Un chico con mucho que contar XXVIII

Él se acercó a la orilla de la cama, yo me arrimé a él y empecé...

Me siento feliz de ver a Mateo dormir, de saber que está conmigo y me encanta despertar con él al lado, me fascina dormir con él, es increíble la sensación de dormir con alguien y despertar a su lado y es aún más bonito saber que si las cosas van bien así serán las noches y los amaneceres por muchos años.

La situación de estar una semana en mi casa y no en la de mis papás la arreglé diciéndoles que las vacaciones habían terminado y que tenía que regresar ya a Pachuca a arreglar cosas de la reinscripción, Mateo me acompañó por ropa y otras cosas.

-Santi, te estas llevando casi toda tu ropa- dijo mi mamá extrañada por eso

-ay ma, es que ya no voy a venir todos los fines, a lo mejor vengo una vez al mes a lo mucho.

-¿y eso por qué?

-pues a lo que me han dicho los de semestres más avanzados el doctor que me dará principios de cirugía nos manda al hospital los sábados.- dije para excusarme, no era del todo mentira, pues si tengo que ir los sábados al hospital pero es a lo mucho una dos veces al mes, el resto pues regresaré a Querétaro pero ya a mi nueva casa.

Cuando llegamos de nuevo a nuestra casa, Mateo y yo comenzamos a acomodar mi ropa y las demás cosas, después acordamos buscar a alguien que nos ayudara con la limpieza de la casa.

-bueno Mateo, tú ya estas gastando mucho, entonces pues yo pago eso, le diré a Lau que si me consigue a alguien.

-hmmm bueno igual casi no ensuciamos, entonces con que venga alguien una o dos veces a la semana estará bien- contestó el –por cierto, ¿qué crees?

-¿qué pasó?- contesté volteando a verlo mientras seguí a acomodando ropa

-ya no sirve mi cel, no sé qué le pasa, se apaga solo y tiene pila.

-¿Cuánto dura prendido?- le pregunté

-pues casi nada, lo enciendo y enseguida se apaga.

-ay amor, pues deberías llevarlo a arreglar, mientras usa el mío.

-no, como crees, lo llevo a arreglar y pues ya.

-y mientras tanto ¿cómo te vas a comunicar? Llévalo a arreglar mañana, te quedas con él mío y pues yo puedo usar mientras en viejito

-mejor me prestas tu cel viejito.

-ay no, llévate este igual tú lo compraste así que puedes usarlo.

No quería muy bien pero pues al final aceptó y el resto de la semana use mi cel viejito.

El viernes invite a Lau y Camilo a ver el partido de México vs Camerún a un restaurante del centro, Mateo invitó a su amigo Emiliano, el de Chile, y a un amigo de ellos que nunca había visto a la casa igual a ver el partido.

En el restaurante todos estábamos ahí bien emocionados, luego pues nos anularon dos goles, y uno a Camerún, pero igual México terminó ganando.

Cuando terminó el partido me acompañaron a comprar un celular (ahí se fueron todos los ahorros que me quedaban) le iba a dejar el celular mío a Mateo, el suyo no se bien que tenía pero ya le salía mejor comprarse uno nuevo que arreglar el suyo, y la verdad el color del que me había regalado no me gustaba mucho, me compré uno igual pero de otro color :P

Cuando llegué a la casa todo era un desorden en la sala, vasos tirados, papas y chicharrones en el piso y Mateo dormido en el sillón, lo único que hice fue reír, no sé si por la sorpresa o por qué pero esa fue mi primera reacción, lo desperté y le dije que se pusiera a limpiar todo, estaba medio ebrio pero si lo hizo.

Cuando ya subimos al cuarto pues nos bañamos y nos acostamos a ver la tele.

-Oye mi amor, mi celular ya quédatelo, te lo regalo ahora que no tienes.

-¿y tú te quedarás con el viejo? No, no me parece, este te lo regalé yo Santi, por tu cumple.

-es que me compré uno, entonces haz de cuenta que yo igual te regalo uno.

-pues no me parece muy bien pero bueno si ya compraste uno nuevo ya que.

-ay mi amor, te amo- le dije acercándome a él para darle un beso

El beso duró algún tiempo y yo me subí sobre él y él puso sus manos en mi espalda y las bajó lento hasta la cintura donde las dejó durante todo el beso.

Luego se levantó de la cama y me dijo que me quedara yo acotado, le hice caso.

-no sé si te guste mi cuerpo pero pues es lo que hay- me dijo bromeando y sonriendo, yo correspondí igual con una sonrisa.

El procedió a desvestirse, se desabotonó la camisa muy lentamente luego con movimientos flojos se quitó el cinturón y de igual forma se fue bajando el pantalón hasta sacárselo y arrojarlo a un lado en el suelo quedando entonces en unos bóxer muy pegados en los que todo su “atributo” se marcaba.

Cuando lo vi así comencé ya a tener una gran erección, él se acercó a la orilla de la cama, yo me arrimé a él y empecé a besar su abdomen y a pasarle mi lengua por cada cm de piel que besaba, luego llegué a sus pezones y ahí me detuve un tiempo, mordiéndoselos con delicadeza y acariciarle suavemente con mis manos, su cuello, su pecho, su abdomen y sus piernas, de vez en cuando yo alzaba la vista y él solo tenía su cabeza un poco hacia atrás y mantenía los ojos cerrados mientras lamía sus labios. Poco a poco empecé a bajar, lamiéndole su pecho, su vientre y llegando hasta su pubis. Después subí nuevamente besando su cuello, de repente, él puso sus labios en los míos y me empezó a besar, metiendo su lengua en mi boca y girándola por todos lados, en ocasiones despacio, a veces rápido.

Al cabo de un rato soltó mi boca y me pregunto de una manera muy “sensual” que si nos bañábamos, yo sonreí y me levanté.

Al apenas entrar en contacto el agua con nuestros cuerpos, yo baje por su línea alba lentamente y comencé y empecé a pasar mi lengua por su pene.

Él estaba acostado en la tina y sobre él, me pidió que subiera un poco sobre su torso, quedaron mis nalgas sobre su pubis, bajó su mano y tomó su pene poniéndolo en la entrada de mi ano, yo poco a poco empecé a bajar introduciéndolo en mí.

Poniendo fuerza en sus pies levantaba su cadera y la dejaba caer logrando con ello que su pene entrara y saliera de mí.

En un momento dado, no sé cómo, él comenzó a hacer ese movimiento más rápido y con más fuerza, provocando que su pene entrara aún más adentre, yo pegue un grito e hice un gesto de dolor, pues comenzaba a dolerme, Mateo me pidió perdón y me dijo que lo haría más despacio. Cumplió con lo pactado y la metía suavemente, sentía como mi ano se iba “aflojando” al pasar de los minutos, Fueron unos 7-8 minutos de placer para ambos, ya que escuchaba el jadeo y los quejidos suaves que él daba. Yo ponía de mi parte en el trabajo, ya que movía mi cadera al compás del ritmo que el daba, ya fuera que estuviera con el movimiento de entrar y salir, como cuando hacia giros circulares con su cadera, cuando su pene estaba dentro.

Poco después empezamos a ser los movimientos más enérgicos, con mayor fuerza y más rápidos. En eso estábamos, cuando él me dijo que ya no aguantaba más, que ya iba a eyacular y preguntó si podía hacerlo dentro de mí, antes de darle una respuesta, sentí el líquido seminal en mí. Fue un torrente muy fuerte. Después el dejo caer sus manos completamente a los lados, yo seguí encima de él con su pene todavía dentro.

Luego de unos minutos nos recuperamos y nos bañamos.

Ya el sábado en la mañana me desperté antes que él, tomé el celular que me había regalado, como ya iba a ser de él pues yo iba a borrar fotos que había sacado y canciones que a él no le gustaban, pero ya no reconoció mi huella ni el código era el mismo, así que esperé a que se despertara, cuando lo hizo pues le dije, y aún más dormido que despierto me dijo el código, entré a las fotos para eliminar unas que tenía en los laboratorios de la universidad haciendo prácticas y pues que las primeras fotos que veo es una selfie de él con su amigo de Chile, Emiliano, donde ese tipo le daba un beso en el cachete, sentí mucho coraje y muchos celos, volteé para verlo en ese instante y ya estaba dormido de nuevo.

-Mateo! Grité a un lado de la cama jalando el edredón y las sábanas

-hey! ¿Qué te pasa?- preguntó el despertándose

-¿Qué que me pasa? Mira, explícame esto- le dije tirándole el celular a un lado suyo

-Santiago, no hagas esto, solo estábamos bromeando.

-tu no me hagas esto Mateo, ¿por qué te estaba besando? Aunque él quisiera “bromear” tú eres mío, tú le debiste decir que no ¿Qué pinches te pasa Mateo!!?

-amor, a mí no me interesa Emiliano, si ves las demás fotos, besó a todos, checa y verás, a parte tú lo has dicho, yo soy tuyo- dijo acercándose a la orilla de la cama donde estaba yo y tocándome la barbilla, de preonto hizo un gesto y toco mi frente.

-¿qué pasa?- le pregunté extrañado por su actitud

-¿te sientes bien Santi?- preguntó él tocándome aún la cara

-un poco cansado, pero no me cambies el tema!

-no Santiago, es que estas algo caliente- dijo mirándome algo preocupado

-pues seguro es por el coraje… pero mira ya mejor vístete en lo que tiendo la cama y ya, si besó a todos espero que no haya tenido otra intensión contigo… o tú con él.

-claro que no mi amor… oye vamos a ir al médico ahora que me vista eh

Ya no le contesté y fue a sacar su ropa en lo que yo tendía la cama y en eso sentí como muchas ganas de vomitar, fui a baño y nada.

Cuando Mateo terminó de arreglarse yo estaba ya casi dormido de nuevo, no se fue muy rápido todo, me sentía con mucho sueño, sed y muy débil.

-listo Santi- me dijo el pero yo no contesté, se arrimó a mí y me volvió a hablar tocándome la cara –oye Santi… Santiago ya te subió más la temperatura, estas más caliente.

-sí, no me siento bien- contesté sin mucho ánimo.

-voy a llamar al Vélez a ver.

-Él es Neurocirujano, es una infección, busca por ahí en el botiquín un antipirético y a ver si hay un antibiótico.

-voy por el antipirético y antibióticos no hay, y sin receta no nos van a vender, voy a llamarle al doctor.

Cuando el Dr. Llegó me revisó, me tomó la temperatura, estaba en 38, me recetó un antibiótico, tenía una infección intestinal, todo el día me la pasé en la cama y Mateo estuvo ahí consintiéndome yo todo, ese día iba a salir con su hijo pero no lo hizo por quedarse conmigo y pues como que si me sentí un poco mal por eso.

Por la noche aún seguía alta mi temperatura corporal, Mateo le llamó al Dr. Y le dijo que me tenía que dar un baño con agua fría. Cuando entré en el agua me quería morir, yo tenía mucho frío y a parte el agua estaba helada, pero pues ya aguanté, estuve ahí casi una hora, cuando salí nos fuimos a dormir.

Al otro día, el domingo 15, me sentía un poco débil aún pero ya no tenía calentura, Mateo fue a recoger a su hijo, como yo entraba a clases al otro día hasta la 1 pues no me fui a Pachuca sino que estuvimos paseando todo el día con Alex, el hijo de Mateo, me encantan los niños, son muy tiernos, a parte no sé, como que ve a Mateo como más guapo o no sé cómo en su faceta de papá, es muy consentidor pero no deja que Alex haga sus berrinches, se impone, y es que aunque solo tiene un año y 7 meses ya habla de todo ya quiere todo y hace berrinches.

El lunes por la mañana me llevo a Pachuca, la semana estuvo rara pero se pasó rápido, el vieres ahora salgo más temprano que el semestre pasado así que llegué a Querétaro como a las 6, Mateo me dijo que había una fiesta de 18 años de un primo suyo, no me pidió que fuéramos pero lo vi con ganas y pues la verdad yo igual quería salir así que yo le dije que fuéramos.

Nos quedamos hablando un rato con su primo y terminó contándole de nosotros, no se no me gustó eso, no me gusta que más personas de su familia se estén enterando, el chico parece buena onda y solo nos dijo que suerte y que tuviéramos cuidado de como actuábamos en frente del papá de Mateo, ya después estuvo bromeando de por qué no lo invitamos a la boda y eso.

Cuando regresamos a la casa eran como las 2 ya del sábado y Mateo enseguida se durmió, yo me puse a leer un poco cosas de clases y sonó el teléfono, se me hizo raro que sonara a esa, además Mateo a penas lo había contratado esa semana, creí que aún nadie tenía en número.

-bueno?

-perdón, ¿está Matero?- dijeron al otro lado del teléfono, enseguida reconocí quién era por el acento

-Emiliano, ¿verdad?, pues Mateo está dormido, no creo que esta sea hora adecuada para que le llames, ya van a ser las 3 de la mañana

-es que le quería decir que acabo de llegar a Monterrey, me vine ayer en la noche y quería avisarle que ya llegué.

-pues no veo que tienes que estar avisándole eso a MI esposo… mira Emiliano, no me gusta las cosas que haces con Mateo, ¿estas interesado en él?- dije algo molesto, no hubo respuesta a mi pregunta del final pero aún no había colgado, así que continué hablando –bueno pues dicen que el que calla otorga, mira, Mateo es mío, no habrá nada que puedas hacer para que las cosas cambien, ¿sabes que es bastante bajo querer quitarle el novio a alguien? Se acepta que te guste alguien con pareja, pero de ahí a que estés intentando metértele por todos lados es otra cosa, ah! No quiero que vuelvas a besarlo.

-¿cómo?- preguntó entonces él.

-el día que vinieron a ver el partido a la casa lo besaste.

-¿él te lo dijo?- preguntó como en un tono desafiante, y a pesar de que Mateo no me lo había comentado yo le dije que si

-sí, él me lo dijo, entre nosotros hay confianza, me dijo que de ese día hubo algo que no le había gustado, le pregunté que había sido y dijo que tu habías intentado besarlo, que lo besaste en la mejilla, hasta me enseño la foto que tu sacaste con su celular.

-Santiago perdón, te juro que lo hice en plan de amigos, no volverá a pasar

-pues eso espero porque lo que haces no habla muy bien de ti, como esto de hablar casi las tres de la mañana para decirle que llegaste a Monterrey, al menos yo no hago eso para avisarle a mis amigos que llegué a Pachuca, y eso que yo llego a horas adecuadas… bueno, que tengas lindo día Emiliano, bye- dije para terminar colgando.

A Mateo no le dije nada de la llamada, no sé si le haya dicho Emiliano, Mateo no dijo nada al respecto.

Ya en la semana, cuando estaba en Pachuca de nuevo me habló Mateo para decirme que en su escuela están organizando un viaje a Europa y que si deseaban ir más personas a parte de los estudiantes podían hacerlo, que se tenía para confirmar a los que irían hasta el 18 de julio y que tendríamos de esa fecha hasta noviembre para cubrir los gastos, me dijo que quería que fuéramos juntos, a mí me hizo ilusión eso pero, le dije sin pensar mucho que no, acabamos de ir a Chile, yo ya no tengo  mucho dinero, él me dijo que no importaba que pagaría mi viaje pero aun así no me sentiría cómodo, el dinero que el use para pagar saldría de sus papás, no sé si yo sea muy orgulloso o que pero no quiero eso, si voy a ir será con mis posibilidades, no me gusta esa sensación de estar en deuda con alguien, quizá es un tonto prejuicio pero así lo siento.

Se lo dije a Mateo me contestó que lo que él tiene lo quiere compartir conmigo y que este viaje lo quiere hacer junto a mí, después de mucho hablar le dije que lo pensaría y que lo hablaríamos el fin de semana.

De inmediato le llamé a mi amiga Claudia y me dijo todas las opciones.

-Santi, igual te puedo prestar dinero, no podré prestarte mucho pero lo que sea de algo servirá.

-no, ¿cómo crees?, sería lo mismo o peor que aceptar que Mateo pague el viaje.

-bueno pero será un préstamo, sé que me lo vas a pagar, de este año que nos conocemos se que cuando te propones ahorrar lo haces muy bien!

-¿y qué tal que no lo logro y no te puedo pagar después?

-ya te dije, eres buen ahorrador cuando te lo propones y conociéndote estoy segura que no vas a poder ni dormir de la cruda moral de saber que debes dinero, hasta que pagues te sentirás a gusto, te conozco, por eso te ofrezco el dinero.

-ay no sé, no sé Clau- le dije pensando mil cosas, después de un tiempo de silencio y de espera de una respuesta por parte mía le propuse algo –mira, hagamos algo, ahorraré todo lo que pueda de aquí a noviembre y si me falta y eso acepto que me prestes.

-ok, me parece bien- contestó sonriendo –Te vas a Europa!!!- dijo enseguida casí gritando y abrazándome, yo solo reí por su reacción.

El viernes no tuve la última clase y llegué a Querétaro a las 12:30, llegué a la casa y Mateo estaba con Alex, su hijo, deje mis cosas y jugamos con él en el Jardín, lo correteábamos, le hacíamos cosquillas, Mateo lo subía en sus hombros y corría con él, la pasé genial esa tarde, como a las 5 llevó a Álex con su mamá y yo salí con Laura y Camilo.

Les conté lo del viaje a Europa y que Clau, mi amiga de la carrera, me ayudaría, ambos de inmediato me dijeron que igual me prestaban dinero si hacía falta, después Laura me dijo algo que sí llegué a pensar

-oye mi prima va en igual en el Tec de Monterrey pero en el campus de aquí de Querétaro y hace un año hicieron un viaje a Canadá y podían llevar a más personas y me dijo que según los reglamentos del tec tienen que ir siempre en grupo, no se pueden separar y en los hoteles pueden compartir habitaciones solo estudiantes con estudiantes, algo así entendí, así que creo que no tendrán mucho tiempo para estar solos.

-pues ya me había pasado eso por la cabeza de estar en grupo todos pero ay no sé, mejor no hay que pensar en eso ahorita, vamos a comer y ya.

Cuando regresé a mi casa todo estaba apagado, cuando iba a prender la luz oí la voz de Mateo que me dijo “no”, enseguida voltee hacía las escaleras que era de donde provenía su voz, vi su sombra que comenzó a bajar y ya estando en el primer escalón se giró hacía un lado con un encendedor y prendió una vela que estaba sobre el barandal al inicio de éste, luego giró para el otro lado y repitió el proceso, ya un poco alumbrado con las velas pude ver que había pétalos de rosas en todos los escalones (hoy recuerdo y sí se me hace muy cursi, pero en su momento fue súper lindo :P ) Mateo estiró sus manos hacia adelante como llamándome, yo caminé hacía él con una sonrisa, tome sus manos, nos abrazamos y nos besamos.

-mi amor, ¿y esto?- pregunté aun con la sonrisa en mi rostro

-quería sorprenderte, apenas dejé a Alex y preparé todo esto para nosotros- contesto dándome un tierno beso

-pues vaya que me sorprendiste, esto esta- hice una pausa mirando todo –hermoso- concluí dándole un beso.

Caminamos hacía el cuarto siguiendo el camino de los pétalos (siempre que veo algo así en cualquier lado, o ahora que Mateo lo había preparado, me acuerdo de Adrián).

Cuando entramos en la habitación nos recostamos en la cama y nos besábamos muy apasionadamente. Su lengua recorría con deseo mi boca y se fundía con mi lengua, sus manos desabotonaron mi camisa y acariciaba mi pecho, pellizcando suavemente mis tetillas. Eso me calentaba aún más, mi pene se ponía cada vez más duro en cada instante que pasaba.

Mi mano manoseaba descaradamente el área de su entrepierna y podía sentir lo duro que estaba su pene.

Nos fuimos sacando la ropa rápidamente quedando desnudos. Mateo fue recorriendo mi cuerpo con sus besos, bajaba lentamente por mi cuello, y se detuvo un momento en mi pecho besando y chupando mis tetillas, las cuales mordisqueaba suavemente.

Sus besos seguían bajando hasta llegar hacia el pubis, dónde se detuvo y procedió a subir nuevamente con sus besos, yo quería que me hiciera un oral de una buena vez, no aguantaba más.

En eso él me pidió que me parara sobre la cama y así lo hice, él sentado pasaba su lengua por el cuerpo de mi pene y sus manos pasando hacía atrás mío manoseaban sin parar mis nalgas.

Después de un rato, se metió mi pene a su boca, yo sentía como su lengua recorría todo mi tronco, una sensación de mayor placer sentía cuando su lengua jugaba en mi glande, era una calentura total. No solo chupaba mi pene, sino que también me pajeaba un poco con su mano derecha, todo aquello se sentía muy rico. La mamada de Mateo me hacía delirar de calentura, creo que era la mejor chupada que me había dado hasta el momento.

Luego siguió chupándome los huevos, se metía uno en su boca y luego el otro, su lengua recorría gustosa cada centímetro de mi escroto, y a mí me calentaba mucho eso.

Luego de un rato me puse en cuatro sobre la cama, comencé a sentir como un dedo de Mateo se metía en mi ano, se movía hacia todos lados, era una sensación bien placentera que me ponía a full.

Luego comenzó a introducir dos dedos, eso se comenzaba a sentir muy bien, me estaba calentando mucho.

Sus dedos entraban y salían de mi culo muy lenta y suavemente, aumentando su ritmo cada vez más fuerte.

Cuando sacó sus dedos, coloco su glande en la entrada de mi ano, fue introduciéndome su pene lentamente y cada vez más fuerte, casi no me duele al tener relaciones pero esa fue una de las veces que sentí más dolo, no sé por qué.

El dolor rápidamente se fue pasando y mis gemidos fueron de placer comenzaban a hacerse presentes y  a Mateo eso le gustaba y me penetraba cada vez con más ganas y con más fuerza.

Me recosté sobre la cama y él comenzó a cogerme boca arriba, mi pene que estaba re duro yo comencé a masturbarlo con mucha ganas, veía la cara de placer de Mateo y me venían unas ganas de explotar inmensas, y así lo hice, explote como nunca antes.

De pronto Mateo dejó de penetrarme y se paró a un lado de la cama, comenzó a masturbarse hasta que finalmente con sonoros gemidos de placer terminó eyaculando sobre mí, luego se acostó encima de mí y me beso con mucha fuerza y pasión, cuando nos recuperamos nos fuimos a bañar de inmediato.

Al otro día, sábado 8 de julio, había quedado de ir con Camilo y Laura a desayunar, lo habíamos planeado mientras comíamos el día anterior, Mateo me dijo que él no iba a salir y que si quería podía llevarme su coche, desayunamos y seguimos platicando de lo de Europa, Camilo y Lau igual se ofrecieron a prestarme dinero y así, cuando acabamos de desayunar los invité a la casa a ver una película, así que fuimos y comprar varías y ya en la casa decidíamos cual ver.

Cuando llegamos, afuera de la casa estaba estacionado un coche.

-no mamen, solo esto me faltaba- les dije yo, riéndome burlón de mi propia suerte –ese coche es el de…- dije sin terminar la frase

-sí- confirmó Laura –es el coche de Ángel.