Un caballero cada noche (3)

¿Por qué? ¿Hay alguna razón para sentirme tan desanimado?

  • Y como te decía, va mi padre y me dice que como le vuelva a contestar me manda a un internado. ¿Te parece normal? ¡Y todo por llegar dos o tres horas tarde a casa!

  • Hmmmm...

  • Pues ¿sabes que? Que me da la mismo. Que ya paso de que mi viejo este todo el día controlando lo que hago.

  • Hmmm...

  • ¡Por que es que encima todo le parece mal! ¡Joe estoy en edad! ¡Se supone que tengo que salir con chicas! Seguro que si hubiera llegado a la hora que él me puso y no me hubiera quedado un rato más con aquella tía le hubiera parecido mal.

  • Hmmmm...

  • Y lo peor de todo es cuando bajaron todos esos extraterrestres y me secuestraron y me llevaron a su planeta para estudiarme y violarme.

-Hmmmmm....

  • Y... y.... ¡y a ti también te van a violar!

  • Ajá....

  • ¡Tío Iván ya te vale! ¡ Que estás pasando de mi! - Manu tenía razón, estaba en lo mío y no le hacía demasiado caso.

  • Perdoname, es que hoy he dormido poco y estoy un poco volado.

  • Que habrás estado hacienod guarrín...

  • No es eso idiota. Es que a las cinco de la mañana se ha presentado mi tío en casa con intención de quedarse unos días.

  • Nunca me habías hablado de tu tío.

  • Es que no lo conocía. Ni siquiera sabía que existiese. Por lo visto debió de tener alguna movida con mi padre cuando eran jóvenes y no parece que se lleven muy bien. A mi padre no le hace gracia su presencia.

  • ¡Bah! cosas de hermanos. Yo al mío un día de estos le voy a meter termitas en los gayumbos. ¡Con eso de que es el pequeño siempre sale favorecido en mi casa! Pero bueno... en el fondo es majo.

  • Ya claro. Bueno tío, no te rayes por eso. Es cosa de tu padre.

Supongo que tenía razón y no debía preocuparme por eso, seguro que lo solucionarían. No quería que mi padre se llevase mal con su hermano. Y no podía dejar de pensar en los ojos de mi tío. Esos ojos azules, apacibles y paralizantes. Supongo que era un tío atractivo. En ese momento me plantee algo que hasta entonces no me había planteado en serio. ¿Yo era gay? ¿Me gustaban los hombres o simplemente me atraía mi padre? ¿Me gustaban también las mujeres? Nunca había pensado en estar con nadie que no fuese mi padre... Supongo que era algo que ante so después tendría que aclarar conmigo mismo.

Las clases pasaron como un día cualquiera, sólo que yo estaba mucho más callado y embobado de lo normal. Cuando salimos Guille y Manu me insistieron si estaba bien y si me había pasado algo realmente malo, que normalmente yo estaba de mejor humor. Lo pensé por unos instantes y realmente no había razón para esa falta de energía. Era simplemente que no tenía ganas de nada. Raro en mi, ¿verdad?

Cuando acabé las clases a la hora de comer me cogí el bus con las mismas energías que me habían mantenido durante toda la mañana y así llegué a casa. ¿Estaría mi tío aún en casa? ¿Mi padre y él lo habrían arreglado? Quizás hubieran tenido una discusión y mi tío ya no estuviera ahí. Sería una pena, porque me hubiera gustado despedirme de él. Llegué a mi casa tras subir 27 pisos, abría la puerta con la llave y pregunté como de costumbre si había alguien en casa. Nadie contestó, así que supuse que mi padre habría echado a mi tío de casa y él estaría trabajando en su oficina con muy mal humor. Pero al pasar por el pasillo la puerta del baño se abrió y salió mi tío de dentro.

  • ¡Hola! No te había oído entrar.- me saludó con una sonrisa.

  • Hola, no pasa nada. ¿Está mi padre en casa también?

  • No me temo que se ha ido a trabajar. Creo que no quería soportar que tenerme cerca.

  • Ahhh ya. - No sabía que decir, al fin y al cabo no sabía que había ocurrido entre ellos.- Bueno, me voy a mi habitación. Estoy leyendo un libro, así que tranquilo, no te molestaré.

  • De acuerdo. ¿Te gusta leer?

  • Sí, digamos que un libro es un buen compañero que nunca te abandona, al menos en eso tu padre y yo aún coincidimos.

  • Ya veo... a mi también me gusta leer.

  • Eso es bueno, los chicos de tu edad ya no leen.

  • Tal vez...

Me dirigí a mi habitación y me senté en mi silla prepaparndome para estudiar. Que majo mi tío, parecía un buen hombre. ¿Sería muy indiscreto ir a preguntarle que le ocurrió con papa? Estuve cerca de una hora estudiando pero no me concentraba. Pensar que había un extraño tan interesante en casa no me dejaba concentrarme en los estudios. Me gustaría saber más cosas de él. Por ello me dirigí a su habitación cuya puerta estaba cerrada. ¿Debía entrar? Quizás mi tío deseaba estar sólo o lo pillaba en un momento de intimidad...

  • Iván, puedes pasar, tranquilo.- me quedé de piedra. Abrí la puerta y me asomé.

  • ¿Como sabías que...?

  • Oí que tus pasos se paraban delante de mi puerta y que de ahí no te movías.

  • Ahhhh... - me pusé mas rojo que un campo de amapolas.

  • Dime, que quieres, me dijo mirandome con esos ojos almendrados y electrizantes.

  • Es que me aburría y venía a hablar un rato, espero no molestarte.

  • Claro que no, como ya te dije tan sólo estoy leyendo un libro.- Era cierto tenía un libro en la mano y él estaba sentado en la cama con la espalda apoyada en un almohadón contra la pared.

  • ¿Qué libro es?

  • Se llama 6 ángeles.

  • Suena bien, ya me lo dejarás cuando lo acabes.

  • Claro, aunque no se si será de tu estilo.

  • ¿Qué?

  • Es un libro de temática homosexual. Es´sólo para prevenirte y que no te pille por sorpresa si lo lees.

  • ¿De temática homosexual?

  • Sí, eso dije. ¿Sabes lo que significa homosexual no?

  • Bueno... sí... alguna idea tengo... ¿a ti te gustan esas cosas?

  • Sí, me gustan los hombres.- me decía sonriendo y tan feliz.

  • ¿Te parece mal?

  • Ehhh... noooo.... yo.... bueno....

  • Tranquilo, no pasa nada si estás cortado. De todos modos te diré que es un buen libro. Trata del amor entre dos angeles en el paraíso, que se enamoran y se empiezan a amar en secreto, entonces un arcángel de rango mayor asesina a uno de los ángeles por considerar su amor un atentado contra dios y prohibe así su amor. Pero entonces el alma del ángel asesinado se reencarna en un humano y comienza así una batalla entre el mundo humano y el mundo de los cielos.

  • ¿Y al final como acaba?

  • No lo sé, como ves no he terminado. Ya lo leerás.

  • Claro, me gustaría mucho.

Se oyó la puerta de la casa al abrirse. Mi padre había llegado. Llegó al pasillo y abrió la puerta. Nos pilló a los dos en la cama hablando y por un momento nos miró sin decir nada. Entonces yo le saludé y le pregunté que tal y eso. El me dijo que bien y que fuese a cenar. Nada más. Desde luego no le sentaba bien que el tío estuviera en la casa y tampoco parecía gustarle que hablara yo con él. Pues me daba igual. A mi mi tío me caía bien y nadie, ni siquiera el enfado de papá podía cambiar eso.

La cena transcurrió tranquila y en silencio. Ninguno de los tres utilizó la boca para otra cosa que no fuera masticar. Cuando acabamos yo me sentía cansado de modo que recogí y me retiré a mi cuarto para dormir. Oí que mi tío se marchaba a su habitación rato después de hacerlo yo. Mi padre se acostó algo más tarde. Creo que se había quedado en el estudio trabajando hasta tarde. A eso de las dos de la madrugada me desperté. Di un par de vueltas incómodo porque había soñado algo extraño que no podía recordar pero que me había dejado una sensación muy desagradable. En ese momento desee tener a mi padre durmiendo conmigo... Oí sonidos en la habitación de al lado (la de mi padre). Había ido al baño. Intente dormirme pero sentí como mi padre salía silencioso de su habitación y abría mi puerta. Entró en mi habitación y cerró la puerta tras de sí. No me moví, no dije nada. Tan sólo lo miraba. Él se sentó a mi lado, vió que estaba despierto y me acaricio la cara.

  • Deseaba que vinieras... creo que tuve una pesadilla.

  • No pasa nada. Estate tranquilo, estoy aquí. Estando juntos nada te podrá hacer sentir incómodo.- y tras decir esto me besó en los labios.

Mi padre se quitó los pantalones dejándose la camiseta de tirantes. Yo retiré las sabanas que subrían mi cuerpo y me quité también la ropa interior. Él se subió sobre mi y después se cubrió con la sábana. me siguió besando y así, en silencio, me hizo el amor una vez más. Cuando me desperté por la mañana mi padre ya no estaba conmigo. Era lógico porque ahora mi tío estaba en nuestra casa, pero esa noche no volví a tener pesadillas.

Salí de mi habitación a medio vestir, fui al baño, salí y me dirigí al estudio para ver si mi padre estaba ahí. Y así era. Me miró y me dio la que podría ser la primera sonrisa del día.

  • ¿Has dormido bien hijo?

  • Sí Papá, ningún problema.

  • Bueno días.- se oyó una voz tras nosotros. Mi tío también se había levantado.

  • Espero que hoy empieces a buscar un trabajo o un piso.- le dijo mi padre a modo de saludo.

  • Tranquilo hermano, esta misma mañana saldré a buscar uno.

  • Bueno yo me voy a desayunar.- les dije.

Esa mañana me sentía muy bien. El haber podido pasar la noche con mi padre me había dado nuevas energías. A veces tan sólo se necesita que alguien te demuestre su afecto y que puedes contar con él para que todo a tu alrededor brille. Ese día iba a volver a ser Iván, el tío que se iba a comer el mundo.