Un cambio de vida, sigue la historia (17)

Festejo mi cumpleaños con mi suegro y mi marido y una cogida fantastica, que puta soy.

Un cambio de vida, sigue la historia 17

Festejamos el cumpleaños de Nerea en un pelotero, asistió la familia de mi marido, con mi suegro no pasamos de unas miradas cargadas de deseo y lujuria y por supuesto mi marido atento a todo, lo que hacía que la situación tuviera ese sabor especial.

Una vez que estábamos en casa mi marido me pregunto si había pensado que me gustaría para mi cumpleaños, me acerque a él, estábamos en el cuarto solo en ropa interior, lo besé en la boca, le acaricie la pija sobre el slip. Me gustaría una cena romántica y después que termináramos la noche en un hotel, me encantaría, dijo mi marido. Bueno encargate de llamar a la chica para que venga a cuidar a Nerea y preguntale a tu papá si el sábado puede. Se quedó duro en el lugar, mire su cara vi una mezcla de lujuria, miedo y deseo, me voy a dormir le dije y me acosté en la cama, lo sentí apoyarme desde atrás, no tengo ganas ahora, le dije.

Me dormí, mi marido no podía dormirse de lo excitado que estaba daba vueltas en la cama se levantaba y volvía a acostarse, lo llame a la cama y le pregunté si quería que lo aliviara un poco, me dijo que por favor, se puso de costado y me acomode a su espalda con mi mano derecha empecé a jugar con su pija sin apretársela demasiado, tenía ganas de prolongar el momento lo mas posible así que sólo se la apreté y se la mantuve apretada, empecé a hablarle al oído. ¿queres que te alivie?. Si ..., por favor. Bueno, pero vos que me vas a dar a cambio, no se lo que vos quieras. Bueno que te parece si alguna tarde venís temprano del trabajo y la llevas a Nerea a la plaza. ¿Eso queres?, me dijo. Sólo eso le conteste, le metí el dedo medio de mi mano izquierda en el culo y le dije, claro, así mientras vos estás en la plaza puede venir tu papá y cogerme en nuestra cama, de paso te deja algún regalito, lo sentí explotar mientras gemía fuerte, le pasé mi mano con leche por su culo, lo bese y le dije que descansara.

Mi marido arregló con mi suegro que estaba encantado y agradecido de ser él el elegido, me comentó mi marido que el nos invitaba a cenar a un restaurante en zona norte que tenía unos privados donde nadie nos molestaría, mi marido se encargo de averiguar un hotel en donde permiten la entrada de más de dos personas.

Me puse una pollera de algodón a medio muslo y se notaba que no tenía ropa interior, mi culo era una invitación a la lujuria. Mi suegro nos pasó a buscar con su auto me subí a su lado, mi marido se acomodó atrás. Mi suegro me dio un profundo beso, me dijo te deseo muchas felicidades y espero poder darte mucho placer esta noche. Que tal hijo, ¿cómo estas?, le dijo a mi marido. Empezó a conducir me acomode, le baje el cierre de su pantalón y liberando su pija empecé a saborearla con placer, mi suegro le hablaba a mi marido de acontecimientos cotidianos como si nada pasara y eso me ponía más caliente aún. Mi suegro se acomodó porque llegábamos al restaurante. Nos llevaron a un hermoso privado, mi suegro se acomodó a mi lado en una especie de canapé largo y mi marido se sentó frente nuestro cenamos muy distendidos charlando y besándome con mi suegro, que de a ratos me metía mano. En un momento saco sus dedos bien mojados y le dio a mi marido para que los limpie. Terminamos la cena y fuimos hacia el hotel.

Una vez en la habitación mi suegro me puso enseguida de rodillas y sólo levantándome un poco la pollera me empezo a coger al borde de la cama, le indique a mi marido que se desnudara y se sentara al lado mío, así lo hizo y le agarre su pija, lo mire a los ojos y le dije te amo, mi amor, que lindo cumple. Mi suegro me manoseaba las tetas a full mientras seguía cogiendome duro, le agarre la pija a mi marido mientras le pedí que me besara y lo sentí explotar de inmediato.

Se levantó y fue al baño a limpiarse, mi suegro se salió de mi y juntos nos desnudamos y nos besamos. Nos metimos en el hidro y me acomodé y me la meti solita, mi marido volvió del baño y se quedo al borde mirándonos. Mi suegro me dijo de seguirla en la cama. Así mojados como estábamos nos fuimos hacia la cama, Le pedí a mi marido que se acostara en la cama con la cabeza hacia los pies, me puse sobre el en un 69, mi marido me empezó a comer la concha, mientras mi suegro se acomodaba y me la dejaba ir hasta el fondo, por el momento solo le daba besitos en la punta de la pija a mi marido porque no deseaba que acabara, mi suegro me seguía dando duro y me empezó a agarrar del cuello apretándome con fuerza me faltaba el aire y tuve un profundo orgasmo.

¿Donde queres que te acabe?, dijo mi suegro. En el culo, le dije, ya sabes que tu hijo no puede así que por favor hacemelo bien sino después no me lo hace nadie, ¿no es cierto, Ricardo?, es verdad, mi amor; contesto mi marido. Mi suegro se sentó al borde de la cama y me acomodé sobre él metiendomela de a poco y sintiendo como me iba dilatando cada vez más al entrar, a mi marido le pedí que me cogiera un poco por la concha pero sin acabar, si llegas a acabar no te voy a tocar por un mes, le aseguré. Mi marido me empezó a coger duro mientras mi suegro me la clavaba a fondo, desde atrás me apretaba los pechos con fuerza gire mi cabeza y nos besábamos profundamente, a mi marido ni lo miraba, separe mi boca y le dije, Cesar, por favor llename el culo de tu leche, por favor. Sentí que se movía como podía y en un momento lo sentí explotar mientras me tomaba el cuello y apretaba fuerte, tuve mi orgasmo al mismo tiempo que me llenaba el culo y fue realmente delicioso. Le indique a mi marido que se separara y seguí besándome un rato con Cesar en la posición en que estábamos mientras su pija perdía dureza y empezaba a salirse. Me acomode de rodillas al borde de la cama y le dije a mi marido que ahora le tocaba a él.

Primero jugame un poco en la puerta, así lo hizo, pero a diferencia de lo que esperaba no tuvo su orgasmo, en un momento sentí que me la clavaba hasta el fondo. Me encanto la sensación, me empezó a bombear, me gire y mirándolo con cara de puta le dije ¿sentís la leche de tu papá mientras me coges?, me agarro del pelo y me empezó a dar mas duro aún, por primera vez no podía yo sacarle la leche, se detuvo y me la dejo clavada en el fondo. Si te portaras siempre así quizás no tendría la leche que tengo ahora en el culo, le dije y lo sentí que se contraía y clavándomela tenía un orgasmo muy prolongado. Nos quedamos un rato más en la cama los tres. yo en el medio, mientras me acariciaban y besaban todo el cuerpo dulcemente. En el camino de vuelta, mi marido se sentó en el asiento delantero y yo me acomode a todo lo largo del asiento de atrás quedándome dormida. Bajamos en casa y me fui a bañar y luego me acosté a dormir, tenía treinta y tres años.

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