Un cambio de vida (8)
Es el fin de una etapa y el comienzo de mi decadencia o no.
Un Cambio de vida VII
Nos despedimos del señor Fernandez, al que mi marido pidió el teléfono por indicación mía. Hasta el miercoles nos la pasamos cogiendo cuando podíamos, pero sólo lo haciamos en la posición del misionero y mi marido siempre con forro, pero mis charlas en su oído seguían produciendo un efecto mágico en mi marido. El miércoles le dije que estaba en abstinencia y que no se le ocurriera llegar, que lo quería calentito para el fin de semana.
Lo llame al Sr Fernandez al que invite a almorzar el domingo al mediodía. Cor Ricardito en la facultad hice una escena de arrepentida, en realidad no sabía que me había pasado, la situación me había superado, etc, etc..., pero los invite a él y a Sebastián el sabado en la tarde a mi casa. Les dije que había invitado a una compañera también, cosa que hice y como pensaba, Laura me dijo que ella volvía a su pueblo los fines de semana, que trataría de venir. Le anote la dirección en un papel y por las dudas me equivoque al hacerlo, no fuera que viniera a joder mi fiesta.
El viernes mi marido me ayudo a acomodar el living de forma que él, desde el cuarto tuviera una buena visión de lo que pudiera pasar; El sofa de tres cuerpos miraba hacia el dormitorio, le indique que se llevara un balde o algo por si necesitaba hacer pis, porque no podría salir de la habitación; si llegabamos a entrar se tendría que esconder en el armario que acomodamos por si así sucedía.
El sábado en la tarde sonó el timbre, bese a mi marido que fué hacia nuestra habitación, y fui a abrir la puerta, tenía unas calzas sin nada debajo, que me marcaban mi cola y mi vulva a full, arriba una remerita hasta el ombligo. Al abrir la puerta estaba Ricardo al que hice pasar, nos saludamos con un beso en la mejilla y aproveche para caminar delante de el sacudiendo lo más que podía mi cola; Sentate que voy a hacer café, me puse a preparar el cafe en la cocina y de golpe lo sentí que me apoyaba desde atras; Por favor Ricky, te dije que solo había sido un error, mientras movía mi cola como queriendo separarlo con ella, me escape de su abrazo y me dirigi al living, vino hacia mí y me beso, fingía rechazarlo pero me moría por sentirlo de nuevo dentro mío. Sus dos manos me tomaron de la cola, haciendome sentir la dureza de su pedazo. Por favor Richar que esta por venir Sebastián. Está bien, solo chupamela un poco, y no te molesto más. Me puse de rodillas, y mirandolo le dije, pero después no me molestas más OK?.
Y se la saqué y la empecé a chupar con deleite, se la chupe solo un ratito, porque no quería que me acabará en la boca, quería sentir su primera explosíon bien abundante dentro de mi concha; Ya está le dije, Bueno, sacate un poco la calcita así te miro un ratito que no te pude ver nunca con detenimiento, Bueno esta bien pero Basta... Eh?, Me desnude lo más puta que pude y me sente en el sofá, como esperaba se acercó y arrodillandose puso su miembro en la entrada de mi concha, Que vas a Hacer?, por toda respuesta senti como su cosa dura me penetraba hasta el fondo, largue un gemido profundo; Bombeame guacho, por favor, dame duro, dame mucho..., miraba hacia la habitación y me imaginaba la calentura de mi marido, me bombeo por un largo rato, hasta que sentí que me la clavaba hasta el fondo y chorros de leche me llenaban, tuve mi primer orgasmo, apretando con mi concha esa pija que seguía aún dura; Se quedó un rato apoyado sobre mi, y luego lo separe diciendole que tenía que arreglarme que Sebastian estaría por llegar. Me fui al baño y me limpié un poco, como para no manchar mucho la calza. Me vestí y salí, le dije vamos a estudiar un rato, por favor. Así lo empezamos a hacer como si nada hubiera pasado, hasta que sonó el timbre, andá a abrir le pedí y fuí a buscar el café que había quedado en la cocina.
Cuando estaba agachada poniendo la bandeja en la mesa, sentí que me bajaban la calza de un tirón, Ricardo le decia a Sebas, mira que fuerte que está la guacha y agarrandole la mano se la llevo a mi choncha y le dijo sentí que todavía le debe estar saliendo mi leche. Me empujo de los hombros y le dijo a Sebas que se bajara el joggin; De rodillas frente a él, vi salir una hermosa pija, muy cabezona, se me hacía agua la boca por lo que la trague enseguida, Tenías razón Richar, es reputa la guacha. Mientra a mi espalda Ricardito se acomodaba y me la metía despacio hasta el fondo de mi concha, me acomodo mejor y tomandome de la cintura, me empezó a bombear duro y parejo, me saque la pija de la boca y grite... si guachos cojanme..., haganme su puta...., llenenme de su leche...!!! Sentate en el sillón, le dijo Richar y Sebas así lo hizo, vos perra montatelo, me acerque al sillón, lo bese en la boca metiendole la lengua bien hasta el fondo y me empece a deslizar por esa pija bien dura, al rato lo sentí a Richar jugando con su lengua en mi culito, gemía desesperada, y les gritaba: si putitos cojanme!!!, Sentí que Richard, apoyaba la cabeza y se quedaba quieto dejando que yo misma me fuera ensartando con mis movimientos; Jamás sentí nada igual, clavenmelas por favor..., bien adentro mis chiquitos, Richar me empezó a serruchar con violencia, al tiempo que Sebas le decía que no aguantaba mucho más; Y llenala que esperás..., no ves que le encanta la leche a la perra. Sentí que la pija de Sebas se contraía y de golpe me inundaba por dentro, sentí un orgasmo diferente, como más profundo y con mi culo empece a apretar la pija de Sebas para exprimirsela, hizo efecto y al ratito me llenaba la cola con su leche, permanecimos en esa posición y yo sentía que la pija de Sebas no bajaba, y la de Richar se empezaba a resbalar hacia afuera, este me apoyo en el sillón con las rodillas en el suelo, y le dijo a Sebas: dale comete este culito que es una delicia y te lo deje bien lubricadito, lo siguiente que sentí, si bien había quedado abierta, fue la pija de Sebas, que le costaba meter su cabeza, entro y la dejó quieta, Te duele?, me preguntó.
Richar le dijo que me cojiera de una vez, que si no el se lo iba a ensartar a él, y me empezó a dar con todo, yo empujaba mi culo hacia afuera para que entrara lo más posible, realmente me encanta en el culo, es lo que más disfruto. Richar se paro en el sillón y me dio su pija para que se la limpie, cosa que hice con deleite, me tomó la cara y fijando su mirada, me dijo que puta sos, como te gusta trola... En ese instante sentí que Sebas me la clabava llenandome el culo de leche otra vez y a la ver Richar explotaba de nuevo, llenandome la boca; Se oyó la puerta del ascensor y los dos se apuraron a cambiarse, debe ser mi marido les dije. Permanecimos todos quietos y alguien entró en el departamento de al lado, me puse de pie y les pedí que se fueran que mi marido estaría por llegar. Se fueron asustados, como si los persiguiera el demonio, cuando se cerró la puerta lo vi salir a mi marido de la habitación.
Te gustó el show, cornudo? Si no los echo todavía me están dando pija, no como vos, que me echas un polvito y estás cansado. Me puse como una perrita sobre el sillón y le dije toma la leche cornudo que tenés mucha para tomar. Y no se te ocurra acabar que mañana viene el Sr Fernandez y te quiero bien caliente. Sentir la lengua de mi marido, en mi culo me produjo otro orgasmo, me sentía perversa. Lo dejé que limpiara un buen rato todos mis agujeros, y le dije vamos a descansar.
El día siguiente le pedí a mi marido que amasara unos fideos, le salen muy ricos los tallarines caseros; así agasajamos a nuestro invitado, le dije. Te podés poner el delantalcito para cocinar y nada más. No me parece bien que si llega el Sr Fernandez te tenga que ver desnudo, vení probate alguna de mis tanguitas, le hice probar varias hasta que encontré una que me gustaba, estás bárbaro le dije. A cada rato pasaba por la cocina y lo miraba, me calentaba verlo con la tanguita en el culo.
Cerca del mediodía sonó el timbre, anda a abrir mi amor, le dije. El Sr Fernandez al verlo esbozó una gran sonrisa, Ricardo que bien se lo ve, dijo cuando mi marido volvía a la cocina, diga que no me gustan los culos masculinos todavía. Se acerco a mi y me dió un beso en la mejilla, al tiempo que me entregaba una bolsa con ropa pongasela por favor, y se fue a la cocina con un vino que había traido. Me había traido una mini escocesa tipo escuela secundaria, unos zapatos de taco aguja y unas medias hasta medio muslo. No me puse nada más ni tanga ni nada arriba, porque supuse que si eso quisiera me lo hubiera traído. Al entrar en la cocina mi marido solto un suspiro. Pasemos al living dijo Fernandez, camine usted un poco por favor señora, y empecé a desfilar para él; Acerquese por favor, parada junto a él senti que me empezo a acariciar la cola, me giro hacia él y me abrió los cachetes para empezar a chuparme. Por dios, exclamo. Me invitan a almorzar y han estado usando el culo que voy a comerme, me tomo de la muñeca y me acostó en su regazo, sentía la dureza de su miembro en mi pelvis.
Levanto la pollera frotandome la cola, sentí que su mano se despegaba y senti el primer palmetazo en un cachete, yo le voy a enseñar, guarra desubicada, y empezó a cachetearme cada vez más fuerte, a veces golpeaba en medio muy cerca de mi conchita, me sentía recaliente, muy cerca del orgasmo y empece a frotarme sobre su pija, gire la cabeza y lo vi a mi marido que miraba extasiado, que mirás cornudo?, te gusta el tratamiento que me dan; Sentí más golpes y escuche la voz de Fernandez pidiendole aceite de cocina a mi marido, este se lo alcanzo y sentí un chorro en mi culo que el dedo del señor Fernandez metía a gusto dentro mío. No aguantaba el momento de comerme este culo bien lubricado, dijo, me apoyo mi pecho sobre una silla y sentí su miembro que entraba muy suave dentro de mi. Que delicia, exclamaba Fernandez, Ricardo lo vuelvo a felicitar, y empezó a bombearme como loco.
Lo siento esperaba hacerlo después de comer. Pero esta perra me calienta demasiado. Se quedo quieto e incorporandose, me ordeno cojame usted con el culo, quiero ver como lo mueve, empece a moverme atras y adelante y tratando de hacer circulos, lo escuchaba gemir cada vez más fuerte y sentía también la cercanía de mi orgasmo, parece que el Sr Fernadez también lo sintió, porque me la clavo a fondo y ahí me la dejó mientras acababa profiriendo ruidos al por mayor. Sentía su leche caliente que me inundaba a chorros. Se incorporó, se arreglo su ropa y pidió disculpas por no quedarse comer.
Que caballero le dije a mi marido poniendo voz de puta, y como le gusta mi culo, Te gusto el fin de semana, cornudo?. Vení que ya tenés la leche servida putito tragaleche ajena. Lo sentía arrodillarse y chupar como desesperado, lo deje un buen rato que me limpiara y luego le ordene levantarse y sacarse el delantal. Quedo parado solo con mi tanguita y su pene asomando por arriba de ella. Viste como le gusto a los machos, no a los trolitos que no me pueden hacer el culo, a los machos de verdad. Mariquita, me usa mi tanguita ahora. Empecé a frotarle la pija, que ya no aguantaba más, ensuciese usted con su leche cornudito, y lo hice acabar en cantidad. Sucia me mancho mi tanga le dije y lo mande a terminar la comida, pegandole un fuerte cachete en el culo...continuará
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