Un caballero cada noche (4)

El comienzo del cambio.

"La vida es como una corriente de agua de un río que dificilmente se puede controlar. A veces las aguas van calmadas, y bañarte en ellas resulta un placer càlido e indescriptible. Otras, corrientes agitadas te conducen a remolinos de los que no sabes salir. La vida es un río de aguas cambiantes. Muchas personas no soportan los cambios. No se hacen a ellos y por ello se empeñan en nadar a contracorriente con el fin de quedarse atascado en un instante concreto de sus vidas. Un instante del que no quieren salir. Y de ese modo, se les escapa vivir un sin fin de nuevos momentos maravillosos."

Cerré el libro marcando la página en la que me había quedado. Estaba muerto de sueño y ese libro que mi tío me había recomendado no era lo que yo me esperaba. Pensé que sería una emocionante historia de guerras entre ángeles y amores imposibles y realmente en el fondo era un libro cargado de mensajitos chorras de tono filosófico que yo no entendía. Desde luego la vida no era tan complicada y estaba claro que quien sea que hubiera escrito aquel libro era una persona muy rallada y amargada. Ya hacían dos semanas desde que mi tío me pasó el libro. Me estaba costando mucho tragarme cada una de las páginas.

  • ¿Qué ocurre? ¿No te gusta el libro? .-Me preguntó mi padre.

  • Lo cierto es que no mucho. Lo voy a terminar porque no me gusta dejar las cosas a medias.

  • Será por eso...

  • ¿Qué quieres decir?

  • Que yo creo que lo terminas porque no quieres decepcionar a tu tío. Te llevas muy bien con él.

  • Sí. Que tu no quieras llevarte bien con él no me supone una razón para que no pueda caerme bien.- mi padre puso una cara muy seria. No le estaba sentando bien que tuviera buena relación con su hermano. Él llevaba casi un mes en casa y me gustaba pasar largos momentos con él. Había descubierto que mi tío, aunque nunca se sabía que estaba pensando, tenía muchas historias que contar de largos viajes y lejanos paises y gentes de otras culturas. Además tenía una picardía y un carácter irónico que si sabías entender lo que quería decir era muy gracioso.

  • Pues no quiero que hables más con él. Soy tu padre -me decía con una cara muy severa.- y si no haces lo que yo diga te...

  • ¿Me qué?- durante unos segundos nuestras miradas se soportaron la una a la otra. Había tensión en el aire. La cara de mi pade estaba fruncida y con una expresión de fiereza y autoridad. La mía de desafío y rebeldía. Y en un momento la tensión explotó y nos empezamos a reir descontrolados.

  • Sabes que nunca te prohibiría hablar con alguien, y muchos menos con tu tío aunque no lo soporte. No me fió de él pero eres mayorcito y tienes que aprender por ti mismo lo que es la vida. Pero si tu tío te hace daño, no habrá escondite, guardian ni Dios en el mundo que le proteja de mi.

  • Es que tengo el mejor padre del mundo, ¿a que sí?

  • Ya sabes tu que sí. Además se trata de un padre que tepuede enseñar muchas cosas.

Y después de decir eso se subió sobre mi. La cama se hundió un poco bajo nuestro peso. Nos miramos sonriendo y nos besamos.

  • Creo que hoy tu tío volverá tarde otra vez.

  • Ultimamente viene muy tarde todas las noches. No sé que estará haciendo porque su trabajo en la ferretería acaba a las siete.

  • Se habrá echado novia... y no me hace ni pizca de gracia. No está en su casa y no puede andar viviendo todas las noches a las tantas como si fuera un adolescente. Al menos espero que no se le ocurra traer compañía alguna noche a casa.

  • Ya bueno.... no creo que el tío haga eso.- me pregunté si mi padre sabría que mi tío era gay. No parecía haberse enterado.- Y que podríamos hacer para matar el tiempo mientras lo esperamos...

  • Bueno... ¿Te apetece que Papá te dé de cenar?

-Mmmmm no sé si me gustará la comida¿eh?.

  • Te aviso que todo el mundo que prueba mi comida repite.

  • Y ¿Qué hay de menú?

  • Carne.

  • Vaya que pena. Soy vegetariano.

  • Bueno... ¿Quçe se le va a hacer? Tendré que ir a darle este plato de carne a otro que lo quiera.- Y dicho esto hizo ademán de levantarse de la cama.

  • Hombre... siempre puedo hacer una excepción. Un poco de carne de vez en cuando nunca viene mal.

  • Así me gusta, que mi niño este bien alimentado y coma de todo.-y nos reimos.

A los cinco minutos mi padre y yo ya estabamso desnudos en la cama mientras mi boca disfrutaba con el trozo de carne que mi padre me había preparado. Mientras él me acariciaba la cabeza, el cuello, los hombros, la piernas... Yo jugaba con sus testículos y con los pelillos de su entrepierna. Estabamos ambos muy excitados y contentos, porque con mi tío en casa no siempre teníamos ocasión de hacer el amor. En ese momento oímos la puerta de la casa cerrándose y supimos que mi tío había llegado. Yo cogí el pantalón y salí corriendo de la habitación de mi padre y me metí en la mía. Oi como mi tío entraba en la habitación de mi padre. Él debía de haber reaccionado rápido porque mi tío le dijo.

  • ¿Qué haces con el albornoz?

  • Iba a darme una ducha como es obvio.

  • Son las 11 y media de la noche.

  • ¿Y? Me gusta darme un baño antes de dormir.

  • De acuerdo. Sólo que supieras que he llegado.

Escuché como mi tío marchaba para su cuarto, y yo, resignado me puse el pijama y me metí en la cama con intención de dormir. Sin embargo, a los diez minutos la puerta de mi cuarto se abrió silenciosamente y entró mi padre.Yo me levanté mosqueado.

-¿Qué estás haciendo aquí? ¡El tío podría oirte!

  • Bueno, creo que hay algo que tendríamos que acabar, no?.- me dijo agarrándome de la cintura.

  • ¿Estás mal? ¡El tío está ahí y ni siquiera estará dormido!

  • Vaya, pensé que habías dicho que no te gustaba dejar las cosas a medias.-

Era cierto. Este hombre podía conmigo. Me dejé llevar y me dio igual que mi tío pudiera notar algo. Me lancé a su boca y nos besamos apasionadamente. Él con toda su fuerza me llevó contra la pared. Se bajó los pantalones y bajó los míos y de una vez la metió hasta dentro. Tapó mi boca para que no gritase. MI padre me estuvo penetrando agarrándome contra la pared de mi habitación, de pie, para acabar el acto de amor que habiamos empezado. Notaba como su miembro entraba y salía de mi hasta el fondo. El sudor nacía en mi agujero y bajo su ombligo, y empapaba nuestras piernas. me besaba el cuello y la oreja y yo sentía que con cada estocada que mi padre me proporcionaba me alejaba más y más de la realidad. El sexo es algo único, distinto, te cambia por unos instantes y te lleva a otros sitios, te convierte en otra cosa. Llevé una mano hasta mi palo para pajearme mientras mi padre acababa dentro de mi. Los dos acabamos y nuestras agitadas respiraciones se normalizaron. Mi padre sacó su falo de mi y se iba a poner los pantalones, pero yo se lo impedí y le besé el rabo y lamí mientras se lo limpiaba. Mientras yo me volvía a hacer otra paja. Creo que el estar haciendo el amor con mi padre bajo el riesgo de que mi tío pudiera oirnos me calentó de sobremanera. Nos subimos a la cama y mientras yo le chupaba la polla a papá él me hacía la paja. Así acabó él en mi cara y yo en su mano. Después me dió un dulce beso y vistiéndose se fue a su cuarto en el más absoluto silencio.

A la mañana siguiente me levanté cansado. tanto ejercicio antes de irme a dormir me había agotado. la mañana era gris y un ruidoso silencio se aglomeraba a mi alrededor. Debí haber notado que esa mañana mi vida iba a cambiar, pero tan adormilado iba que no sentí que la fortuna y la suerte que siempre me habían acompañado ya no estaban conmigo, así como mi padre tampoco. En mi casa no había nadie. Mi padre y mi tío habían salido, de modo que me preparé el desayuno. me aseé, me vestí recogí mis cosas y me fui directo al autobús que me llevaría derecho al colegio. Todo fue bien al comienzo, como siempre pasé el rato con Guille y con Manu, mis dos mejores amigos. El jaleo llegó a la hora del recreo. Apenas llevabamos diez minutos de descanso cuando vimos que en la otra punta del patio se debía de estar peleando alguien porque un gran grupo de alumnas y alumnos se había arremolinado alrededor formando un corro mientras unos y otros se gritaban y animaban a que siguiera la pelea. Yo y mis amigos fuimos corriendo y conseguí abrirme paso entre el cumulo de gente. Cuando llegué al centro y vi a las dos personas que estaban en medio comprendí de inmediato que era lo que ocurría. Tirado en el suelo estaba Lucas, un chico sin amigos y no demasiado masculino. En todos los colegios hay uno que tiene el título que a Lucas le ha tocado llevar: el del marica del colegio. Siendo tímido como lo es y sin nadie que le defienda Lucas nunca le ha plantado cara a los demás chicos cuando por los pasillos le corean "maricón" o cuando en el momento que entra en los aseos de los chicos todos los que están dentro se ponen contra la pared tapandosé con las manos el culo como si Lucas fuera un psicópata que lo fuese a violar. Yo nunca he hablado con él pero tampoco participé jamás de las crueles bromas contra él. Ademas yo creo que el ser algo afeminado no es síntoma de homosexualidad, simplemente es su forma de ser. Al verle me di cuenta de que estaba sangrando de un labio y tenía un ojo amoratado. delante de él, muy chulo y de pie estaba Pedro Javier, más conocido en el colegio como "Raiser". Él era el típico tío que piensa que el mundo es suyo y que es más guay que nadie, y que perfectamente podría haber sido el mejor amigo de Hitler. Siempre se metía con los que fueran distintos, pero todo el mundo sabía que entre todas sus "virtudes", destacaba especialmente la de la homofobia. Al pobre Lucas lo tenía martirizado pero nunca le había dado una paliza la que le estaba dando.

  • ¿Y bien? ¿Te está gustando esto pequeña? ¡Tengo entendido que a los maricas como tu les gusta que los hombres les peguen y los humillen! ¡Esta claro que lo tuyo es una enfermedad!- y diciendo esto Raiser se descojonó a la cara de Lucas mientras sus amigos coreaban su risa como si acabara de decir un chiste tronchante. No pude dejar de fijarme que en el corro de gente algunos otros, sin ser amigos de Raiser, reían o sonreían disimuladamente. Lucas seguía tirado mirando al suelo, avergonzado y asustado sin atreverse a mirar a Raiser a la cara y a toda esa gente que lo miraba sonriente sin hacer nada.

  • Apuesto a que mi paliza te ha puesto cachondo ¿eh? ¿A que sí?

  • ¡¡¡¿¿¿Y tu es que no piensas levantarte del suelo???!!! ¡Plantale cara de una vez Lucas!.- fui yo el que había gritado. Por una vez Lucas reaccionó impresionado de que alguien le animase a defenderse y todo el corro (incluyendo mis amigos) me miraban incrédulos. Raiser me miró con una sonrisa malévola y dijo.

  • Vaya. Mira pequeña, tu novio a venido al rescate. ¿Que pasa Iván?¿Ahora te has convertido en el defensor de esta mierda de enfermos mentales?

  • Ya esta bien Raiser, ¿no ves que te estás pasando un huevo? Sabes que Lucas no tiene ninguna posibilidad contra ti ¿Eres tan cobarde que por eso martirizas al más débil?

  • Entiendo... quieres decir que me meta con alguien más... ¿de mi tamaño? Alguien fuerte y valiente, claro. ¿Alguien como tu?

  • Vuelve a abusar de alguien como lo has hecho siempre y te aseguro que la proxima vez estaré ahí para quitarte las ganas, ¿o te crees que me impresionas tu con tu banda de mosquitos?- Ahí Raiser no supo que decirme, con lo que se cabreó aún más.- Yo a vosotros os doy mil vueltas.

Tras haber dicho esto raiser me tiró de un puñetazo al suelo con lo que caí encima de Lucas.

  • Mira, la perrita ya tiene a su macho encima. Que pena me dais los desviados como vosotros.- A mi por suepuesto, ya me había clasificado como salido del armario por haber defendido a Lucas. Me levante para plantarle cara pero de una patada en los huevos volví a caer al suelo. Después de eso me escupió y a mi la sangre me hervía por dentro y pense que si me levantaba lo mataría. Decía que gente como Lucas o como yo somos mierdas que merecemos morir, pero la unica mierda que merecía morir era alguien como él y yo lo iba a destruir.

  • Ten una última cosa clara Iván. Nunca, jamás, vuelvas a insinuar que tu eres mejor que yo.- Y en el momento que me iba a asestar una nueva patada Manu saltó de entre la multitus y le arreó tal puñetazo a Raiser que lo tiro al suelo. En ese instante sonó el timbre que anunciaba el final de clase y antes de que los profesores se percataran de lo que había pasado todo el mundo fue a sus clases. Raiser se fue asegurando que no quedaría así la cosa pero no insistió en la pelea. Manu me tendió la mano para levantarme y me preguntó en un tono casi cabreado:

  • ¿Por qué te metiste?

  • ¿Como? ¿Estas ciego? ¿No has visto como le estaba pegando sin que nadie hiciera nada?

Manu no dijo nada más y Guille tan sólo me preguntó si estaba bien. Acompañé a Lucas hasta la enfermería del colegio pero no nos dijo nada, ni las gracias ni nada. Cuando ya los tres solos marchamos a clase Manu me reprendió:

  • No tenías que haberle defendido Ivan, no era asunto tuyo.

  • Es asunto de todos que abusen así de un tío que no se sabe defender.

  • ¿Y que más da que le peguen? !No es mas que un marica!- sus palabras me dolieron mucho al pensar que algo tan cruel lo había dicho mi mejor amigo.- Si no se sabe defender es su problema, no puedes ir por la vida salvando inocentes y si Raiser le pega será porque se lo ha buscado.

  • Si Raiser le pega es porque es un mamarracho que aspira al titulo de rey de los bufones y que no se para a pensar en los problemas que puedan tener sus víctimas.

  • Mira que sí, que tu dirás lo que quieras, pero a mi el tal Lucas ese no me gusta nada y me parece un marica al que no me quiero acercar, y cuando ahora te traten a ti de gay me pensaré si me quiero acercar a ti también. Y tras decir esto se fue sin mirar atrás. Guille se quedo a mi lado un poco pasmado pero sin sorprenderse tanto como yo, por lo que pensé que o bien ya sabía como pensaba Manu, o bien es que Guille pensaba como él.

  • Va no le hagas caso, no te va a dejar de lado.- me animó Guille. No sabía la magnitud de su error.

Cuando acabó la siguiente clase fui a la enfermería para ver como estaba Lucas. Entré y sólo estaba él con el ojo vendado y unos puntos en el labio.

  • Hola Lucas.

  • Hola.

  • ¿Como estás?- por toda respuesta se encogió de hombros.

  • Bueno, al menos podrías darme las gracias por defenderte ¿no?.

  • Sí bueno.... gracias.

  • ¿Desde cuando se mete Raiser contigo?

  • Desde que llegué al colegio hace tres años.

  • Vaya... y ¿por qué?

  • Por que cuando llegué él estaba en mi clase, y a veces hablaba conmigo y me contaba chistes y nos reíamos. Yo le veía tan majo y tan guapo que un día le dije que me gustaba y desde entonces me martiriza.

  • Ahh.... así que es cierto que te gustan los chicos.

  • Sí.

  • ¿Y a que ha venido la paliza de hoy?

  • A que hoy cuando a empezado a meterse conmigo le e dicho que a él lo único que le pasa es que es gay y no lo acepta y por eso la toma de esa manera conmigo. Entonces se ha cabreado y me ha dado la paliza.

  • ¡Que mamón! Quizás tengas razón y ese sea su problema. Bueno, sólo quería saber si estabas bien, yo me marcho ya.- antes de salir el me llamó y me volteé.

  • !Iván! ¿Nos veremos mañana?- la pregunta me pilló por sorpresa.

  • Ehhhh... si claro... por los pasillos supongo.- y salía de clase.

Cuando llegué a casa estaba lloviendo. El día había sido horrible. Por una vez no había salido del instituto siendo el chico popular y victorioso, me había peleado con mi mejor amigo y además ahora tenía a Raiser como enemigo. Me metí en la cama para echar la siesta. Seguía sin haber nadie en casa. Me hubiera gustado que mi padre estuviera ahí para consolarme porque me sentía un poco confuso. En ese momento mi tío entró en mi habitación y yo me sobresalté porque pensé que estaba solo.

  • ¿Cual es el problema?- preguntó mi tío que adivinó en mis ojos que algo me ocurría.

  • No es nada.- le dije.

  • Esta bien, descansa.- y me dió un beso en la frente. Y así me quede dormido, con el beso de mi tío y sin saber que el cambio ya había comenzado.