Un cambio de vida, sigue la historia (5)
Estaba enojada y alguien iba a pagar.
Un cambio de vida, sigue la historia V
Después de lo que paso tuvimos un fin de semana tranquilo con mi marido. La semana de trabajo empezó normal, y volví a apasionarme, como siempre, con mi trabajo, me moría de ganas de estar con Jorge sentía que algo hermoso estaba por empezar. El centro médico lo había mandado a un curso de capacitación, así que estaría ausente un par de semanas. El miércoles lo llame a Fernández y le pedí disculpas por no ir, le explique que tenía mucho trabajo. Me dijo que me quedara tranquila que ya se le iba a ocurrir, algo. Corte y el corazón me latía con fuerza. La semana trascurrió tranquila, el fin de semana lo pasamos con mi marido en casa.
El sábado a la noche hicimos el amor como siempre con mi marido encima mío. Y como siempre con un preservativo puesto. Le lleve su cabeza al costado de la mía y empecé a hablarle: Todavía tengo la imagen del otro día de cómo le chupaste la pija a Jorge, se me ocurrió que a partir del lunes, te empieces a acostumbrar a usar las tanguitas que yo me saco, quiero que estés todo el día con mi ropa puesta, seguro vas a tener olor a hembrita y vas a atraer algún machito, eh cerdita?, le decía mientras sentía como le latía la pija y lo dedeaba con fuerza en el culo. Quedate quieto no acabes enseguida, sino me quedo caliente y no se a quien llamar ahora. Cuando sentí que estaba un poco más tranquilo seguí. El lunes vuelve Jorge del viaje lo voy a invitar para el sábado me gustaría que lo recibas bien linda, eh cerdita, elegimos juntas la tanga?. Sentí que me clavaba profundo y los dos tuvimos un orgasmo mientras nos besábamos profundamente.
El domingo cuando nos acostamos me saque la tanga y se la deje en la mesita de luz, ahí tenes la ropa interior de mañana, despertame con el desayuno en la cama con la tanguita puesta, estoy muy cansada, me voy a dormir. A la mañana mi marido entro al cuarto con la bandeja del desayuno tenía puesta la tanga que le di, le hice apoyar la bandeja en la mesa de luz y desfilar para mi. Me calentaba verlo así, estás muy linda cerdita, le dije. Espero que pienses en mi en el trabajo. Con Jorge nos cruzamos un ratito solamente en la clínica, lo invite a cenar el sábado y me dijo que estaría encantado.
El miércoles me desperté con la sensación de que no quería más juegos de chicos quería ir a ver a mi macho, lo sentía así, al menos esa mañana, me vestí muy provocativa y salí al trabajo. En el desayuno le dije a mi marido que lo había invitado a Jorge a cenar el sábado y que me había vestido tan linda porque quería ir a verlo a Fernández, después te cuento le dije. Bajate el pantalón y mostrame, de nuevo la tanguita de hoy. Estás hermosa le dije, cerdita. La mañana se me hacía larguísima, salí al mediodía a almorzar, donde suelo hacerlo, camine un poco viendo vidrieras. Cerca de las dos de la tarde estaba en la oficina de Fernández, me anuncie a la secretaria, quien me dio un sobre y me dijo que el Sr. Fernández se disculpaba pero no podía atenderme. Me fui a un bar y abrí el sobre que contenía una carta:
Sra. Franca: Realmente me he equivocado con esto de pretender ponerle un horario a su deseo, esta pavada mía de que tiene que venir los miércoles, por lo cual me disculpo y la libero de tal obligación. Si hoy recibe este sobre, quiere decir que está Ud. otra vez bien caliente con lo nuestro, por lo cual, prefiero que junte Ud. su calentura, hasta el sábado, día en el que voy a ir a cenar a su domicilio, alrededor de las veintidós horas, yo me encargo de la cena. Trate de no masturbarse ni tener relaciones hasta el sábado. Fernández. Me quede todo el día inquieta y sin saber que hacer. Casi no hable con mi marido, le pedí disculpas y me fui a dormir.
A la mañana siguiente me desperté caliente y furiosa, quería tenerlo a Fernández, me había dejado pagando. Fui a la cocina a desayunar mi marido paseaba con la tanguita especial que me había puesto el día anterior para Fernández, estaba en la cocina calentando el café. Vení para acá, le dije, se dio vuelta y me miro, me vio a la cara y vino hacia mi. Me alejé de la mesa y lo hice acomodar en mi regazo, empecé a cachetearlo con fuerza, estaba furiosa y alguien iba a pagar y quien mejor que él, sentía el latido de su pija y me ponía más furiosa porque deseaba tenerla clavada y no podía.
Agarre el salero de arriba de la mesa y corriéndole la tanguita se lo clave en el culo, dejándoselo ahí mientras seguía cacheteándolo, sentí que se corría y le pegue más fuerte aún. Ni se te ocurra sacarte la tanguita, vas a ir sucia a trabajar, cerdita. En el trabajo me cruce con Jorge, que en un momento de menos trabajo me dijo que me esperaba en su oficina, fui hacia ahí, y al entrar estaba detrás de la puerta, la cerro y me tomo de la cintura girándome y besándonos profundamente, nos metíamos la lengua como desesperados, no veo el momento de que sea sábado me dijo.
Mira quería hablarte de eso, mi marido tiene una reunión importante en el trabajo por un problema que tienen en casa central y no puede dejar de ir y no me gustaría que tengamos que ocuparnos de la nena, quiero que estemos tranquilos. Que bronca, dijo, y me empujó de los hombros para ponerme de rodillas. Le baje el pantalón del ambo y apareció la cabeza que más me gusta. Me la lleve a la boca saboreándola, como te extrañe, le dije. Y me empeñe en una chupada deliciosa. Me agarró para levantarme, pero le explique que deseaba sentir su sabor, que por favor me dejara seguir. Se la chupé cada vez con más ahínco hasta que lo sentí explotar en mi boca. Salían chorros de leche en mi boca que trate de tragar lo más que pude. Me quede de rodillas ante él restregando mi cara por su pija que empezaba a bajarse lentamente.
Te amo, le dije y me sentí rara. Estaba cada vez más caliente y recién era jueves, faltaban dos días para el sábado. En la cena en casa, le explique a mi marido que sería Fernández quien viniera a cenar a casa. Se quedo callado, que te pasa, le pregunte?. Nada que realmente me parece un tipo de los más jodidos y a la vez no puedo evitar que me provoque muchísima calentura cuando te veo bajo su poder. Con la calentura que estoy juntando me vas a ver mas que bajo su poder, voy a ser su sierva, el sábado. En realidad ni siquiera me recibió el miércoles, solo me dejó una nota diciéndome que venía el sábado, por otra parte trata de no masturbare hasta el sábado así vos también estas bien caliente. ¿No podrá tenerla tu hermana a Nerea?, no quisiera que ella este en casa el Sábado.
Comentarios a sebirra2003@yahoo.com.ar
PD: Me encanta publicar mis relatos con el mail de mi esposo, porque el recibe en su oficina montones de mail que me dedican y algunos muy subidos de tono. a veces los abrimos juntos. "No mando fotos a nadie." No insistan por favor, que trabaje vuestra imaginación.
Si alguno me quiere escribir sin que lo lea el cornudo mi dirección es: lareinadellugar@yahoo.com.ar