Un bufete para fetichistas
Lo que se puede encontrar aquí.
Bufete para un fetichista.
De nuevo estoy aquí para compartirles unas líneas, y ahora haciendo alusión a aquel dicho que reza: "De la vista nace el amor". Todos tenemos algo de fetichista y de vouyerista.
Un buen día en que salí de paseo al zócalo de la ciudad de México pude deleitar mis pupilas y mi atrofiada materia gris con algo así como un bufete fetichista.
Desde que abordé el colectivo, una delgada mucha subió, era blanca de manos hermosas, dedos delgados y uñas muy bien cuidadas, y sin más ni más busqué sus pies, y OH sorpresa calzaba unas zapatillas abiertas de color negro que contrastaban con sus uñas pintadas de rojo, sus pies eran perfectos, bien formados, de arcos firmes, dedos sin callos, ni juanetes, hermosos.
Uf, esa fue la primera, después al llegar al andén del transporte colectivo (Metro) en el andén estaba una mujer madura de voluptusosas formas, dueña de unas piernas bien torneadas, totalmente depiladas, que se apoyaban en unos tobillos igualmente perfectos, sus pies estaban enfundados en unas zapatillas cerradas de tacón muy agudo, y alto.
Al mismo tiempo llegó una jovencita, que llevaba un vestido largo, al estilo hippie y calzaba unos huaraches que me dejaron admirar unos pies de piel morena de uñas recortadas y que en cada una de las uñas tenía un estampado de una flor, un esmalte transparente daba el toque maestro.
Ya en el vagón una pareja de chicas de preparatoria iban frente a mi, llevaban un catálogo de zapatos y comentaban sobre sus pies, que si eran chicos, que si nunca habían tenido callos, hongos, etc, una de ellas comentó que no sabía porque a su novio le encantaba que usara zapatos abiertos, y enseguida mostró su pie en una sandalia azul, sus uñas iban de un color azul marino, con puntos blancos, los cuales según pude escuchar se los había pintado su novio.
Ya en la alameda central, me dirigí a ver el palacio de bellas artes, y que buenas artes hay por ahí, me topé con unas turistas que estaban sentadas al pie de unas esculturas, y ni tardo ni perezoso observé sus desnudos pies, cansados de tanto caminar, blancos, y una de ellas tenía las uñas pintadas de un color diferente, la otra sus dedos eran más gorditos y pequeños, de uñas largas y bien arregladas (bueno, no tan largas) pero si lo suficiente para permitir un arreglo francés.
Una chica como de 18 años, me regaló una hermosa vista de sus piernas, ya que despreocupada estaba sentada, con las piernas cruzadas y su falda se había subido permitiendo ver sus torneadas y bronceadas piernas, sus tobillos eran delgados, y se veían muy sexys ya que traía en cada uno una pulsera, sus pies estaban escondidos en unos zapatos tenis, sin calcetas según pude ver.
Todo el día pude ver pies de diferentes nacionalidades, edades, tonos de piel, calzado diverso, uñas de múltiples colores, arcos planos y otros muy pronunciados, piernas bien torneadas, algunas muy delgadas, otras demasiado llenas, pero fue un mosaico de placer!!!
Es por eso que cada vez que puedo, salgo de paseo, hambriento de conocer más pies, piernas, y uno que otro zapato.
Los centros comerciales también son una buena opción, es cuestión de sentarse a disfrutar de un helado y de la vista que hay ahí.
Si alguien tiene más lugares, o anécdotas pues envíame un correo: