Un chico con mucho que contar XVI
Y de nuevo hay ciclos que se cierran, ciclos que es mejor cerrarlos para no seguir desgastandonos, para no seguir haciéndonos daño.
Hola, debido al comentario de un lector (y autor) en el relato pasado pues me replantee mi manera de escribir y pues hice el intento de regresar a la forma inicial de escribir, creo que no del todo pero pues si regresé un poco... espero les guste, este relato para mi es muy importante pues aqui cuento el fin de una etapa importante de mi vida.... les mando un saludo y un abrazo... J.M.
-¿lo quieres aún verdad?
Yo me pensé un tiempo la respuesta y justo pasó Ángel como con 3 amigos al lado de nosotros y por el rabillo del ojo pude ver que me estaba mirando y casi se me desmayan las piernas. Se fueron alejando y ya le contesté a Luz
-sí, aun lo quiero… no se ya como hacerle para… olvidarme de él- le dije y le di un abrazo después.
-lo que debes hacer primero es dejar ya la relación que tienes con Adrián… mira, es simple, si aun quieres a Ángel entonces eso quiere decir que no amas lo suficiente a Adrián y creo que lo único que estas haciendo o intentando hacer es cubrir la realidad, aparentar que ya no sientes nada por Ángel… pienso que lo mejor es que dejes las cosas con Adrián, habla con él y plantéale que lo mejor, por el bien de ambos, es que se den un tiempo- dijo mi amiga poniéndome a pensar, luego de un rato, analizando las cosas que me había dicho, le contesté
-yo no quiero dejar a Adrián, lo quiero, lo quiero mucho, es que tu hubieras visto cuando salimos hace como 15 días que platicamos de todo, de cualquier cosa, no raímos como nunca, quizá no a carcajadas, pero pues a cada cosa que él decía o yo, había una risa o una sonrisa y… fue de los mejores momentos que he pasado al lado de él.
-¿se agarraron de la mano? ¿Se abrazaron? ¿Se besaron?- preguntó ella
-no…- contesté yo, un poco sin entender el porqué de su pregunta
-ahí esta!- dijo como si hubiera descubierto algo muy importante, mientras yo solo la miraba confundido –mira- continuó diciendo –si te la pasaste tan genial y tan bonito y así, y si no se abrazaron o se agarraron de la mano y si no se besaron pues creo que ese día lo pasaste más con un amigo que con un novio, quizá lo que pasa es que tu ves más a Adrián como un amigo que como tu novio…- dijo mientras me miraba expectante como esperando una respuesta de mi parte y al yo no decir nada continuó ella hablando –mira piénsalo, es la respuesta más lógica, dices que fue de los mejores días que haz pasado con él, y resulta que ese día no hubo nada de… novios… mira vamos por un helado o algo y seguimos platicando- terminó de hablar y agarró mi mano para guiarme por la calle, yo no muy convencido acepté.
En la heladería seguimos hablando de lo mismo y pues aunque me incomodaba un poco todo lo que me decía pues al estar pensando y analizando las cosas al llegar a mi casa, me di cuenta de que era muy probable que ella tuviera razón.
Dos días después (el viernes) volví a ver a Ángel en la escuela, solo hubo un intercambio de miradas, algunas muy fijas y prolongadas, pero no hubo ningún acercamiento, ninguna pablara, nada mas que miradas.
El sábado salí con Adrián a un antro, paso por mi y fuimos directo hacia allá, donde nos esperaría Camilo, su novia, Luz y Joaquín (su novio y amigo de Ángel) y una amiga de la novia de Camilo.
Llegamos al lugar y ya estaban todos, todos nos saludaron muy felices, el único que se notó como incomodo era Joaquín, quizá porque de todos los que estábamos ahí, la única persona con quien realmente hablaba bien era con Luz.
Cada quien bailo con su pareja y Adrián y yo bailamos un rato cada quien con la amiga de la novia de Camilo.
Luego de un rato de baile nos sentamos todos en unos sillones a platicar de todo, y cuando digo todo, es todoooo :P
-bueno, muy bien la platica pero mi vejiga no quiere dejarme seguir aquí, voy al baño- dije yo levantándome
-y yo!- dijo Adrián parándose del sillón casi a la par mía
Nos encaminamos al baño y cada quien se dispuso a orinar, yo termine antes que él y me dirigí a los lavamanos y me empecé a lavar, luego llegó el por detrás y rodeó con sus manos mi cintura, yo brinque y lo aparte un poco
-¿qué pasa? Nadie nos ve, estamos solos jeje- dijo acercándose de nuevo a mi
-Adrián no creo que sea…- dije yo y él ya no me dejó seguir pues me plantó un beso ahí, en pleno baño del antro y de repente lo que temía se hizo realidad, un chavo entro y nos vio allí besándonos.
Yo de inmediato me aparte y vi como el chico bajo la mirada como avergonzado, y si él estaba avergonzado pues yo más, en cambio Adrián estaba como si nada hubiera pasado.
Regresamos con los demás y nos sentamos para integrarnos a la plática y después de un tiempo pase mi mirada a una mesa que tenía de frente y ahí estaba el chico que nos había visto en el baño.
Se me hizo raro que volteara hacia nuestra mesa, bueno no se me hizo raro eso, pues por lo que vio era normal, pero lo que se me hizo raro fue que sonreía mucho y como que guiñaba un ojo y eso y pues siguiendo su mirada me encontré con Adrián, si! Le estaba coqueteando descaradamente a Adrián, yo en vez de enojarme o algo por el estilo solo me dio risa, yo preocupándome de que nos había visto y también era gay.
La noche terminó y Adrián llevaría a Camilo y a su novia de regreso a su casa y pues nos organizamos por zonas para que no hacer tantas vueltas, Camilo, su novia y Luz viven cerca de donde Adrián y se fueron con él y la casa de la otra chica y la mía le quedaban en camino a Joaquín así que nos fuimos con el y pues dejamos primero a la chica y luego el me dejo a mi y en el camino tenia que suceder la incomoda platica.
-¿y como haz estado? Desde la acampada no nos vemos- dijo el para “romper el hielo”
-pues bien, y sí, hace ya va para un mes que no nos veíamos…- fue lo que respondí pues no sabía que más decir, hubo un silencio incomodo y hablé de nuevo – ¿y tu cómo has estado?
-igual que tu, bien… sigues muy bien con Adrián verdad.
-si, estamos… bien.
-me da gusto… no se si sepas pero yo he tenido varios problemillas con Luz María.
-pues no, no me había contado nada… ¿qué pasó? Bueno si se puede saber- le dije yo y el sonrió un poco
-pues digamos que me sinceré con ella y le dije algunas cosas que le disgustaron… pero bueno ni que hacer ya- fue lo que me conto y yo solo asentí cuando se giro un momento a verme, luego me siguió haciendo platica –te ves mas flaco, ¿no comes?
-jajaja estoy igual o hasta más gordo, así que no te burles de mi.
-jajaja no es burla, es neta te ves diferente desde que salimos de la prepa, bueno desde que yo salí jeje.
-¿diferente?- le pregunté yo
-sipo, como no se… ,más… grande, más maduro, no se…. Aaaah y mas flaco jajajaja.
-jajaja…- de nuevo el silencio, el cual rompí después de unos segundos –sabes, nunca pensé que yo iría a mi casa contigo, bueno que tu me llevarías a mi casa y menos que estuviéramos riéndonos.
-jajaja y yo… no se la verdad nunca quise decirte todo lo que dije… perdón.
-no te preocupes, ya hablamos en el campamento- respondí yo con una sonrisa
-bueno creo que ya llegamos es aquí ¿no?
-si aquí es… bueno muchas gracias Joaco, cuídate- dije mientras abría la puerta para bajar
-no hay de que, y pues igual tu, cuídate mucho… oye Santiago.
-dime- dije girándome para verlo
-no, nada, cuídate, y pues ojala que nos veamos pronto, eres un buen chavo.
-gracias, igual, bueno bye- le dije ya despidiéndome y con una sonrisa de agradecimiento
Al día siguiente me levante muy tarde y en mi celular tenía 2 llamadas perdidas de un numero que no tengo registrado y un mensaje de ese mismo numero que decía “increibleeeee! :D ” pero pues como no lo conocía ni nada no contesté, pensé que quizá se abrían equivocado.
Al día siguiente la semana empezó pesada, mucha tarea, aunque era de investigaciones y pues eso me gusta mucho.
Para inaugurar la semana otro pleito con Adrián…
-¿y a donde iremos ahora?- me preguntó él a la salida
-¿cómo que a dónde? Pues a hacer la tarea, hay mucha y la de derecho no me quedo muy clara, así que me tomará tiempo, aparte los cuestionarios de cálculo.
-¿y nosotros?- preguntó él, y yo hice una seña de no entender –sí, nosotros cuando, ¿Cuándo habrá tiempo para nosotros?
-es broma no? Salimos es sábado, nos vemos 8 horas diarias en la escuela, creo que hay que terminar primero las obligaciones y después los gustos
-estas dejando de lado nuestra relación?
-ay Adrián por favor no empecemos, yo no dije eso, es solo que en el primer semestre me fue mal por no hacer tareas, y volarme clases y eso, y pues ya en el 2° 3° y 4° que me puse las pilas pues mis calificaciones fuero muy buenas, prácticamente en todas las materias de esos semestres saque 90 y se siente increíble eso y ahora no quiero regresar al principio, yo quiero seguir con esas buenas notas, tu sabes como evaluará el de derecho y con una tarea que falte dudo que en el parcial saque por lo menos 90 así que mejor hay que hacer esto y el fin la pasamos juntos todo el día ¿va?- respondí yo dándole una sonrisa que él no devolvió
Nos subimos al auto y hasta que me dejo no hablamos una sola palabra.
O sea creo que yo tenía razón en no querer salir, primero iba la tarea y luego la diversión.
Al siguiente día llego dos horas tarde fue llegando casi a las 9am y ni me saludo ni nada, le pedí que habláramos y me dijo que se tenía que reunir con su equipo de Psicología para organizarse y se fue, ni me miró ni nada, solo dijo “luego, tengo lo psicología”
A la salida me fui a esperar el bus para irme a mi casa, en una ocasión que nos enojamos también me fui a donde el autobús y él llegó por mí y el martes nada.
Por la noche me mando un mensaje que “que tal mi tarde” como si nada y pues yo para no hacer el lio más grande no le reclame de nada, solo le respondí normal.
Y el miércoles (hoy) no fue el maestro de inglés y aprovechamos la hora libre para hablar, fuimos al patio trasero de la escuela y empezamos.
-¿y? ¿De qué quieres hablar?- me dijo el en una actitud así como indiferente
-de nosotros, creo que en los últimos días no… no hemos estado bien, me parecía que él del problema era yo, por no…- pensé un momento en como decirlo y luego continué –por no poder sacar de mi cabeza a Miguel, creo que tu te has dado cuenta de eso y por ello estas así conmigo, por eso estas como… distante, y ahora el problema también es tuyo porque yo quería arreglar las cosas pero veo que tu ya no, buscas cualquier excusa tonta para pelear y creo que así no funcionaran las cosas.
-bien, eso era lo que quería escuchar, que aun no olvidas a ese pendejo, y creo que tienes razón Santiago, las cosas no están yendo bien.
-creo que lo mejor será…- dije si terminar la frase, intentando buscar un termino adecuado
-darnos un tiempo- concluyó él
-sí, darnos un tiempo… será por bien de los dos- dije yo
-ya pero, sin rencores- contestó él tendiéndome la mano.
-sin rencores- dije yo nuevamente, tomándole la mano y dándonos un abrazo.
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