Un chico con mucho que contar XXXIX

¡Dios su cuerpo era dulce! y me llamaba… incluso gemí de satisfacción al escuchar como gozaba... conforme sus movimientos se hacían más rápidos mi cuerpo se lo agradecía. Su pene salía y entraba tan rápido que casi me era imposible sentir cuando sucedía...

-Amor- me dijo al llegar a la habitación- discúlpame por presentarte a todos como mi amigo pero es que no se si esa parte de mi familia esté lista para saberlo.

-no te preocupes, de verdad, yo no te pido que vayamos diciendo a todo el mundo esto, ya es mucho con que tus padres, tu abuela, algunos de tus amigos sepan, no quiero ni tengo derecho en pedirte que le cuentes esto a toda tu familia cuando yo ni siquiera se lo he dicho a mis padres, así que en serio no hay problema por lo que pasó- contesté yo mostrando comprensión y dándole un beso –ahora ya acuesta a Alex y hay que dormir que estoy muy cansado.

-¿a dormir?- preguntó ya dejando con cuidado a su hijo sobre la cama

-sí, a dormir! No quiero hacer nada con Alex aquí, sería incómodo, súper incómodo.

-nah pero él se duerme y ya una vez que se duerme no despierta hasta el otro día, muy temprano eso sí, pero hasta al día siguiente.

-no, no, no, de verdad que no, no quiero así, mejor vamos a dormir y salimos mañana en la noche, bueno al rato en la noche.

Dormimos y salimos como a las 7am de regreso a Querétaro, llegamos a eso de las 10am, me fui con mis papás, estuve todo el día en casa estudiando, viendo tele y platicando con mi familia y Mateo me recogió a las 9pm. Salimos a cenar y estuvo todo muy bien, regresé a mi casa como a la 1, prácticamente todas esa vacaciones de fin de año estuve con mis papás, no me fui a “mi casa de casado”.

El día 24 de diciembre la cena fue en casa de unos tíos míos, hicimos intercambios, me regalaron una chamarra genial :3 yo me tocó regalarle a una prima, le di una pulsera que días atrás me había dicho que le gustaba mucho.

El sábado 27 de diciembre salimos a Toluca, fuimos con dos de sus amigos y los míos de siempre (Lau y Camilo) subimos al nevado, jugamos con la nieve y demás.

-¿oye qué hacen ellos?- me preguntó Lau refiriéndose a Mateo y uno de sus amigos

Alcé mi mirada y los vi un tanto lejos, parecía que su amigo le mostraba algo en el celular, se veía la cara de disgusto de Mateo, quien negó con la cabeza y comenzó a caminar hacia donde estábamos

-no sé, le muestra algo- contesté yo sin darle mucha importancia –¿pasa algo?- le pregunté a Mateo cuando se aproximó a nosotros

-nada- dijo él sonriendo –todo bien

-ok… le decía a Lau de la fiesta de año nuevo en casa- comenté cambiando de tema

-no, si vas a invitar a Laura no hacemos nada!- dijo Mateo bromeando

-ay pendejo ya quisieras! Sin mi esa fiesta va a ser nada- respondió Laura dando una guantada a Mateo quien solo rio

-Bueno Lau, hay algo que quizá no te vaya a parecer, a mí tampoco me gustó pero aprovecho que está aquí Mateo para decirte porque él es quien quiere y te lo puede decir él mismo, después a mí no me crees, Mateo quiere Luz María vaya a la fiesta.

-ay no, si va a ir esa pendeja yo no voy- contestó molesta

-sabía que esa sería tu respuesta pero por favor, hazlo por mí, ¿de mi parte quién iría? Solo Camilo, su novia y tú, en cambio de Mateo van a ir varios compañeros de la prepa con pareja supongo, y confirmaron también como 8 de Monterrey, si tú no vas solo voy a conocer a Camilo y Mateo, me sentiría extraño en mi propia casa, por favor- le pedí casi suplicando

-ay pues… está bien, pero ni creas que le voy a hablar.

-tranquila, yo tampoco pienso hacerlo… gracias amiga!!!- contesté abrazándola

-yo quiero aclarar que la voy a invitar solo porque un amigo mío de la prepa me hablo de que ahora en la carrera había una chava que le encantaba y todo, me dijo que la buscara en face y resultó ser ella, cuando le dije de lo de fin de año, me dijo que por favor lo dejara llevarla y ahí me estuvo insistiendo… sé bien los problemas con ella, por gusto no lo habría invitado, es más para terminar pronto, ni le hablo!- dijo Mateo defendiéndose

-pues bueno, solo por Santi lo haré, aunque no respondo si cuando la vea le meto una arrastrada a la pendeja esa- concluyó Laura

-jajaj ya, no la harás- le dije yo

-no me retes Santiago, no me retes…-

Seguimos paseando por el nevado, camilo estaba muy entretenido con su novia, ni nos pelaba, por la noche regresamos a Querétaro.

Desde el 30 estuvimos alistando todo en la casa para la fiesta, tenía miedito y nervios, en total iban a ser como 35 personas.

Ya el 31 teníamos todo listo, los primeros que llegaron fueron unos amigos de Mateo, de Monterrey, llegaron como a las 9:30 poco a poco fueron llegando más, como a las 10:30 ya estaban casi todos los que asistirían, faltaban ya muy pocos entre ellos, Luz y el amigo de Mateo, a eso de las 11 se acercó Laura a mí

-¿ya viste quien viene ahí?- preguntó golpeándome con su codo

Yo me giré hacia la puerta y ahí estaba entrando Luz María!

-hola chicos- nos dijo sonriendo

-voy a ver a Mateo- le dijo el chico –hola- nos dijo a nosotros cuando pasó a nuestro lado

-¿me puedo quedar con ustedes? Es que no conozco a nadie, solo Hugo pero… -

Nosotros no dijimos nada pero se nos pegó.

-pues no cabe duda que la supiste hacer Santi!- dijo Luz de la nada

-¿perdón?- le dije yo

-sí, no estás nada mal, vives muy bien de hecho, mira tu casa!- contestó pasando su vista por todos lados –no cabe duda que escogiste bien.

-yo escogí a Mateo porque me gusta, porque lo amo, no por una casa, me daría lo mismo que estuviéramos viviendo debajo de un puente, si es con él lo que sea que pase es bueno- le dije cortésmente, con amabilidad

-bueno pero igual, te fue muy bien aunque no lo hayas buscado, hiciste muy bien en amarrarlo con la boda- insistía

-mira Luz María, no quiero ser grosero, te repito que no me interesan los bienes que tenga o no tenga Mateo, no quiero pedirte que te vayas de MI casa, así que ahí le paramos… acompáñame a la cocina Lau- respondí levantándome y alejándome de ella

-te dije que no sería bueno que viniera esa viaja- dijo Laura

Cuando faltaba un minuto para las 12 todos nos pusimos atentos, y cuando entró el año, nos felicitamos, abrazamos y brindamos :3 al final todo estuvo bien, la pasamos bien, algunos se empezaron a ir como a las 3, los últimos en salir fueron unos chavos de Monterrey, se fueron como a las 5:30

Cuando terminó todo, Mateo y yo nos fuimos a dormir, hasta eso que no despertamos tan tarde, como a las 9 o 9:30am ya estábamos despiertos.

-amor- dijo Mateo –y si empezamos el año como se debe- me dijo mirándome y sonriendo, se acercó a mí y empezó a besar mi cuello.

Con forme pasaban los segundo yo me iba prendiendo y con jadeo frenético lo besé. Que placer sentí cuando sus brazos me rodearon y sus manos apretujaban mi espalda por debajo de mí pijama, cada centímetro mi piel la recorría con una suavidad extrema. Su lengua recorría mis labios.

Era aún mayor el placer al sentir su respiración en mi cara y después en todo mi cuerpo, sus manos como recorrían por debajo de mi pijama mi pene, mis nalgas…Gemí de puro placer, era demasiado y no pasó mucho cuando mi ropa íntima se humedeció.

Él se separó con un gemido de mis labios y de mi lengua para recorrer con la suya todo el trayecto

hasta

mi oído, en donde susurró;

-vas a pedirme más y más Santiago.

Besó mi oído y lo recorrió con su helada lengua haciéndome temblar, yo estaba excitado solo lo quería dentro de mí y que me haga el amor de manera descontrolada.

Quitó mi playera con suma rapidez y suavidad. Gemí cuando una de sus manos direccionaron a una de las mías a su pene que estaba erguido y duro, temblando de bajo del bóxer. Cundo dejo mi torso desnudo sus manos bajaban mi pantalón, enseguida su lengua y sus labios recorrían la piel desnuda de mi pecho. De pronto sentí su lengua en mis pezones, y eso hacía que mi placer aumentara.

En un segundo me aferró y me llevó a un sillón.

— ¿Estás preparado?—preguntó con voz ronca.

Lo único que pude hacer fue asentir. Sus labios memorizaron mis pezones, haciendo que la cabeza me diera vueltas. Luego con ferocidad me besó el estómago, estaba sediento, lo podía sentir, pero yo quería más. Me atreví a empujar su cabeza para abajo, lo deseaba, deseaba sentir su lengua acariciando mi pene. Sonrió y luego sus besos pasaron a ser más acuosos. Gemí y lo aferré del pelo con fuerza sin importarme si debería dolerle o no.

No puedo explicar todas las sensaciones que experimenté cuando sus labios besaban mi glande, cuando su lengua jugaba con tanta rapidez con mi frenillo. Era algo inhumano esa velocidad con la que me absorbía y pasaba su lengua… Dios que placentero era hasta sentir su aliento pegándose en mi ser.

Sus jugosos besos eran suaves y lo aferré más, no quería que salga de ahí abajo, estaba perdido en las sensaciones. Y era verdad ningún humano podía practicarme sexo oral de esa manera, con tal rapidez, con sus dietes perfectos mordiéndome con suavidad.

Pasaron los minutos, que creí fueron horas ya que me aguantaba para no eyacular. El gozo que sentía era inexplicable cuando con sus dedos recorría mi pene y al terminar su lengua húmeda y fría entraba en acción junto con sus labios absorbiéndome hasta que él besándome todo el recorrido hasta mi odio gimió;

—Creo que ahora es mi turno de sentirte en mi pene.

Gemí de placer al volver a imaginar su miembro en mi lengua.

Sin más, él se colocó de bajo mío quedando su perfecto ser que en frente. Pero no me puse a pensar en ello, solo me concentré en la necesidad apremiante que él me transmitía. Besé sus labios con fervor, conforme mi mano bajaba hasta su miembro erecto de forma descomunalmente grande y que me hacía desearlo. Mientras bajaba, besándolo y haciendo mis besos húmedos, recorriendo sus pectorales, su abdomen y apreciando sus gemidos, mi mano bajaba y subía en su miembro sintiendo su temblor delicioso. Sin dudar, puse su pene en mi boca, gimió de placer, pero era más que eso, porque al estar helado y sentir mi calidez, supongo que era demasiado, porque no paró de proferir exclamaciones de deseo, goce y satisfacción cuando terminó, tengo que admitir que era dulce, ¡Dios su cuerpo era dulce! y me llamaba…incluso gemí de satisfacción al escuchar como gozaba.

Con ferocidad él me aferró de la cintura y nos dio vuelta para estar encima de mí.

-quiero que seas de nuevo mío, quiero sentirte mío, mío y de nadie más- me dijo apretando los dientes y lanzando una especie de gruñido, yo lo único que podía pensar era que necesitaba su pene dentro de mí.

—yo quiero sentirme tuyo—contesté y él al ver mi placer clamó con desesperación.

Un estallido de sensaciones recorrió mi cuerpo al sentir su miembro. Sus gemidos placenteros hacían que los míos fueran descomunales. Su rostro lleno de gozo me hacía sentir victorioso y sentir sus manos por todo mi cuerpo era una sanción que nadie nunca podría experimentar. Entraba y salía con fuerza, pero a la vez era delicado el acto era acompañado con exclamación de gozo. Me besó desesperadamente acariciando mi rostro. Luego su jugosa lengua recorrió mi cuello.

Gemía en mi oído con desesperación y yo acompañaba acariciando su espalda.

—Santiago—susurró en mi odio, conforme sus movimientos se hacían más rápidos mi cuerpo se lo agradecía. Su pene salía y entraba tan rápido que casi me era imposible sentir cuando sucedía. —Te amo—finalizó gimiendo.

Sentí que estaba por terminar, yo me sentí flotar de alegría cuando mordía mi cuello y mentón con delicadeza pero a la vez con desesperación, su pene temblaba dentro de mí y sentí de pronto como su semen inundaba mis entrañas, el me abrazó fuerte y cuando terminó dejó caer su cuerpo sobre el mío mientras podía escuchar y sentir su respiración acelerada.

Más tarde nos aseamos y desayunamos.

Salimos a dar la vuelta y después me fui a mi casa después de eso solo nos vimos el viernes 2 y sábado 3 de enero, el 4 fue el bautizo exprés de mi sobrino, lo bautizamos, yo fui el padrino, hicimos una pequeña comida familiar y por la noche me llevaron mis papás y mis hermanos a Pachuca.

El lunes 5 de Enero, de vuelta a la rutina! Empezaba mi 4to semestre en medicina, el siguiente fin de semana no fui a Querétaro, me fui a Monterrey ya que el jueves 8 Mateo se había ido para allá, llegué yo el viernes por la tarde.

Cenamos y vimos una película clásica, Nosferatu, hacía mucho frío así que estábamos en la cama, tapados y abrazados, cuando terminó la película, empezamos a hablar de ella, luego en general de películas clásicas, modernas y no sé cómo terminamos hablando de los bares gay

-¿y cuándo vamos a ir a un bar gay?- le pregunté

-no, ¿a qué?, además tú ya fuiste, ya fui.

-pues sí pero quiero ir contigo, ir a pasar un buen rato allí, los dos juntos, no veo que tenga algo de malo, qué más da si ya fuimos.

-no Santiago, no te voy a llevar a un lugar así-me dijo molesto

-¿así cómo? Además no te tienes por qué poner así, cuando tienes esa actitud ni quien te aguante- contesté jalando el edredón y levantándome de la cama

-Santiago…-

-ya! No me estés fregando.

Al día siguiente, el sábado, salimos, estábamos en el paseo Santa Lucía y recibió una llamada, yo esperaba que contestara, se puso algo raro y guardó el celular

-¿no vas a contestar?- pregunté

-no, no es importante- dijo él como muy despreocupado

-Mateo, el chico ese, Emiliano ¿ya se regresó a Chile?

-sí, en diciembre, ¿por?

-no, por nada, me asaltó esa duda.

El domingo, regresé a Pachuca y pues no nos contentamos del todo, el lunes fue horrible porque en el transporte público me sacaron el celular, me di cuenta hasta que me bajé, llamé y todo pero no, lo busque con el localizador y nada, sin conexión estaba, casi lloré, nunca había perdido un celular y justo tenía que ser ese, lo había comprado solo dos semanas antes, lo único que pude hacer fue ir a la compañía celular para recuperar mi numero en otro chip y bloquear el celular con iCloud. El fin de semana me tocaba ir a casa de mis papás, mi mamá me regaño todo el lunes que le hablé pero ya el viernes solo me dijo que ya que, y me dijo que no dijera nada a mi papá y me dio dinero para que me comprara otro igual y no se diera cuenta, amo a mi mamá :3

Las semanas siguientes fueron un caos, las semanas más pesadas que había tenido desde que entré a la carrera…

El 1 de febrero hicimos Mateo y yo una parrillada con amigos para ver el super bowl, él es fanático del futbol americano, la pasamos de verdad muy bien esa tarde.

Las semanas pasaron, me dio una dermatitis espantosa! Fue el cumple de Mateo y yo no pude ir porque tenía que ir a hospital ese fin de semana…

En marzo, el 9 para ser exactos recibí un whats de Adrián

A. – hola mi amor.

S. –Adrián no soy tu amor.

A. –quizá yo no soy tu amor pero tú sí eres el mío.

S. –ya, ¿qué pasó?

A. –deja a Mateo, yo sé que tú me sigues queriendo, que me quieres más que a él.

S. –ya por favor Adrián, esto hasta resulta desesperante, yo estoy bien con Mateo, la última vez que nos vimos parecía que ya estaba tranquilo este tema, por favor!

A. –yo trato pero no puedo, una u otra cosa siempre me termina por recordarte… ya no sientes nada de lo que sentías por mí, ni una mínima cosa?

S. –ya no pienso hablar más de esto, te repito que amo a Mateo.

A. –si lo amaras como dices no hubieras estado conmigo aun cuando ya te habías hasta casado con él.

S. –eso fue algo que no debió pasar, no insistas.

A. –me dijo alguien que tú le contaste que aún sientes algo por mí, júrame entonces que me engañaron.

Ya no le respondí, no quería seguir en una discusión tan ridícula y más, por whatsapp

Para las vacaciones semana Santa, había planeado Mateo ir a Cancún o a Los Cabos pero al final se desbarataron los planes, él se fue a España con la familia de su mamá, yo salí con mi familia a Sierra Gorda el lunes y martes, el jueves por la tarde viaje solo con Lau a Guanajuato, cuando íbamos en el camino le dije

-oye Lau, ¿y si vamos a un bar gay?... acompáñame y yo te invito todo lo que consumamos

-ay así sí jajajaj ntc, sí te acompaño y pues a michas- respondió sin siquiera decir nada

Cuando llegamos al hotel nos hospedamos y yo busque bares gay en Guanajuato y me apareció uno como a cinco minutos de del hotel caminando, le dije y fuimos a dar la vuelta para ubicar el lugar aunque antes pasamos a un canta-bar que estaba justo frente al hotel, nos quedamos allí como una hora, saliendo fuimos a buscar el bar gay que estaba cerrado, de hecho ni siquiera dimos a la primera con el lugar cuando estábamos en esa calle y eso que estábamos parados casi enfrente, una chava nos vio cara de gay o algo, bueno a mí, porque nos dijo “chicos los invitamos a venir, abrimos a las 9, se pone muy bien el ambiente” y nosotros así de “es aquí!” ella preguntó que si lo estábamos buscando y ya empezamos a hablar algo y le dijimos que íbamos a cenar algo y que regresábamos, notamos que no les ofrecía propaganda a todos.

Fuimos a cenar unos tacos, las calles estaban a reventar, parecía hormiguero aquello, supongo porque era jueves santo, y como ahí hay una iglesia casi en cada esquina.

Cuando regresamos la chica dijo “ay regresaron! Pasen” cuando entramos un mesero me dijo, “pasen, donde gusten sentarse”

-mira allá en esos sillones Santi- dijo Lau

-No mames Laura, allí está muy oscuro, yo creo que es para que te cojan o algo así, mejor allá mira- respondí yo

Nos sentamos, no había aun mucha gente, había dos señores muy fuera de lugar, cuatro chavos muy guapos, un grupo de cinco chicas y una pareja de chicos detrás nuestro, llegó una mesera, nos dio la carta y pedimos, cuando nos llevó los cocteles llegaron tres chicos y una chica y se sentaron frente a nosotros, un chico no se veía gay y Lau dijo que quizá sería el novio de la chava y que acompañaban a los otros dos.

-no mames Santi, ya ligaste- me dijo Laura de la nada

-¿por qué?- de los cuatro chavos de allá, el de rayas grises y rosas ya van tres veces que voltea.

Yo no hice mucho caso, mi objetivo al fin y al cabo no era ligar sino divertirme, pero después de unos minutos me dio curiosidad y yo volteaba pero el chico ese ni una mirada ni nada, seguimos ahí hablando y entonces llegaron más tipos, uno de ellos se acercó a pedirnos un cigarro y empezó ahí a bailar frente a nosotros, Lau empezó a aplaudir y el chico la sacó a bailar, después me llamaron a mí y baile con ellos, platicamos con el chico y todo, yo me fui al baño y la deje con el chico bailando, cuando regresé ya estaba con el chico que era hetero, resultó que la chava que los acompañaba era su hermana uno de los chicos gay su primo y el otro un amigo… el chiste es que me senté en el sillón y el chico ese me empezó a llamar

-Santi! Santi! ven we- gritaba él

“pinche Lau ya hasta mi nombre le dijo” pensé yo, igual pues me arrimé

-¿te la estás pasando bien?- me dijo ya muy ebrio

-hmm sí!- dije algo nervioso

-¿quieres que te presente a alguien?- preguntó

-no, es que…- estaba diciendo yo cuando ya el tipo estaba llamando a otro

-Bry!, Bry! Ven- gritaba

Un chico llegó y se quedó así como “que pedo!?”

-pinche Bry, te presento a Santi, se la quiere pasar bien, Santi, él es mi amigo Bry.

Pues total que el tal “Bry” y yo empezamos a bailar, me dijo que estudiaba y yo a él, hablamos de la ciudad de si teníamos pareja, un buen de cosas, entonces una chica lo llamó y me dijo que lo disculpara, que ya volvía, yo me iba a regresar al sillón cuando me jala el tipo que nos había presentado “Eduardo” será.

-¿qué pasó Santi, no te gustó mi amigo?- preguntó, yo aún ni respondía cuando ya me estaba diciendo más cosas –te presento a mi primo entonces! …Poncho! Ven- yo no podía creer aquello

Llegó el otro chavo gay que los acompañaba

-¿qué pasó?- preguntó

-mira, él es Santi, no dejes que se aburra- le dijo Eduardo

-Hola Santi, ven vamos a bailar- el chico me jaló y empezamos a bailar, casi enseguida se pegó demasiado a mí y me empezó a hablar al oído para que lo pudiera escuchar

-¿y qué tal Guanajuato?- preguntó

-pues muy bien, me encanta… aunque estoy un poco nervioso, digamos que no vengo seguida a antros gay.

-ay pero si se te ve que eres del bando- dijo riendo

-jaja pues igual pero eso no quiere decir que ande mucho en bares gay- respondí

-pues tu suéltate- dijo para enseguida meterme tremendo beso con lengua y todo