Un buen polvo
Anoche tuve sexo del bueno...
Un buen polvazo, anoche eche uno de esos polvos increíbles, lleno de orgasmos, de caricias y de buen sexo, por lo menos a mi parecer.
No soy una persona que le guste demasiado las cosas excesivamente raras, sexo anal de vez en cuando y dominación en su justa medida, el tema lesbico aunque sea una de mis fantasías no lo he practicado, de momento, por lo que creo que soy una persona "normal", dentro de la sexualidad.
Tengo que decir que normalmente disfruto con el sexo, pero hay veces que ni me entero, bien sea por rápido o por no estar demasiado excitada, o por que el miembro de mi pareja no llega a su plenitud, dejándome a medias, así que cuando tengo buen sexo, disfruto como una POSESA.
También tengo que decir que tengo sexo todas las noches o casi todas, con lo que creo que es normal que no siempre salga perfecto.
Esa noche acababa de ducharme y salía de de la ducha todavía mojada con la toalla alrededor de mi cuerpo, me acerqué a la cama y deje caer la toalla hasta mis tobillos, cogí la hidratante que normalmente la tengo encima de mi mesilla de noche y empecé a echamerla, tengo la costumbre de ponérmela todas las noches. Mi pareja estaba acostado en el otro lado de la cama, leyendo un libro y ni me miró.
Tosí un par de veces mientras cogia la crema pero nada, no es que tuviera muchas ganas de sexo, pero me gusta que me mire cuando me acaricio el cuerpo, me gusta provocarlo un poquito, hacer que me desee .
Siempre intento ponérmela delante de él, pero se ve que, entre que estaba un poquitín mosqueado y saciado de la noche anterior no me hizo ni caso. Aunque yo seguí con mis intentos.
Me coloque de pie en el lado derecho de la cama que es donde duermo, y empecé por mis pechos, los llene de crema y los masajee, varias veces, suave, recreándome en ellos, pasando varias veces mis manos por ellos, con movimientos circulares, sensuales.
Me gusta tocármelos, dejarlos bien suaves, tengo unos pechos grandes y me gusta dejarlos bien hidratados. Después de masajearlos fui bajando por mi barriguita pasando mis manos por ambos lados de mi cintura, continué con los brazos y tras unos minutos, me dí la vuelta, y me eche directamente la crema en una de mis nalgas, le puse el culito en pompa y le dije.
- ¿Edu me echas la crema que no llego muy bien? se lo dije casi susurrándoselo.
Fue una manera tonta de llamar su atención, con tanto toqueteo y sobo estaba empezando a excitarme demasiado.
Sin mediar palabra y sin casi mirarme cerró su libro y lo dejó a un lado de la cama. Se sentó en ella y con una de sus manos y de mala gana empezó a extenderla.
No le gustó que lo interrumpiera, la noche anterior nos disgustamos, y creo que no estaba por la labor de hacer las paces, pero lo que no se imaginaba, es que yo sÍ que estaba por la labor.
Estaba demasiado excitada como para permitir que por una regañina me dejara sin sexo, eso jamás, así que le acerqué más mi culito para que llegase mejor, y porque no, para ver si así conseguía excitarlo.
Se que mi culo le apasionada, en todas nuestras sesiones de cama es rara la vez que no lo besa o lo lame, incluso de vez en cuando practicamos sexo anal, le gusta de disfrutarlo y a mi también.
Yo seguía cada vez mas excitada y notaba como mi sexo se estaba humedeciendo, el acariciaba con su mano mis nalgas, al rato se unió su otra mano, cada vez lo hacia mas suave, mas sensual, recreándose por mas tiempo. Subió sus manos por mi espalda y las volvía a bajar, masajeando con lentitud, apretando y aflojando sus manos, llegaba hasta mi cuello lo acariciaba y volvía a bajar hasta mi culito, allí se paso un buen rato tocándolo, al cabo de unos minutos me dijo que ya estaba, que lo dejara seguir con su libro. Durante un segundo no reaccioné, me dejo entre desconcertada, frustrada y atónita, pero no le dije nada, jugaría a este juego y ganaría, de eso estaba segura.
Me volví a poner delante de el y subí una de mis piernas a la cama, empecé por los dedos de los pies, masajeaba despacio uno a uno, recreándome todo lo posible, lentamente, mis manos acariciaban mi pie subiendo por mi tobillo hasta llegar a mi rodilla, con movimientos suaves circulares, sin dejar ni un centímetro de piel sin hidratar,
suavemente mis manos se deslizaban por mi pierna, cada vez mas arriba, cuando llegue a mi sexo lo abrí un poco, dejándoselo ver solo un poquito.
El continuaba leyendo, haciéndome creer que estaba ajeno a mi intento de seducción, pero lo pillé varias veces mirándome de reojo, me gustó que se hiciera el despistado, me excitaba mucho más, pero no pudo disimularlo por más tiempo y su polla poco a poco comenzaba a delatarlo.
Termine con esa pierna y lo mismo hice con la otra, cuando tuve todo mi cuerpo bien hidratado, me metí en la cama. Normalmente suelo dormir desnuda, me gusta sentir esa libertad y por supuesto sentir el cuerpo desnudo de mi pareja cerca de mí, hay muy pocos días del año el que me pongo algún pijama.
A los pocos minutos de acostarme me dijo de apagar la luz que era demasiado tarde para un miércoles y entre decepcionada y excitada sentí la oscuridad de la habitación, le di la espalda y me dispuse a dormir.
En otras circunstancias no hubiera esperado a que el diera el primer paso, no soy de esas, si me apetece voy directamente a por el, me lanzó, no espero a ver que pasa, pero esa noche no quería demostrarle debilidad, estábamos enfadados y rebajarme así por un polvo no me lo podía permitir, quería mantener las distancias o por lo menos aparentarlas. A los dos minutos de apagar la luz se acerco por detrás, me abrazó y pego su cuerpo al mío, notando cada centímetro de su piel en la mía, su sexo duro apretado contra mi trasero, su aliento en mi oreja susurrándome.
-Quiero comerme ese coñito tan rico que tienes- me decía, ábrete para mí, déjame comértelo.
Si ya de por si estaba excitada , oírle decir eso en mi oído me hizo mojarme mas, empezó a besarme el cuello, pegándose cada vez mas , casi tirándome de la cama,
- Acaso te crees que te voy a dejar así después de acariciar todo tu cuerpo me dijo, solo intentaba hacerme el duro por lo mal que te has portado, quería castigarte un poquito, pero ya ves que no puedo, eres demasiado para mí. Sabes que te has portado mal y quería castigarte sin sexo, pero eres demasiado para mi me excitas tanto. Como puedes pensar que, después de tocar tu cuerpo voy a seguir impasible a ti, eres perversa y mala, se que lo haces para provocarme y lo consigues... pero me encanta que me provoques.
No pude contestarle, era tanta la excitación que tenía que me hubiera delatado.
-Esta noche serás mía, abre tus piernas para que te dé el placer que tanto pide tu cuerpo, venga amor, ábrete para mí.
En ese momento estaba como loca, lo que mas me apetecía era abrírselas y dejar que me lo lamiera, que me lo besara que me diera todo el placer que mi coñito necesitaba y pedía a gritos, pero me volví a negar.
_ Déjame Edu por favor no me apetece, es tarde vamos a dormir-
Mentí y deseaba desesperadamente que no hiciera caso a mis palabras, quería mantenerme firme aunque fuera unos minutos, porque sabía que mas no aguantaría, me gusta demasiado y él lo sabe.
Se pegó más a mi oreja, notaba su aliento calido detrás de mí.
-Déjame comértelo, quiero que disfrutes, que te corras mientras te lo beso, quiero sentir tus jugos en mi cara, quiero lamer todo tu ser, jugar con tu clítoris, deseo recorrer cada centímetro de tu sexo con mi lengua y saborear esa deliciosa miel que tienes en tu interior .Déjame Marta por favor, se que estas deseando . déjame darte lo que necesitas y tanto te empeñas en negar.
Oírle susurrar mi nombre y suplicarme que lo dejara fue demasiado para mi.
Mientras decía estas palabras en mi oído, sus manos aprisionaban mis pechos, pellizcando mis pezones, haciéndolos endurecer por momentos.
Le decía que parase que no quería, le apartaba las manos de mi cuerpo, pero el volvía a ponerlas otra vez, estaba volviéndome loca de excitación, no sabia como podía resistir tanto, o si, esa resistencia fingida que le ponía, era la que me estaba excitando tanto.
No pude aguantar mas, estaba empapadísima de mis jugos ..de sus caricias .de sus palabras. Me estaba llevando al límite tanta resistencia, así que deje de ponerla y me deje llevar.
Cuando él notó que me había relajado, me puso boca abajo echando todo su cuerpo encima del mio. Ladeo el pelo hacia un lado y empezó despacio a besarme el cuello, a mordisquearme el lóbulo de la oreja, mientas su mano fue directa a mi coñito, notando lo mojadísimo que lo tenía.
-Te voy a follar salvajemente-Me decía,
- Prepárate, me encargare de darte todo lo que necesita ese coñito tuyo, esta noche serás mía, harás todo lo que te pida, me darás todo lo que desee,
Esas palabras en mi oído, esas manos en mi cuerpo .era demasiado. Siguió bajando con su lengua por mi espalda , recorriendo cada centímetro de mi piel, bajó hasta mi culito , pasó sus manos alrededor de mi cintura y me levantó, dejándome con el culo en pompa, lo cogio con ambas manos, lo abrió, introduciendo su lengua en él, lamiéndolo, mientras pasaba su lengua por todo mi culo, sus manos se aferradaban a mis nalgas, dándoles de en vez cuando cachetadas, empezó suave, para continuar cada vez mas fuerte .Estaba excitadísima, de ahí siguió hacia mi coño.
_ ¿Seguro que no querías nada esta noche...? no lo parece .., me dijo, notando lo mojado de mi sexo.
Solo pude Sonreír y alargando mí mano encendí la luz, para que viera mi sexo depilado y también porque me gusta verlo cuando me folla, ver su cara de placer, sus gestos, verlo gemir, gritar.
_ Como me gusta que te lo depiles, me gusta sentirlo así tan suave, tan dulce tan hinchado tan húmedo, que rico lo tienes, como me gusta comértelo.
Empezó a pasar su lengua primero despacio, muy despacio desde el clítoris hacia abajo, lamía suave, tocando con la punta de la lengua en zonas concretas, de arriba abajo como si fuera un perrito me lo estuvo lamiendo, para mas tarde meterme la lengua hasta el fondo, follandome con ella, metió toda su cara en mi sexo, me decía que nunca me lo había visto tan mojado , que el sabor era diferente, como mas dulce, siguió saboreándolo, succionando mis labios, mordisqueándolos, así estuvo un par de minutos, hasta que me arranco mi primer orgasmo, empapándole toda la cara y retorciendo todo mi cuerpo, fue un orgasmo intenso, de esos que tienes que estar unos segunditos quieta para poder recuperarte un poco, pasados esos dos segundos le dije que se tumbara y me puse encima de el.
Empecé por su cuello, me encanta lamerle el cuello, besárselo, me excita muchísimo, de ahí me fui hacia su oreja.
_ Quieres que te la chupe-, le decía al oído
Si, contestaba él, entre jadeos,
-Pídemelo- le decía,
_Chupamela Marta .
_Quieres que te folle, quieres meterla dentro de mí
_ Si, me contestó, pues pídemelo le dije.
_ Follame soy todo tuyo, mi cuerpo es tuyo para que hagas con el lo que te apetezca.
Sin dejar terminar de hablar mis labios succionaron los suyos, mi lengua se metió en su boca saboreándola, le besaba los labios, se los mordía, se los lamía, nos fundimos en un largo y sensual beso de esos que duran minutos, mordiéndonos, lamiéndonos ,mientras con mi mano pellizcaba sus pezones, no quería tocarle su pene por el momento, quería castigarlo un poquito y hacerle pagar su enfado, pero a los pocos minutos no pude más y baje lamiendo su cuerpo en dirección a su polla, llegue hasta ella y me la metí en la boca, pasando mi lengua desde el tronco hasta la punta, se lo hacia lento, despacito, la metía y sacaba despacito, me bajaba a sus huevos para lamérselos, el mientras intentaba tocarme, pero no le dejaba.
Mi boca se apodero de su polla, y empecé a chupársela mas rápido, sus manos se posaron en mi cabeza y me forzaban cada vez mas adentro, mas profundo, casi la notaba llegando a mi campanilla, arriba y abajo , una y otra vez, lamiendo , chupando, de repente me paró, y me dijo que parara que se iba a correr, le dije que lo hiciera en mi boca, pero no quiso, quería correrse dentro de mi coño, sentir mi calor dijo, así que cogí su polla y mi coño se apodero de ella, me la metí, lo cabalgué durante un rato, sintiendo su dureza dentro de mi, le daba mas rápido o mas lento, moviendo mis caderas hacia los lados para sentirla mas, al rato de estar follandomelo me corrí, arqueando mi cuerpo hacia atrás, notando sus manos en mis pechos pellizcándolos y su voz diciéndome
-Córrete Marta, vamos, córrete cielo.
UFFF .me corrí oyendo sus palabras y lamiendo sus dedos que había introducido en mi boca, seguí follandomelo sin bajar el ritmo y empezó a gemir y a decirme que se corría, seguí hasta notar como me llenaba todo el coñito y como se relajaba después.
Me quité de encima de él y bajé hasta su polla para lamérsela y dejársela limpia, mientras pasé uno de mis dedos por mi rajita y se los puse en la boca
- Toma prueba el sabor de nosotros, le dije
Me cogió la mano y se metió el dedo en la boca, lamiéndomelo, chupándolo al igual que yo hacia con su polla, me cogió de la mano y me acerco a él
- Que rico sabe, bésame me dijo
Nos fundimos en un largo beso, juntando nuestras lenguas, lamiéndonos los labios, mordiéndolos,
De repente, me dice que me de la vuelta y que le ponga el coñito en la cara, el también quería dejarme limpia. Le acerque mi coñito a sus labios mientras los míos buscaban su polla, que empezaba a cobrar vida otra vez, comencé a chupándosela, a metérmela en la boca, a degustarla, poco a poco iba notando su grosor. Mientras su lengua saboreaba todo mi coño, pasándola desde mi clítoris hasta llegar a mi culito, sin dejar ni una sola zona sin lamer, metiendo su lengua en él, lamiendo mi culito, aparta su lengua y me introduce un dedo, poco a poco, lo lubrica con mis jugos y vuelve a metérmelo pero esta vez son dos, intenta abrirse paso poco a poco.
Me quito de encima de el y me pongo a cuatro patitas, meneándole el culito le digo.
_ Es esto lo que quieres - casi susurrándoselo.
Sin mediar palabra coge su polla con la mano y la apunta a mi culito, intentando poco a poco meterla. La va metiendo despacito, suave con mucho tacto, me estaba enloqueciendo tanta pasividad.
-Dale fuerte- le digo - vamos métela.
Y de un empujón me la mete hasta el fondo, saliendo un gemido de mi garganta. Empieza a darle cada vez más rápido, más fuerte.
-Joder Edu que me vas a partir, le digo entre jadeos - .
Empezó a bombearme mas fuerte, y más rápido, creí morir de dolor y de placer, hacia días que no habíamos tenido sexo anal y al principio me costó, pero con cada embestida me gustaba mas, y el dolor fue desapareciendo, al cabo de unos minutos, me estaba corriendo y el unos minutos mas tarde.
Se desplomo encima mío abrazandome y dándome besitos en la espalda, nos dimos la vuelta y en cuanto pude recuperar un poquito la compostura me fui a la ducha a lavarme y prepararme para dormir.
Mañana era día de trabajo y se nos habían hecho las dos y media de la mañana, pero había merecido la pena, no creéis .