Un chico con mucho que contar IV

"me llevó por un camino que nunca había yo transitado, Comenzamos a tomar carretera y a alejarnos de la ciudad…"

-SANTIAGO!!!- gritó Adrián detrás de nosotros

Yo rápidamente aparté a Ismael y me gire para mirar a Adrián y correr hacia él quien me abrazó para después dirigirse a Ismael

-¿qué mierda es lo que quieres con MI NOVIO?- pregunto levantando el tono de voz

-más bien pregúntate tú que es lo que quiere él conmigo, si no ¿porqué estaba besándome?- respondió Ismael acercándose a nosotros

-yo contigo no quiero nada, lo único que quiero de ti es que te largues y me dejes en paz, y nunca quise besarte y lo sabes- respondí yo gritándole a Ismael, quien no hizo caso de mi comentario y siguió hablándole, o más bien gritándole a Adrián

-date cuenta de que Santiago aunque sea TU novio como dices, me ama a mí.

-no intentes mentir yo vi desde que tu lo quisiste besar y él no quería  y a demás ¿él te ha dicho que te ama?- preguntó Adrián

-no, pero yo lo sé.

-ahora resulta que eres adivino para saber lo que siento- dije yo en tono irónico -Por qué no terminas de entender que yo no te quiero, que a quién amo es a Adrián.

-ya lo escuchaste, ahora lárgate y deja a Santiago en paz- continuó diciendo Adrián

-bueno bueno, me voy pero eso no significa que no vaya a luchar por ti Santiago- dijo Ismael para después irse

Ahí quedamos Adrián y yo abrazados, solos en medio del parque y luego me preguntó que si me sentía bien, yo le respondí que si que ya estaba más tranquilo, aunque no era así, yo seguía preocupado porque aunque rechacé a Ismael cuando intentó besarme, por un momento me cruzó por la mente la idea de aceptar su beso y eso me preocupaba de sobremanera, no sabía qué diablos me pasaba, yo quería, amaba a Adrián y eso lo tenía muy claro, pero en el momento en que Ismael volvió, desde el instante en que lo vi ahí sentado en la heladería comencé a sentir algo extraño hacia él, a pesar de que yo creí que ya todo lo que sentía por él se había acabado.

Ahí estaba yo pensando en todo eso mientras Adrián me abrazaba, luego me dijo que aún quería que fuéramos a la fiesta, yo le dije que sí, pensando que algo de distracción no me vendría mal. Caminamos hacia el auto y nos fuimos a la fiesta.

Adrián me llevó por un camino que nunca había yo transitado, le pregunté que donde iba a ser la fiesta y el solo me contestó que ya vería y sonrío como un niño pequeño cuando trama algo, luego tomo su celular y llamó a alguien (a mí no me gusta que hablen mientras conducen, no sé porque pero me pone nervioso, así que lo “regañe” pero no hizo caso) y cuando le contestaron solo dijo “ya voy para allá” y colgó. Le pregunté a quién había llamado y me dijo que a un amigo para decirle que íbamos en camino.

Comenzamos a tomar carretera y a alejarnos de la ciudad…

-ya dime a donde vamos, o que ¿la fiesta va a ser a medio bosque?- le pregunté yo fingiendo molestia

-Santi, no seas impaciente, a demás ya casi llegamos y sabrás a donde te llevo- terminando de decir eso volvió a reír

Después de 5 minutos nos desviamos de la carretera por un camino de terracería que nos condujo hacía una hermosa cabaña en medio del arbolado y oscuro bosque.

-¿y esto? ¿Quién vive aquí?- pregunte yo asombrado por la situación –todo se ve muy tranquilo aquí no parece que haya una fiesta.

-Santiago… a ver permíteme- dijo para después bajarse del carro e ir a abrirme la puerta (como todo un caballero jeje), ya cuando estuvimos afuera siguió hablándome –esto… obviamente ya te diste cuenta que aquí no hay ninguna fiesta- yo asentí ante su comentario, después el prosiguió –bueno pues esta cabaña es de mis papás, les dije que invitaría a unos amigos y me dijeron que si- me dijo riendo tímidamente.

-ya, ¿o sea que la “fiesta” será solo entre tú y yo?- le pregunte mirándolo de lado

-pues sí, quise que pasáramos una bonita noche hoy… ven, vamos a adentro- me pasó una mano por los hombros y me condujo hasta la entrada de la cabaña.

-espera, antes de entrar cierra los ojos Santi.

  • Adrián no me gustan las sorpresas, lo sabes, me matan de los nervios- dije yo girándome para verlo de frente

-esta te va a encantar… bueno eso creo- dijo el dándome un corto beso después del cual yo cerré los ojos.

Escuché cuando Adrián abrió la puerta y me sentí como tomaba mi mano para hacerme pasar. Ya cuando sentí que estábamos adentro le pregunté que si podía ya abrir los ojos y me dijo que aún no, después de eso se escuchó que cerró la puerta.

-vamos a ver mi amor- dijo son un leve tono lascivo y colocándose detrás de mí para tomarme de la cintura y morderme las orejas, luego sentí como me arrimaba su paquete el cual se podía adivinar que estaba creciendo.

  • Adrián, te amo- dije yo aún con los ojos cerrados, más por el placer que por otra cosa.

Luego se separó de mí y me dijo que aún no abrirá los ojos, me tomó nuevamente la mano y me hizo girar y colocándose detrás de mí me dijo

-ahora si amor, ya puedes abrir los ojos.

Comencé a abrirlos lentamente y cuando los abrí por completo me quede sin habla. Estaban todos los focos apagados, ante mi estaban unas escaleras y estas en cada escalón tenían dos velas blancas, (una de casa lado) y todos los escalones estaban tapizados de pétalos de rosas. Juro que no podía creerlo, eso se me hizo de lo más romántico del mundo, y aunque no soy romántico en exceso, pues si me gustan ese tipo de detalles de vez en cuando.

Me volteé para ver a Adrián y el solo me observaba con una mirada llena de amor y de ilusión

-muchas gracias Adrián, eres lo mejor que me ha pasado en la vida, te amo- cuando terminé de decir eso lo bese y el correspondió a mi beso, un beso tierno, no salvaje, un beso… único.

-Santi sube, sigue los pétalos- me dijo nuevamente poniéndose detrás de mí y tomándome los hombros con sus manos para guiarme.

Fui recorriendo el camino de pétalos, que llegaba hasta una puerta de madera y ahí me detuve

-¿qué pasa? Entra- me dijo Adrián

Lentamente abrí la puerta y wau quedé aún más sorprendido, la habitación estaba llena de velas y sobre la cama (que era el lugar en donde concluía el camino de pétalos) estaba un reloj de plata con diamantes pequeños por dentro en donde se marcan las 12, las 3, las 6 y las 9. Ese reloj lo había visto en una ocasión en que salí con él, Luz y Camilo a un centro comercial, ahí no recuerdo porqué razón solo nos quedamos él y yo solos y vi el reloj y le dije algo así como “algún día lo tendré jajaja”

-Adrián esto es… maravilloso- dije en voz baja y pausando un poco las palabras.

-es algo maravilloso, para alguien maravilloso- dijo eso y casi me derrito (han de estar pensando que qué cursi pero eso me encantó)

Lo mire a los ojos y lo bese, caminamos hasta la cama y nos sentamos.

-mira- me dijo tomando el reloj –era el que querías, el que te gusto ¿no?

-si… pero, no era necesario, debió costar mucho, a m solo con tenerte a ti a mi lado me sobra y me basta.

Me besó y luego comenzó a acariciarme la espalda, entre susurros me dijo

-te amo, se que nuestra primera vez no fue lo más especial posible pero esto será inolvidable te lo prometo.

En ese momento me asalto una duda y no pude contenerme de preguntar

-¿a quién le hablaste cuando veníamos?

-a Marcos, el cuidador, le dije que iba a traer a alguien y que cuando le hablara empezara a encender la velas y luego se fuera, que tenía la noche libre… y el día mañana también.

-así que todo lo tenías muy bien planeado… te amo y quiero que sea esta noche la mejor para los dos- nuevamente lo bese y comencé a desabotonarle la camisa el hizo lo mismo conmigo.

Empezó a acariciar mis brazos con sus manos y luego me besó de nuevo, yo me fui recostando en la cama y luego que lo hice se levanto y se quitó su pantalón y sus bóxers.

Quedó completamente desnudo ante mí, mostrándome una vez más su hermoso y marcado cuerpo, así como su pene de 20cm completamente erecto. De nuevo se posó sobre mí y seguimos besándonos en un beso rico, húmedo, con nuestras lenguas tocándose lenta y rítmicamente, luego él dejó mi boca e inclinó un poco su cabeza para besarme el cuello, yo le besaba los hombros y la cabeza, mientras con mis manos acariciaba su ancha y fornida espalda.

Dejó de atender mi cuello para mirarme a los ojos mientras bajaba por mi torso hasta llegar a mi pantalón el cual bajo con todo y bóxers de un solo tirón. Volvió a subir para comenzar a besarme, lamerme y mordisquearme los pezones, mientras con una de sus manos me hacía una paja increíble, yo no pude con tanto placer y comencé a gemir. Al lado de la cama, un poco alejado se encontraba un espejo grande en el cual nos podíamos ver, desvié mi mirada y la imagen fue súper, ahí los dos en la cama uno sobre del otro, completamente desnudos, rodeados por velas y con pétalos de rosas regados por el piso alrededor.

Adrián continuó por un momento más con el masaje a mis pezones y la paja a mi polla, luego me corrí manchando su abdomen y el mío, así como su mano.

Luego de mi corrida comenzó a posicionarse mejor para poder penetrarme, cuando lo hizo estiró su mano por debajo de la cama y sacó un lubricante el cual regó por sus dedos y luego los introdujo uno por uno en mí de la misma forma lenta que la primera vez, después se coloco lubricante en su polla y comenzó a introducirla en mi, cuando comenzó el mete-saca yo me aferré a su espalda y trataba de ayudar con el movimiento de mis caderas.

Todo el momento que duró la penetración fue lenta, no salvaje. Después el se corrió dentro de mí y luego nos acostamos uno al lado del otro, luego desvié la mirada un segundo hacia una mesa en la que habíamos dejado el reloj y… MIERDA!!! Me dijeron que regresara a más tardar 10:30pm y ya serian seguro más de las 11:00pm, se lo dije a Adrián y él muy tranquilo se estiró para agarrar el teléfono, empezó a marcar y puso el altavoz y se coloco el dedo índice en los labios indicándome que guardara silencio

- diga - se escuchó la voz de mi padre

-señor Rivas soy Adrián.

- ah Adrián ¿qué pasó? quedamos en que Santiago estaría aquí a más tardar a las diez y media y de eso hace casi ya una hora. - dijo mi papá un poco enojado

-lo sé para eso le hablaba, lo que pasa es que le quería decir que Santi se va a quedar en mi casa de nuevo, mire en la fiesta comenzó a tomar y pues yo no me di cuenta hasta que se quedó casi dormido- dijo Adrián aguantándose la risa mientras yo le golpeaba el brazo y le hacía pucheros

- no puede ser posible, mira no hace falta que se quede en tú casa, yo pasaré a recogerlo en un rato.

Ante eso nos quedamos viendo sorprendidos, casi asustados

-no no, no hace falta- dijo Adrián rápidamente –mire ya esta muuuuuy dormido y creo que será mejor que ya se quede a dormir aquí, le prometo que en cuanto se despierte yo lo llevo a su casa.

- está bien Adrián, creo que tienes razón. Bueno que pases buena noche y, te encargo mucho a Santiago.

-Claro que sí señor no se preocupe, bueno hasta mañana entonces- terminó de decir Adrián y colgó

-oye ¿qué te pasa, por qué dijiste que me puse todo ebrio?- le pregunte inmediatamente después que colgó

-no te enojes, fue lo primero que se me ocurrió, y pues creo que de algo sirvió ¿no?

-bueno eso sí- dije yo y ambos empezamos a reír, nos levantamos y nos fuimos a bañar los dos juntos, ahí bañándonos aprovechamos para tocarnos, besarnos y pajearnos mutuamente.

Nos dormimos hasta cerca de las 2 de la madrugada. Cuando me desperté Adrián aún estaba dormido, me levanté con cuidado para no despertarlo, tome mi pantalón para ver mi celular y tenía ¡¡¡15 llamada perdidas!!!  Como lo estaba en modo silencio no escuche cuando llamaron. 4 eran de mi casa segura mi papá o mi mamá, 2 eran de Luz, 1 de Camilo y 8 de… Ismael… "¿cuándo se cansará de fastidiarme?" Pensé.

Nuevamente aquí una entrega más de esta historia, gracias a todos los que han leído y a los que han comentado tanto aquí como por email, los anímo a que lo sigan haciendo, que no hay nada más gratificante que leer sus opiniones. Un abrazo fuerte a todos.... Joseph Mery