Un buen masaje
Quizás no sea el mejor relato de los que he escrito, pero esta fantasía tenia que contarla. Al que lo lea espero que lo disfrute.
UN BUEN MASAJE
Esta es una fantasía que quiero hacer extensible para aquella mujer que quiera ayudarme a realizarla.
Siempre me ha gustado dar masajes, pero nunca he tenido la oportunidad de darlos como yo quisiera.
Antes de iniciar mi relato o mejor dicho mi fantasía quiero comentaros algo que me sucedió hace ya algunos años como 10 mas o menos.
Fue en un viaje de empresa y en aquel momento estaba mi mujer una amiga de ambos (aunque mas de ella) y yo, en una playa de Portugal.
En un momento dado, nuestra amiga pidió a mi novia (aquel entonces) que la hiciera un masaje en la espalda y con un guiño la dije que me dejara a mí y sin que nuestra amiga lo supiera inicie el masaje. Pronto se dio cuenta y sonreímos todos pero yo continué con mi trabajo y a medida que avanzaba parecía que le gustaba.
Y mucho por lo que pude apreciar y por como me empezó a mirar desde aquel día.
La situación me gusto muchisimo no solo por el hecho de dar placer a una mujer por medio de un masaje sino también por que tenía a mi novia al lado mirando.
Dicho esto pasare a contaros mi fantasía.
En alguna ocasión he escuchado que una mujer puede tener un orgasmo con un solo beso o morreo como queráis decirlo y supongo que si a una mujer con esta sensibilidad le doy un masaje aquello seria una locura.
Creo por lo que cuentan que no se me da nada mal los masajes y además a mi me encanta.
Me encantaría coger a una mujer y tumbarla en la mesa, desnudarla completamente e iniciar un masaje concienzudo y muy esmerado de todas sus zonas del cuerpo.
Tras desnudarla la untaría bien de aceite y comenzaría por los pies, frotando mis dedos gordos por la planta del pie, entre los dedos y pasando por el empeine, seguiría subiendo por sus gemelos, ejerciendo la presión justa como para ir eliminando tensiones.
Continuaría por sus muslos, pasando mis palmas de las manos por toda su musculatura y untándolo bien de aceite, tras relajar la zona de los muslos de las piernas sigo subiendo sutilmente hasta su espalda, tocando levemente sus glúteos que me reservo para mas adelante, una vez en la espalda me esmero en la zona de la columna presionando lo gusto como para hacer que la mente de mi chica se evada a otro mundo, con indistintas técnicas de masaje voy frotando, presionado y acariciando la espalda por la cual resbale perfectamente mis manos gracias al aceite, termino ejerciendo un leve trabajo en los hombros para ir muy despacio a mi zona favorita so culo.
Con las palmas de mi mano bien abiertas la masajeo como si fuera la masa del pan y acogiéndolas con ambas manos las muevo enérgicamente para que se relajen, de vez en cuando algún dedo consigue llegar a las zonas mas calientes, el ano a la rajita del sexo y siento el calor que desprenden y como mi chica levanta un poco mas el culete para facilitarme el acceso, pero aun no quiero entrar en materia por lo que después de un buen rato masajeando su parte posterior la pido que se de la vuelta.
Y ahí me la veo, con cara de estar en otro mundo, muy relajada y muy excitada a la vez dejándose hacer por mis manos.
Vuelvo a comenzar por sus pies, pero esta vez algo mas deprisa subo hasta sus ingles, me dedico a darle un buen tratamiento a su estomago y todo esto vuelvo a repetir muy bien embadurnada de aceite casi chorreando por todo su cuerpo, continuo hasta llegas a sus pechos donde me espero con suavidad en frutar y restregar mis manos por todos sus puntos, a estas alturas mi chica no esconde su excitación y la escucho gemir, esto me anima a culminar mi masaje entre sus piernas y sin separar mis manos de su cuerpo desciendo lentamente en zigzag hasta llegar a su entrepierna que desprendía un calor impresionante, comencé pues sin mas demora a palparle su entrepierna, cosa que mi chica agradeció abriendo de par en par sus preciosas piernas, podía oler su sexo tremendamente húmedo y podía sentir como palpitaba bajo mis caricias, sentía como su cuerpo se arqueaba y retocaba en aquella mesa impregnada de aceite.
Pero un me quedaba un elemento mas que incluir al masaje, recogí de debajo de la mesa estratégicamente guardado un consolador para culminar aquel trabajo.
Lo restregué por su espalda y por su culito y no tardo en mojarse de aceite, lo deslice lentamente hasta la entrada de su vagina y presione delicada e inconmensurablemente hacia su interior, la cara de mi chica, mitad sorpresa mitad placer era una delicia observarla, no pudo evitar soltar gemidos de verdadero placer al sentirse penetrada por mi consolador, que ya entraba y salía con mucha soltura, utilizaba movimientos de muñeca para darle mas placer a mi chica y podía sentir que un nuevo orgasmo estaba apunto de estallar, así que aproxime mi boca a su clítoris y mordisquee y lamí desesperadamente sin dejar de penetrarla con el consolador.
Hasta que escuche un grito de placer la sentí estremecerse, todo su cuerpo vibraba tubo un orgasmo inigualable.
Los minutos posteriores los utilizo mi chica para relajar los ya muy bien masajeados músculos de su cuerpo y tras una pausa me dijo.
ahora te toca a ti, veras que masaje te voy a hacer
Pero, ¿seria capaz de usar conmigo el consolador? Ummmmm
¿FIN?