Un chico con mucho que contar XVIII
Forever alone?
-como Adrián anda extraño ¿no?- les dije a Luz y Camilo –digo, terminamos y todo pero no siento que ande así solo por eso- ellos dos se miraron como diciéndose algo con la mirada -¿qué pasa?- pregunté.
Solo vi como Camilo le indicaba un “sí” con la cabeza a Luz, y ella empezó a hablar
-es que Santi… ayer supimos que… que…-
-ay Luz habla ya!!- dije un poco desesperado
-lo que pasa- dijo Camilo tomando la palabra –es que Adrián… anda con Pablo, el del 5-1.
Mi reacción obviamente fue de sorpresa, me quede sin poder decir nada, hasta después de unos minutos hablé
-pues… que rápido se consiguió a alguien más…- me quedé pensando de nuevo y enseguida volví a hablar –claro, si es que no andaban ya desde antes.
-ay ¿tu crees?- preguntó Luz
-pues creo que ahora ya no me extrañaría- contesté
-pues no sé Santi, yo no creo que Adrián te haya puesto los cuernos.
-pero entonces como entiendes que dos días después de que terminamos ya está con alguien más, nadie hace eso a menos que ya desde antes se estuvieran entendiendo.
-pues a mi también se me hizo muuuuuy raro pero pues no creo que fuera eso, sinceramente, y no porque seas mi amigo, pero tu estas mejor que Pablo, él esta… muy gordito, y es muuuuuy demasiaaaaaado… - se detuvo como buscando una palabra correcta –obvio, muy muy obvio!!… mira, tengo una hipótesis, pero déjame confirmarla y luego te digo.
-ay pues dime ahora, total que más da- le dije yo, intentando que me contara cual creía que era esa razón de Adrián para andar con Pablo
-no, no quiero equivocarme, mejor lo compruebo y te cuento luego…-
Seguimos hablando de eso durante un buen rato, Camilo no decía nada, solo estaba callado mirando al suelo y moviéndose lentamente se un lado a otro, moviendo las manos como ansioso… algo tenía, estaba notablemente nervioso y me extrañó eso pero no quise preguntarle, si él quería hablar de eso ya lo haría en su momento, y pareció que ese momento era ahí mismo.
-yo tengo algo más que decirte Santi- dijo Camilo mirando al piso
-¿qué pasa Camilo? Dime- pregunté mirándolo, aunque su mirada seguía perdida en el suelo
-esto… lo que pasa es que, a mi me dijo.
-Camilo!!!!- gritó Adrián detrás de nosotros interrumpiendo a Camilo con lo que me iba a decir
-bueno, ya vengo… ahora nos vemos- dijo Camilo corriendo hacía donde estaba Adrián
Al final del día no hable con Adrián y tampoco pude preguntarle a Camilo qué era eso que me iba a decir. Terminaron las clases, salí y a quien si vi en la salida fue a Pablo, me hizo una seña para que me acercara y yo con desgana y de mala manera fui
-lo siento muñeco, así son las cosas, pero te prometo que cuidaré muy bien a Adri- dijo muy tranquilo y quitado de la pena
-ok, muy bien, yo ya lo disfrute todo lo que se pudo ahora lo que queda te tocó a ti- le contesté irónico –bueno suerte, muñeco- me despedí a manera de burla y arremedándolo.
Me fui a tomar el camión… es genial el ir en autobús, colocarte los audífonos y escuchar la música que te gusta mientras vas viendo a través de la ventanilla, sumirte en tus pensamientos… eso hice yo, y comencé a pensar en todo de nuevo, y lejos de sentirme mal por lo de Adrián, me sentía feliz, creo que lo mejor en estos casos es verle el lado bueno a las cosas y, aunque no se bien cual sea ese lado bueno, voy a disfrutar este momento para mí, este momento de soltería… forever alone jajaja.
A pesar de lo que creí y de lo que se podía esperar, no me he sentido nada mal por terminar mi relación, quizá solo el primer día, pero ya luego como que me he sentido “libre” de alguna manera, sonara ilógico pero como me siento hasta más ligero.
Esa misma tarde volví a recibir un mensaje del numero desconocido que me había mandado uno, él de esta ocasión decía “es genial todo :) “y como la vez anterior, no contesté”
Era viernes en la noche y ya me estaba haciendo planes (como no tenía a donde salir el sábado) de ver películas en la noche y en la tarde-noche recibí un mensaje de mi amigo Teo
“oye que dices si te invito mañana a la fiesta de cumpleaños de un compañero de la escuela, pasaría por ti a las 8:30”
Yo le contesté “pues es que no se bien… te digo mañana temprano :)”
Ese viernes la pasé leyendo un libro, puede sonar aburrido un viernes por la noche leer un libro, pero me gustó hacerlo.
El sábado hice tareas, salí un rato con una amiga, Vanesa, mencioné su nombre en el relato donde conté lo de la acampada, ella con Julián, pues éramos vecinos, y son muy buenos amigos míos, y a través de ellos conocí a Mateo “Teo”.
Bueno pues salí con ella y le conté de mis problemas, cambiando a Adrián por mujer, pues ella no sabe que soy gay. Según ella, mi ex anda con alguien más para que yo me sienta mal, pero pues no sé a ciencia cierta.
-sí Santi, si anda con alguien mas a tan solo dos días de que terminó contigo, pues creo que es más que obvio que lo hace por ardida y para ver si a ti te dan celos, bueno eso creo yo- fue lo que dijo Vanesa.
Cuando regresé a mi casa recordé la invitación de Mateo para salir, y decidí ir, así que le hablé por teléfono para confirmarle.
Teo sabe que soy gay, se lo dije cuando empecé mi relación con Ángel, y él me dijo que era bi, y que yo le gustaba, pero le dejé claro que yo solo lo veía como amigo y él comprendió, y pues seguimos siendo muy amigos a pesar de que no nos vemos muy seguido.
Puntual llegó por mí, yo había pedido permiso para ir y para quedarme en casa de él.
Él no vive en la misma ciudad que yo, vive como a 30 o 40 minutos de mí. Cuando íbamos en la autopista estábamos hablando de cualquier cosa y luego me pregunto por mi “vida sentimental”
-¿terminaste con Adrián?- preguntó
-si, ¿cómo lo sabes?
-Facebook- dijo riendo –en tus dos cuentas quitaste que tienes una relación y pues ya ves como soy de metiche, entre a ver la de Adrián y el igual se puso como soltero- dijo sonriendo y yo de la misma manera me dispuse a contarle.
-… y pues así fue que pasó- terminé de decirle
-oh, pues que mal, pero ya veras que llegará alguien y te va a ir mejor, por lo visto tus relaciones no acaban muy bien jeje- me dijo
-jajaja pues parece… pero ahora quiero… gozar con mi soltería jajaja.
-muy bien dicho, espero que me encuentres pronto a alguien buena onda y especial para ti.
-gracias y pues aunque no sea pronto pero que lo encuentre!!! Jaja.
Cuando llegamos a la fiesta aun no había muchos, entramos y me presento con varios de los que estaban ahí, felicite al cumpleañero y le di un regalito que apenas y me dio tiempo de comprar, luego fuimos a sentarnos a un sillón que estaba vacío.
-mira Santi, ese que esta ahí es gay, si quieres te lo presento, digo para que vayas saliendo de tu “soltería”- dijo con una pequeña sonrisa al final –creo que si Adrián anda ya con alguien más pues tu debes igual… darle la vuelta a la pagina.
-jaja no seas tonto, yo no soy así, jamás tendría algo con alguien por quien no siento nada de nada- le contesté yo
-bueno, yo solo sugería- dijo él, riendo al final
Conforme la noche fue avanzando empezaron a llegar más y más y pronto me encontraba ya con un vaso de vodka con jugo de piña, invite a una chava a bailar y aunque no bailo bien pues si me muevo algo.
Dejé de bailar me senté de nuevo y vi a lo lejos a Mateo bailando muy feliz y todo. Fui a tomar otro vaso de lo mismo, vodka con jugo de piña, hacía tiempecito que no tomaba vodka y me fui dejando llevar, no soy de tomar siempre pero en una fiesta así pues si me meto mis buenas copas.
Pronto fue el 3er vaso y el 4to y el 5to y luego fue tequila con cola y el chiste es que creo que ha sido la vez que más he tomado en mi vida, y de imaginarme ahí tomando y eso me muero de pena.
-volví a “bailar” (mejor dicho a hacer el ridículo) como otras 3 veces, después de un tiempo que no sentí mucho, llegó Teo a hablarme.
-Santi, vámonos- me dijo cerca de la oreja para que yo lo pudiera oír
-¿qué…. Qué hora…es?- pregunté con mucha dificultad
-ya va a ser la una- contestó el ayudándome a ponerme de pie
-ay Teo, no seas… aguado, aun es muy pronto- le dije manoteando
-lo sé, pero yo mañana tengo que ir a lo de natación a las 10am, anda ya vámonos.
No recuerdo exactamente lo que pasó pero me llevó hasta el coche, me ayudo a subir y se dispuso a irnos a su casa, dice que me la pase cantando y moviendo los brazos todo el camino.
Llegamos a su casa y las cosas fueron más o menos así (según Teo)
-Santi, espera, espera déjame saco las llaves- me decía el, mientras yo me recargaba todo contra él
Con dificultad saco las llaves de su bolsillo y logró abrir, entramos a su casa y me hacia señas, con el dedo índice sobre los labios, para que me callara, subimos las escaleras mientras yo me tambaleaba, llegamos a la puerta del cuarto donde me quedaría yo a dormir, y su papá abrió la puerta de su cuarto que quedaba enfrente a un lado, él abrió rápido la puerta y me dio un empujón para que yo entrara rápido y su papá no me viera todo ebrio.
-¿qué pasa Mateo?- preguntó su papá
-ahmmm… no, nada pa, solo que…. Ya, ya llegamos- dijo Teo intentando parecer tranquilo, mientras su papá intentaba mirar hacia adentro del cuarto
-¿y Santiago?... ¿esta… bien?- preguntó nuevamente su papá estirando el cuello al máximo para lograr ver hacía adentro del cuarto, aunque no creo que haya logrado mucho ya que todo estaba a oscuras.
–este… Santi?... aaah, sí! muy bien, entro al baño… bueno papá ya vámonos a dormir, déjame entro para decirle que mañana me acompañe a la natación, bunas noches- dijo Teo nuevamente cerrando la puerta.
Cuando entró al cuarto yo estaba tirado casi dormido en el suelo, me movió para que reaccionara.
-Santi… Santi- repetía mientras me zarandeaba
-¿qué pasa?- logré decir arrastrando las palabras
-anda levántate, vamos a la cama- dijo ayudándome a pararme.
Me ayudo, con dificultad, a llegar a la cama donde logré caer, tumbándolo a él encima mio.
-ey, ey, cuidado- dijo mientras caía sobre mí
Ya cuando estábamos tumbados en la cama, nos vimos a los ojos, los míos entrecerrados, sonreímos, yo como idiota, producto de la borrachera que tenía.
-eres tan lindo Santiago, me encanta como eres- dijo Mateo casi susurrando, yo solo seguí riendo como tonto
-tu eres muy buena onda Teo- le dije casi dormido y apenas pudiendo articular las palabras
-tu sabes que te quiero mucho ¿verdad?- preguntó y yo asentí con movimientos de cabeza, no muy definidos –bien- continuó diciendo –me alegra que lo sepas.
Nos seguimos viendo y sonriendo mutuamente mientras poco a poco acercaba más su rostro al mio y así, nos besamos.