Un buen encuentro

Hola amigos: Esta es la segunda vez que escribo. En esta ocasión voy a comentarles lo que me ha sucedido, después de haber publicado mi historia. A raíz de la publicación, me llegaron varios correos, proponiéndome encuentros. Tuve algunos que realmente fueron frustrantes. No los describo por respeto a las personas, que aunque hicieron su mayor esfuerzo no era lo que yo esperaba. No obstante, cuando yo había perdido la esperanza de encontrar alguien con quien repetir esa experiencia maravillosa, me llegó un correo de un buen amigo de una ciudad cercana a mi domicilio. Un joven de 30 años, delgado, alto, guapo y muy gentil. Después de varios correos, nos identificamos y quedamos de vernos para saber si ya en la realidad éramos compatibles. Honestamente yo iba con muchos recelos después de las pasadas experiencias. Cual sería mi sorpresa que al estar cerca de este joven, los recelos terminaron, debido a que realmente es un chico bastante maduro, sabedor de lo que quiere y bastante amable y sincero. Después de tomar nuestros sagrados alimentos y platicar un poco para romper el hielo, decidimos irnos a un motel. Al llegar al motel, me empezó otra vez el nerviosismo, pero me dije a mi mismo, ahora es el momento o no lo será nunca Me metí al baño a darme un regaderazo y el se quedó en la cama viendo un canal porno en la televisión. Esperaba que eso lo calmara y además lo excitara.

Cuando salí, desnudo por supuesto, el todavía estaba vestido, acostado en la cama. Me acerqué a él, le empecé a acariciar la pierna hasta llegar al bulto que ya se le apreciaba encima del pantalón, evidentemente la película lo había puesto a tono, le baje el ziper y le desabroché el pantalón, se lo bajé para que quedara solo en calzones, se notaba que tenia un pené enorme y de una cosa me di cuenta, que ya tenia mojado el bóxer. Estaba bien caliente!! Cuando le quité el bóxer, madre mía, vi la verga mas hermosa que haya presenciado nunca, larga como de 19 CMS., gruesa y además cabezona. Sinceramente ya me estaba arrepintiendo porque no me imaginaba como ese tremendo animal podría caber en mi pequeño ano. Pero al verla tan hermosa, tan parada, tan húmeda, no resistí la tentación de darle un beso. Después del beso ya no supe nada de mí. Me perdí en la emoción de mamar esa enorme verga, metiendomela hasta donde podía, disfrutando los gemidos de gusto que este macho emitía. Recorrí su enorme pené con la lengua, le mame los huevos, le metí la lengua en el ano, me volvía a meter, hasta donde fue posible, su tremendo palo en la boca, hasta que logré que eyaculara en mi boca con una tremenda venida que no me pude tragar todo su semen. Obviamente yo estaba bastante excitado después de semejante encuentro. El se dió cuenta de esto y se bajo a mamarme, yo estaba seguro de que no iba a aguantar mucho. El me pidió que no me viniera en su boca porque quería que lo penetrara. Me puso el condón y se acostó de ladito. Yo me acomodé y empecé a penetrarlo poco a poco. Cuando ya estaba toda mi verga adentro me pidió que me moviera lo mas rápido y fuerte que pudiera y así lo hice pero no aguante mucho y me vine rápidamente. Nos fuimos al baño a ducharnos y después a la cama a platicar y a fumarnos un cigarro. Dormitamos un poco. Yo quería esa cosa adentro y me dispuse a levarla de nuevo. El todavía estaba algo adormitado cuando yo me puse a darle otra sesión de mamada, hasta que logré que se pusiera de nuevo como un fierro. El me pidió que hiciéramos un 69 y así lo hicimos. Mientras el me mamaba, me fue metiendo el dedo en el ano, poco a poco, lubricando mi culito con saliva, hasta que al fin pudo meter todo su dedo y a mi ya no me dolía mucho. Cuando él consideró que yo estaba listo me pidió que me montara en él para que yo poco a poco fuera metiendome la reata y que pudiera yo parar cuando me estuviera lastimando. Así lo hice, pero por mas que intentaba no entraba para nada la cabeza de ese precioso animal, él con toda paciencia, me volvió a lubricar el hoyito y lo volvimos a intentar. Con mucha paciencia y mucha salivita, por fin empezó a ceder mi ano hasta que pudo meter la cabezota, después fue mas fácil todo lo demás.

Quiero decirles que a pesar de lo "fácil" sentía que me estaba partiendo en dos. El no se movía, todo lo hacia yo, hasta que por fin pude meterme toda la tremenda tranca en mi culo y empecé a moverme primero despacio y después un poco mas rápido. Me pidió que me la sacara para cambiar de posición, yo no quería porque otra vez iba a sentir el martirio de la metida, pero insistió tanto que acepte. Me puso de rodillas en la cama y él se puso detrás de mi, con toda delicadeza volvió a meterme poco a poco su instrumento hasta que por fin la tuve toda adentro de nuevo. Quiero decirles que esta vez ya no sentí tanto dolor. Poco a poco fue metiendo y sacando de mi hoyito su tremenda tranca hasta que ya no aguanté y le pedí que me cogiera mas y mas fuerte y el me complació y arreció sus embestidas hasta que con un empujón hasta el fondo se vino este maravilloso macho. Me dejó todavía su verga dentro de mi ano hasta que poco a poco fue perdiendo su erección. Nos quedamos todavía dos horas más en el motel, tiempo suficiente para que me diera otra cogida de antología. Tengo la esperanza de que pronto nos volveremos a encontrar. Se te antojó?