Un cambio de vida (13)

Todo se complica siempre un poquito.

Un cambio de vida XII

Pasó el tiempo y empezamos a espaciar los contactos tanto con Fernández, cómo con el sr. Presidente, pensamos que sería bueno reacomodar nuestra vida y preparar un espacio más sano para la llegada de nuestra hija, yo seguía de licencia en el trabajo, a la licencia de tres meses que me correspondía le había agregado seis meses sin goce de sueldo.

Nuestra hija nació en Noviembre dos días antes de mi cumpleaños, Nerea nació sanita y muy vivaz. Pasaron el presidente y Fernández por la clínica a saludarnos con unos hermosos regalos. Los dos primeros meses desde el nacimiento de Nerea fueron muy hermosos, con mi marido redescubrimos nuestra sexualidad. En una charla él me preguntó porqué no lo dejaba que me hiciera la cola de una, si lo había hecho muchas veces con Fernández u otros personajes. Le expliqué que necesitaba estar muy caliente, y que con ellos la situación ya era de por si caliente, además que él estuviera mirando me encendía más y un poco enojada le dije, bueno si querés hacemelo así en frío y disfruta sólo vos; Hacía bastante que no peleábamos. En los días siguientes volvía a mi todo el tiempo el recuerdo de Fernández, realmente extrañaba su trato, su forma de ordenarme, su forma de hacerme la cola.

Realmente sentía que era mi macho y no estaba dispuesta a olvidarlo. Por otro lado sabía que estaba mi hija en juego y que la situación ya no era la misma. Mi marido empezó a notarme más nerviosa y le expliqué que era porque en unas tres semanas debía retornar al trabajo y me costaba dejar a Nerea sola. Su idea era que yo dejara el trabajo. En realidad eso no me importaba en lo más mínimo, sólo me moría de ganas de que Fernández me cojiera y mi cabeza ya estaba en funcionamiento sobre como lograrlo. El viernes a la tarde, me vestí super provocativa y salimos a pasear con Nerea, sólo me animé a jugar con las miradas con algunos tipos que me miraban descaradamente, pero mi marido era consciente de la situación y sentía que eso nos calentaba a los dos.

De regreso en casa ordenamos la cena, acostamos a Nerea. Sonó el timbre, era el muchacho del delibery, me había puesto el baby doll trasparente con una tanguita, le dije a mi marido que yo atendía. Lo hice pasar pidiéndole disculpas por la vestimenta. Me encanto la cara de sacado que tenía, me gire buscando el dinero para que tuviera una panorámica de mi culo le di el dinero diciéndole que guardara el vuelto y dándole las gracias, mientras le miraba el bulto con descaro. Fui caminando con la comida hacia la cocina sensualmente. La apoyé en la mesa y nos sentamos a comer.

-¿Que sabés de la vida de Fernández?, le pregunté

-Nada, sigue trabajando en la misma sucursal.

-Poniendo mi mayor voz de puta..., me parece que ya hace mucho tiempo que no lo vemos, los sábados a la tarde ud no trabajan, ¿Porqué no lo invitás que venga a la tarde así la ve a Nerea, que está regrande? Y por ahí podemos charlar de los viejos tiempos...

-Pero mi amor..., dijo, y nos miramos. Se levantó tomando el teléfono y llamándolo a Fernández quien aseguró que estaría encantando de visitarnos.

Llegó la tarde y no me arreglé en lo más mínimo sonó el timbre mientras estaba amamantando a Nerea, mi marido salió a abrir. Entró Fernández que estrecho la mano de mi marido, diciéndole: esperaba vuestro llamado.

Fernández se acercó y dijo que veía un cuadro encantador, pero que sería más hermoso si las dos estuviéramos desnudas, sentí que mi corazón me iba a explotar, ya estaba más mojada que nunca, le di a mi marido a la beba para que la tuviera mientras me desnudaba.

Seguí amamantando y el sr Fernández, comentaba que era realmente hermoso el cuadro que veía. Cuando Nerea finalizó se la alcance a mi marido para que la acostara, quedé desnuda sentada ante la atenta mirada de Fernández que se acercó y se puso de rodillas delante mio. Como brillan los jugos en su concha, ¿Está bien caliente mi perrita?, eh, dijo mientras acariciaba la cara interna de mis muslos con el dorso de sus manos. Sentí que su boca se acercaba lentamente a mi pezón derecho y lo envolvía muy suavemente. Mi marido regreso a la habitación y ya se había sacado sus pantalones, estaba desnudo de la cintura para abajo tocándose suavemente.

El Sr Fernández bajó el cierre de su pantalón apoyando su miembro en la entrada de mi concha. Me acerqué lo más que pude al borde del sillón para sentirla. Creo que uds saben que el período después del embarazo es el de mayor fertilidad, dijo, así que me parece que no debemos seguir con esto. Le agarre su miembro de la base y moviéndome hacia él me la clave de una, me gusta sentirla al natural, le dije. Me bombeó duro por un rato mientras me comía los pechos dejándomela luego clavada en el fondo y sacándome un profundo orgasmo. La sacó aún dura, y mirándonos alternativamente a ambos dijo: Yo tampoco estoy preparado para hacer algo asi. Lo invitó a mi marido a pasar a la cocina a preparar la cena. Yo les dije que me daba un baño, y luego los alcanzaba.

Cuando entré a la cocina sentí sus miradas clavadas en mi, me había puesto la mini escocesa que Fernández me había regalado, con los zapatos de taco alto las medias a medio muslo y además la remera que me ajustaba los pechos por debajo, sin sujetador. Fernández exclamó, que puta es ud y tomándome del brazo me puso boca abajo sobre la mesa, sentí su pija durísima clavándose en mi concha, me empezo a serruchar cada vez con mayor dureza, ¡Amo su pija Fernández!, le dije. Pero recuerde que después del embarazo es el período de mayor fertilidad, no me vaya ud a llenar de leche calentita, le decía mientras movía mi cola en círculos. Mire al costado y lo ví a mi marido que se tocaba descaradamente, me siguió dando duro un rato hasta que sentí que se tensaba y me llenaba de leche caliente. Se separó de inmediato de mi y acomodándose la ropa pidió disculpas y se retiro.

Lo sentí a mi marido acercarse por atrás su pija jugaba en la puerta de mi cola. Más te vale no dejarme caliente... cornudito. Si quedo caliente el Lunes está acá el presi llenándome la cola de leche. Como esperaba ni bien terminó de poner la cabeza de su pija ya me estaba escupiendo su leche, lo deje acabar, lo acomode en la mesa ocupando la posición que yo tenía y le ordene esperarme. Fui al baño a buscar el desodorante a bolilla y lubricándole el culo con aceite lo empecé a coger con él. Lo acerque al borde de la mesa para poder pajearlo con la otra mano. No le dije cerdita que no quería quedar caliente, mañana lo vas a llamar al presi para que venga a verme el Lunes a la tarde mientras vos trabajas, así nadie nos molesta, el si que me va a hacer bien el orto trolita y lo seguí cogiendo hasta que lo sentí explotar en mi mano que quedo llena de su leche que luego reparti por su colita... continuará

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Pd: Me encanta publicar mis relatos con el email de mi esposo, porque el recibe en su oficina montones de mails que me dedican y algunos muy subidos de tono. a veces los abrimos juntos.

Si alguno me quiere escribir sin que lo lea el cornudo mi dirección es: lareinadellugar@yahoo.com.ar