Un chico con mucho que contar XXXV
Las inseguridades suelen ser nuestro peor enemigo... Las fiestas, el alcohol y los sentimientos guardados no siempre son una buena combinación
-a ver aquí adentro ya no hace frío, quítate ya la chamarra, las pocas veces que te he visto con camisa es formal con traje o cuando vamos al rancho de tu abuela pero generalmente no, ¿qué te dio por ponerte una ahora?- le dije yo medio divertido
-pues está bien, igual te enterarás- contestó él, esa respuesta no me gusto así que mi cara pasó de diversión a seriedad
-¿qué pasó Mateo?- le pregunté
-espera, ahora verás- me respondió él empezándose a quitar la chamarra, después inició a desabotonarse la camisa
-¿Mateo, que haces que pasó?- le dije yo aún más extrañado
Cuando termino de quitarse la camisa me quedé con la boca abierta, tenía un mega tatuaje en el brazo derecho, iba desde el hombro hasta el codo!!!
-¿qué hiciste?- le pregunté yo entre espantado, sorprendido o una mezcla de muchas cosas
-¿no te gusta?- preguntó él
-claro que no, pero bueno, total, no quiero una discusión por eso, es tu cuerpo y haces con él lo que quieras, aunque pues no entiendo por qué te lo hiciste si no te gustaban así, bueno eso me dijiste una vez, que te harías uno pero chico y donde no se viera fácilmente, y mira!- le dije apuntando mis manos hacia su brazo derecho
-pues es que…- empezó él a decir
-no ya ni me digas nada, me intriga pero prefiero no saber- contesté yo yéndome hacia la cocina, moría de hambre.
Después de comer salimos a pasear, hasta al metrorrey nos subimos :P cuando regresamos a su casa eran como las 10:30pm, él se metió a bañar, hacía mucho frío y pues la verdad el cochino de yo no quise, empecé a meterme mientras a Facebook y a contestar mensajes en el whats de “Joseph” estaba muy entretenido en eso cuando salió del baño.
-¿todavía usas ese teléfono, para qué lo quieres? Ya tienes el otro no veo por qué aun usas ese- me dijo mientras se secaba el pelo frente a mi
-ah pues es que en el otro no puedo usar el bluetooth, entonces imágenes, videos o cosas que me pasan lo tengo aquí todo eso.
-ah fíjate… ¿no será que lo usas para ponerte a mensajear con alguien?- preguntó
-a ver, ¿con alguien te refieres a cualquier persona o a una en específico?- le respondí yo
-pues no sé, eso respóndelo tú.
-a ver Mateo no empecemos de nuevo ¿ok?, dime claro que es lo que piensas.
-pues es que no sé qué pensar, hace un año así mandabas mensajes al tipo ese cuando yo no te veía y si te veía me hacías pendejo con cualquier cosa.
-¿piensas que estoy haciendo lo mismo?- pregunté riendo incrédulo –no puede ser, bueno, tienes derecho a desconfiar pero te juro que jamás he vuelto a hablar con él, ni haría lo mismo de nuevo, lo que pasó me dejó como experiencia que tener una “relación” así es el noviazgo más pendejo que puede tener una persona, en ese aspecto pues no voy a caer dos veces con la misma piedra, así que mira- dije extendiendo la mano dándole el teléfono- checa todo, checa todo y a ver que encuentras de… malo- continué diciendo aun ofreciéndole el celular, él no se movió siquiera –es más, ten el otro, checa los dos- dije nuevamente sacando el otro celular –checa los dos y ve que no hay nada del colombiano este, no hay nada de lo que te preocupa con ninguna persona.
-no, no es necesario Santiago, pero entiende, creo que si estuvieras en mi lugar estarías igual.
-no, no estría igual, por ejemplo, estoy casi seguro que ese tatuaje te lo hiciste por Emiliano, a ti no te gustaban así, casualmente este tipo esta tapizado de tatuajes enormes por todos lados y justo cuando esta por regresarse a Chile tú te haces un tatuaje que casualmente él te acompaño a hacértelo, y mira! ¿Te hice algún drama?
-¿cómo sabes que él me acompañó a hacerlo?- preguntó Mateo
-dile que cuide quien puede ver las fotos donde te etiqueta en face… pero bueno, regresando al punto, yo ya no he tenido ningún contactó con Ricardo.
-¿y ahora que te vayas a Colombia, qué?
-ay no!- dije nuevamente riendo incrédulo -¿era por eso verdad? Por eso no querías que fuera a Colombia!.
-pues qué tal que te ves con él.
-mira, en primera yo no buscaría planear un encuentro con él, en segunda no creo que el aceptaría y en tercera un encuentro casual dudo que se dé, imagino que Medellín ha de ser muy grande como para tener la mala suerte de cruzarnos, así que por favor ya, por enésima vez, dejemos ese tema a un lado.
-está bien, perdóname, solo que pues me da miedo que vuelva a pasar algo como lo que pasó.
-Mateo, yo ya no soy tan tonto como para dejar algo como lo que tú y yo tenemos por algo que difícilmente llegaría a algún lado… oye, ¿cuántas veces te he dicho que te ves súper sexy cuando vas saliendo de bañarte y con la toalla enredada en tu cintura?- le dije cambiando el tono, él solo río y se acercó a la cama, donde estaba yo sentado, se agachó un poco y tomando una de mis mejillas con su mano acerco sus labios a los míos.
Poco a poco mientras seguía besándome fue bajando su mano para comenzar a desabrochar mi camisa, cuando lo hizo por completo me la quitó y siguió con mi pantalón, después de unos minutos estábamos los dos completamente desnudos.
Nos vimos ahora ya completamente desnudos, el grueso pene de Mateo lucía totalmente erecto, firme, ya con líquido preseminal saliendo de él.
Nos acercamos más uno al otro y de nuevo nos besamos, yo podía sentir como su pecho se movía rápidamente al compás de su excitación, sus brazos colgaban a los lados, sin dar señas de iniciativa a algo más, sin embargo poco a poco fue colocando sus manos en mi espalda, la recorría toda desde los hombros hasta mis nalgas las cuales masajeaba sin disimulo.
Su pene erecto tocaba mi vientre y quedaba prensado entre los dos, mi pene chocaba con sus huevos.
Haciendo lo que él, yo comencé a recorrer con mis manos su espalda, explorando cada centímetro de piel, continuando con su cintura, llegando a sus nalgas.
Él ya solo me abrazaba, su boca se dirigió a mi cuello y después a mis orejas mientras yo seguía acariciando lentamente su espalda, después pasé mis manos para tocar su pecho, y lo besé, lamí sus pezones.
Poco a poco me fue empujando hasta hacerme caer nuevamente en la cama, continuamos y giramos quedando él debajo de mí, yo me aparté un poco y lo contemplé, recostado cuan largo es, con las piernas abiertas, con una orgullosa erección que apunta al techo, de una firmeza que duele.
Me recosté nuevamente sobre él, lentamente, haciendo que nuestros miembros primero choquen entre sí, y que después, tan solo se acomoden entre nuestras piernas, Mateo me abrazó con fuerza y enseguida me acarició.
Yo comencé a moverme en un vaivén corto, suave, apretando mis piernas, y el pene de Mateo.
Nos besamos, primero lentamente, después con ansia, entremezclando nuestras lenguas, saboreando nuestra saliva, compartiéndola.
Recorrió con sus manos toda mi espalda, acariciándome, apretándome en cada movimiento de cadera, y yo empujé mi pene entre sus piernas, sentía como sus huevos aprisionan mi pene, que se desliza ahora por la humedad de su entrepierna.
Después me solté de sus brazos, y me dirigí a su verga, me acomodé entre sus piernas, las separé un poco más y acercando mis labios a su pene comencé a mamarlo recorriéndolo, pasando la lengua por cada centímetro.
Lamí sus huevos arrancándole gemidos, el incurvó su espalda, el sólo ver sus reacciones cuando dirigía mi mirada hacia arriba me excitaba sobremanera tenía los ojos cerrados, y con sus manos se aferraba a la sabana.
Continué pasando mi lengua ahora por toda su entrepierna, después subí hasta quedar nuevamente a la altura, él metió un dedo en su boca, lo llenó de saliva y lo llevó a la entrada de mi ano.
Lo detuve un poco, pero continuó hasta que entró suavemente la mitad de su dedo, yo poco a poco me relaja, giramos sin sacar su dedo de mí, cuando estuve yo acostado y el sobre mí, comencé a abrir más las piernas mientras él se arrodillaba en la cama frete mi ano, yo levantaba más mi cadera apoyándome sobre la cama, su dedo entró, suavemente, venciendo la resistencia, hasta el fondo, comenzó a moverlo en forma circular, hacia el frente.
Después se incurvó y dio una mamada a mis huevos y a mi verga, mientras con una mano seguía metiendo ya dos dedos y con la otra, torpemente, trataba de masturbarse.
Comenzó a retirar sus dedos de mi culo, yo me abrí totalmente de piernas, y extrajo suavemente sus dedos.
Me jaló de las piernas un poco más hacia él, tomo su pene y comenzó a introducirlo, yo eché mis manos hacía atrás para alcanzar una almohada, la cual coloqué bajo mi cintura, cuando el pene de Mateo quedó dentro de mí, él se dejó caer encima mío.
Comenzó a penetrarme mientras besaba mi cuello y mis labios para ahogar con ello sus gemidos, yo con una mano recorría su espalda y sus brazos mientras con la otra me masturbaba, estaba yo tan excitado que no necesite hacer eso por mucho tiempo, en pocos minutos terminé eyaculando, llenando mi vientre y el de Mateo, quién seguía sacando y metiendo su pene de mí, cuando estaba llegando al clímax sacó su pene y se masturbo frente a mi eyaculando sobre mi abdomen y me pecho.
Finalmente se tumbó sobre mí abrazándome.
-te amo Santiago, te juro que no sabría qué haría sin ti- me dijo mientras estábamos recostados
-yo lo sé, sé que me amas, Mateo, creo tengamos los errores que tengamos, lo que siempre vamos a ver al final de cada uno son las cosas buenas y eso, las cosas buenas que veo en ti, le gana a todo lo malo… aunque a veces te quiera matar por las cosas malas!- le dije riendo al final y enseguida en beso tierno –he tenido otros dos novios aparte de ti y en su momento los ame a los dos, bueno, los quise mucho a los dos, pero por ninguno he sentido lo que siento por ti, sin mentirte, te juro que si me dijeran que tenía que dar la vida por ti la daba sin dudarlo- continué diciendo después del beso
-oww Santi, es de las cosas más bonitas que me has dicho, y lo aprecio de veras porque sé que tú no eres de expresar mucho lo que sientes- contestó con una sonrisa
-sí, lo sé, creo que si yo escuchara que alguien más dice esto diría “ay no que pinche cursi”- le dije yo riendo –pero bueno, ya se me salió decirlo… el momento lo ameritaba.
Ese fin de semana había puente así que regresé a Querétaro el lunes 17 por la mañana, en la noche salí con mis papás a un centro comercial a comprar algunas cosas y regresé a Pachuca el martes 18 por tarde, a las 7pm tuve examen, saliendo del examen, Martín, mi amigo de medicina llevo su camioneta para irnos a comer él, Clau y yo y después irnos a la premier de sinsajo, fuimos a comer y él estacionó su camioneta en la calle, cuando regresamos el vidrio de una de las puertas de atrás estaba roto y la bolsa de Claudia no estaba.
Fuimos a la casa de Martín quitamos bien los vidrios del asiento y tapamos con una bolsa negra :/ nosotros dijimos que pues ya no fuéramos al cine pero él dijo que no importaba que sí fuéramos, pasamos por otros 3 compañeros y ya vimos sinsajo, salimos del cine como a las 2:45am más o menos.
Ese día jueves por la tarde regresé a Querétaro y comenzaron mis vacaciones, el viernes en la mañana quedé de verme con Laura, desayunamos juntos y fuimos a la prepa, vimos a varios profesores que nos dieron clase, nos saludamos y platicamos un rato, me vinieron en ese momento tantos recuerdos a la mente :’( …extraño la prepa.
Despues ya como a las 3 fuimos a comer a un restaurante en el centro histórico, estábamos ya comiendo cuando me dice Laura.
-Santi voltea discretamente pero no te vayas a mojar eeh cochino.
-Laura! No seas puerca- conteste riendo, pero diciéndole enserio
Empecé a girarme como muy discretamente y ahí estaba Adrián, en el momento en que lo vi él estaba viendo hacia nuestra mesa, levantó la mano para saludarnos y yo contesté con la cabeza y me giré de nuevo.
-no lo había visto, que pena- le dije a Lau
-creo que acaba de llegar, apenas están ordenando, no me había fijado pero creo que, aunque sigue guapo, ya no está tanto como antes- dijo viendo poco discreta hacia la mesa de Adrián
-ay tú y tus cosas- le dije riendo –mejor ya apúrate a comer y vámonos.
-no Santiago! No porque él llegó nos vamos a ir más pronto- contestó ella haciendo como berrinche –estemmm… tú actúa normal pero ahí viene- dijo hablando menos fuerte
-hola Santiago, hola Laura- dijo Adrián detrás de mí
-hola- contestamos Laura y yo al mismo tiempo
-que sorpresa! Hace ya un tiempo que no nos veíamos- dijo Adrián dirigiéndose ya a mí exclusivamente
-sí, recuerdo bien esa plática en la calle- contesté yo
-bueno sirvió para que reflexionáramos cosas- respondió
-bueno…eh siéntate- dije señalando una silla
-no, no, gracias, solo vengo a preguntarles si ya vieron lo del grupo de la prepa en face, lo de la reunión de exalumnos de la prepa, es de hoy en ocho, ¿van a ir?
-pues yo no sabía la verdad, hace tiempo que no checo el grupo de la prepa, y pues no sé, ya estoy de vacaciones y trabajaré- contesté yo
-ay pinche Santi vamos así nos burlamos de cómo se ven ahora los pendejitos que iban ahí, como el buga, el tamal, el burro, la rajas- contestó Laura –imagínate si ya eran pendejos ahora más viejos peor- continuó diciendo entre carcajadas
-ay Laura cállate, eres bien mala onda- contesté yo disimulando la risa –Adrián pues no sé si yo pueda, igual imagino que estará Luz María, sabes que no terminamos muy bien.
-Si esa pendeja que no vaya, traidora maldita- dijo Laura nuevamente
-Laura!- le dije aguantándome la risa –bueno entonces el punto es que no se si llegue a ir si me la pasaré bien, creo que me sentiría raro, todos ahí hablando de lo bien que pasan sus fines y yo pensando en que me la paso hago labores de “matrimonio”
-ay eso que, Julio igual ya se casó, Adriana está embarazada, Susana ya tiene una niña de Cesar, hay un buen que están igual o peor, así que no te preocupes por eso- dijo Adrián tratando de animarme
-bueno pues voy a pensarlo, quizá si vaya.
-vas a ir!- afirmó Adrián –bueno pues me mandas whats diciéndome que has pensado, ya me voy nos vemos, un gusto saludarlos.
Cuando regresé a mi casa le comenté a mis papás y no sé, mi papá ha estado muy de buenas conmigo, no puso pero para mi viaje a Colombia y hasta me dijo que me daría dinero y toda la cosa.
-¿no se te hace que ya como que has planeado muchas salidas para estas vacaciones?- me preguntó cuándo le dije
-pues sí pa’ pero me invitan y pues…- contesté yo
-está bien, te lo mereces, y te agradezco que aún avises y pidas permiso, eso me deja muy contento contigo Santiago.
-gracias pa’!
Cuando le dije a Mateo de lo de esa reunión no se vio muy convencido pero igual no me dijo nada malo, así que pues ya avisando en los dos lados me fui tránquilo :3
Se llegó el 28 de Noviembre y pues fuimos juntos Lau, Camilo y yo, mi papá hasta me ofreció su coche pero pues Camilo llevaba, así que pues no lo acepté… mi papá anda de un espléndido conmigo! Algo raro le ha de pasar :P
Cuando llegamos me sentí wow! Muy, muy bien, todos los del grupo de la prepa estaban ahí, reviví muchos recuerdos.
Platiqué con varios con quienes me llevaba bien y que no veía desde que salimos.
Como a la hora de que habíamos llegado vi a lo lejos a Adrián platicado con un excompañero, casi enseguida de que vi a Adrián, él me vio y levantó la mano para saludarme, algo le dijo a Julio, le dio una palmada en el hombro y comenzó a caminar hacia donde yo estaba.
-hola- saludó sonriendo -¿no trajiste a Mateo?.
-no, se supone que esto es de compañeros de la prepa, él ni siquiera iba en nuestra prepa- contesté mostrando una ligera sonrisa
-o sea que hoy vienes soltero!
-no, tampoco simplemente que…-
-Santiago! Te perdiste pendejo!- gritó Laura dirigiéndose hacia mi
-pues tu que te fuiste a platicar con victoria y me dejaste- contesté yo
-hola Adrián!
-hola Laura- contestó Adrián sonriendo y levantando la mano
-ay no! Éramos muchos y parió la abuela! Chingado- dijo Laura con cara de molestia
-¿qué pasó?- pregunté yo, ella con la mirada apuntó atrás de mí, giré e iba entrando Luz con su hermana.
-Adrián, hola!!- dijo Luz algo eufórica cuando se acercó –hola Santiago, hola Laura- finalizó notablemente solo por compromiso
-hola, discúlpennos, vamos a ver… lo que hay!- dijo Laura jalándome
-no mames Laura, así o más obvia que la evitamos- dije yo
-ay ¿púes qué, no estuvo ella de culera contigo?
-pues sí, pero igual no seas manchada.
-Santiago, ella ni lo pensó antes de ser manchada contigo, ¿por qué habríamos de hacerlo nosotros?.
Bueno ahí estuvimos como hasta la 1 de la mañana, a mis papás les había dicho que me quedaría en casa de Camilo y que en la mañana me iba a la clínica con el Dr. Luis. Obvio no era cierto, le había pedido a Mateo que pasara por mi, total que a eso de la 1:15 nos despedimos y nos fuimos, a Laura la llevó Camilo, como tres calles habíamos avanzado cuando un coche detrás de nosotros empezó a pitarnos y a echarnos las luces.
-este pendejo, ¿qué mierda se traerá?- dijo Mateo
-no sé, igual y viene borracho, tu sigue, no hagas caso- le contesté yo
El del coche siguió en lo mismo como cuatro calles más, volteé por el espejo y me pareció que era el coche de Adrián
-ya me castró, deja me orillo- dijo Mateo ya muy molesto
-no Mateo, vámonos, tú sigue.
No me hizó caso, se orilló y se bajó, pude ver que igual el de atrás se había orillado, yo me bajé también y cuando estaba abajo vi que era Adrián.
-¿qué te pasa pendejo?- le preguntó Mateo a Adrián
-¿qué te pasa a ti, no puedes buscar algo nuevo, tienes que quitarle a los demás lo que tienen?- contestó Adrián muy borracho parándose justo frente a Mateo, a centímetros de él.
-¿de qué chingados hablas?
-¿cómo que de qué cabrón? Me bajaste lo que yo tenía, Santiago andaba conmigo- replicó Adrián golpeando con un dedo el pecho de Mateo
-no es cierto Adrián tú y yo ya no andábamos cuando empecé con Mateo, estás muy borracho mejor ya vete- dije yo metiéndome
-Ya escuchaste, mejor vete… mira Adrián, yo no quiero broncas, ya estás muy mal haz caso a lo que dijo Santiago, mejor vete- dijo Mateo intentando calmarse y calmar a Adrián
-¿me tienes miedo pendejo?... ¿sabes qué?, aunque él esté contigo- dijo Adrián señalándome –a mí me sigue queriendo, ¿ya te dijo que ya cuando se habían casado nos acostamos una vez?- preguntó sonriendo burlón
Vi la cara de enojo que puso Mateo y sin aviso le soltó un trancazo a Adrián que calló al suelo
-no sigas con tus mamadas porque te parto tu madre pinche pendejo, vámonos Santiago- dijo Mateo casi gritando y caminando hacia el coche
Adrián se quedó ahí tirado y tocándose la nariz