Un cambio de vida, sigue la historia (19)

Sigue la fiesta con Fernandez y me invaden millones de dudas.

Un cambio de vida, sigue la historia 19

Quede como estaba sobre el sillón, mi marido le trajo un vaso de champaña a Fernández que le dijo, su copa ya esta rebozante, mi marido se arrodillo detrás de mi y empezó a chupar mi culo tratando de sacar toda la leche que podía, estuvo sólo un ratito. Fernández se puso de pie y me dijo que era hora de pasar a la habitación y le indicó a mi marido que no lo íbamos a necesitar que podía dormir cómodamente en el sofá.

Me sentía orgullosa, lo había hecho calentar a full, seguía caliente y eso me hacía sentir más caliente a mi también. Entramos a la habitación, me desnude y me tire abierta de piernas sobre la cama, Fernández cerró la puerta y vino hacia la cama. Se acomodó entre mis piernas y me la clavo hasta el fondo. Sigue caliente el abuelito, ¿eh?, le dije. Me apretó fuerte del cuello y me empezó a hablar al oído, cállese la boca perra, porque la voy a ahorcar, ¿que haría si decido ahorcarla? Moriría acabando como la perra que soy, le dije cuando aflojó su mano. No le hará mal al corazón coger más de una vez?, me volvió a apretar el cuello y me cogió más violentamente aún, sentía su pija que estaba redura. ¿Cuando me va a dar un hijo, perra?. Y que sería, le conteste, el padre o el abuelito. Me siguió cogiendo duro, sentía que estaba totalmente sacado, a veces me daba miedo porque me apretaba el cuello con demasiada fuerza, pero estaba tan caliente que nada me importaba. En un momento aflojó y se quedo quieto sobre mí con la pija bien dura y metida bien a fondo.

Me volvió a hablar a mi oído, ¿Cuando va a venir a mi oficina?. Para que, necesita alguien que lo ayude a dejarme satisfecha, ya lo tengo a mi marido para eso. Me volvió a agarrar del cuello apretando con fuerza y me serruchaba bien duro, ¿Quiere que la llene, perra?, Si!!...por favor..., me encanta la leche. Me apretó fuerte del cuello y me dio duro hasta que sentí que se contraía y su pija empezaba a escupir su leche dentro de mi. Se fue calmando y fue perdiendo su erección lentamente. Se corrió a un costado y descanso un rato en la cama. Ahora me voy me dijo, ya se lo mando a su marido, y se levantó saliendo de la habitación.

Escuche la puerta de calle y mi marido vino hacia la habitación. Vení que me dejo llenita le dije, que suerte tenes. Se acomodo entre mis piernas y empezó a chupar con delicadeza, no lo hacía como siempre, estaba más calmado.

Que rica cogida me pego, hacía mucho que no gozaba tanto, le dije, empezó a chupar un poco mas profundo. Como puede ser que te guste tanto chuparme la concha después de que me cogieron, a veces me cuesta mucho entenderlo. Por toda respuesta seguía chupando cada vez con más avidez. Me parece que te portaste muy bien este fin de semana, así que te voy a dejar que me cojas sin forrito. ¿te gustaría? Se acomodó sobre mí y me la dejo ir, quedate quieto le dije que quiero que dures, me la dejo clavada en el fondo y sentí como le latía como en las mejores épocas cuando no puede aguantar su calentura. Se quedo quieto y yo no le dije nada. Cuando lo sentí un poco más calmado, le dije vas a acabar cuando yo te diga, no antes. Si llegas a acabar antes no te voy a dejar llegar por quince días, ni pajitas, ni nada. Vas a estar calentito, calentito. ¿Quedó claro?, su pija le seguía latiendo como loca, habían sido demasiados sucesos juntos y demasiada calentura acumulada, estaba segura que no iba a aguantar. Por lo tanto decidí seguir con el juego a full. Lo tome de los pelos con mi mano derecha y con la izquierda le metí el dedo medio en el fondo del culo. Le empecé a hablar bajito en el oído, ¿te gusta cogerme cuando estoy llenita de leche de otro macho?, ¿la sentís más calentita?.

Me parece que sería un buen momento para agrandar la familia, ¿quién te gustaría que fuera el papá de nuestro próximo hijo: ¿Fernández o tu papá?. Sentí como me clavaba a fondo llenándome de cantidades de leche, me empezó a coger duro y no perdía su erección, aunque acabaste sin permiso, me seguís dando duro así que no te mereces ningún castigo.

Me cogió un rato más y le pedí que saliera, me di vuelta y le ofrecí el culo. Me puse en cuatro sobre la cama y sentí que me la clavaba hasta el fondo. Que linda pija tenés, lástima que te guste tanto ser cornudo. me cogió duro por un largo rato y no llegaba, le trate de exprimir la pija con mi culo y no pude seguía duro y aguantando. Se salió de mi y me puso de rodillas al borde de la cama, me la clavo de vuelta, gire mi boca y lo bese profundamente. Que lindo sos cuando estás bien caliente. Te amo, le dije, dame tu lechita por favor. Lo sentí explotar y esta vez en mi culo y a pesar de ser su segundo orgasmo fue bastante abundante, le pedí que se acostara en la cama y apoye mi cabeza sobre su pecho mientras el me acariciaba la cabeza, sin saber muy bien porque empecé a llorar. Me sentía desamparada y perdida, tenía una confusión total en ese momento, millones de pensamientos corrían por mi cabeza. Mi marido me siguió acariciando la cabeza y me dijo: no te olvides que "todo" lo que está pasando es una elección de los dos, no te sientas culpable. Lo mire y nos besamos profundamente, su pija empezaba a reaccionar una vez más.

Hacía un montón que no estábamos tan calientes me acomode sobre él y me la deje ir de a poco, nos besábamos y acariciábamos muy dulcemente, me traía el recuerdo de nuestras primeras relaciones y me sentía igual de inocente que en aquella época, mi marido me besaba con dulzura y me acariciaba la cabeza, estuvimos largo tiempo haciéndolo. En un momento me baje de el y me acosté dándole la espalda. Se acomodo detrás mío y me la dejo entre mis piernas sin penetrarme y los dos nos dormimos abrazados muy profundamente. A la mañana siguiente me desperté primero yo y fui a preparar el desayuno, se lo lleve a la cama y se lo deje en su regazo y me fui a bañar, me sentía en un momento de mucha confusión, realmente no sabía lo que quería.

En ese momento necesitaba solamente ir a trabajar, sentía que mi rutina me ayudaría a acomodarme y a volver a reencontrarme con lo que era. De camino al trabajo pensaba que quizás me gustaría tomarme unas vacaciones sola con Nerea, pensaba en algún lugar como sierra de la ventana, en donde estar tranquila y poder tomar una decisión. Por el momento me esperaba una dura semana de trabajo.

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