Un chico muy especial una ruptura indeseada
Sentí como recorría mis nalgas al tiempo que posaba sus manos sobre mis pechos y me los acariciaba. No tuve más opción que dirigir mi mano hacia atrás hasta acariciar su bulto.
Un chico muy especial una ruptura indeseada
Hola, me llamo Susana, ante todo gracias a todos los que me habéis leído, sobre todo aun más agradecida a aquellos que me habéis escrito. Agradezco de corazón, que os haya gustado e incluso que os haya sido tan placentero, como a mí relatárosla. Ante todo me debo disculpar, pues no siempre puedo responder a todos los que me habéis mandado vuestro email, pero os aseguro que los leo con el mayor de las satisfacciones y os contestare, en la manera de lo posible.
Ante de comenzar quiero comentaros que mis esporádicas relaciones no van buscadas hacia los hombres maduros, ni a estos los antepongo a cualquier chico joven. Sino todo lo contrario, solo busco aquellas experiencias que con solo pensarlas se me humedezcan las braguitas, busco aquellas experiencias que sean de un morbo que merezcan mi dedicación total. No busco que me llevéis a la cama pues mi gusto es poderlo hacerlo a la intemperie, cubierto entre la maleza si quisiera cama para eso me quedaría en mi casa, ni poder quedar más de una ocasión pues perdemos esa armonía de lo prohibido. Os tengo que confesar que mis relaciones actuales son mayormente con chicos de mi edad o algunos años mayor, pero quizás esa monotonía que tanto os gusta y que yo tanto detesto me ha hecho buscar relaciones esporádicas a escondidas, siendo esta de lo más morbosas y gratamente satisfactorias.
Bueno me presentare soy una ardiente Sevillana de 24 años, os detallo mis rasgos mido 1.75m, de ojos castaños, morena y mis medidas aproximadas son 90/59/88. Soy delgada suelo cuidarme mucho (hago mucho "ejercicio"), de mi físico os comentare que tengo unos pechos firmes y según dicen unas nalgas duras y muy firmes. Que puedo deciros más de mí, me considero una persona sencilla, simpática, abierta (a veces demasiado ji, ji, ji), extrovertida, atractiva e inteligente en otras palabras una sin vergüenza integral. Aunque eso si muy buena gente y bastante loca... vamos una chica con la que se puede pasar un buen rato (espero que algo más de 15 minutos ). Me gusta conocer gente, descubrir cosas nuevas, divertirme, lo típico de una chica de mi edad (tengo una manera especial de ver la vida). Me gusta salir, hacer locuras, aunque me sea difícil de reconocer que me gusta beber demasiado (joder, se que debería controlarme).
Os debo comentar, que mis experiencias son producto de mis fantasías, las cuales las intento hacer realidad en la manera de lo posible, sin importarme a veces el resultado y ni tan siquiera me paro a pensar en las posibles consecuencias que me pueden reportar, ni que estas no me lleguen a satisfacer pues pienso que podría alterar el resultado final, llegando a ser no tan placentera. Como os he dicho previamente me considero una mujer muy morbosa y caliente, me gusta probar cosas nuevas y sobre todo provocar a los hombres (obviamente se que soy deseable ). Os admito que me gusta vestir provocativa sobre todo con faldas, pues al andar me gusta sentir el roce de mis muslos desnudos. No quisiera ser una mujer objeto y aun menos convertirme en estandarte de nadie, simplemente soy una persona que disfruta tanto de mi cuerpo, como del sexo en toda su larga definición y plenitud. Lo que quiero dar a entender es que con mis confesiones, no os obligo a hacer algo que vosotras no queráis, solo deseo que con mis experiencias sepáis tratar a una mujer como persona pues no somos un objeto. Aunque también es verdad que todos los infortunios que me han ocurrido me hacen una "pupa", pues entre que han sido por casualidad e intrusos por causas naturales, también os digo que han sido un tanto provocadas congeniadas para tal fin (poniéndonos de acuerdo previamente).
Bueno ya esta bien de tanta presentación y tantas explicaciones, vamos a lo que vamos, voy a narraros esta nueva confesión más hacia lo comentado previamente. Ante todo perdonarme por que quizás no me exprese adecuadamente o no plasme lo que realmente me han hecho sentir o hacer, pues aunque intento ha veces me como demasiadas palabras o signos. Bueno a lo que voy os a confesar una relación que tuve hace unos años, la realidad es que tal relación sin esperarlo hizo realidad un sueño... más bien diría una fantasía que ya os la iré contando. Por aquel entonces no salía con nadie por muy extraño que parezca, hasta que conocí a Roberto al cual lo conocí por que un amigo lo trajo a nuestra pandilla, por un lado para que saliera y se relacionará y por el otro por que de esa manera olvidaría a su ex la cual lo dejó después de haber mantenido cerca de 3 años de noviazgo. Desde que conocí a Roberto congeniamos desde el principio buen chico con fama de mujeriego, que no lo aparentaba aunque eso decían los fantasmas de sus amigos.
Continuo, desde que comenzamos a salir os debo mentar que en ningún momento intento meterme mano en verdad nada algo bastante extraño en un tío, pasado casi un mes al menos noté algo de calor sobre todo en sus caricias al besarme por mi cabello, mi cuello y espalda... y hasta de forma accidental mi culo, que nada más disculparse más parecía que me había obligado a algo más. Os quiero mentar que aunque me considero realmente ardiente no le puse los cuernos no os miento si os digo que tuve oportunidad, pues quise ser pura y casta para mi nuevo chico (obviamente no soy ni lo uno y aún menos lo otro), e incluso entre algunos amigos y amigas había apuesta por en que momento iba a caer... serán guarras. A los dos meses de salir me llevó a su casa de manera que pudiera conocer a sus padres... puntualizó su padre pues su madre falleció dos años antes, no me extraño su extremo acercamiento hacia mi o sea que casi coincidió con la ruptura de su ex. Cuando entre en su casa me resultó de lo más extraño... no se como explicároslo, quizás por la sensación de falta de aire que sentí, su padre era un hombre de al menos 50 años canoso y con abundante pelo y con bigote, de comprensión normal aunque para mi gusto más le haría falta un plato de puchero.
Continuo para quemar está subida de tensión que tenía me apunte aún gimnasio, donde mi elección fue de lo más acertada de momento... pues el ver a tantos tíos casi desnudos y con esos marcados bultos uummm, aunque por otro lado me tenían bastante peor. Imaginaros llegaba a casa con las ganas de masturbarme hasta la extenuación, comienzo frotándome mi clítoris con mis dedos, a veces según como me sienta de morbosa me pongo delante de un espejo, mientras observo como me masturbo, a veces comienzo a acariciarme tanto mis pechos como el resto de mi cuerpo mientras saco el vibrador. Previamente he sacado un aceite especial para masajes... os digo especial pues este te enciende aún más, con ese ojos y sabor a fresas salvaje. Comienzo a pasarme el vibrador a lo largo de mis labios vaginales, de arriba hacia abajo a lo largo de mi orificio vaginal hasta hacerme temblar al llegar a mi orificio anal (imaginaros me encuentro en la cama, con las rodillas semi flexionada y mis muslos lo suficiente separados como para no perder detalle...y sola).
Al tiempo que recorro con la yema de mi dedo mis sensibles labios vaginales voy jugueteando con mi vibrador con mi orificio vaginal, introduciéndome su grande y sacándomelo... dios que gusto. Contagiada por el placer voy moviendo mi pelvis al mismo ritmo que me voy masturbando, llevada por la satisfacción voy chupando algunos de mis dedos para dirigir estos hacia mis pezones a modo de contagiarlos pero no me hace falta pues los tengo tan duros que me duelen, mientras ya me he introducido más de la mitad del vibrador, hasta alcanzar un sin fin de orgasmo, hasta quedar extenuada. Bueno sigo durante el tiempo que estuve en el gimnasio no hice sólo deporte sino que hice innumerables de amigos y amigas en otras palabras que amplíe mi círculo de amistades. Llegando a conocer de entre otras a rocío, una rubia espectacular de al menos 130 de pecho, aunque para ser exacta fue ella quién se fijo en mi al mes de acudir al gimnasio rápidamente se me acercó a entablar conversación y como no surgir una amistad. La verdad veía algo raro en ella, aunque me dijo que había sufrido un accidente y había pasado demasiadas veces por los quirófanos, pues era alta... al menos 1.80cm, cuerpo delgado pero tanto los brazos como las piernas robustas... evidentemente mucho gimnasio y eso sí mucho pecho.
En referencia a ser fiel a Roberto lo era pues no la consideraba un chico, comencé a verla más a ella que a el aunque aún no habíamos mantenido ni tan siquiera una conversación referente al sexo. Cuando acabábamos de hacer deporte nos íbamos junta al vestuario, donde tras desnudarnos casi por completo la una delante de la otra nos metía ha vamos cada una en nuestras duchas individuales, saliendo yo con sólo mis braguitas y ella casi vestida. Lo que sí se que fui viendo cada vez menos a Roberto llegándomelo e incluso a echar en cara su padre cuando íbamos a su casa. Cuando a principio de junio comenté a mis amigos más íntimo que deseaba romper con Roberto pero no sabía como y aún menos como este lo afrontaría, ya sabéis entre muchos consejos de que le de más tiempo o que cortara pues lo mejor para ambos, quise hacer lo segundo por lo que me presente en su casa sin previo aviso. Recuerdo que tras llamar a su puerta en repetidas veces al final cuando me iba apareció su padre este cubierto con una toalla, tras disculparme pregunté por su hijo el cual me comentó que no estaba mientras me hacia pasar pues quería preguntarme unas cosas, una vez dentro de su casa este desapareció durante unos minutos apareciendo de nuevo con ropa deportiva.
Sabéis me pregunto por mi relación con su hijo, pues lo veía muy triste y preocupado... llegándome a comentar sí aún no habíamos practicado sexo, cuando con la cabeza baja daba por echo que no este me culpo a mi de tal echo llegándome a insinuar de poco abierta, joder lo que había que escuchar no pude contenerme por lo que le largué todo lo que he tenido que hacer a modo de que su hijo me pudiera al menos tocar, al final el indignado acabo siendo el. Tras unos minutos de silencio, se disculpo comentándome que intentaría hablar con su Roberto, de la misma manera que había hablado conmigo sin delatarme. Os admito que cedí... que al final le di algo más de tiempo, notando no sólo un cambio de aptitud hacia mí, sino en general sobre todo después de que este hablara con su padre. La relación cambio llegando e incluso a cogerme de la mano en a público que ni eso hacia, comenzamos a hablar sobre sexo... sobre nuestros gustos y preferencia, no sólo me acariciaba sino lo hacia de otra manera... llegando a hacernos sexo oral. Recuerdo casi tartamudeando y temeroso me pidió que sí se la podía chupar, su cara un poema e incluso tenía asumido que le iba a decir no, pero tras girarme y colocar toma de mis manos sobre su muslo y la otra sobre su bulto... entendió que se lo haría, tras finalizar le pedí que me lo hiciera el a mi... Dios que gusto, este de novato tenía poco en está práctica.
Os debo mentar que de ahí no pasó, tampoco le pedí más... más bien por no parecer una salida. Recuerdo que tras estos inicios, Roberto comenzó a llevarme con más asidua a su casa... sobre todo los viernes, nuestro motivo era obvio pues la cosa era quedarnos sólo para enrollarnos con mayor libertad. Pero el ir los viernes tarde sobre todo era por que su padre no iba a estar, motivo más que suficiente y según Roberto este no aparecería hasta altas horas de la noche. No recuerdo exactamente cuando fue, pero recuerdo que fue un viernes... ya de tantos, que ambos estábamos bastante calientes y nada más llegar a su casa este ni espero a cerrar la puerta, como solía hacer en otras ocasiones temiéndola que cerrar yo como bien pude, mientras besaba a Roberto desenfrenadamente, mientras intentaba retirar sus manos, las cuales estas las había conducido hacia mis pechos. Tras escuchar un extraño ruido llegando a pensar ambos en un primer momento en ladrones, pero estos provenían del dormitorio del padre de Roberto, del cual escuchábamos una serie de gritos de ayuda... entre gemidos y de peticiones a modo de que este no parara. Obviamente más llevado por la curiosidad no sólo por quedábamos junto a la puerta sino que pegábamos la oreja a está a modo de oír mejor (joder, que envidia de chica como se lo estaba pasando la jodida).
Os debo mentar que aún que sabía perfectamente lo que pasaba detrás de esa puerta, el respeto que le tenía al padre de Roberto era totalmente sincero... hombre no os voy a negar que no pensaba como este la debía de tener o como debía de hacer para satisfacer a esas chicas. Recuerdo como era costumbre en Roberto en llevarme a su casa los viernes, más por podernos desahogar con más tranquilidad y a gusto, aunque no os niego que las veces que se la chupaba en el parque no era excitante, hay a veces metidos entre unos arbustos, yo arrodillada con su miembro dentro de mi boca proporcionándole tal placer que a veces se lanzaba a darme placer hay mismo a mi, llegándome e incluso casi a desnudar, dándome cuenta que estábamos siendo observados... Dios que tiempos. Bueno continuo que se me vienen a la memoria otros momentos y pierdo el hilo, recuerdo bien ese momento pues me sentía muy caliente y excitada no sólo por el calor que hacia sino por lo que me ocurrió en el gimnasio. Ese día Rocío se quejaba del dolor de tenía de espalda o mejor dicho de lumbares, mas bien producido por el tamaño de sus pechos el gran problema que estos le daba, e incluso a todo la hora de comprarse ropa.
Recuerdo que me pidió que se los tocara a modo de justificarse me invitó, tras dudar fue ella la que tras tomarme la mano la situó por debajo de su pecho, el cual noté no sólo su peso sí el calor que este transmitía tan agradable, sin darme apenas cuenta mi mano se había deslizado por todo su pecho llegando a dejar entre mis dedos su pezón, sintiendo como se endurecía este, tras unos minutos fue ella nuevamente quién me sacó de mi trance comentándome sí tenía razón o no, al tiempo que ella colocaba sus manos sobre mis senos, acariciádmelos... y como lo hacia, creo que se dio cuenta que estaba excitada pero no dio aún el pasó. Tras retirar su mano de mi pecho más por mi rostro con claras muestra de estar avergonzada... más por mi evidente enrojecimiento, tras esa muestra de acercamiento entre nosotras, ese momento quedó cómplice entre nosotras. Continuo tras vestirme, salí del gimnasio donde como era costumbre Roberto me recogía, ese día recuerdo que lo noté nervioso incluso más que de costumbre. Tras abrir la puerta de su casa apenas fin tiempo para cerrarla cuando se abalanzó sobre mi, parándole los pies, dándole a entender que debíamos de entrar primero y tras encerrarnos en su dormitorio le dejaría hacer, cuando nos dirigíamos a su cuarto pasamos por el de sus padres, extrañándome no oír ni los típicos gritos obscenos ni los jadeos que provenían siempre del dormitorio de su padre.
Sino para sorpresa nuestra estos procedían del dormitorio de Roberto, siendo estos de volumen más bajos por no decir susurros. Estaba cerrada como de costumbre, pero era tal lo que oíamos que me quedé con la oreja pegada a la puerta a escucharlos, aquello me calentó aún más no pudiéndome contener, teniendo que dirigir mi mano izquierda hacia mi entre pierna y tocando mis húmedas braguitas significado obvio de mi excitación. La verdad es que nunca me imaginaba al padre de Roberto follando como un animal, pues siempre lo he visto como una persona sería y responsable pero quizás ante las necesidades del cuerpo ceda. Bueno quizás no os pueda explicar con todo detalle los acontecimientos, pues hasta yo misma me asombre de ellos. Obviamente le deje con un buen calentón mientras yo actuaba como una simple mirona... pero sin mirar. Cuando noté las manos de Roberto sobre mis caderas la cierta verdad es que no me importó, pero cuando este pegó su miembro a mis nalgas sentí por primera vez lo dura que la tenía... y me deje hacer a modo de averiguar hasta donde llegaría. Sus manos me acariciaban desde mis muslos hacia mi espalda haciéndome estremecer, al tiempo que yo misma presionaba hacia atrás...uuummmm.
Recuerdo que inclinándose sobre mí, sentí como recorría mis nalgas al tiempo que posaba sus manos sobre mis pechos y me los acariciaba. No tuve más opción que dirigir mi mano hacia atrás hasta acariciar su bulto, prosiguiendo por bajar la cremallera y tras hurgar en su interior sacársela y comenzar a acariciársela. Era grande o por lo menos eso me parecía a mi, pocos había visto por ese tiempo (a parte de la de mi padre que era casi el doble). Llevados por el momento me desabotono la blusa sacando mis pechos fuera tras dejar las copas de mi sostén por debajo de mis senos. Comenzando a acariciar estos y juguetear con mis pezones, hacia rato que no sólo se la estaba pajeando sino que magreaba sus testículos y hasta como podía me lo restregaba por mis glúteos, mientras Roberto me hacia subido la falda. Obviamente no estábamos en un buen sitio pero en ese momento no teníamos otro. Recuerdo que tras retirarse de mi pensé que se vendría pero sin esperarlo nuevamente este tras arrodillarse y al tiempo, que bajaba mis braguitas hasta dejármela a la altura de mis rodillas, hundió su boca en mi ingle teniéndome que morder mis labios a modo de evitar mis gritos de satisfacción.
Tras varios minutos me vine en su boca el cual con su lengua no sólo me lo lamió sino que me dejó totalmente lista. Tras levantarse y sin dejar que yo lo hiciese, no solo sentí miembro restregarse por la unión de mis nalgas sino que puso su grande en la entrada de mi orificio y sin miramientos comenzar a presionar. Dios, como me penetraba me tuve que apoyar como pude en el marco de la puerta. Creo que en algún momento tuvieron que darse cuenta su padre y compañía del ruido a modo de mecedora, más por que parecía que iba a tirar la puerta. Apenas se le entendía entre suspiros cuando me comentó que la iba a sacar ya pues iba a venirse, obviamente no quise desaprovechar tal lechada por lo que al tiempo que me la sacaba de mi orificio vaginal, rápidamente me gire de modo de podérmela meter en la boca y tragármela entera. Se la estuve chupando como sí mi vida dependiera de ello, alce la vista hacia el rostro de Roberto el cual mostraba una cara de satisfacción, al tiempo que me sorprendí como movía su cabeza como sí estuviera con alguien, ignoraba a quién o que, mientras tragaba toda su leche hasta dejársela tan limpia como al principio.
Poco a poco nuestra rutina fue cambiando para mejor, mi idea de romper con el quedó como una anécdota más al tiempo que su ex. Aunque reconozco que la vez que más extrañe su aptitud fue aquella en la cual me llevó a su casa siendo martes, obviamente la idea inicial era para estudiar pero tras entrar en su casa y sin asegurarnos al menos que estábamos solos. Me hizo tumbarme sobre la mesa inicialmente boca arriba, tras colocarse el entre mis muslos al tiempo que se arrodillaba poso mis piernas sobre sus hombros y tras echar mis braguitas aún lado comenzó a hacerme lo que sabía... comerme mi coñito. Mientras me sujetaba a la mesa fuertemente de manera de poder aguantar como esa lengua sabía hacerme alcanzar verdaderos orgasmo sí necesidad de penetrarme. Tras levantarse y sin dejar que yo al menos pudiera disfrutar de su miembro, tras posar su grande sobre mi orificio comenzó muy lentamente a penetrarme, comenzó a embestirme mientras yo aún continuaba con mis piernas sobre sus hombros, sintiendo sus golpes de pelvis contra mis nalgas hasta que después haberme echo gozar.
Me hizo darme la vuelta colocándome boca abajo con mis pechos contra la tabla, tras subirme la falda y echar las braguitas aún lado colocó nuevamente su grande comenzando a embestirme desde atrás, algo poco propio de el pero que agradecí enormemente por el placer que me estaba proporcionando, hasta que ambos extenuado alcanzamos nuestros orgasmos. Observé nuevamente a Roberto el cual hacia señas pero ignoro a que, bueno la verdad es que durante un tiempo me tuvo intrigada pero no quise preguntarle. Recuerdo que a principio de julio Roberto me invitó a pasar unos días en Málaga con la única objeción de la presencia de su padre. Donde me comentaba que unos días de descanso en la playa iban a venir muy bien a todos, tras comunicárselo a mis padres estos me no me dejaron pero gracias a la mediación del padre de Roberto, estos cambiaron de idea más por la presencia de este. Lo cierto es que lo único que sentía de verdad, es que durante esos días no iba a ver a rocío donde nuestra amistad sea había echo más fuerte, no sólo por el de verla sino algo más el sentirla cerca y creo que en ella era recíproco. Lo que más me impacto fue ver al padre de Roberto sin su traje el cual imponía, son de esos hombres que sí tienen que tomar una decisión lo hacen sin que le tiemble la mano, es un hombre justo y con principios que quizás por unos hechos trágicos en su vida personal le haya marcado, pero de los cuales han dejado atrás.
Bueno continuamos una vez llegamos a la casa que este había alquilado, lo primero que hizo fue la repartición de dormitorios estando el de su padre en medio de los nuestros. Continuo con una serie de normas de conducta a seguir pues comentaba que aún no quería ser abuelo y que no quería que fuese molestado por nadie en referencia a nosotros. La verdad es que este hombre me imponía mucho e imaginaros que cuando estaba con Roberto iba en bikini (e incluso uno tipo brasileño que me regalo) o incluso hacia topless (algo que le gustaba que hiciera pues decía que se sentía un privilegiado por tenerme como novia) y cuando estábamos con su padre llevaba bañador, mostrándome de lo más recatada. Recuerdo que estábamos en la piscina Roberto y yo, obviamente al estar solos e incluso con más motivo que su padre no iba a estar en todo el día. Yo llevaba el bañador que tanto gustaba a Roberto el brasileño, entre cubatita y cubatita me despoje de la parte superior del bikini a modo de tomar el sol con más comodidad, sin percibirlo apareció su padre que yo ni tan siquiera lo vi al estar de espalda. Recuerdo que le pedí a Roberto que me echará crema bronceadora, me sobresalte al sentir la fría crema por mi espalda al tiempo que sus manos se deslizaba por mi piel de manera que repartía está por toda mi espalda.
Desde mis hombros sintiendo sus hábiles dedos hasta ahora faceta desconocida, tocar y saber tocar cada parte sensible, como hacia que me estremeciera al sentir sus manos sobre mi omoplato hasta mi cintura. Os juro que me hizo estremecer con esos dedos, cuando noté de nuevo esa crema caer sobre mis muslos y nalgas espere con ansias sus manos. Como deseaba ese masaje desde mis tobillos hasta la parte alta de mis muslos, fui separando mis piernas de manera que se perdiera por la parte interna. Cuando por fin sentí sus manos sobre mis nalgas está esparcía la crema por mis glúteos, llegando incluso por tirar de mi prenda de un lado hacia el otro y sin esperarlo noté sus hábiles dedos entre mis muslos, descendiendo por mi ingle hasta rozar mis labio vaginales y tras ascender por mis glúteos hasta mi orificio anal, no veáis como me puso. Recuerdo que con dos de sus dedos comenzaron a perforar mi orificio vaginal y al tiempo que gire mi rostro a modo de saborear sus labios, descubrí avergonzada como quién me estaba dando semejante masaje no era otro que su padre. Como pude me tape al tiempo que me disculpaba ante mi actitud, obviamente no era culpa mía pero me sentía muy avergonzada, no quise que pensara nada malo de mi y aún menos que diera esto pie a malos entendidos, aunque ya difícil de ocultar.
Recuerdo la sonora bronca que tuvimos pues no sólo le eché la culpa de semejante situación sino que dejara a su padre hacerme aquello, sus disculpa fueron que no veía nada malo en aquello llegándome a admitir que hubo un momento en el cual se empalmo, que era gracioso ver como me dejaba creyendo que era el quién me daba el masaje. Os admito que fue un momento placentero al principio que también es verdad que ignoraba que fuera el, pero fueron momentos muy fuertes... llegando e incluso a replantearme está relación. Durante los días posteriores a mi chico ni agua y ante su padre mejor ni hablar pues sentía tal vergüenza que evitaba estar al lado suya e incluso repugnancia hacia mi misma, por hacerlo consentido aunque no lo sabía. No penséis que debía de aburrirme sola o que hablaba con las moscas... nada de eso, me entretenía conversando con una chica la cual habían contratado para que viniera todos los días a recoger la casa, limpiar, hacer las camas y demás quehaceres. Desde el primer día habíamos congeniamos aunque el padre de Roberto me decía que había que tomar distancias, bueno a ella le conté lo ocurrido a lo que la muy guarra me contaba que algunos días en los que nosotros no habíamos estado el padre se traía
Un día después de hablar con mis padres, llegué a pedirle al padre de Roberto que me llevara a Sevilla ante el ambiente tan tenso que teníamos, recuerdo que se disculpó continuando por pedirme quedarme unos días más por que el regresaba por motivo de trabajo, la verdad es que poco a poco perdone a Roberto, aunque creo que lo hice más por la necesidad de tener sexo, deseaba ser follada... por el claro está, que me acariciara y me hiciera gemir. Recuerdo que durante el día fuimos de compra al centro comercial, comprándome este un conjunto muy sexy... un camisón de seda blanco de encajes, que esa misma noche quise estrenarlo... me cerciore que su padre se había a la cama tras cerrar este la puerta. Para pasado algunos minutos acercarme al dormitorio de Roberto, tras abrirme este la puerta comenzamos a besarnos, llevándome a la cama... o mejor dicho llevándolo yo. Tras hacer el amor durante toda la noche nos despertamos ya bastante entrado la mañana, tras bajar a desayunar su padre había salido por lo que nosotros continuábamos haciendo el amor, probando todo tipo de posiciones. Recuerdo una noche en la cual salimos, me aconsejaron que me pusiera bien guapa a ser posible con un vestido de noche.
Tras llevarme a almorzar donde el vino no faltó, continuamos en la discoteca a base de cubatas y ante la actitud de Roberto decidimos irnos a casa, tras subir la escalera me pidió ayuda para quitarle la ropa y ponerle el pijama... Recuerdo que por la mañana mientras Roberto desayunaba, me comentó un sueño de lo más extraño aunque excitante, pues ante la sorpresa de encontrarse resto de semen reseco pese a no recordar nada de la noche anterior. Me comentaba que su sueño aunque bastante excitante al mismo tiempo de lo más morboso, comentaba que mientras yo se la chupaba otro hombre me penetraba desde atrás y yo disfrutaba de lo lindo pero la cara de ese hombre la veía borrosa. Continuo, sin tiempo para que este continuara hablando le comente que había decidido romper con nuestra relación que aunque es satisfactoria, no debemos alargarla mas de lo necesario. Recuerdo que cuando Roberto quiso replicar, en ese momento apareció su padre colocándose por detrás de mi...no fue justo como tuve que decírselo y aun como actúe, pero debía de romper con aquella relación, por lo que realmente ocurrió después de la discoteca. Pero eso lo dejare para otra confesión
Ante todo, debo deciros referente a los comentarios de mi forma de explicaros mis historias. que si mi escritura, no esta bien redactada, que apenas es legible, que tiene dificultad a la hora de leer o incluso que da mal sentido, a la hora de explicar los placeres obtenidos o sentidos. Lo siento enormemente, pero intentare redactaros lo mejor que pueda mis experiencias, me cuesta a veces escribir todos mis sensaciones, pues el plasmarlas creo que es lo mas difícil. Espero que os haya gustado, si queréis que siga contaros me lo comentáis pues me gusta mucho recibir vuestros email. A aquellos que queráis contactar conmigo hacedlo a mí dirección de email susanabix@hotmail.com.
O si queréis pasaros por mi blogs, aunque se que no esta actualizado, si os muestro con varias fotos susanabix-misconfidencias.blogspot.com