que yo no tenía ni idea, es de que precisamente ese Viernes iba a estar de lo más… “entretenido”…
Cuando llegó la hora de salir se marchó casi todo el mundo, yo fui de los que se quedaron, ya que nuevamente me había retrasado por estar pendiente de Esperanza, quien para mi sorpresa, cinco minutos después de la hora, y cuando ya pensaba que se había marchado junto con el resto, colocó su silla a mi lado y se sentó… Me quede mirándola…
- ¿Qué haces aquí?
- Pues mira, ayer te quedaste más de dos horas por ayudarme y hoy veo que vas por el mismo camino. Pero por lo menos, esta vez no te quedas solo, aunque solo pueda mirar que haces, por un lado aprenderé algo y por otro, te hago compañía, es lo menos que puedo hacer después de que todo esto es por mi culpa, por ayudarme.
Vi que estaba muy atenta a lo que hacía y a como lo hacía. Me fije también en que me miraba de reojo y de vez en cuando miraba su reloj, como si llevase prisa, de modo que decidí hablar con ella para ver si podía convencerle de que se fuese…
- Mira, de verdad que te lo agradezco, pero no hace falta que sigas aquí, no puedes hacer nada y es tontería… -intente razonar con ella.
- No te preocupes por mí, no pasa nada…
- Como que no, no haces más que mirar la hora, de verdad Esperanza que te lo agradezco, pero si tienes una cita, vete… no pasa nada.
- Jajajajaja… no, no es eso, miro la hora para ver cuando tomar un café, no quiero tomarme muchos, soy una adicta a ellos y por eso miraba, para ver cuando tomármelo.
- ¡¡¡Ahhh!!!, lo siento, pensé que era porque tenías que irte a algún lado…
- Y tengo que irme… -se levantó sonriendo- a por los cafés, que ya es hora… ¿tu capuchino, no?
- Sí, yo un capuchino, gracias… espera que te doy dinero…
- Ni se te ocurra, este invito yo, el próximo corre de tu cuenta… -me sonrió-, y tranquilo que prometo no envenenártelo –se marchó riéndose.
Lo cierto es que esta Esperanza me sorprendió bastante, a ver, que no es que me fiase de ella ni lo más mínimo, pero la verdad es que sin todas sus borderías, sin sus aires de grandeza, sin sus formas de niñita de papa, tal y como se estaba mostrando en esos momentos, me parecía una chica muy agradable como compañía para conversar. Cuando se marchó, vi por el rabillo del ojo como Lola también parecía dirigirse hacia allí, me resulto muy extraño verla a esa hora aun allí, pero dada la importancia del proyecto, tampoco le di más importancia… Cuando Esperanza regreso me dejo el café a un lado, y apareció hundirse en sus pensamientos, aunque si me fije en que me intentaba mirar de reojo sin que me diese cuenta, movía su vaso entre las palmas de las manos, pensativa. No hice nada, me limite a seguir con lo mío, pensé que si quería hablar de algo, ya lo haría…
- Oye Ignacio… -me miró fijamente-, podemos enterrar por un momento el hacha de guerra… Es decir, hablar en serio…
- Si claro, ¿Qué pasa? –dije mirándola.
- Veras, ayer cuando me fui, después de lo que me dijiste… bueno, salí de aquí directa a por mi novio para que dé explicase, y me explico, le pille con otra… Después de insultarle y montar el espectáculo, hable con amigas y bueno, no era la primera vez por lo visto, según parece habían escuchado cosas…
- ¿Y no te dijeron nada?
- Si, la verdad es que sí que lo hicieron, bueno algunas de ellas me lo insinuaron, pero no hay mayor sordo que el que no quiere escuchar. A ti sin embargo, si te escuche y por eso fui a por él…
- Vaya, lo siento mucho…
- No, lo prefiero así, prefiero enterarme de que me engaña y no hacer más el tonto con ese imbécil… ¿te puedo hacer una pregunta un poco personal?
- Si claro, que la conteste será otra cosa…
- Si bueno, eso lo suponía, veras… ¿Cómo se hace para perdonar algo así? –me miraba muy fija.
- Creo que has preguntado en mal lugar Esperanza… no lo sé, la verdad, no sé cómo se puede perdonar que te engañen de forma reiterada…
- Bueno, tú lo has hecho, has perdonado a tu novia, por eso te preguntaba… -la mire sorprendido.
- ¿Qué yo lo he hecho? –me sorprendí-. No, para nada, no se algún día podre. Desde luego olvidarlo jamás, perdonar, bueno, quizá, pero tendrá que pasar muchísimo tiempo para algo como eso…
- Pero si… -se calló-.
- ¿Qué te dijo?
- No, nada, no tiene importancia, es lo que escuche por ahí…
- La vi ir hacia las maquinas cuando se marchaba, así que supongo que te fue a ver cuando estaba sacando nuestros cafés… ¿Qué te dijo Esperanza?
- Solo que estabais intentando arreglar lo vuestro, que no me acercase mucho a ti y… bueno, que si intentabas algo conmigo era por vengarte de ella, pagarle con la misma moneda y que no conseguiría nada de ti…
- Ya, lo cierto es que ella si quiere arreglarlo, pero yo desde luego no, lo único que deseo es perderla de vista. No te preocupes, hablare con ella para que te deje en paz…
- No déjalo, si en el fondo me hizo gracia –sonrió-, creo que pensaba que esta buena sintonía de ahora es porque quieres enrollarte conmigo…
- Pues si pretende conquistarte que busque por otro lado –escuchamos decir a Lorena Valcárcel en tono desabrido llegando por sorpresa junto a nosotros.
- ¿Cómo dice? –la mire muy serio.
- Lo que ha escuchado…
- Lorena te estás pasando, no te metas donde no te llaman… no es lo que piensas, y tampoco es asunto tuyo aunque así fuese –replico Esperanza también enfadada.
- No voy a permitir que ahora que has roto con el imbécil ese con el que salías, te vayas a liar con el primer listo que se te cruce…
- Me liare con quien me dé la gana, ¿está claro?
- Usted manténgase alejado de mi hermana, ¿entendido?
- Esperanza ya termine, nos podemos marchar si quieres. Te invito a tomar algo… -dije ignorando a Lorena.
- Me parece bien, vámonos –me imito lo que a su hermana le sentó fatal.
- No pienso permitirle pegar el braguetazo a costa de mi hermana, téngalo claro… -me espeto Lorena, poniéndose ante mi visiblemente enfadada.
- En primer lugar déjeme pasar que ya termine –la aparte con firmeza- en segundo lugar, que le quede claro que no pienso enrollarme con su hermana, y por último Sra. Valcárcel, si quisiese pegar el braguetazo por el dinero de su padre, lo haría con quien está muy mal follada y se le note a la legua… Le aseguro que me sería mucho más fácil así…
- ¡¡¡¡Pero quien coño se cree usted que es para decirme eso!!!! –me chilló, por un momento temí que me intentase arañar incluso…
- Yo a usted no le he dicho absolutamente nada de nada… pero si se da por aludida, usted misma…
La dejamos allí abriendo y cerrando las manos, con la cara congestionada de la cólera. Esperanza se marchó riéndose, justo hasta que bajamos en el ascensor hacia el parking, entonces se puso ante mí y me cruzo la cara de un guantazo…
- Cabrón, -me sacudió el guantazo- esto por decirle eso a mi hermana, si vuelves a ensuciar de nuevo su nombre y me entero, te arrancare las entrañas, ¿te enteras gilipollas de mierda?, a mi hermana ni mentarla…
- A ver tonta de las narices –replique sujetándola por los hombros y pegándola contra la pared del ascensor-, tu hermanita no es la única que está mal follada en tu familia, tu llevas desde que entraste a trabajar aquí buscando polla como una desesperada, comportándote como una mezcla entre zorra y calientapollas…. Seguro que ni con un disfraz de ovejita “beeeeee”, le servías a tu novio para follar…
- Me cago en tu puta madr… -Se lanzó a por mí, pero la incruste contra el ascensor, poniendo sus dos manos a su espalda para evitar golpes…
- Ya vale, si me vuelves a sacudir te la devuelvo… ¿está claro? –asintió asustada.
- Déjame cabrón…
- Mira Esperanza, no me chupo el dedo, no sé qué puto problema tendréis tu hermana y tú para que os tiréis mutuamente al cuello de ese modo, pero a mi dejadme al margen que bastante tengo ya con los míos, ¿está claro?. Si os queréis arrancar mutuamente la puta cabeza adelante, pero cuando yo no esté por medio… no quiero que me salpique la sangre… ¿estamos?
Tras esto la solté y me recompuse, sin olvidar frotarme la cara, porque joder como picaba el guantazo que me había dado la niña, estuve rememorando lo sucedido. Por la conversación desde luego que no lo parecería, pero yo vi a ambas hermanas cuando empezó la discusión al meterse la mayor, de todo lo que ocurrió os aseguro que nada iba conmigo, esas dos se las tenían guardadas y a mi simplemente me pillo en medio cuando estallaron una contra la otra… Cierto que yo también me pasé, pero no me gusta cuando me meten en un fuego cruzado en el que no tengo nada que ver… y suerte que solo fue eso, porque no os digo en el ascensor cuando la pegue contra la pared y puse mi cara a centímetros de la suya, las ganas de follarme a Esperancita que me dieron, se me puso la polla como una estaca… verla rabiosa, con esa carita de cabreo… ¡¡¡uhmmmm!!!... Os juro que si en ese momento alguien me llega a soltar un “beeeeeeee” creo que no respondo y me la hubiese intentado follar allí mismo y que luego fuese lo que dios quisiese… ¡¡¡Joder que morbo lo de la ovejita de los cojones oye!!!
CONTINUARA