Un chico con mucho que contar XXXII
Reacciones de un padre al saber que su hijo es gay...
El jueves 24 de julio, salí con mis amigos de la carrera a un bar y pasó algo súper chistoso, mi amiga Clau comenzó a hacer muecas y desviando la mirada hacia un chico algo lejos de nosotros, yo no le entendía y se acercó.
-ese tipo se te queda viendo mucho, creo que es gay y le gustaste- me dijo gritándome al oído pues por la música no se oía nada de lo que me hablaba
-estás loca, además acuérdate lo que pasó aquí en mi cumple, un tipo se me quedaba viendo y solo quería vendernos droga- contesté yo de la misma forma
-vamos por otra botella, ven- dijo jalándome hacía donde las vendían, por fuerza teníamos que pasar por donde estaba el chico
Cuando pasamos si fue muy obvio que se me quedó viendo, compramos una botella de vodka y regresamos a nuestra mesa, entonces el chico ese que estaba como con 4 amigas y un amigo, me tomó del brazo, a mí me cayó por sorpresa, voltee y me le quedé viendo con desconcierto, se acercó a mi oído y me dijo
-hola, soy marco
-ah, hola Marco- dije sonriendo algo nervioso
-¿Cómo te llamas?- preguntó él en seguida
-Santiago- contesté un poco fuerte para que me pudiera escuchar bien
-¿Y eres gay, Santiago?- preguntó como si nada, yo solo sonreí y con la cabeza indiqué que sí -¿Sabes?, te me haces muy lindo- continuó diciendo él
-pues muchas gracias pero tengo pareja- contesté yo
-nah pues no importa, no soy celoso- dijo él sonriendo, ante ese comentario no pude evitar reír, la verdad me hizo mucha gracia
-bueno es que, es que estoy casado- dije tratando de ser sincero
-oye si no te gusto solo dilo, no hay porqué inventar algo así- me dijo con tranquilidad
-no, es que es enserio, estoy casado- le confirmé
-bueno pues ni hablar Santiago- dijo con una sonrisa algo forzada
-sí, oye pues me voy a mi mesa, adiós- le dije alejándome, al llegar a la mesa donde estaban mis amigos voltee hacia donde estaba Marco y me estaba viendo, solo nos sonreímos y ahí quedó todo.
Me quedé pensando y pues creo que me tomó de a loco por decirle que estoy casado, creo que no es muy creíble que un chico de 19 años este casado y menos si es con otro hombre XD
El viernes terminando las clases me fui a Querétaro y cuando llegué a la casa Mateo ya estaba ahí, hablamos primero de cómo nos había ido en la semana y después me dijo que no podría ir al viaje que acabábamos de planear a Europa porque para esa fecha tenía una competencia de natación, yo pues ya me había emocionado con la idea del viaje y pues sí me decepcioné un poco, después propuso hacer dos viajes cortos para compensar, ir una semana a Canadá y diez días de nuevo a Chile, lo único era que tendríamos que ir a Canadá a fines de octubre y habría que faltar una semana a clases, por lo cual nos comprometimos que durante los meses que venían no faltaríamos a ninguna clase para que no nos afectara esa semana de faltas y pues entonces quedamos de irnos a Canadá desde el viernes 24 de octubre saliendo yo de clases y regresar el sábado 1 de noviembre por la noche y el viaje a Chile hacerlo en las vacaciones de fin de año…
Bueno pues algunas semanas las cosas para nosotros en todos los aspectos marcharon muy bien, de maravilla diría yo, íbamos muy bien con nuestras carreras, en nuestra relación, hasta que un lunes en la mañana, él 1 de septiembre en la mañana para ser exactos, me hablo la señora que nos ayuda con el aseo de la casa y me dijo que el papá de Mateo había ido a la casa y pues que ella no se atrevió a prohibirle la entrada, el sr. Había ido varias veces la casa pero siempre le avisaba a Mateo así que escondíamos todo lo que pudiera delatar nuestra relación, así que el problema en esa ocasión fue que habían muchas cosas comprometedoras como fotos de los dos en los burós de nuestra recamara, la ropa de los dos en el mismo closet hasta recados pegados en el refrigerador con palabras como “amor”… yo le pregunté a la señora que a qué lugares se había metido y me dijo que había subido hacia las habitaciones pero no vio en cuales entró y que cuando salió se veía enojado.
Todo el día me la pasé pensando en eso, sentía una angustia así muy fea, por la tarde me habló Mateo pero no comentó nada de su papá, así que yo le pregunté que si no le había llamado du papá
-amor, ¿Tu papá no te ha llamado o algo así?
-pues de hecho sí, ¿Cómo sabes o por qué la pregunta?- preguntó extrañado
-antes dime que te dijo.
-pues nada, solo estaba come serio y dijo que cuando fuera a Querétaro de inmediato fuera a verlo a la casa, le pregunté que para qué pero me dijo que me lo decía cuando fuera.
-Mateo creo que tu papá sabe de lo nuestro, me hablo la señora Luisa y dijo que tu papá había entrado a la casa, a las habitaciones… Mateo las fotos, mi ropa, todo estaba en nuestro cuarto- le dije lleno de preocupación, el no dijo nada, se quedó callados -¿Mateo?, di algo por favor- le pedí al no escuchar respuesta
-pues si ya lo sabe ni modo, hay que enfrentar las cosas, había planeado que se enterara dentro de algún tiempo pero si ya descubrió todo tengo que enfrentar eso.
Le comenté que tenía miedo de él cómo iba a reaccionar su papá con él por la situación, el me intentó tranquilizar pero me la pasé pensando todo el resto de la semana en eso ya ansiaba que fuera viernes para poder llegar a Querétaro y ver qué pasaría, cuando ya iba para allá le llamé a Mateo y me dijo que estaba por llegar, que iría a casa de sus papás y que yo lo esperara en la casa que llegaría en cuanto terminara la plática con su papá y me contaba todo.
Cuando llegué a la casa eran como las 5 de la tarde, no sabía qué hacer para calmarme, los nervios me comían, se llegaron las 7, las 8, las 9 y Mateo nada que llegaba, yo daba vueltas por toda la casa para ver si me clamaba un poco pero ni así, ya sin más que hacer fui y me senté en la sala, eran ya más de las 11 de la noche, de pronto escuché que la puerta de entrada se abrió, me paré de inmediato y fui a ver, Mateo iba entrando.
-¿Amor, qué pasó, cómo te fue, ya sabe?- bombardeada yo con preguntas y visiblemente nervioso
-sí, ya sabe, pero tranquilo, todo está bien- contestó haciendo al final una sonrisa algo forzada.
-Mateo, dime la verdad, ¿Qué pasó?- pregunte mirándolo con expectativa
Él se acercó a mí, pasó su brazo por detrás de mi cuello y dijo –ven, vamos a sentarnos y te cuento- caminamos hacia la sala, nos sentamos uno al lado del otro y me empezó a contar lo que había pasado.
-pues llegué a la casa y no estaban ni mi mamá ni mi hermano, estaba mi papá solo y lo saludé, ni siquiera respondió, estaba con una cara de enojado que ni podía con ella, lo primero que me dijo fue “¿cuándo pensabas decirme que eres puto?”.
-¿te lo dijo así?- pregunté yo algo apenado por él –no lo puedo creer- dije por último tomándole la mano para que continuara
-pues sí, yo le dije que no era ningún puto y me dijo que entonces que era todo lo que estaba en la casa, las fotos de nosotros, la ropa de los dos en un mismo cuarto, entonces le dije directo que pues sí, que me gustan los hombres pero que eso es mi vida privada y que a él y a mi mamá los respeto pero que ni a ellos tenía por qué rendirles cuentas de lo que hago con mi vida amorosa, que es algo en que ellos no se tenían que meter- me contaba Mateo, con un tono calmado y algo silencio
-¿y que dijo de eso?- pregunté yo
-pues que no tratara de desviar las cosas y que por más que pensaba no podía creer que yo hubiera salido “asi”, después me dijo que lo que más coraje le daba era que le había visto la cara de pendejo y que el creyendo que la casa la quería para vivir solo e independizarme y que yo solo la use para…- hizo una pausa como dudando de continuar, finalmente dijo todo –para coger contigo, le dije que no era verdad que yo enserio quería vivir aparte y volvió a decir lo mismo, que yo quería vivir a parte para estar contigo, no completamente por mí, después me dijo que quería que dejara la casa, que si queríamos vivir tu y yo juntos que lo hiciéramos a expensas de otro y que no me daría ya ni un solo peso que porque según él, con el dinero que me da te está manteniendo hasta a ti.
-Mateo, a ti te consta que a mí no me gusta estar agarrando dinero tuyo, yo no te pido nunca nada, las cosas que me has dado, yo no te las he pedido, yo he tratado de que todo lo que tengo y todo lo que quiero lo obtengo con mi dinero, con lo que me dan mis papás, nunca con el tuyo, la tarjeta de crédito que me diste, supongo que ya te han llegado los reportes, dime ¿Cuántas cosas he comprado con ella?, ninguna Mateo, ninguna, yo no quiero estar viviendo de ti- le dije yo
-lo sé, lo sé, yo estoy consciente de ello, pero él cree que es todo lo contrario, yo le aclaré que estaba mal en su percepción de las cosas, después le dije que la casa no la había comprado él solo, que mi abuela igual me había dado una buena cantidad para tenerla, se puso peor y me dijo “Con mayor razón Mateo, ¿tú crees que a tu abuela le va a gustar saber esto, crees que te va a dejar vivir con otro hombre en la casa que ella también compró?” yo le dije que ayer en la noche había hablado con la abuela y le había contado todo y que me dijo que hiciera lo que quisiera, que la casa ya estaba a mi nombre y que ella me había ayudado a obtenerla para que yo estuviera bien, y que lo que yo quisiera hacer en esta casa era decisión mía y que ella no se metía.
-¿enserio le contaste a tu abuela?- pregunté
-sí, sabía que si mi papá ya se había dado cuenta lo primero que haría sería echarme de la casa, así que necesitaba ver que decía mi abuela, y bueno ya después de discutir más sobre eso terminó aceptando que viviera en aquí, pero quería que tú te fueras.
-sabes que por mí no hay problema, yo me puedo ir hoy mismo, lo importante es que no te eche tu papá- dije inmediatamente
-no, no, no, tranquilo, ahí hubo otra discusión y finalmente lo convencí nuevamente, ahora pues que aceptara que siguieras aquí conmigo, le dije que le gustara o no tú eres mi pareja y que no iba a separarme de ti solo porque a él no le parece, ya después empezó con los chantajes morales, me dijo que lo había decepcionado, que nunca creyó que yo fuera a salir así, que la familia que iba a decir, que como iba a reaccionar mi hijo cuando tuviera conciencia de ello, que podía estar seguro que jamás me volvería a ver igual ni me trataría de la misma forma que antes, y que al aceptar que viviéramos juntos no quería decir que estuviera de acuerdo con nuestra relación y que no quería vernos juntos… no quiere que vuelvas a la casa- me dijo algo triste y apenado a la vez
-amor, yo me puedo ir hasta de esta casa y no va a pasar nada, no me voy a enojar contigo, lo que sentimos uno por el otro no va a cambiar, podemos estar como antes, yo puedo vivir en mi casa y salir, vernos cada que se pueda y ya después cada quien a su casa, por mí no hay problema, lo importante es que tu papá no te quite ningún apoyo.
-Santiago, estamos casados, no vamos a vivir cada quien en una casa, olvida esa idea, total, él ya aceptó así que aquí nos quedamos los dos! Y de lo del apoyo creo que todo seguirá igual excepto porque no me dará todo el dinero a mí, lo que me daba para que yo diera la manutención de Alex ahora él lo dará directamente y ahora va a checar detalladamente en que gasto el dinero que me deposite para que no vaya a gastar en ti según él, pero pues eso no es problema, los gastos de la casa y de las salidas que hacemos siempre los hemos compartido así que es como si cada quien se pagara sus cosas.
-pero igual, entonces quiero que me prometas que se acabaron los regalitos para mí, las sorpresitas, los detalles, promételo- le dije sonriéndole
-pues prometo que serán menos frecuentes pero no te prometo que se acabarán- dijo como con tono de niño desobediente –ah mi papá cree que mi mamá no sabe nada porque me dijo que no le dijera nada a mi mamá, que ya bastante había sido decepcionarlo a él como para hacerlo también con ella, yo no le dije que ella ya sabía, si se lo decía capaz que se enoja con ella por habérselo ocultado.
-pues hiciste bien, me alegro que las cosas no hayan resultado peores, creo que lo único malo es el coraje de tu papá contigo y su odio para mí, así que las cosas no cambiarán mucho, y yo pues puedo vivir con su odio- dije riendo un poco – ¿y no te echó el choro de lo ver un psicólogo y todo eso?- pregunté
-no!, digamos que a él no le simpatizan mucho los psicólogos, piensa que no sirven de mucho, lo púnico que si me dijo es que quizá estaba confundido, le dije que si ya había dado un paso tan serio como vivir contigo que eso ya no sería confusión, que eso es porque estoy totalmente seguro… ah por cierto! No le dije estamos casados- dijo ya más relajado y animado
-pues hiciste muy bien, con eso sí que las cosas se hubieran puesto más que espantosas.
-bueno, tengo hambre ¿hiciste algo para comer?- preguntó
-jajaja no, es que yo ni hambre tenía pero ahorita preparo aunque sea huevos o sincronizadas.
Preparamos que cenar y después nos fuimos a dormir, era ya casi la 1 de la mañana y pues aunque estaba tranquilo por un lado, algo me preocupaba, Mateo ya había salido de un gran problema, sus papás ya sabían, su mamá reaccionó muy bien y a pesar de todo lo que pasó con el señor pues pudieron haberse dado las cosas de una peor manera así que se puede decir que él igual reaccionó bien… ahora era yo el que me preocupaba, muchas veces me dan ganas de decirles todo a mis papás pero después me da miedo de cual pudiera ser su reacción, me confunden, algunas veces creo que me aceptarían otras que no y no sé qué hacer, podría decirles a pesar de que no me aceptaran pero aun dependo de ellos en muchos aspectos y no quiero arriesgarme.
El sábado (6 de septiembre) fui a la clínica y le dije al Dr. Que pues no aceptaba su invitación de ir a Colombia, le dije del viaje que haría con Mateo a Canadá y a el de Chile en vacaciones, él se mostró comprensivo y pues me dijo que a ver si se podía dar en alguna otra ocasión.
Cuando llegué a la casa subí al cuarto y mateo se estaba bañando, de inmediato me quité la ropa y abrí la puerta del baño, él estaba en la ducha me metí y el dio un pequeño salto como si lo hubiera espantado.
-ay amor, juro que no te escuche entrar- me dijo sonriendo y dándome un beso pequeño.
-lo noté- dije sonriendo y viéndolo a los ojos -¿hace cuánto tiempo que no hacemos nada?- pregunté mientras pasaba mi mano por su pecho mojado
-pues como una semana… mucho tiempo- contestó él dándome un beso muy apasionado
Enseguida me giró quedando yo de espalda a él, flexionó un poco sus rodillas para que su pene quedara a la altura de mis nalgas, me empujó contra el cristal y comenzó frotar su pene y testículos contra mí mientras besaba mi cuello, después de un tiempo así me giré de frente a él, ambos ya teníamos nuestros miembros con una gran erección, nos colocamos debajo de la regadera, tomó una esponja la enjabonó y comenzó a tallar mi cuello, mi pecho, mi espalda, cuando retiramos por completo todo el jabón de mi cuerpo, me hinqué, tomé con mi mano su pene y lamí su glande, el suspiro como pocas veces cerrando los ojos y haciendo la cabeza hacia atrás, comencé a hacer presión en su glande con mis labios, sus gemidos suaves me indicaban que aquello le gustaba, introduje su pene lo más que pude en mi boca, tomé con mis manos sus nalgas y firmemente lo empujaba hacia mí, podía sentir incluso como su cuerpo temblaba ligeramente por el placer.
Me puse de pie para besarlo, el me abrazó con una fuerza como pocas veces mientras su lengua entraba en mi boca lo más que podía, nos soltamos de aquel beso y aquel abrazo, me giro de nuevo contra el cristal, levanto mi pierna izquierda colocándose detrás de mí, sentí como su pene se acercaba a mi ano y como empezaba a entrar lentamente mientras mordía y lamía mi nuca, estuvo penetrándome varios minutos, después sacó se pene de mí y se recargó el en el cristal, me dijo que lo abrazara del cuello, lo hice y con una mano levanto nuevamente mi pierna, introdujo su pene de nuevo en mí, ahora con menos dificultada, después hizo que pasara mi pierna por su cintura mientras levantaba la otra, yo estaba sostenido con mis brazos a su cuello y con mis piernas rodeando la parte baja de su espalda mientras él empujaba su cintura hacia adelante y la regresaba enseguida penetrándome, el abrazaba mi espalda fuertemente y así seguimos por varios minutos hasta que dijo “ya” yo le susurré en el oído que lo hiciera dentro, nos besamos y el abrazo se hizo más fuerte y sentí como su semen entraba en mí, permanecimos así algunos segundos, luego me bajé y el me masturbó hasta que eyaculé, nos bañamos nuevamente y salimos al cuarto.
Esa posición de hacerlo “de pie” tengo que admitirlo que no me atraía mucho pero me encantó! Y la verdad después de ese día cuando teníamos relaciones yo quería que todas las veces fuera así :$ pero pues no, de esa ocasión a la fecha, solo lo hemos repetido 3 veces.
Bueno pues el viaje a Canadá sigue en pie, el 24 nos vamos, obvio para que Mateo no tenga problemas yo pagaré todos mis gastos. A su papá solo lo he visto en una ocasión, de lejos, no sé si el me vio a mi o no, igual no me interesa ganarme su simpatía.
Y pues nada, aún sigo pensando en qué hacer con mis padres, si decirles o no, a ver que sucede…