Un bukkake para ella. El previo.
Somos una pareja joven y liberal REAL y desde hace años hemos fantaseado con hacer un bukkake. Esta es la historia de cómo surge y cómo nos preparamos para hacerlo realidad este sábado 25 de mayo.
Mi nombre, no real, es Javi. Mi novia y yo somos una pareja liberal REAL de 31 y 33 años, vivimos en algún lugar de la costa española. Todo lo que voy a relatar es completamente real, si queréis saber un poco más de nosotros o de cómo es ella, os remito al otro relato que escribí hace ya unos años sobre una fantasía común, que seguimos sin realizar. Si algún día escribo una narración ficticia lo diré, pero ahora os quiero contar lo siguiente y es todo completamente fiel a la realidad:
De cuando en cuando, en algunas noches especialmente cachondas, habíamos fantaseado con ello. Había sido una fantasía recurrente pero, pasaban los años y, a pesar de haber tenido unas cuantas experiencias swinger, no parecía fácil hacerlo.
Tal vez no era tanto falta de atrevimiento si no, sobretodo, de tiempo: trabajo, familia, obligaciones. Todas las semanas igual, de lunes a viernes ella y yo a la carrera, trabajando, el gimnasio, esto y lo otro, algunas obligaciones reales y otras que nos imponemos, pero obligaciones al fin y al cabo. Así, llegamos siempre al sábado por la noche, el único momento en el que de verdad podemos dedicarnos a nosotros, sin saber casi cómo hemos llegado. Con un ritmo así, ¿cómo y cuándo te pones a organizar una cosa tan "anómala" como un bukkake? No hay tiempo y, por supuesto, no sabes ni por dónde empezar.
Hace unos meses, en una de estas noches cachondas, volvimos a comentarlo. Llegamos a casa con algunas copas encima y mientras follábamos, muy excitados, puse un video en el iPad de uno de los bukkakes que había descargado de internet, de una tal Jamie Huxley. Mientras lo veíamos comentábamos, cada vez más cachondos, los detalles de cómo nos gustaría que fuera un bukkake para ella. Acordamos que debían ser cuatro o cinco chicos, incluido yo, que, como el video, se corrieran en su boca mientras ella retenía todo el semen que pudiera, pero que finalmente, al contrario que en el vídeo, no se lo iba a tragar, que iba a dejar que se escurriera por sus labios y se deslizara por sus pechos y por todo su cuerpo.
En ese momento pensamos, como otras tantas veces, que sí, que queríamos a hacerlo y que iba a organizarlo. De hecho, dije que iba a hacerlo esa misma semana. No sé por qué, pero esa vez lo dijimos más en serio que nunca. Tanto es así que lo intenté, pero fue imposible.
Lo primero era buscar a los chicos. Quizás lo más fácil, porque estamos en una conocida web privada de gente liberal y hay bastantes chicos por nuestra zona. Además, ya conocíamos a algunos con los que habíamos hecho un trío en los últimos años, aunque sólo habíamos repetido con uno. Me puse manos a la obra a enviar mensajes, pero se iba poniendo difícil. Algunos podían, otros no, otros no contestaban y se nos echaba el tiempo encima para hacerlo ese sábado.
Pero, lo más difícil era el dónde. En nuestra casa imposible. Vivimos en una zona tranquila, sin apenas ruidos y con paredes finas. No es posible meter a varios chicos sin que algún vecino vea o escuche algo "raro", y mucho menos tener sexo en grupo. Además, en nuestra casa no íbamos a sentirnos cómodos. Lo más lógico era pensar en un hotel o apartamento, así que estuve buscando y encontré algo que podía encajar. Un complejo turístico relativamente cerca, a una hora en coche por autovía, donde por un precio razonable podíamos alojarnos seis personas en un apartamento con dos habitaciones. Bueno, pero razonable significaba más de 200 euros, y tenía que reservarlo a mi nombre, claro, y si alguno de los chicos fallaba, o todos, había que pagarlo igualmente. También me parecía una situación violenta llegar a la recepción con mi pareja y cuatro señores más, de diferentes edades y diferentes tipologías. Desde luego iba a ser más que sospechoso. Además, el mundo es un pañuelo, ¿y si nos veía algún conocido? Desde luego era la opción más factible, porque una casa rural costaba más cara, porque además había que cogerla un mínimo de dos o tres noches.
Pasaban los días y había demasiadas dudas. Sólo podían con seguridad dos chicos de los que me daban confianza, otros no confirmaban, pasaban los días y había que reservar, así que nada. El viernes aborté la operación. A todas estas, ella, a pesar de que lo habíamos hablado, no sabía nada de que durante la semana había estado tramando para organizarlo de verdad. Ese mismo sábado por la noche le conté toda la historia y ella, que me conoce muy bien, me dijo que se lo había imaginado. Una pena. No pudo ser.
Las semanas posteriores fueron imposibles, trabajo, obligaciones, viajes, así que no hubo tiempo ni de acordarse del asunto. Pero, hace dos semanas, sin que ella lo supiera, retomé la idea.
Volví a la búsqueda de chicos. Varios de ellos, en este tiempo, habían enviado mensajes a través de la web, para preguntarnos por la idea, si al final lo habíamos hecho, que ellos podían tal o cual día. Así qué retomé el "proyecto", aunque sin demasiadas esperanzas, más bien pensando en poder hacerlo durante el verano, organizando bien y con tiempo lo del apartamento. Entonces llegó la sorpresa, un chico, ya señor, de 46 años con el que habíamos hecho un trío hacía un año, me propuso hacerlo en su piso. Había estado liado, acababa de mudarse, pero ponía su piso a nuestra disposición. Es un tío muy morboso y estaba encantado con la idea. No tenía inconveniente en que vinieran otros chicos, ya nos conocía y sabía qué tipo de gente nos gustaba y que no íbamos a meterle a nadie raro. Así que le puse fecha, el sábado 25 de mayo de 2013 sería el día. A él le venía bien, así que lo único que tenía que hacer era buscar a tres chicos más, y tenía diez días. No parecía muy difícil y no lo fue. Teniendo sitio todo estaba más claro. Contacté a cinco o seis chicos y, finalmente, me confirmaron tres. No conocemos en persona a ninguno, pero he hablado con todos por el chat, he leído los comentarios que hacen otras parejas sobre ellos en el chat y parecen de fiar.
Hoy es jueves 23 por la noche y acabo de escribir un mensaje a través de la página a todos ellos para enviarles la dirección del piso, confirmarles la hora y pedirles que intenten reservarse desde ya para ir cargaditos de leche para el sábado. Ellos ya saben el plan, vamos a tomar unas copas, vamos a hablar de cosas morbosas, quizás ver algún video y cuando estemos cachondos la desnudaremos y le meteremos mano mientras nos la chupa, uno por uno, para acabar llenándole la boca de espesa leche, como en el video de Jamie. Después, les he dicho, que, el que quiera y tenga energías, podrá follar con ella, pero no en plan gang-bang bestia, si no de uno en uno, tranquilamente, como dulce recompensa para él y para ella.
Así que aquí estoy, después de haber escrito esos mensajes escribiendo este "previo" para todorelatos y pensando solamente en cómo va a ser esa velada. Imaginando su cara de placer y de lujuria mientras todos esos hombres se corren dentro de su boca mientras yo lo grabo con el móvil. Quería compartir este momento con vosotros. Escribiré, no sé cuándo, pero escribiré con detalle un nuevo relato contando lo que pasó y, a lo mejor, lo acompañaré con alguna foto. Mientras tanto, espero que disfrutéis con el morbo de pensar lo que va a pasar y, si queréis, podéis escribirnos a parejitamuymorbosa@hotmail.es