Un camino
El deseo la llevo por un camino de sexo ,el cual difiere solo un poco de lo querido.
Inés es una mujer de unos veinticuatro años, su cara denota varias trasnochadas, un dejo de tristeza en su rostro, me ha dejado perpleja, ¿quizás sea depresiva? , en la reunión era la menor, la trajo Clara en esa su costumbre de hacerle terapia de grupo a los personajes que conoce, su figura de 1,70 senos bien trabajados, una cintura espectacular, su pelo largo esconde parcialmente un rostro bello, que al acomodarlo marca sus rasgos y ese rictus tan particular.
Contó Laura sus anécdotas y produjo el efecto deseado de que hablara la invitada, en verdad es interesante.
A los catorce años hacía varios meses que su menstruación se le hizo presente, los cambios hormonales las conversaciones el colegio sobre el sexo, sus senos que crecían todos los días, la incitaban como a otras amigas , una de ellas contó como hizo el sexo con su primo, glorificando sus actos, el goce, pese a un poco de sangre que le había salido, la cual cubrió con las mismas toallitas y todo paso , sus fantasías se potenciaron por esto y las revistas de sus hermanos, que la elevaban todos los días a sentir la necesidad de sexo, el momento llego con un amigo de la familia de veinte años, compañero de su hermano mayor, vecino de su casa.
Esa tarde cuando la llevaba al centro sintió su mano sobre la pierna al invitarla a estar solos, comprendió que era su oportunidad, lo miro asintiendo, en un santiamén estuvieron en una casa desconocida para ella, su fragilidad manifiesta ante ese cuerpo, era compensada con una relajación natural, sobre una especie de cama de internación, la sentó bajando sus bragas subiendo su pollerita , abrió las piernas , en sus ojos entreabiertos vio como se tomaba ese falo instrumento de desvirgue y acepto con sus labios virginales un entre suave, el cual no gozo mucho ese día, pero si a la semana siguiente.
Hasta ese momento era una primera vez más, pasado unos meses, ella misma fue aceptando distintos juegos, posturas, al año donde ya era su amante declarada, encontró la experiencia y su cuerpo gozaba en cada encuentro.
Una tarde cambiaron de casa , en las afueras de la ciudad , al estacionar no presintió el cambio que su vida tendría, una sala grande con colchonetas, puf , almohadas, todas de color crema, cuadros de sexo con fotos obscenas y actos sexuales de distintas posiciones colgaban de tres paredes, en la otra un gran espejo con una barra de danzas cerraba el decorado.
Ya desnudos , se puso de vientre a un tipo de cilindro de cuero, el introdujo su falo recibido con las ganas que hacían burbujear su sangre, presintió la presencia de otra persona al levantar la cabeza, un chico joven de unos dieciocho años se masturbaba haciendo de su pene una barra de carne, se la fue acercando, abrió su boca, como con su amante y acompasaron el juego, el chorro de semen golpeo su garganta, al mismo tiempo de acabar haciendo que relamiera la leche que quedaba en su boca, sobre un colchón cuadrado pusieron su cuerpo, esta vez apareció un hombre negro no pudo dejar de mirar , igual sintió cuando la apoyo sobre su pubis bajando hasta sus surcos, abrió bien sus piernas poco a poco le penetro hasta que ella misma se apoyaba en sus firmes cachas los tobillos para no dejar nada afuera.
Otra chica un poco mayor le acariciaba y besaba sus senos, busco a su amante, interrogándolo poniendo juntos sus dedos, el sonrío .
Al terminar el negro, las pusieron que tomaran la barra con las piernas abiertas, su amante tomo a su compañera y el primer joven a ella, ahora los dedos sobre su culo le indicaban el camino a seguir, sintió la punta y sus intestinos casi al instante parecieron estallar, el dolor paso al goce, a su lado entre las dos el negro con su matraca, instintivamente ambas la tomaron mientras enculadas recibían un poco más, miraba el espejo su cara de dolor y goce , comprendía que era una orgía que ella se sentía bien en esos juegos, que era una puta y le gustaba, cuando una luz detrás del mismo (un encendedor o un fósforo) le hizo entender que el espectáculo eran ellos.
El negro sostuvo sus hombros hasta que termino de recibir una cuota más ," los artistas " vieron y ella era una más , el video, recién comprendió que la transformaron en artista porno, no había sido lo que quería pero el destino de este camino estaba dado.