Un chico con mucho que contar IX
"yo solo seguí el beso... -Adrian, te amo- le dije con la respiración un poco agitada"
Hola a todos, antes que nada espero no piensen que jugue con eso de que la parte IX sería la última, de veras iba a ser la última, pero debido a algunos comentarios que hicieron aquí y a muchos que me hablaron en el msn y por email decidí aumentar un capitulo más asi que se podría decir que esta es la "semifinal" jeje. Espero no se enojen y ojala disfruten el capitulo. Un fuerte abrazo... Joseph Mery
Este relato va dedicado a un lector, escritor y amigo: Jesrael
Ángel me dejó solo un buen rato en la fiesta y cuando regresó ya estaba yo casi dormido de lo ebrio que me puse.
No recuerdo muy bien lo que paso cuando él volvió pero más o menos va así…
Me ayudó a caminar hasta el auto, me subió a la parte trasera y me recostó, yo me jale de su cuello e hice que cayera sobre mí, en eso recuerdo haber sentido su respiración sobre mi y dijo…
-Santiago… cuanto me gustas… cuanto te quiero- luego me besó
Recuerdo que yo solo seguí el beso y en ese momento…
-Adrian te amo- le dije con la respiración un poco agitada
El inmediatamente se separó de mí y vagamente recuerdo que se quedó mirándome como enojado, con coraje, luego se limpió los labios, cerró la puerta y se dirigió a la parte del chofer para poner en marcha el auto.
Sé que no fue lo mejor decirle el nombre de otro pero fue algo que no pude evitar, simplemente me vino a la mente Adrian y no pude evitar decir su nombre.
Después de un rato que estuvimos dando vueltas por la ciudad se detuvo en una calle algo solitaria en cuanto a tránsito vehicular, se giro hacia el asiento trasero para mirarme
-¿ya se te pasó algo lo borracho? Hemos dado vueltas por todos lados como por dos horas- dijo algo serio
Yo me quedé perplejo al escucharlo decir que teníamos dos horas dando vueltas, pues no sentí que pasara el tiempo y menos tan rápido.
-si… creo que… se me ha pasado un poco la borrachera- dije al momento que me tocaba la cabeza y entrecerraba los ojos ya que me sentía un poco mareado
-¿andas de novio con Adrian?- me preguntó de golpe dejándome más… “sacado de onda” de lo que estaba, en ese momento me senté de golpe pues aun estaba acostado
-per… ¿perdón?- dije yo titubeante
-nunca debes responder a una pregunta con otra pregunta- dijo secamente y girando la vista hacia la calle -solo respóndeme si andas con él o no- volvió a decir fríamente
-oye, no creo que eso importe… ¿qué, si soy gay me trataras de nuevo como al principio?
-¿Cómo dices eso?- dijo volviendo a mirarme
-nunca contestes una pregunta con otra pregunta- dije yo rápidamente
-claro que no te trataría mal nunca… ¿te acuerdas del beso?-preguntó nuevamente
En ese momento llego a mí mente las imágenes del beso que me había dado momentos antes al entrar al auto, también recordé las palabras que me dijo y… recordé que le dije Adrian… mierda!!! ¿Por qué lo hice? quizá por él amor que le tenía y su recuerdo que aun estaba ahí en mi mente… bueno, no importa ya… lo que importa es que le dije Adrian!!!! Que estúpido fui.
-Ángel… yo… sí, recuerdo.
-¿y? ¿Qué piensas?- me preguntó con una mirada que denotaba timidez, estaba como apenado… es curioso pero era la primera vez que lo veía así, me dio como… ¿ternura?
-pues no sé pensar… mira- le dije colocándome mejor para verlo más directo y luego continué hablando (aunque me costaba un poco articular las palabras por mi estado de ebriedad) –te contaré todo… yo anduve con Adrian, empezamos hace muy poco tiempo y terminamos hace un par de días, lo amaba, lo amo!! Y pues entiéndeme que para mí es difícil el olvidarlo de un día a otro… tu eres un chicho muy guapo, y pues aunque sinceramente al principio das la impresión de ser… pues arrogante y creído, pues ya tratándote eres muy buena onda- concluí dándole una sonrisa que el correspondió un poco tímido y forzado
-Santiago yo… te quiero, desde hace un tiempo en la escuela no sé ni en qué momento llamaste mi atención y pues tampoco sé cuando me enamoré de ti, no sé en qué momento… siento mucho por ti que hayas terminado con Adrian, pero me alegro porque eso quiere decir que tengo alguna posibilidad contigo, no te voy a estar atosigando para que me aceptes, eso se dará solo, si se tiene que dar, pero voy a tratar de que me quieras- terminando de hablar estiró su cuello y me dio un beso, al cual yo tímidamente respondí
En ese momento comencé a sentir que el alcohol empezaba a hacer más efectos en mí, separé nuestros labios y rápidamente abrí la puerta para vomitar. Cuando me recupere y entré del todo al auto Ángel solo reía divertido.
-ahora iremos a mi casa- dijo mirándome aun con esa sonrisa de diversión
-¿qué?- pregunté yo –no te burles, me siento mal.
-¿para qué tomas tanto?... bueno ya vámonos.
-oye no!! ¿Cómo crees que a tu casa? Llévame a la mía- dije yo aun arrastrando un poco las palabras
-jajajaja- rió él –en tu estado necesitaras a alguien que esté pendiente de ti, y tus papás creo que te… regañaran.
-mis papás ni están, salieron de la ciudad- dije tocándome nuevamente la cabeza que comenzaba a dolerme un poco
-bueno si no quieres ir a mi casa vamos a la tuya, pero yo me quedaré a cuidarte.
-pues prefiero en la mía… qué pena con tú papá.
-bueno pues… vámonos.
Cuando llegamos a la casa entramos y cuando pasamos a la sala yo perdí por un momento el equilibrio al grado de casi caer, el me tomo con sus brazos y me alzo!!! Subió las escaleras conmigo en brazos y entramos a mi habitación.
Ya adentro me recostó en la cama, yo le dije que se recostara en un sofá que tengo en mi cuarto, él solo se negó con la cabeza, luego arrimo una silla al lado de la cama y se sentó.
-aquí me quedaré hasta que te duermas- dijo sonriéndome, yo intente sonreírle pero el sueño que ya empezaba a dominarme severamente me venció, en ese momento me quedé profundamente dormido.
Al otro día me despertó la luz del sol que entró por la ventana y pegó de lleno en mi cara, ya que la cortina de la ventana no estaba cerrada. Comencé a abrir los ojos lentamente y sentí algo sobre mi espalda y algo debajo de mi mejilla, abrí los ojos completamente y me di cuenta que estaba recostado sobre el pecho de Ángel, y que éste me tenía abrazado.
Comencé a moverme tratando de no despertarlo y lo logré, finalmente me levante de la cama y salí a la cocina con un terrible dolor de cabeza, antes de salir del cuarto tome unos lentes oscuros ya que la luz de veras me molestaba mucho.
Ya estando en la cocina comencé a sacar jamón, queso, pan y demás cosas para prepara unos sándwiches para desayunar, hice 3 y luego saque un envase con jugo de naranja y lo distribuí en dos vasos, luego preparé 2 cafés (uno bien cargado), coloqué todo en una charola y me dispuse a subir a la habitación donde seguramente aun dormía Ángel.
Llegué y con dificultad abrí la puerta luego la cerré con el pie y deje el desayuno sobre una pequeña mesa, me senté en la orilla de la cama y comencé a mover lentamente a Ángel.
-Ángel… Ángel despierta- decía una y otra vez en voz baja
Después de algunos intentos en vano despertó abriendo los ojos lentamente, luego bostezó y se estiro para después con sus manos empuñadas tallarse los ojos.
-hola bu… buenos días- dijo aun un poco adormecido
-buenos días- respondí yo –mira te he hecho de desayunar- dije al momento en que con una sonrisa señalaba hacía la mesa donde había puesto las cosas
-oye muchas gracias… se ve delicioso-dijo sonriente al momento en que se levantaba hacia la mesa
-pues claro que esta delicioso no te digo que yo lo hice jajaja- le dije riendo
-tonto jajaja- respondió él de la misma manera, luego se me quedó viendo raro a la cara -¿y esos lentes?- preguntó finalmente
-ah lo que pasa es que la luz me molestaba mucho y me los puse para que no pasara más.
-te ves muuuuy bien con lentes- dijo mirándome con un toque de lujuria
-jajaja ya tonto vamos a desayunar.
Desayunamos mientras hablábamos tranquilamente de todo, nos contamos todo de nuestras vidas y demás cosas. En ese momento supe que Ángel sería para mí un gran amigo, a pesar de la primera impresión que me causo, ahora comprobaba que era una muy buena persona, o al menos lo sabía aparentar, me dio mucha confianza.
Más o menos como a las 1:00pm salió de mi casa, yo me pasé todo el resto del día ahí metido en mi habitación, por la tarde recibí la llamada de mi mamá preguntándome como estaba y me avisó que tardarían un día más en llegar, que lo harían mañana por la noche.
Al día siguiente, el domingo, por la mañana sonó el timbre y fui a ver y ahí estaba parado Ismael, le ofrecí pasar y aceptó.
-Santiago ¿cómo sigues?- dijo ya estando adentro
-bien gracias por preocuparte.
-el viernes pude ver que estas mucho mejor… más… animado.
-¿por qué?- pregunté yo un poco extrañado
-te vi en la fiesta, estabas con un chavo alto.
-ah… si… es… un amigo- respondí un poco nervioso –pero dime como fue que estabas en esa fiesta
-pues esa era la fiesta a la que te había invitado, ¿recuerdas que te había dicho que un amigo de mi primo haría una fiesta? Pues esa era, creo que ese amigo se llama…. Joaquín.
-ah ya, lo conozco… pues yo no te vi- dije alzando un poco las cejas
-pues yo sí a ti, hasta vi cuando tu amigo el alto te sacaba casi cargando- dijo Ismael y yo me ruboricé
-lo que pasa es que se me paso un poco la mano con el alcohol.
-¿un poco!!? Jajaja un mucho!!! Jajajajajaja.
-ay ya no te burles de mí por favor- dije mostrando timidez y vergüenza
Me pase hablando horas con Ismael, nos reíamos y todo, unas 3 horas después de que llegó, cambó el tono de relajo en que habíamos estado hablando por uno de seriedad.
-Santi… quiero hablarte de algo importante.
-dime- respondí yo imitando su tono
-tú sabes que me gustas… y mucho!!! Y sé que apenas hace 4 días terminaste con Adrian, pero creo que para que lo olvides deberías de empezar a salir con alguien… para que comiences a recuperarte…- hubo un silenció y luego siguió -… Santi ¿quieres ser mi novio?- soltó de golpe dejándome sorprendido.
En ese momento supe que lo que sentía hacía Ismael no era más que cariño, pero no amor, no lo veía ya como hace un año, ahora eso había cambiado.
-Ismael yo… te quiero, pero no como pareja sino como amigo, en este momento te podría decir que acepto, pero no se me hace justo para ninguno de los dos… perdón pero no puedo engañarte- le dije mirándolo con ternura
-no te preocupes Santi- me dijo sonriendo –pero prométeme que seguiremos siendo amigos.
-claro que sí, siempre lo seremos- le contesté y después nos abrazamos
Después de un rato Ismael salió de mi casa.
Al otro día fui normal a la escuela y le conté a Luz y a Camilo todo lo que había ocurrido, Luz no dejaba de decir que se sorprendió con todo lo que estaba pasando, que nunca se imagino que Ángel fuera bisexual (nunca, antes de que Ángel le pidiera a Joaquín averiguar mi dirección con ella, ya que desde ahí comenzó a sospechar).
En varias ocasiones cuando salí de mi salón vía a Ángel a lo lejos y él me veía a mí dedicándome un saludo levantando la mano.
A la salida me dijo que me fuera con él, para que recogiera al perrito (del cual yo ya había hablado con Camilo y él se lo quedaría) yo acepté y me guió hasta su coche. Cuando llegamos abrió la puerta del copiloto para que yo me subiera y así lo hice, al entrar me di cuenta que en la parte trasera estaba sentado Joaquín y una chica llamada Lizet que a veces andaba con ellos. Entré y saludé (Lizet se me quedó viendo con muy mala cara, de hecho Joaquín también pero por lo menos él intento disimular, en cambio Lizet para nada lo hizo)
Ángel entró después al auto y antes de encenderlo nos habló a todos.
-creo ya se conocen por lo menos de vista…- luego me miro a los ojos y siguió –mira Santi ellos son Joaquín y Lizet- dijo señalándolos con la palma de la mano –son mis mejores amigos, y lo únicos que saben que soy bi- dijo esto sonriéndoles a ellos, luego continuó pero ahora con ellos –Liz, Joaco, él es Santiago, mi novio.
Los tres abrimos los ojos por la impresión, yo sobretodo, ya que según yo solo éramos amigos.