Un brusco cambio de vida (3)
Continua la aventura de un Méxicano con su familia en Madrid y lo que pasa con sus pequeñas tias Paty y las gemelas Paola y Paulina.
UN BRUSCO CAMBIO DE VIDA TERCERA PARTE
Perdón a todos mis lectores por la tardanza en esta tercera entrega aquí va:
Paulina alegremente dirigiéndose a su primo - Grillito quiero probar algo diferente-agrego- vamos al jacúzzi a descansar un rato para poder terminar la noche como es debido- les suplique, ya que aun queda en mi mente las escenas anteriores y no puedo borrar la belleza de mi Paty, ellas aceptaron gustosas, ya en el burbujeo de la hidrotina terminé de desnudarme y me recargué en la orilla para dejar el agua correr por mi cuerpo Paula entro al agua seguida de Paulina, y las dos se dirigieron directamente a mi, me comenzaron a acariciar cada una en una pierna subiendo sus manos lentamente hasta mis nalgas y la espalda al llegar a mis hombros se recargaron en mí y Paula me murmuró en secreto que quería que penetrara a Paulina por detrás, le pregunte también en secreto si ella estaba de acuerdo y me dijo que eso no le importaba ya que teníamos que hacer lo que ordenara pues somos sus esclavos.
Obedeciendo la orden tome a Paulina por la cintura y la bese apasionadamente en la, boca ella respondió de inmediato introduciendo su lengua en la mía, con mis manos tomé sus redondas nalgas y dirigí mis dedos hacía el comienzo de su ano, con mi dedo índice acaricié alrededor y ella apretó mas su boca en la mía emitiendo un leve suspiro, en ese momento la separé de mi boca y cariñosamente la puse de espaldas y la ayude a salir fuera de la tina doblando su cintura con mis manos acaricie sus senos, Paula, tremendamente excitada con lo que estaba por ver aguardaba y Paulina obedecía cada una de mis indicaciones sin protestar, eso me dio a pensar que ellas ya estaban de acuerdo en lo que estaba por suceder, y no se me hacía raro ya que Paula jamás se atrevería en hacer algo que a Paulina no le pareciera por mas que fuésemos sus esclavos esta noche, Paula siempre ha sido mas débil de carácter que su hermana, esto lo confirmé cuando Paulina acercó de entre su toalla que había dejado al alcance un frasco de crema, se lo pasó a Paula quien lo abrió y me lo untó en el pene cerrándome el ojo y sonriendo picaramente, me acerque por detrás a Paulina quien tenía ya los ojos cerrados esperando la embestida, antes tomé un poco de crema del frasco y se la unte en el ano para una mejor lubricación y procurar lastimarla y lastimarme lo menos posible, recargué la cabeza de mi pito en la entrada de su orificio, agradecí que me realizaran la circuncisión cuando nací, y poco a poco comencé a penetrar, Paula se mordía nerviosamente los labios observando sin perder detalle nuestras expresiones y la introducción de mi pene en aquel mínimo e inexplorado orificio, pasando de la cara de su hermana a mi pene y luego a mi cara, note que Paulina se tensó y yo con mis manos sujeté sus senos y los oprimí para hacer balance y poder penetrar suavemente, un par de lagrimas brotaron de sus ojos pero no me detuvo sino por el contrario comenzó a mover sus nalgas en forma circular.
Realmente lo estaba disfrutando, soltó un gemido e introduje mi miembro hasta que sus nalgas toparon con mi ingle, ella lanzo un grito de dolor y sujetó con fuerza mis manos que seguían oprimiendo sus pechos, comenzó a sudar y en su cara tenía una expresión de dolor y placer, Paula la comenzó a besar ardientemente sin que ella correspondiera a sus besos ya que solo estaba concentrada en lo que yo hacía, inicié el ritmo de entrar y salir poco a poco para no hacer daño y Paulina se inclinó casi hasta que su cabello toco el suelo al caer por enfrente hacia su cara, solté las manos de sus senos y acaricie su espalda suplicó que le pegara en las nalgas y que la penetrara con mas fuerza, le comencé a dar nalgadas hasta que se le pusieron rojas, Paula apachurraba los pechos de su hermana y le succionaba la vagina, en eso sentí que me mordían las nalgas y que por debajo de las piernas me acariciaban los testículos me quede de un hilo y al volver la vista me encontré con Paty que pasa con vosotros que me dejáis fuera de su fiesta- nos regañó burlonamente- que creen que con tan poco yo ya estoy satisfecha, me uno a su fiesta- dicho esto me comenzó a besar, acariciar y mordisquear, ni Paola, Paulina ni yo pudimos decir nada del asombro y seguimos con nuestra sodomita actividad.
Continué penetrando a mi prima mientras Paula le introducía la lengua por su enmarañada ranurita ella retomo los gemidos hasta que explotamos los dos en un impresionante y escandaloso orgasmo, salí de ella y nos dejamos resbalar hacia dentro del jacúzzi, Pola y Paty se acercaron una a la otra y sin decir palabras se fundieron en un beso y en caricias, nosotros nos recargamos uno a otro y solo nos abrazamos y disfrutamos de las burbujas, en unos segundos las hermanas se tiraron junto a la tina e introdujeron sus lenguas en sus respectivas hendiduras- Hermana- dijo Paula asombrada hasta pareces una experta- y arqueo la espalda para que entrara con mas profundidad, a pesar de mi cansancio no quería dejar pasar el momento y salí de la tina retiré cariñosamente a Paula de entre las piernas de Paty y rápidamente ocupe su lugar, que delicia de coñito tan rozado, estrecho y perfumado, ni en mis sueños mas locos pude imaginar tal belleza, lo bese, lo acaricie, sacaba y metía mi lengua y ella a cada momento se encorvaba me agarro el cabello jalando fuertemente con el ritmo de cada oleada de placer no podía ni quería detenerme, imaginaba que debía ser eterno esperando el momento en que solos al fin le pudiera hacer el amor. En eso noté que Paula comenzó a soltarse en un gemido, aceleré la velocidad de mi lengua para que terminara al mismo tiempo que Paty, las dos soltaron un fuerte grito y saboree sus jugos en mi boca. Después de eso nos fuimos todos a dormir a el cuarto principal donde había una cama gigante, nos acurrucamos en ella los cuatro desnudos y abrazados y en ningún momento de esa noche deje de abrazar a mi nena consentida. Tenía razón Paulina yo sería el mas beneficiado en aquella situación, las tres bellas hermanas solo para mí y todo quedaría en familia.
A la mañana siguiente desayunamos y salimos a disfrutar de las playas, nos asoleamos y platicamos sobre los planes de esa noche, esa era mi noche, yo sería el jefe y ellas mis esclavas así que les dije a las gemelas que quería que nos prepararan una deliciosa cena (obviamente que ellas se encargaran de pedirla al mejor restauran ) y que nos sirvieran a Paty y a mi proporcionándonos una linda velada romántica, pasamos el día y casi toda la tarde echados en la playa y nadando en la alberca común del hotel.
A media mañana, con la excusa de que iría a el pueblo por unos condones pase a una tienda de renta de tuxedos para usarlo en la noche, quede con el encargado de la tienda que lo llevara a la recepción del hotel y en la recepción les indique que lo llevaran a mi habitación y lo guardaran discretamente en el closet de mi cuarto, ya por la noche les ordene que comenzaran a preparar todo para la cena, le dije a Paty que ella se fuera a arreglar y a poner muy hermosa yo me di un largo baño de tina con aceite de sándalo y burbujas.
Me vestí y salí al comedor donde ya estaban las gemelas al verlas me sorprendí mucho ya que las encontré vestidas como mucamas elegantes con un delantal con holanes y una cofia pero nada mas fuera de eso totalmente desnudas, se veían preciosas, pero la que me llamo mas la atención fue mi Paty, ella estaba hermosísima, con un vestido volado muy escotado hacia el frente y una correa al cuello que sujetaba por la espalda la parte baja del faldón, su peinado en pequeñas coletas y delicadamente maquillada era obvio que las gemelas la ayudaron, ellas a su ves hicieron una exclamación de admiración al verme con el esmoquin pues nunca me habían visto arreglado- guau- expresó Paulina- de donde sacaste eso, que bien te ves, ni pareces tu- Paola afirmo y Paty solo se ruborizó, me acerque a ella y le dije al oído lo hermosa que se ve, ella no dijo nada solo me dio un beso cariñoso en la mejilla.
Las Púas tomaron la iniciativa y me dijeron que a partir de ese momento ellas dos se encargarían de complacernos nos hicieron pasar a la terraza donde ya tenían una mesa preparada para dos, con velas, manteles largos una bacinica donde se enfriaba una botella de Moet y al fondo como serenata comenzó a escucharse suave música de violines, nos sentamos y de inmediato Paola abrió la champaña y nos sirvió, y se alejo dejándonos solos por un rato.
- Hace mucho que espero un momento así- le comente a Paty para iniciar la conversación- tenía muchas ganas de platicar a solas contigo- Paty me volteo a ver a los ojos, disfrute el color esmeralda que adornaba su cara- quería decirte que no era mi intención hacerte daño ni incluirte en nuestras andanzas, pero...- le dije apenado a mi prima- no tienes nada de que disculparte Gerardo - me interrumpió Paty- solo pensaba en que me incluyeran para estar junto a ti, he visto como te diviertes con mis hermanas, creía que solo así tendríamos la oportunidad de estar cerca - no supe que decir, la observé fijamente a los ojos, voltee a ver el paisaje hacia el mar, contemplando las estrellas que tintineaban a lo alto y la luna en cuarto menguante que con su sonrisa parecía burlarse de mis declaraciones, en eso entraron mis primas con una charola con las viandas de esa noche, bailaban alegremente a nuestro alrededor con su minúsculo uniforme dejaron la charola en la mesa y salieron discretamente.
Se seguían escuchando los sonidos románticos de los violines en lo que cenamos.
- Paty, para mi eres alguien especial, yo se que eres solo una niña pero te quiero, no quiero que sufras por esta situación- se levanto de la silla se acercó a mi, me beso suavemente en los labios, - gracias por tratarme así, me gusta, aunque no olvides que solo soy un poco menor que tu- le correspondí el beso que se alargo por unos minutos, al terminar tomó su copa me pidió que brindáramos, tomamos un pequeño sorbo, nos levantamos y fuimos hacia la recamara principal sin dejar nuestras vasos, al entrar cerramos la puerta, ya no supimos que pasó con las gemelas la verdad no nos importó.
Ella y yo solos, una niñita que apenas pasaba de los doce años que para mi en ese momento era la mujer mas completa y apasionada, me abrazó efusivamente, fundimos nuestra pasión con un beso interminable, mis manos rodearon su cintura y soltaron el cuero que rodeaba su cuello el cual se deslizó lentamente dejando al descubierto sus preciosos senos que ya yo había besado, pero en esta ocasión, a solas y en esas circunstancias disfruté diferente, la acerque a la cama y la acosté tiernamente sin dejar de besarla ella comenzó a quitar mi saco y a desabotonar mi camisa no quería dejar de besar su cuello y sus pequeños pechos que se perdían entre mis manos, subía a su boca bajaba a su pecho y eternamente repetí esa interminable experiencia durante no se cuanto tiempo, luego deslicé su vestido y poco a poco deje desnudo su vientre el camino hacia ese lugar hermoso que se encuentra entre sus piernas que descubrí sin problema ya que no llevaba puesto sus lindas bragas de algodón, bese su ombligo y ella se doblaba de gusto, me levante y me quité el resto de la ropa continuando sin descuidar detalle, retiré completamente su vestido y la voltee boca abajo para poder besar su espaldas y sus deliciosas e infantiles nalgas, separé sus piernas mordisqueando desde los pies , subiendo hasta topar con el espacio que se encuentra entre la vagina y el bello orificio entre sus muslos donde me quedé por varios minutos besando mordisqueando y contemplando, que rincón tan perfecto con aroma a flores silvestres, rozando con un inminente bello que apenas asomaba quería pasar la vida en ese nido de su cuerpo, no quería nada más, me perdí en ella, no se cuanto tiempo paso cuando me levantó y comenzó a besarme- por favor mi amor déjame un rato más- le dije entusiasmado- no quiero separarme de tus piernas, ella me tomo de la cabeza y me beso- ahora quiero yo besar tu cuerpo- dijo llena de placer, y me recargó en la cama, se subió en mi , comenzó a besarme el cuello, mi pecho bajando poco a poco recorriéndome las tetillas hasta el ombligo, en un minuto mordisqueaba delicadamente mis testículos, mordió en el lugar que separa mis nalgas de mi ser, sentí que me moría cuando acaricio mi pene y poco a poco se lo llevó a los labios, lo recorrió con la lengua de arriba abajo como si fuera experta y succiono el glande fuertemente, después de unos minutos le retiré la cabeza pues estaba a punto de explotar en su boca, la besé apasionadamente sintiendo el salado sabor de mi pene. Fundidos en un abrazó la acosté, separé sus piernas y bajé a su linda flor para besarla y lubricar el no lejano albergue de mi sexo, metí la lengua succionando una y otra ves hasta lograr un gemido de placer que corrió sus jugos por mi boca, subí a besarla nuevamente, ahora ella disfrutó sus sabores por mis besos, apunte la lanza hacia su cueva y poco a poco penetre en sus secretos, emitió sonidos de delicia permitiendo con dolor aquel intruso que poco a poco le enseño los placeres mas profundos, acaricie sus pechos con mis manos y mordí con fuerza en el lóbulo de su oreja para mandar una ultima envestida y confundir el dolor de mi mordida con el ultimo vestigio de su infancia.
Jamás hasta ese día había sentido algo tan intenso, y solo con ella lo sentí de nuevo, me corrí dentro de Paty y ella termino conmigo dentro y quedamos abrazados en la cama, mis primas no interrumpieron ni supimos nada de ellas hasta el otro día, pero para mi y estoy seguro que para Paty esa noche fue la más increíble noche de nuestras vidas.