Un cambio de vida (11)
Por suerte a mi marido se le fue todo de las manos.
Un cambio de vida X
Llevaba varios días sin tener relaciones con mi marido y tampoco había ido a ver al Sr Fernandez, me moría de ganas de que fuera Sabado. El Jueves llegó mi marido del trabajo con la noticia de su nombramiento y la recepción en su honor, en la que este tendría lugar.
-Te felicito mi amor, y lo bese apasionadamente, me va a encatar acompañarte.
-Bueno es el sábado a la noche.
-Que bueno me voy a comprar un vestido especial para la ocasión.
-Hay un pequeño problema mi amor.
-Cual es?
-La recepción es en la casa del Sr Fernandez.
-Bueno entonces vas a tener que ir sólo.
-Pero mi amor, me encantaría que me acompañaras.
-Disculpame Ricardo, ¿Vos estuviste viendo el video que trajiste?, no me contesto. Viste lo que le hacían a la señora. Que te pensás que va a hacer el Sr Fernandez conmigo si vamos.
-Pero mi amor vos estás embarazada
- Y la señora de la película ¿Qué?; ¿Había dejado la dieta?, mira mi amor que a vos te despierte mucha ternura no quiere decir que lo mismo le pase a todos los hombres, poniendo mi mayor voz de puta: No será que te gustaría verme como protagonista de la película y al sr Fernadez en el otro papel, ¿No? No me contesto se fué a la cocina a preparar la cena. No voy a cenar le dije, me voy a dormir; no me siento bien.
El viernes me la pase haciendo cosas que hacía mucho que no hacía: escuché música, cuide mis plantas, me di un baño de inmersión; Me pase la tarde sin pensar en nada disfrutando cada momento de mi día; otra vez me sentía pura e inocente. Al llegar mi marido del trabajo me preguntó si había comprado el vestido.
Mi amor, a ver si te queda claro, estoy embarazada casi de cinco meses, estamos reordenando nuestra relación; si jugamos a esto mirá que no va a ser igual que antes; No estamos jugando con chicos, no creo que haya marcha atrás. Su única respuesta fue que comprara el vestido; Otra vez me sentí plena y liberada, solo placer y nada de culpas. O.K. mi marido me lleva a la guarida del lobo, y bueno, sólo soy una inocente y dulce mujercita, me dije. El sabado a la tarde llegó el paquete que me envió el Sr Fernandez, un conjunto de ropa interior exquisita y un vestido largo que parecía hecho a mi medida. Me remarcaba la cola y mis pechos bien hinchados que parecian quere escapar por un generoso escote que tenía. Me lo probé y me sentí feliz. Mi marido me pasaría a buscar directamente a la hora de ir pues había ido a festejar con sus compañeros de oficina.
Sentí la bocina del auto, mi marido me abrió la puerta y se sento en su lugar, me incline a besarlo y acomodando mi panza como pude me agache, le baje el cierre, se la saque afuera y se la chupetie un rato. ¿Estás caliente cerdito?... Sólo escuché un gemido, ¿Así que tenés ganas de que Fernandez me llene el culo de leche otra vez?. Mira vos, a mi ya se me hace agua la boca de pensar en su pija. Sabés que nunca más voy a jugar con nenes, me gustan los hombres como Fernandez, decididos y bien machotes. Le guarde su pija en los pantalones y mirandolo a los ojos le regale una amplia sonrisa.
LLegamos a la casa de Fernandez, ¿Cuántos recuerdos, no?, le dije. Tocamos el timbre y el Sr Fernandez en persona nos hizo pasar. ¡Sr Ricardo, que gusto verlo, mis felicitaciones desde ya!. Tomandome la mano y besandomela, ¡Sra Franca, está ud. más hermosa que nunca, rellena por todos los ángulos, y mirando a mi marido, me dijo; Será usted el cierre ideal de una hermosa fiesta, ¿verdad Ricardo?; Hoy tenemos que celebrar, pero pasen por favor, como en su casa. El lugar estaba lleno de gente y mi marido me llevo a presentarme al presidente de la firma. Mi esposa Sr; Señora es ud tan o más hermosa de lo que me aseguró el sr Fernandez, espero que podamos profundizar nuestra relación dijo y le sonrió a mi esposo. No veía el momento en que se fueran los invitados. La noche se me hacía larga, por fin todos se fueron.
El sr Fernandez bajo las luces, puso música suave y le indicó a mi marido que en la cocina estaba el champán en la heladera y las copas, me tomo del brazo y llevandome hacia el, empezó a recorrer con su lengua, toda la parte de mis pechos que el escote dejaba a la vista, incrustando su nariz entre mis pechos e inspirando profundo, exclamo luego; que aroma tiene mi hembra!, me dejo parada en el medio de la sala mientras me sacaba lentamente el vestido, le indicó a mi marido que descorchara y sirviera las copas y que luego tomara asiento. Me dejó solo con la ropa interior y empezó a sobarme apasionadamente, finalmente me saco el tanga, acercandose a mi marido le dijo, Ricardo guardelo que ya no hace falta y pongase comodo por favor y se sentó él junto a mi marido.
Acerquesé señora por favor, me dijo. Me acomodó sobre su regazo sin oprimir mi panza, y empezó a acariciar con su mano izquierda mi cola, mientras brindaba, con la derecha con mi esposo. Por mi perra, le dijo. Acto seguido dejo el vaso y sentí el primer cachetazo en mi cola, me aprete duro contra su miembro gimiendo. Empezó a sacudirme fuerte y a decirme quiero escucharla sra: Empecé a gritar si Sr Fernandez soy su puta..., el envase para su leche..., su perra para todo servicio... Ricardo traigame el aceite por favor ya sabe donde está. me ayudo a levantarme, se paró desnudandose. Otra vez me acomodó sobre sus rodillas y me nalgueó un poco más todavía. Mi marido llegó con el aceite, eche usted mismo por favor, y sentí como los dedos de Fernandez me lo introducían bien profundo en mi culo.
¿Te gusta cornudo que sea tan puta la mamá de tu hijo?, Te vas a dar el gusto de verme con la pija de Fernadez bien adentro del culo... ¿Te calienta cornudo..., él sr también es amigo del presidente, ¿Te gustará que me enfiesten también, mamoncita. Fernandez me hizo levantarme y dandole la espalda me hizo sentar sobre su miembro que se fue hundiendo cada vez más profundo en mi culo. Mi marido se puso de rodillas comiendome la concha mientras Fernandez me daba duro y me apretaba los pezones. Tuve un fuerte orgasmo empujando duro con mi culo hasta sentir bien las bolas de Fernandez. Me puso de rodillas junto al sillón, mi panza quedaba en el aire y mi pecho se apoyaba en el sillón, me la metió de nuevo y tomandome fuerte de los pelos como riendas, me empezo a coger duro.
Hace una semana que vengo guardando leche pensando en ud, me dijo. Me la dejó clavada en el fondo y me empezó a acariciar los pechos, bajando luego a acariciar mi panza, a la que acariciaba en circulos y me calentaba mucísimo; Hablandole a mi marido le dijo. Ricardo puede usted elegir ser padre, pero no puede dejar de disfrutar siendo un cornudo. Y, esta vez, me tomó de la cintura serruchandome duro hasta que lo sentí explotar en mi culo confundiendo nuestros orgasmos. Le dejo el lugar Ricardo, le dijo, mimela con su lengua cornudo, a ver si puede borrar el paso de mi pija por ese culo con su lengua, mamona. Mi marido me limpió un rato y se paró, me puse de pié, estaba más caliente que nunca. Querido le dije necesito hablar con el señor Fernandez, esperame en casa por favor. Mi marido se vistió y se fue. Me acerque a Fernandez y le chupe la pija hasta dejarsela bien dura, vamos a la cama por favor.
Me puso en cuatro patas sobre la cama y sentí su miembro que por primera vez se empezaba a introducir en mi vagina. Que placer Fernadez por favor, amo su pija, amo su caracter, amo que sea mi macho. Siguió bombeandome hasta que por primera vez me acabo en la concha. Por primera vez dormimos juntos.
Al despertarnos me empezó a comer los pechos y jugando con su miembro ya duro, me empezó a coger otra vez por la concha, de a ratos paraba y apoyandose en sus brazos se inclinaba a mordisquearme los pezones. No era que solo le gustaban los culos? Es usted una hembra deliciosa y todos sus agujeros son deliciosos, su próximo hijo seguro se me va a parecer mucho dijo mientras me serruchaba hasta explotar llenandome de leche. Le pedí que me llevara a casa. Al entrar en casa lo encontre a mi marido acostado pero no durmiendo. Me arrodillé sobre su pecho y fui subiendo mi concha hasta su boca. Tomá, cornudito, leche fresquita de mi macho, con mi mano derecha empecé a frotarle su pija mientras le seguía hablando.
Parece que ahora también le gusta mi concha, seguro que cuando esté vacía, me va a querer llenar, miré la pija de mi marido que al soltarla se sacudía en el aire. Vas a tener que volver a usar forro después que nazca nuestra hija. Me parece que encontré un macho que me quiere llenar de leche a full..., sentí que se contrajo y ví su pija soltando leche en todas direcciones, otra vez estaba llorando...continuara
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