Un chico con mucho que contar XXVI

Viaje al campo y otras cosas

Todo se terminó como 3am Mateo y yo nos fuimos a casa de Aarón.

-Mateo, me encantó todo… fue increíble, gracias por amarme tanto, gracias por todo- le dije acercándome para darle un beso

-Gracias a ti Santiago por dejarme amarte, por hacer de mi vida lo que es hoy- contestó el con voz silencia y mirándome a los ojos.

A partir de ahí no hubo más palabras, nos volvimos a besar, nos quitamos la ropa uno al otro y caímos desnudos en la cama, nos besamos, me giró boca abajo, se puso encima de mí y comenzó a tallar su pene entre mis nalgas mientras besaba mi cuello, después se levantó un poco y sentí como tomaba su pene con una mano y comenzó a introducirlo en mi ano, luego volvió a besarme el cuello mientras comenzaba ya con el mete-saca, de vez en cuando yo volteaba hacia atrás para besarnos, luego el intentó pasar una mano hacia mi pene, me levante un poco para que pudiera hacerlo, lo tomó y comenzó a masturbarme, solo estuvimos en esa posición hasta que ambos eyaculamos…

Nos metimos a bañar y cuando salimos nos acostamos y dormimos profundamente, nuestra primera noche (madrugada ya) como… esposos! (aun siento raro el decir eso).

A la mañana siguiente decidimos salir a pasear por el centro histórico de la Ciudad, fuimos al zócalo, anduvimos por Reforma y Chapultepec, fue muy padre reímos mucho, estábamos muy contentos.

Por la tarde yo regresé a Pachuca y él a Monterrey, por la noche  cuando llegué sonó mi celular era la mamá de Mateo

-hola Santi, espero no molestar

-claro que no Paty ¿qué pasa?

-ya no pudimos hablar bien ayer por la prisa que tenía por regresar a Querétaro pero- hizo una pausa y continuó –Mateo y Carlos van a hacer el trato ese de la venta de la casa se Monterrey el martes, sé que ya mi hijo anda viendo casas y departamentos… quiero pedirte algo

-claro Patricia dime, ¿qué quieres pedirme?

-no quiero que la casa que se compren este en Juriquilla o cerca, en algún momento, cuando menos lo esperemos, si viven cerca de la casa pues mi marido puede ver que tú estás viviendo con Mateo y empezar a descubrir todo lo que ha pasado, yo odio las mentiras pero si podemos mantener esto lejos del conocimiento de Carlos pues que mejor.

-Paty yo la verdad no pensaba meterme en la compra de la casa, Mateo la comprará solo no tengo que ver en eso, pero yo igual había pensado que Juriquilla no era una buena opción, así que por esa parte mantente tranquila, yo tratare de convencer a Mateo de que no contemple nada en Juriquilla, además creo que él igual se pondrá a pensar en eso.

-pues de cualquier forma quería pedirte eso, gracias Santiago, no te molesto más.

-no para nada es una molestia, adiós.

Lo que me dijo Patricia por teléfono yo ya lo había pensado y para nada dejaría que Mateo comprara algo en la zona donde viven sus papás… ya bien en la noche le mande un mensaje en whats y le dije que donde pensaba comprar el departamento en Querétaro, me tranquilizó que de las opciones que dio ninguna era Juriquilla, ya hablando de otras cosas pues me dijo que le dijera a los amigos que quisiera que pasaran el fin con nosotros (no el fin de esa semana sino de la que segía), le pregunte que qué quería hacer, me dijo que quería que conociera el Rancho de su abuela, traté de zafarme de eso porque la verdad solo había visto a la señora esa una vez pero es muy… chocante, esa es la palabra… bueno pues la cosas es que no pude evadir la invitación, ya el lunes pues le llame a Camilo y a Laura y, a Dios gracias, aceptaron… no quería estar solo con esa señora y sin nadie que yo conociera aparte de Mateo.

El viernes 9, la rutina de cada semana, regresé a Querétaro y cene con mi familia.

El sábado 10, pues fue día de las madres, mi papá, mi hermano mayor y yo fuimos a un centro comercial a comprar regalos para mi mamá.

En la tarde fui a la casa de Mateo, le di un regalo a Patricia, comimos y ya después fuimos a su cuarto.

-amor, me comento tu mamá que esta semana se haría el trato con lo de la casa de Monterrey.

-si Santi, mira- dijo sacando un papel de su cartera –ten eso es lo que pagaron por la casa, ya todo está en mi cuenta.

-oye pues pagaron lo justo, la verdad temía que quisieran dar menos de lo que valía, bueno no se mucho de eso pero le calculo.

-no, el papá de Emiliano sabía que estábamos bien enterados de lo que cuesta la casa y no íbamos acepar menos.

Cuando mencionó a su amigo ese me acordé de algo que me dio la verdad mucho coraje y que no había tenido tiempo de decirle, así que aproveché ese momento.

-ahora que mencionas a tu amigo ese, pusiste un estado en face diciendo que qué tarde tan hermosa habías pasado, que muchos días de esos y después veo que te etiqueta ese tipo en sus fotos en un parque poniendo que qué tarde tan increíble- le reclamé enseguida sin ocultar mi molestia.

-¿estas celoso?- pregunto riendo –amor, no te voy a negar que si salí con él y que me la pase muy bien pero nada de lo que te estés imaginando pasó, solo fue en plan de amigos, nos acompañó una amiga, no salió en las fotos porque

-porque ella las tomó ¿no? Por favor Mateo- dije interrumpiéndolo

-déjame terminar Santiago, ella no salió porque se fue antes pero de verdad estaba ahí… pero bueno, si no me quieres creer allá tú.

-Mateo, me di cuenta cómo te veía el día en que nos casamos.

-¿de qué hablas Santiago, cómo me veía de qué?- me preguntó él más molesto

-ese tipo Mateo, quiere contigo, o no me digas que no sabías que es gay, por Dios si se ve!

-pues si sabía que es gay pero eso de que quiere conmigo es una estupidez.

-bueno, yo nada más te digo… amor no quiero que te molestes conmigo por esto pero me aterra pensar que puede llegar alguien y meterse entre nosotros, que pueda alejarte de mí.

-pues más vale que te quites esa idea de la cabeza, primero porque yo jamás te dejaría por nadie y segundo porque cuando vayamos a Chile… nos vamos a quedar en su casa.

-¿Que!?- dije casi gritando de la sorpresa –no, no, no Mateo!! No!!- dije caminando por todo el cuarto

-tú mismo estas a cada rato con eso del dinero, si nos quedamos en su casa no tendremos que pagar hotel

-¿ya lo tenías planeado verdad Mateo? Por eso desde el principio solo compraste los boletos de avión, no reservaste habitación, pero sabes qué, no voy a quedarme en casa de ese tipo, yo tengo algo de dinero, yo voy a pagar el hotel, en casa de ese… Emiliano, no nos vamos a quedar.

-Santiago por favor no seas infantil, estás viendo cosas donde no las hay.

-pues me vale pero yo no voy a estar en la casa del wey ese que quiere con MI marido!

-Mira Santiago, no sé si lo que piensas de Emiliano sea cierto pero lo que es cierto es que yo no quiero nada con él ni con nadie que no seas tú, ya entiéndalo por favor- dijo gritando aún más

Yo ya me quede callado, solo respiraba profundamente una y otra vez

-está bien Mateo, yo no dudo de ti pero, por favor, prefiero quedarme en un hotel.

-Está bien, nos quedaremos en un hotel, pero ya… amor no me gusta que peleemos- dijo acercándose y tomando mis manos.

-no amor, ni a mí me gusta, pero… perdón, perdóname por favor.

-ok, aquí no pasó nada- dijo sonriéndome y dándome un beso –te amo… bueno hablando de otras cosas, tengo tres opciones de casa aquí en Querétaro, lo del departamento en Monterrey ya está, firmo ese contrato el lunes- comentó muy entusiasmado

-¿si!?- pregunté igual con entusiasmo

-si mira las fotos del depa- dijo sacando su teléfono para mostrarme.

-wow esta padrísimo- dije al ver las fotos.

-no está muy grande pero está en buena zona.

-y pues se ve muy moderno, elegante, está muy bien la verdad.

-bueno aquí en Querétaro tengo tres opciones, en centro sur, milenio III y campanario… ah y hay algo en Jurica.

-amor, no en Juriquilla, tampoco en Jurica ¿ok? De ahí en fuera donde tú quieras, no me meteré en eso.

-pues a mí me está convenciendo Milenio III.

-pues va a ser tu casa adelante.

-No, será nuestra casa, no solo mía.

Estuvimos platicando un poco más hasta que me fui, por la noche llevamos a comer a mi mamá a un restaurante y él igual a la suya.

La siguiente semana tuve de todo en la uni, el viernes no hubo clases así que llegué a Querétaro el jueves, el viernes por la mañana Mateo ya estaba afuera de mi casa, yo baje la maleta con mis cosas, ese era el fin que iríamos al Rancho de su abuela, después pasamos por Lau y Camilo, íbamos saliendo de la ciudad como a las 7:30am

Llegamos al rancho como entre 10:30 y 11:00am es en el Estado de México, estacionó el choche frente a la casa y llegó un señor a recoger las cosas, nosotros entramos a la casa y ya estaba esa señora ahí dentro en la sala.

-mi amor que milagro! Qué bueno que me visitas- dijo la Sra. Abriendo los brazos para recibir a su nieto

-abuela, cada vez estas más hermosa y joven- contestó Mateo dándole un beso -mira ellos son mis amigos, te dije que vendría con algunos- dijo Mateo después del beso y ambos nos miraron

-buenos días señora- dijimos los tres casi al mismo tiempo

-bueno días- contestó ella muy seria

Después de platicar un rato nos invitó a almorzar, mientras comíamos casi ni nos peló, se la pasó haciéndole preguntas a Mateo, de él, de su hermano, sus papás y su hijo.

Cuando acabamos de cenar hablamos de las habitaciones ya que nos quedaríamos ahí dos noches.

-pues qué pena pero solo hay dos habitaciones más disponibles, tu muchacha te puedes quedar en una y ustedes en la otra- dijo la señora mirándonos al final a Camilo y a mí.

-si señora no hay problema…- estaba diciendo yo pero Mateo no me dejo terminar.

-No!- dijo el apresuradamente, yo lo mire pensando con miedo lo que fuera que iba a decir, después continuó –bueno, yo puedo compartir mi habitación con alguien así pues dos de ellos pueden dormir más cómodos abuela en vez de solo Lau- dijo medio tartamudeando

-Mateo como crees.

-no abuela enserio, mira yo dormiré con…- dijo como fingiendo tratar de escoger entre Camilo y yo –con Santiago! Así pues aparte de Luz, Camilo también estará más cómodo el solo en un cuarto.

La señora hizo gesto de no gustarle pero terminó accediendo.

Todos nos fuimos a las habitaciones para acomodar nuestras cosas, yo pues me fui con Mateo a la suya.

-ahora que terminemos de acomodar aquí nos vamos al pueblo a comprarte ropa para la ocasión- dijo él ya cuando estábamos en el cuarto

-¿ropa para la ocasión?- pregunte yo

-sí, sombreros, botas, camisas.

-ay para que todo eso, puedo andar bien con la ropa que me traje, además tu tampoco tienes nada de ese tipo de ropa, oye es verdad casi ni trajiste ropa- dije señalando su maleta donde solo había un pantalón dos playeras y una chamarra –solo traes eso y lo que tienes puesto.

-ah es que tengo aquí- dijo yéndose hacia el closet y abriéndolo –ve, camisas, pantalones, botas y hasta sombreros y pues acá ropa ya como la que uso siempre.

-órale, ¿y te pondrás lo de vaquero? Nunca te he visto vestido así- dije yo sonriéndole

-pues claro que me lo pondré pero por mientras se me antoja quitarme esta ropa y quedarme así por un rato… ¿no se te antoja lo mismo?

-amor aquí puede llegar alguien, tu abuela o no se- contesté un poco nervioso

-hmmm mira- dijo el pensativo, luego fue hacia la puerta y le puso seguro -¿así te sientes más confiado?

Yo solo lo miré, me reí y le dijo “bueno pero rápido” al terminar de decir eso Mateo se quitó rápidamente la playera y fue directo a los zapatos que ni siquiera desato bien antes de quitárselos, luego comenzó a quitarse el pantalón… cuando el comenzó con el pantalón yo de inmediato me quite la camisa y comencé a quitarme el cinturón y desabotonarme el pantalón, cuando quedamos totalmente desnudos él tenía ya una gran erección, caminó de enfrente a la puerta, donde estaba, hacia enfrente de la cama, donde estaba yo, me miró, me tomó del cuello y me besó muy apasionadamente y muy rápido a la vez, después cortó el beso, me miró de nuevo, me sonrió y le sonreí, puso su mano en mi pecho y me empujó tirándome en la cama, enseguida de que caí se recostó sobre mí y comenzó a besar mi cuello con algo de desesperación, en ocasiones los besos se convertían en lamidas y entre una y otra me decía una palabra separadas por besos en el cuello

-no sabes…-beso en el cuello -… las ganas- beso en el cuello -…que tengo- beso en el cuello -…de hacerlo”

Yo hice mis manos hacía atrás y tomé una almohada, la coloqué bajo mi cadera para que quedara levantada, Mateo paro un momento con los besos para que pudiera colocar bien la almohada, enseguida de que lo hice abrí las piernas y Mateo regresó colocándose en medio, con una mano tomó su pene y comenzó a hacer presión para introducirlo, una vez logrado eso comenzó el mete saca con mucha velocidad, jamás lo había hecho así, rápido.

Mientras me penetraba no dejábamos de besarnos, los besos eran súper… apasionados, no sé es que jamás lo habíamos hecho así.

Mi respiración se hizo más fuerte y frecuente y se me escapaban algunos gemidos, Mateo en cambio gemía sin disimulo, pocas veces sus gemidos habían sido tan fuertes.

Entre las respiraciones profundas, los gemidos y los besos logré decirle que nos iban a escuchar y el solo respondió que no importaba, y me siguió besando.

Finalmente, después de un tiempo, eyacule sobre mi abdomen, llenando igual el suyo, unos minutos después lo hizo él.

Quedamos tendidos sobre la cama uno al lado del otro, cuando nos recuperamos volteamos para vernos uno al otro, solo sonreí y él hizo lo mismo.

-¿sabes amor? Me encanto- le dije sonriendo aún más

-¿enserio? Respondió él igual sonriendo

-sí, tengo confesarte algo, antes no me gustaba mucho tener sexo, no sé cómo que al final me sentía… raro, mal, no sé, como enojado o algo así, pero las últimas veces ya no me ha sucedido, ahora lo disfruto más, me gusta hacerlo y… no quiero subir tu ego pero eres el mejor amante que he tenido, con nadie había sentido lo que contigo, con nadie me ha gustado más que contigo… es usted un muy buen amante señor.

-oww mi amor, me encantó que me hayas dicho eso, te amo Santi- contestó él dándome un beso después.

-bueno, ahora hay que bañarnos y vamos al pueblo, me encantan los pueblos- le dije visiblemente emocionado.

Primero se bañé él, en lo que yo escogía la ropa que me pondría, cuando salió del baño le di un beso y me metí yo, cuando salí Mateo ya estaba vestido y yo así de :O

-orale! Te ves guapísimo mi amor- le dije sorprendido y mirándolo de arriba abajo.

-¿enserio?- preguntó el riendo

-claro que sí, te ves súper… dirías tú, te me antojas

Estaba vestido con una camisa vaquera de cuadros, pantalón vaquero, botas y tenía un sombrero en la mano.

-bueno amor vístete, ponte la camisa que azul que trajiste, un pantalón y escoge un sombrero, ahorita vamos a compararte botas- me dijo mientras se colocaba el sombrero en la cabeza

-amor ¿y si no me veo bien?

-te vas a ver increíble.

Pues total, me vestí y me puse tres sombreros y me dejé el que me dijo que se me veía mejor, después me dijo que ya fuéramos al pueblo, pero iríamos a caballo!!

-Mateo hace mucho tiempo que no me subo a un caballo, no sé si voy a poder.

-yo sé que si amor, dicen que lo que bien se aprende nunca se olvida.

Salimos hacia las caballerizas y ya estaban 4 caballos afuera, sentí muchos nervios al subirme pero enseguida tomé confianza, a Camilo le costó un poco más porque casi no había montado, solo un par de veces atrás y Laura pues ella si sabe, Mateo pues igual.

Pues llegamos en caballo al pueblito y entramos a una zapatería toda chiquita :3 me probé unas botas y nos gustaron a los 4 así que compré esas, luego comimos ahí cerca y todos me hicieron burla porque el mantel de la mesa era igualito a mi camisa, de cuadros azules y blancos.

Cuando regresamos al rancho estuvimos dando vueltas por todos lados con los caballos, cuando agarramos bien confianza hicimos careas entre los 4, solo fueron 5 de las cuales 4 las gano Mateo y una yo digo que la gane yo pero Laura dice que fue ella.

Por la noche salimos a comer al pueblito, Mateo se sentía mal y quiso quedarse, nos fuimos en su coche y cuando regresamos al racho ya estaba dormido.

El domingo temprano nos despedimos de su abuela y regresamos a nuestras casas.

Ya en la noche estaba por dormirme cuando sonó mi celular, era Adrián

-Hola-dije al contestar

-hola Santi- respondió el y después hubo silencio hasta que de nuevo habló –me acabo de enterar que te…- se escuchó que tragó saliva –que te casaste con Mateo

-ah pues sí, hace dos semanas- fue mi respuesta

-Santi, ¿lo amas, tu estas seguro de lo que hiciste?

-Adrián- dice una pausa tratando de coordinar mis palabras –no te voy a negar que varias veces dude de amar a Mateo, pero me he dado cuenta que lo que siento por él nunca, nunca lo he sentido por nadie, hoy estoy seguro que daría hasta mi vida por él… creo que eso es amor, creo que sí, de verdad amo a Mateo y lo de casarme, no te voy a mentir, no sé si fue la mejor decisión pero ya está hecho y no me queda más que echarle ganas para que funcione, si algo no sale bien en todo esto, no quiero que sea por mi culpa, yo pondré todo lo que esté a mi alcance para esto marche bien.

-¿lo amas más que a mí?

-pues, pues sí, lo amo más que a ti porque a ti ya no te amo- le dije todo seco y en el fondo sintiéndome mal por la forma en que se lo dije pero pues es mejor decir las cosas como son

-pero, ¿lo amas más de como me amabas a mi antes?

-solo te diré que nunca había sentido por nadie lo que siento por Mateo, por nadie- le dije con la misma actitud seca

-Santiago, hoy me doy cuenta de lo mucho que te extraño, nunca debí hacerte lo que te hice al final, te juro que siento una gran impotencia de no poder regresar el tiempo y cambiar lo que hice mal… te extraño, extraño todo de ti.

-Adrián, de nada sirve ponerse a pensar en esas cosas, espero que cuando encuentres a alguien recuerdes lo que pasó entre nosotros y no cometas esos errores de los que te arrepientes.

-¿tú me extrañas?, es que te juro que no dejo de preguntarme si aún piensas en mi- dijo él como muy triste a juzgar por la forma en que se escuchaba su voz

-no quiero sonar grosero pero no Adrián… bueno a veces de vez en cuando me acuerdo de ti, pero no de la forma –contesté yo sin saber armar bien mi respuesta, no encontraba la palabra exacta

-¿no con amor?- preguntó él

-sí, no con amor, ni con ganas de volver a regresar contigo ni siquiera de hablarte o verte, solo un recuerdo equis y ya.

-Santi, vamos a vernos, te juro que no intentaré nada, solo quiero platicar contigo, por favor vamos a vernos.

Bueno pues hasta aquí el 26, espero pronto poner el otro, donde les contaré que ya tengo casa!!! Y de mi viaje a Chile!!! :D

Este relato lo escribí en México pero lo estoy subiendo desde Santiago :) …quiero agradecer a un lector de mi historia que me contacto en el face cuando se enteró que viajaría a Chile y nos recibió a “Mateo” y a mí en el Aeropuerto. Gracias Chris ;)