Un chico con mucho que contar XXX

Treinta "capitulos", más de dos años desde el primero, cinco años de mi vida contados, cientos de consejos de los lectores, varios amigos hechos a través de esto, todo esto y más ha sido Un Chico Con Mucho Que Contar... GRACIAS!

Holaaaa! llegamos al relato No. 30, si ya el 30, me parece como si hubiera sido ayer cuando subía los primeros y

ya han pasado más de dos años y cuatro meses, gracias a ustedes que aún siguen leyendome y mandandome mensajes de felicitaciones y consejos en facebook ( www.facebook.com/joseph.mery.33) y hotmail ( josephdeemery@hotmail.com ) de verdad muchas gracias por leerme e interesarse en mi historia, se que no soy buen escritor pero pues hago lo que puedo, perdón por todos los errores que he tenido redactando y gracias de nuevo por seguir leyendome a pesar de ello... como ya les he dicho en ocasiones anteriores si desean allgo, cualquier cosa pueden contactarme por el medio que guste (arriba se los puse :P ) yo contesto todo, a veces tardo, sobre todo en los correos electronicos, pero contesto, por experiencia sé que muchos de los escritores no contestan nada y eso no es bonito como fan, así que por eso yo si trato de responderles a todos ;) ah, igual esta el instagram de "joseph" esta como josephmery.

Al final del relato les dejo una sorpresa, idea dada por Andrés C.  Luis Gabriel M. y Sofía G. lectores y ya amigos :) espero pues que funcione.

Gracias y sin más los dejo con el relato 30! :D

Me subí al taxi, apenas cerré la puerta y le dije al taxista la dirección y comencé a llorar, no con chillidos, solo eran las lágrimas, me sentía una basura, la peor basura del mundo, sentía miedo, tristeza, muchos sentimientos malos juntos, me había decepcionado a mí mismo.

Cuando llegué a la casa traté de limpiarme las lágrimas, entré y Mateo estaba sentado en la sala viendo tele, no pude ni voltear a verlo, me seguí hacía a la escalera pero me vio y me habló

-hooola mi amor, ¿por qué no me saludas? Una semana sin vernos y ni un hola ni un besito- dijo caminando hacia mí, que me había quedado parado en el primer escalón, recargado en el barandal.

-hola, perdón mi amor es que… tengo mucho sueño, no sé, venía pensando en llegar y dormirme enseguida- dije fingiendo una sonrisa y le di un beso, el cual él no respondió con mucho ánimo

-¿qué pasa Santi, estuviste llorando?- pregunto tocándome el mentón

-no, lo que pasa es que no me siento bien, si he estado lagrimeando y con moco, creo que es gripa.

-pues tienes los ojos muy hinchados, a ver no tendrás fiebre- dijo tocándome la frente –pues parece que no… amor no te ves nada bien, vamos a acostarte.

Paso su brazo por mis hombros y subimos hasta el cuarto, me hizo sentar en la cama, me quitó los zapatos, me acostó y me tapó con en el edredón, después se acostó a un lado y me abrazó.

-voy a quedarme aquí contigo hasta que te mejores- dijo Mateo dándome un beso en la cabeza

-abrázame fuerte Mateo, te amo mucho- contesté yo recostándome en su pecho así estuvimos hasta que me quedé dormido.

Me la pasé teniendo pesadillas, soñaba que Mateo se enteraba de lo que había tenido con Adrián y que Ángel le enseñaba las fotos y Mateo creía que lo engañaba con Joaquín y Adrián y me dejaba.

Cuando desperté el sol ya había salido completamente, Mateo no estaba, tomé mi celular y eran ya casi las 9 de la mañana, me levanté y fui a la cocina, ahí estaba Mateo sentado desayunando.

-Santi, ¿ya te sientes mejor?

-sí, un poco mi vida- contesté, un poco desanimado y forzando una sonrisa al final

-¿seguro?- insistió Mateo

-sí, de verdad.

-qué bueno, así puedo hablar contigo de algo serio.

-¿qué pasa Mateo? No me espantes.

-Santiago, quiero pedirte perdón, tú tenías razón y yo no te hacía caso, Emiliano quiere más que una amistad conmigo- dijo Mateo incluso algo apenado

-¿cómo?... ¿Qué pasó?

-Ayer llegó de nuevo a Querétaro, nos vimos por la tarde, estuvimos hablando y después de un rato de la nada me dijo que le diera un beso, yo me negué y me dijo que si no lo hacía te enseñaría un video- comentó mientras dejaba a un lado el plato con cereal, en ese momento recordé el video que me habían enviado ayer a mi celular –el video que según te iba a enseñar es de él y yo… besándonos, y antes de que digas algo déjame explicarte, ese video fue de enero, en ese tiempo tú y yo habíamos terminado, sé que no es excusa pero entiende, en una fiesta estábamos en una piscina y nos besamos, yo no me di cuenta que nos estaban grabando, estaba un poco ebrio.

-no te preocupes, si ese video fue de enero y no de cuando regresamos pues no pasa nada… el video me lo mandó ayer al celular- contesté yo con algo de tristeza y vergüenza a la vez

-¿por eso lloraste?- preguntó acercándose a mí.

-no, bueno sí, por eso estaba llorando.

-Santi, me hubieras dicho lo que pasaba, así te hubiera podido explicar desde ayer, mírame a los ojos y escucha lo que te voy a decir, yo nunca, nunca te engañaría, jamás te seré infiel- dijo mirándome y después me abrazó, mientras me decía eso, cada palabra suya era como una navaja que se me iba encajando cada vez más, no pude más y solté unas lágrimas.

-vamos a hacer una cosa Mateo, olvidemos todo, vamos a centrarnos en nosotros, en nadie más, te juro que a pesar cualquier cosa que haga yo te amo, a pesar de cualquier error que tenga, no hay nadie en este mundo que quiera más que a ti… bésame y abrázame fuerte Mateo, por favor.

Todo el domingo no salimos, a pesar de que venían dos semas de vacaciones sé que en vacaciones casi no hago nada así que decidí aprovechar el día para estudiar, creo que metiéndome en cosas de la carrera pues me olvido un poco de lo demás, al final del día ya me sentía un poco mejor aunque aún seguía recordando y pensando todo.

Mateo propuso que saliéramos a cenar a un restaurante, yo no quería al principio pero terminé aceptando. Cenamos muy tranquilo, me estuvo contando de todo lo que había averiguado para Puerto Vallarta, me dijo que había tenido a Alex casi toda la semana con él y que ya había confirmado en la semana que sí iríamos al viaje a Europa, yo comentaba a cerca de las cosas que me decía aunque estuve muy callado.

Cuando llegamos a la casa fuimos a nuestro cuarto y él empezó a besarme y acariciarme pero yo me aparté.

-amor, aún no me siento bien, me siento dolor de cabeza, cuerpo cortado y eso.

-está bien Santi, si no quieres no haremos nada, lo importante es que estés bien- contestó dándome un beso en la frente.

Fue al closet por su pijama, hice lo mismo y nos acostamos para dormir, aunque me costó trabajo conciliar el sueño, lo conseguí después de varias horas. En el tiempo que tarde en dormir, tenía esa sensación de miedo, un vacío en el estómago y como ganas de llorar, sentía como si estuviera acorralado, sin salida, me sentía una mugre cucaracha que merecía ser aplastada.

En la mañana me levanté antes que Mateo y fui a la cocina a preparar el desayuno, una media hora después bajó Mateo y nos pusimos a desayunar, me dijo que iría con su mamá a ayudarle a algunas cosas y que yo mientras preparara las cosas de los dos para irnos a Puerto Vallarta, cuando terminamos el desayuno nos fuimos a bañar, él se arregló y salió para donde su mamá, yo solo me puse ropa deportiva para estar cómodo y empecé a escoger las cosas que nos llevaríamos, estaba ya sacando las maletas del closet cuando sonó el celular, lo tomé y era Adrián, no contesté la llamada.

Como a la hora sonó el timbre, eran Lau y Camilo.

-wow mira que bien te ves con pants- dijo Laura mirándome y dándome un abrazo

-hola ¿cómo están?- dije yo

Los invite a pasar al cuarto para platicar mientras preparaba las cosas.

-bueno Laura dime por qué cuando vino Ángel tu dijiste que por tu culpa sabía dónde vivía yo.

-pues es que yo se lo dije a Luz María y me imagino que ella se lo dijo a Ángel- contesto algo apenada

-¿¡Qué!, por qué hiciste eso Laura?

-es que Luz estaba jodiendo que cómo sería tu vida de casado viviendo cada quien con sus papás, entonces tanto estaba chingando con eso que le dije que no, que ya tenían casa propia donde vivían ustedes dos solos, después se quiso burlar diciendo que ya se imaginaba la “casucha” que tendrían si apenas estaban empezando, entonces para que se ardiera le dije que no, que vivían en una casa súper grande y ahí vi que se molestó un poco y pues para terminar le dije la zona donde vivían y se vio que no podía con la envidia… perdón Santi hermoso lo hice para que no estuviera jodiendo y queriéndose burlar.

-ay Laura que discreta- dije sarcástico –no le hubieras dicho nada, a mí no importa que pensara que vivo en el peor lugar de Querétaro.

-perdóname, por fi.

-ya, no importa ahora ese no es mi mayor problema- le dije regresando al closet

-¿cómo, qué otro problema tienes?- preguntó Laura levantando un poco la voz para que yo la escuchara bien, yo tomé unas playeras y salí de nuevo al cuarto

-ayer vi a Adrián y… y nos… nos acostamos- les dije bajando mucho la voz al final

-¿¡queeeee!?- dijo Laura sorprendida y casi gritando, Camilo no se sorprendió demasiado

-por favor no me vayan a regañar, suficientemente mal me siento como para que me regañen.

-¡es que no lo puedo creer! ¿Por qué hiciste eso?

-por idiota, fui a verlo y empezamos a platicar y no sé, me deje llevar, empezamos a recordar viejos momentos, luego juagamos, me hizo cosquillas, me tiró al piso y nos besamos y… pasó todo, yo iba a irme en un momento en que él me dejó solo pero no sé, las malditas coincidencias, en el momento en que me iba a ir recibí un video donde estaba Mateo besándose con un amigo suyo, el de Chile, yo sentí tan feo que quizá eso fue lo que más influyó para que me quedara, pensé que el video era reciente, Mateo me dijo hoy que fue de enero, cuando él y yo nos habíamos dejado, me siento tan mal.

-ay Santiago, pues ya ni llorar es bueno, hay que aprender de los errores, eres demasiado impulsivo amigo… mira, ya no te lamentes de nada, además pues el oportuno video que te mandaron te hizo confundirte más, solo procura que Mateo no se entere de esto, sufriría mucho, ya tu olvida eso y sigue feliz con Mateo- dijo Laura pasándome un brazo por los hombros

-es que no puedo Laura, mi conciencia no me deja.

-Santiago, ya no puedes cambiar lo que pasó y si le cuentas todo a Mateo vas a arrepentirte peor que si no lo haces.

-ahora siento que soy el malo de la historia, creo que… ay, ya no sé ni que creo- dije con un tono de cansancio

-mira, la vida no es como las películas, no hay bueno buenos ni malos malos, todos tenemos momentos de bondad y de maldad y no eres malo por lo que hiciste, simplemente cometiste un error, te equivocaste, y por un error no vale la pena terminar con todo lo que has construido con Mateo, así que como te digo, no le digas nada, que lo que pasó se quede entre Adrián, tu, Camilo y yo, hoy sales a Puerto Vallarta, ve esto como una oportunidad de estar con Mateo solos y olvidar lo que pasó… tú mismo lo dijiste, Adrián y tú se pusieron a hablar del pasado quizá te conmoviste y añoraste aquellos momentos y te dejaste llevar, te confundiste, fue el momento.

-Sí Santi, ya no pienses en eso, trata de olvidarlo, todos cometemos errores y tenemos el derecho a enmendarlos, quizá este fue uno muy grande pero pues como dice Lau, no vale la pena terminar con todo por eso- comentó Camilo

-está bien, voy a tratar olvidar todo, gracias por estar aquí, por apoyarme siempre- les dije abriendo los brazos para un abrazo que ambos me dieron

Entre los tres terminamos de arreglar todo, hasta bajamos las maletas a la sala, pedimos una pizza y jugamos a la botella de verdad o reto, cuando Laura me preguntaba a mí si se mandaba con las preguntas, me pregunto que entre Mateo y yo quien era pasivo y quien activo, que si me importaba el tamaño, que cuanto medía el pene de Mateo… ay no! Se pasó de morbosa, pero en fin, contesté todo :P

Se terminaron yendo como a las 5, yo me fui al cuarto a quitarme el pants y ponerme otra cosa, como a las 7 llegó Mateo, le dije que ya había puesto todas sus cosas en una maleta, así que de inmediato de metió a bañar otra vez y en lo que lo hacía yo baje a la cocina a preparar algo para comer, cuando bajó como a las 8:15 ya tenía la mesa puesta.

-órale, ¿tu hiciste la pasta?- pregunto sonriendo y sentándose

-sí, así que si no sabe buena no te vayas a quejar, voy aprendiendo… ah! Vamos a tomar vino- dije emocionado y levantándome por la botella y las copas

-uy pues si así va a ser todos los días yo feliz eh!

Cuando terminamos de cenar era ya tarde, como las 9, quedamos de salir de la casa como a las 11 pero haciendo cuentas llegaríamos muy temprano, fuimos saliendo como a la 1am.

A pesar de que fueron muchas horas el viaje no se me hizo largo, le ayude a Mateo a manejar como 3 horas.

Hicimos más tiempo de lo normal ya que nos detuvimos para desayunar y si nos tardamos ahí más de una hora, ya cuando llegamos a Puerto Vallarta a pesar de que no hacía mucho habíamos desayunado, buscamos un lugar donde comer de nuevo, luego dimos vueltas en el coche por todo Vallarta, el chiste que llegamos al hotel hasta como a las 3 de la tarde.

En la noche salimos a un antro, ambos terminamos algo borrachos, antes de regresar al hotel fuimos a caminar por la playa, eran casi las 3 de la mañana, no había ni una persona en la zona donde andábamos, nos tomamos de la mano y caminábamos mientras platicábamos de puras tonterías.

-oye amor- dijo Mateo -¿nunca has pensado en hacerlo en la playa?

-Mateo ¿y si alguien nos ve?- contesté mirándolo y sonriendo

-voltea para todos lados, no hay nadie, mira- dijo mirando alrededor –podemos ir ahí detrás de esas rocas- concluyo señalando unas piedras detrás de nosotros algo retiradas

-ni siquiera se ven altas, alguien puede vernos, que pena.

-Santiago, no hay nadie, anda vamos- dijo tomándome nuevamente de la mano y jalándome hacía el lugar que había dicho

-ay está bien- accedí caminando

Mateo siempre fue delante de mí, cuando llegamos enseguida se quitó la camiseta y volteó hacia mi tomándome de los cachetes con las dos manos y besándome como desesperadamente, después bajó sus manos y comenzó a levantar mi playera hasta sacarla de mi cuerpo, enseguida se quitó las bermudas con todo y ropa interior.

-oye, estas muy apresurado ¿no?- le pregunté riendo por ver la aparente prisa que tenía

-pues es que igual aunque no haya nadie hay que darnos prisa, si sí nos ven y hasta nos multan o eso mejor nos apuramos- dijo besándome,

Luego me giró y besaba ahora mi nuca, nos pegamos un poco más a las rocas para quedar más escondidos, después me voltee quedando de nuevo frente a frete, como está más alto que yo, me pare de puntas y lo bese en la boca, enseguida él se agachó un poco, yo recorría con mi lengua cada recoveco de su boca luego baje lento por su mentón, su cuello, su pecho, dónde me detuve más lamiendo sus pezones, después bajé dando besos a lo largo de su línea alba hasta llegar a su ombligo donde jugué un poco, luego llegué a pubis y empecé a dar suaves besos en el área de su vello púbico.

Después comencé a lamer su pene por todo el tronco, en ocasiones lo hacía desde el escroto hasta el glande, yo estaba arrodillado sobre la arena y el de pie, a veces las olas llegaban hasta nosotros y el sonido del mar hacía que los gemidos y frases que Mateo dejaba escapar no fueran tan audibles.

Después de estar lamiendo introduje en mi boca su glande, mordisqueándolo con suavidad, poco a poco comencé a introducir más en mi boca hasta que casi me metí todo su pene, así estuvimos varios minutos hasta que él comenzó a actuar.

Me tiró sobre la arena mojada, se subió sobre mí y comenzó a besar mi cuello, sus manos se fueron a mi cintura y después se escurrieron hacia la parte baja de mi espalda donde se quedaron inmóviles por un momento mientras seguía besando, lamiendo y mordisqueando mi cuello y orejas. Después sus dedos buscaron mi ano y comenzó a introducir dos poco a poco mientras mi respiración se iba haciendo entrecortada debido al placer que empezaba a sentir a pesar de lo incómodo de la superficie sobre la que estábamos.

Comenzó a bajar con besos y lamidas de mi cuello a mi pecho luego llego su boca a mis pezones ya duros y comenzó a lamerlos y morderlos suavemente. Por su parte una de sus manos seguía en mi culo mientras que la otra acariciaba lo que podía de mi espalda.

Después son rapidez deslizó su lengua por el centro de mi abdomen hasta mi pene y siguiendo mi practica comenzó a lamerlo yo sentí un gran placer y ganas de que lo introdujera ya en su boca, él pareció adivinarlo pues no me hizo esperar demasiado y se metió de una mi pene en su boca, el placer que sentía era cada vez mayor y solo podía cerrar los ojos y retorcerme sobre la arena. Luego de varios minutos dejó mi miembro y subió un poco a besar mi abdomen, después se apartó un poco, separo algo mis piernas y las levanto, alzó su mirada para encontrarse con la mía, ambos sonreímos y el tomando su pene con una mano se acercó un poco de nuevo a mi hasta que comenzó a hacer presión para poder penetrarme, contrario a lo que pensábamos, su pene entro con relativa facilidad en mí, enseguida echó su troco hacia adelante quedando sobre mí y apoyando sus manos a mis costados sobre la arena.

Con lentitud fue empujando su cadera y retrocediendo para comenzar así con el típico mete saca, mientras su miraba picara se encontraba con la mía y nos sonreíamos uniendo nuestros labios en algunas ocasiones.

A pesar de que en ocasiones las olas llegaban a nosotros no nos detuvimos y cada vez el ritmo era mayor, ambos comenzamos a gemir más fuerte, tanto que incluso algunas veces gritábamos, yo con mi mano estaba masturbándome casi en sincronía con las embestidas de Mateo hasta que terminé eyaculando, segundos más tarde él saco su pene y comenzó a masturbarse frente a mí hasta que terminó, su semen se regó sobre mi abdomen llegando hasta mi pecho.

Ambos quedamos exhaustos sobre la arena, nos besamos con pasión y luego nos quedamos tirados abrazándonos, después nos metimos al mar para enjuagarnos, al salir caminamos hacía el hotel, apenas entramos a la habitación nos fuimos a enjuagar ahora con agua dulce y nos dormimos enseguida.

Nos despertamos a las 10 de la mañana y estuvimos prácticamente todo el día en la playa lo mismo que el jueves, el viernes nos regresamos a Querétaro como a la 1 y llegamos ya de noche solo a dormir ya que el manejar nos agotó, más a Mateo que es quien maneja más.

El sábado en la mañana tocaron la puerta muy temprano, eran como las 7, Mateo seguía dormido, antes de bajar lo contemplé un momento, se ve tan tierno y sexy a la vez :3

Quien llamaba a la puerta era una señora que Laura había conseguido para hacer la limpieza de la casa, un día le pedí que consiguiera a alguien y mando a la señora que trabajaba en su casa, me dijo que ella era perfecta pues quería otro trabajo a parte del de su casa ya que su hijo estudiaba la prepa y quería juntar para su ingreso a la universidad, a parte que según el chico era gay y su mamá lo apoyo siempre entonces no tendría tabús en atendernos a Mateo y a mí.

-bueno señora, no sé si le dijo Laura que…- comencé a decirle pero no terminé, no sé tonterías mías, me dio pena.

-sí joven, no se preocupe, me dijo que vive usted con su novio- contestó ella sonriendo y bajando la mirada, yo sonreí como aliviado

-bueno, espero no haya problema con eso.

-claro que no, mie, mi hijo igual… bueno el… a él le gustan los chicos, al principio me dolió saberlo y me costó para entenderlo pero ahora lo apoyo y lo quiero, con quien el decida estar sale sobrando, así que pues a mí no me espantan esas cosas.

-muchas gracias por comprender… bueno me dijo Laura que de su casa sale a la una- dije ya para comenzar a hablar del trabajo

-sí, entro a trabajar a las 6 de la mañana y salgo a la una, este… yo necesito juntar un poco más de dinero para juntar dinero para los estudios de mi hijo, la señorita Laura me preguntó si podía conseguir alguien que viniera a su casa uno o días a la semana, me contó la situación de usted y su novio y pues le dije que yo podría.

-bueno pues, solamente tendría que venir dos veces a las semana, el viernes y no sé, el lunes podría ser el otro día, nosotros casi no estamos aquí, estudiamos fuera de Querétaro, entonces pues llegamos los viernes en la tarde y nos vamos los domingos, el viernes solo vendría a prepararnos la comida y limpiar un poco, solo sería el polvo pues en la semana nadie ensuciará, y el lunes pues solo a limpiar nada más, la casa está un poco grande pero como solo somos nosotros dos no hay tanto trabajo, y pues de su sueldo no sé, ¿cuánto le paga la mamá de Lau?

-pues vera, trabajo 7 horas por 6 días y la señora me paga 1500.

-ok pues serían 250 pesos diarios- dije poniéndome a pensar enseguida en cuanto le daría yo –pues yo puedo darle igual 250 pesos por cada día que trabaje, usted entraría los viernes a las 2 y saldría a las 9 de la noche, son 6 horas, una hora menos que en casa de Lau, igual le ofrezco que como ya es muy tarde pues la llevamos hasta su casa ese día y si no pues le pagamos el taxi obviamente a parte de lo de su sueldo, y los lunes pues usted vendría a la hora que quiera, se iría a la hora que usted termine la limpieza y pues igual 250 pesos, no importa si solo se tarda una o dos horas en limpiar, le pagaríamos los viernes en la noche por lo que usted haya trabajado los lunes y los viernes, usted analice si le conviene y si hay algo que no le parece pues me dice.

-buenos días- dijo Mateo asomándose a la sala

-buenos días señor- contestó la señora (Luisa)

-hola- dije yo –mira Mateo, la señora Luisa es la persona que mando Lau para el aseo de la casa.

-mucho gusto señora- dijo Mateo entrando y dándole la mano a la señora

-igual señor- contestó la señora visiblemente cohibida

-bueno, voy a preparar algo de desayunar, ¿quieres?- me pregunto Mateo saliendo de la sala

-sí, ahorita voy- contesté –bueno ¿y qué ha pensado?- pregunte ya a la señora Luisa

-pues que está muy bien muchas gracias joven, y pues si usted gusta puedo empezar cuando me diga.

-pues muchas gracias a usted por echarnos la mano, puede empezar el lunes, nosotros estaremos la próxima semana aquí, entonces sí le pediría que al menos este lunes si fuera de 2 de la tarde a 9 de la noche.

-sí con mucho gusto, el lunes estaré aquí a las 2 en punto- dijo poniéndose de pie –y bueno lo dejo para que vaya con el señor a desayunar, discúlpeme que haya venido tan temprano pero la señora me dio hoy el día libre y quise aprovechar.

-no se preocupe, la acompaño a la puerta, ah una cosa, no me diga joven ni me hable de usted, me siento raro.

-ay no joven, yo me sentiría rara de hablarle de tu.

-jajaja bueno ya veremos como arreglamos eso.

Cuando se fue la señora fui a la cocina y le comenté todo a Mateo y me dijo que le parecía bien, cuando terminamos de desayunar él se fue con su hijo y yo a la clínica donde le ayudo al Dr. Colombiano, entre a las 9am y salí a las 6pm hubo muchos pacientes y le ayude al Dr. En varias cosas en casi todos ellos.

Cuando llegué a la casa Mateo ya estaba ahí y me pidió que saliéramos a un antro gay que según está como de moda, yo le dije que estaba muy cansado, y era verdad, pero él insistió tanto que terminé aceptando.

Como ya se habrán dado cuenta me cargo una suerte de perro callejero, cuando llegamos al lugar pues no había como muchas mesas ni sillones libres así que nos pusimos en la barra y no sé cómo fue que miré hacia un rincón que estaba atrás de Mateo y estaba sentado con un chavo Ismael, el primer chico que me gustó, él que iba en la secu conmigo.

La verdad si me sorprendí pues hacía mucho, mucho tiempo que no lo veía… “uuta, ¿todos se pusieron de acuerdo para volver a encontrármelos o qué?” decía para mí mismo, de pronto no sé si sintió mi mirada o que pero me vió y me saludo con la mano desde donde estaba, yo le conteste igual el saludo y vi que se levantó de su mesa.

-¿quién es?- preguntó Mateo

-un amigo, fue de hecho el primer chico que me gustó, iba conmigo en la secu.

-hola- saludó Ismael ya detrás de Mateo a quien saludó de mano, después fue hacia mí –hola Santi- dijo sonriente

-¡hola, que sorpresa! No pensé que te fuera a encontrar aquí- le dije sonriendo y pues algo feliz de verlo

-no pues yo menos jajaj hace mucho tiempo que no nos veíamos, vine con unos amigos, si quieren pues vamos a nuestra mesa.

-muchas gracias pero no queremos incomodarlos- le dije con algo de pena

-no, para nada, de veras vamos, pero preséntame a tu amigo para presentarlos yo allá a los dos- me dijo volteando a ver a Mateo

-mira, él es Mateo, mi esposo- le dije sin titubeo

-¿tu esposo?- preguntó Ismael sorprendido y abriendo los ojos por la impresión

-si, después te explico todo- dije riéndome por su reacción

-bueno, bueno, vamos a la mesa.

Nos levantamos y comenzamos a caminar mientras en mi mente pensaba en que buena onda por parte de Ismael, se veía muy maduro, nos trató bien… ojalá así fueran las cosas con Ángel.

Cuando llegamos a la mesa nos presentó con los tres amigos con los que estaba, eran muy buena onda todos, de inmediato entramos en confianza, le contamos a Ismael todo lo de nuestro matrimonio y aunque sorprendido y un poco en desacuerdo nos felicitó.

Al final intercambiamos números celulares y quedamos de salir algún día.

Cuando regresamos a la casa, Mateo me dijo que Ismael le parecía un chico muy amable y buena onda y la verdad sí, los años le han ayudado mucho, es otra persona.

Después de hablar un rato, nos acostamos, apagamos la luz y el me abrazó por detrás.

-Te amo mucho Santi, mucho- dijo dándome un beso en la mejilla, me apretó fuerte y casi enseguida nos quedamos dormidos.

Ahora si la sorpresa, a peticion de alguno que otro lector y existiendo las posibilidades para ello, ahora Joseph Mery tiene, tiene, tiene Whatsapp!!! si gustan pues pueden contactarme ahora por este medio :) (+52)4272788802   ...de antemano pido comprensión si no les puedo responder enseguida