Un brusco cambio de vida (1)

De como salí de México y llegue a vivir con unos familiares en España y de como me trataron.

UN BRUSCO CAMBIO DE VIDA (primera parte)

¡Realmente nunca lo olvidaré! Fue un extraño otoño, grandes cambios sucedieron en mi vida contaba a penas con catorce años, mi nombre Gerardo aunque todos me llaman "Grillo", una ocurrencia de mi abuelo ya que decía que cuando era pequeño lloraba como estos insectos, mis padres murieron en un tremendo accidente esa primavera, yo me encontraba solo con mi abuela materna, una anciana enferma desahuciada y millonaria a la que los médicos no le auguraban mas de seis meses de vida, ella mi única familia y yo a punto de quedar definitivamente solo en el mundo.

Ese día me llamo mi abuela me pidió que me sentara a su lado en la cama, me dijo que antes de lo pensado se reuniría con mis padres, y que tendría que continuar sin ella, que no me preocupara ya que sería su heredero universal y que con dinero todas las puertas se abren, que ya habló con una prima suya que esta dispuesta a alojarme en su casa y tenerme como parte de su familia.

Yo recuerdo muy poco a la tía Edith, mi madre me platicaba que era la mas joven de sus tías, prima de mi abuela, convivieron mucho de niñas, ya que a pesar de ser tía de mi madre la tía Edith era dos años menor que ella, se dejaron de ver a raíz de que la tía se casó y se mudo a España, donde vive desde hace quince años, razón por la que yo solo la recuerdo por las pláticas de mis padres y de mi abuela, los comentarios siempre eran sobre lo excelente amiga y el gran cariño que le tenía a mi madre, de hecho en esos quince años solo vino a México en dos ocasiones, la primera cuando yo nací y la segunda al funeral de mis padres.

El día del funeral ella misma se presentó y después de darme el pésame, me dijo que me recibiría en su casa cuando yo quisiera, que tenía tres hermosas hijas mas o menos de mi edad con las que me llevaría excelente, que dos de ellas, gemelas idénticas de doce años y la otra mas pequeña de once y que morían en deseos de conocer a su sobrino de México, a pesar de las lagrimas en mis ojos alcancé a observar lo hermosa que es mi tía, alta, esbelta, unos grandes ojos de un color entre café y verde y una sonrisa que causó en mí una sensación inmediata de tranquilidad y paz.

A casi un año de esa plática murió mi abuela, la tristeza me lleno el alma, me sentía desolado y desecho, los abogados comenzaron los tramites para crear un fideicomiso para que no me falte nada hasta mi mayoría de edad en la que recibiría la gran fortuna que mi abuelo reunió en su vida como propietario de las minas de bronce mas productivas del país y que por ahora estaban siendo administradas por un consejo esperando a que yo pueda encargarme de su dirección pero para ello faltaban aun algunos años. De acuerdo a la voluntad de mi abuela, los abogados rápidamente se encargaron de contactar a mi tía Edith, arreglar los inconvenientes legales y escolares y enviarme a Madrid para reanudar mis actividades escolares a principios del siguiente período.

Mientras me dirijo a Madrid voy recordando esta serie de acontecimientos, pensando que me espera al llegar a España, a una cultura diferente, familia nueva, compañeros nuevos, amigos nuevos, una nueva vida.

Llegue al aeropuerto de Barajas en Madrid, el vuelo llego muy adelantado por que las corrientes de aire fueron favorables y por el cambio de horario, ello ocasiono que me tuviera que quedar guardado como equipaje, ya que por ser menor de edad tengo que ser entregado casi casi como una maleta, previa identificación de mi tía. La aeromoza que me tenía en custodia llamó por teléfono a mi tía, a la que conocía desde hace algunos años, ya que mi tío Josecho, esposo de la tía Edith, es un importante piloto de Iberia y líder de el sindicato español de pilotos y aeromozas, se ofreció a llevarme a la casa y ahorrar el viaje de mis tíos hasta el aeropuerto el cual tenían planeado casi dos horas mas tarde. Ya en su auto camino a la casa, me pregunto -¿Gerardo es un nombre muy serio, puedo llamarte "grillo"?- como escucho al abogado de mi abuela que me había llamado cuando me entregó a su custodia en la ciudad de México yo acepte y me tranquilizó con su plática ya que estaba muy nervioso por las nuevas expectativas, ella me pidió la llamara Lilia, me platicó que estudia leyes en la Universidad Complutense y mientras se gradúa trabaja de azafata y que pronto mi tío le conseguiría una vacante en el jurídico del sindicato, me dijo que los madrileños son personas muy agradables y entusiastas, que quieren mucho a los mexicanos y principalmente a jovencitos majos y buenos mozos como yo, que no tenía de que preocuparme. Entrando ha la ciudad, me preguntó si no me molestaba pasar un momento a su departamento ya que la casa de mis tíos quedaba hacia la salida a Toledo, que se tenía que arreglar pues después de dejarme tiene que ir a allá a visitar a su madre por el día de su cumpleaños, yo no puse objeción dadas las circunstancias no existía razón para oponerme, entrando a Paseo de la Castellana se dirijo al interior de el estacionamiento de un edificio muy lujoso y alto, me asombró el hecho de que una aeromoza viviera en un lugar así, ella al ver mi asombro me comento que su padre es un ejecutivo importante dueño de una cadena de establecimientos Hertz de renta de automóviles y que el departamento es la casa que el ocupa cuando tiene que estar en Madrid ya que su residencia habitual es Toledo y que ella también lo utiliza cuando aterriza en esta ciudad. Entramos y me impresionó la hermosa vista que se aprecia desde el ventanal de la sala, todo paseo de la Castellana con la fuente de la Cibeles y el museo del Prado muy al fondo, se disculpo y me pidió me pusiera cómodo mientras ella tomaba un baño, se dirigió a una recamara y yo comencé a curiosear por el departamento, al pasar por un pasillo de reojo alcancé a ver por el rabillo de la puerta mal cerrada como Lilia se comenzó a despojar de la pañoleta que trae al cuello, aparté la vista de inmediato pero pudo mas mi curiosidad, me volví a acercar cuando se quitaba los zapatos y se sacaba el suéter en eso escuche su voz que me llamaba; - "Grillo" puedes venir un momento-, me sobresalte pues pensé que me había descubierto espiando, entre a la habitación y le pregunté que se le ofrecía, me pidió que si le ayudaba a desabotonar la casaca de su uniforme ya que el diseñador puso la botonadura muy incomoda en la parte de atrás.

Me acerqué a ella al momento en que se volteo y me dio la espalda, nerviosamente pero haciendo todo lo posible por no demostrarlo comencé a desabrochar el primer botón, comprobé que si ella quería lo hubiera sacado fácilmente por la cabeza, pareciera que leyó mis pensamientos y me dijo -no me quiero despeinar, por eso necesito de tu ayuda-, realmente me puse nervioso al seguir por el segundo, tercero y cuarto botoncito. Lilia es una chica muy hermosa de unos veinticuatro años un metro setenta de estatura y de facciones moriscas, esbelta y espigada, en fin sumamente atractiva. Al llegar al quinto botón ya casi a la altura de la cadera me detuve, quedó semi descubierta su espalda y se dejó ver la delgada cinta blanquísima de su sujetador de algodón que hacía contraste con su piel apiñonada, me pidió que continuara que no me apenara, yo respondí con voz entrecortada que no estaba apenado y desabotone el sexto y séptimo botón cuando alcancé a apreciar el resorte de su pantaleta del mismo blanquísimo algodón que el sujetador, me volví a detener y ella solo exclamo, -continúa, por favor- en el octavo y noveno botón deje al descubierto unas hermosas y bien torneadas nalgas perfectamente forradas por las truzas de algodón, al llegar al décimo botón y de un movimiento dejó caer la casaca al suelo y quedó totalmente en ropa interior, mi corazón latía a mil por hora, jamás había visto algo igual, las revistas morbosas nunca existieron en mi casa, mis padres controlaban los programas y películas que veía y ya que toda mi vida estuve en escuelas de los Legionarios de Cristo de puros niños, el cuerpo femenino era extraño y tabú para mi, la única mujer relativamente joven cercana a mi fue mamá, razón que justificaba mi nerviosismo. Nuevamente ella leyó mis pensamientos cuando dirigía sus pasos hacia el baño

nunca habías visto a una mujer así-

claro que sí- mentí.

Me pidió que la siguiera al baño, yo le dije que mejor la esperaba en la sala,

-no, acompáñame, que no te de pena-

-si no me da pena, es que-

-sin esques, por favor ayúdame, ¿si?-.

Apenado y acorralado no me quedó mas remedio que acompañarla, ya en el baño se puso una toalla alrededor del cuerpo y me pidió que si le desabrochaba el sujetador por detrás de la espalda, se descubrió solo esta parte y al intentar soltarlo, por mi obvia inexperiencia no lo logre sino hasta el cuarto o quinto intento, después del cual y volviéndose a cubrir se lo quito y arrojo hacia el taburete de la ropa sucia, inmediatamente después agachándose y sin descubrirse se quito el calzón que arrojo al mismo lugar, se metió a la tina que ya estaba llena y espumosa , ya dentro se despojo de su toalla rápidamente y sin mostrar nada más, acto seguido me pidió que le acercara la gorra de plástico para no mojarse el cabello y no despeinarse y que si le tallaba la espalda con una esponja que ella me proporcionó junto con el jabón, me acerque tímidamente y mojé la esponja al tiempo en que la pasaba por su cuello apartando su largo cabello negro que asomaban de la gorra, se encorvó hacia delante para dejar libre su espalda apartándola de la orilla de la tina, comencé a bajar la esponja hacia su espalda cuando repentinamente tomó mi mano y la jaló hacia su seno derecho, yo automáticamente solté la esponja y retire la mano al sentir la suave textura de su pezón, me sobresalte y caí de espaldas sobre el tapete de baño, ella se rió y me pidió una pícara disculpa al momento en que me invitaba a continuar con el tallado de su espalda, mas tímidamente aun y en extremo nervioso tomé la esponja y me acerque a su espalda estirando mi brazo para que no me volviera a sorprender, tomé el jabón y lo talle en la esponja pero por los nervios resbaló de mi mano y cayó en el fondo de la tina, ella me voltio a ver con su sonrisa picara y me pidió que lo buscara, en el momento en que me arremangue la camisa me dijo que me la quitara para no mojarla, yo como autómata obedecí la orden, me quité la camisa e introduje el brazo a un costado de ella y busque palpando el fondo de la tina el escurridizo jabón, me dijo que se fue hacia abajo, siguieron mis dedos a un costado de su muslo cuando tomó mi mano y la dirigió hacia arriba de su pierna, ya no cometí el error de retirar la y me deje llevar, me dirigió muy lentamente hasta que mis dedos se fueron relajando y toque con suavidad su pierna, mi tacto se convirtió en caricia, deslizó mi mano hacia su rodilla y la fue moviendo aun mas lento entre sus piernas, yo me paralicé, con una combinación extraña de miedo, curiosidad y una rara sensación entre las piernas, no muy diferente a las que tengo cuando veo chicas en la televisión o en las películas para mayores de 18 años a las que me he podido colar con mis amigos pero mucho mas intensa, a fin de cuentas la combinación de sensaciones me resulta a cada centímetro de sus piernas más agradable, continúa subiendo cuando de repente me la suelta y se recarga en la tina murmurando que continúe yo solo, me detuve por unos segundos hasta que tomé valor y continúe hacia arriba, en un momento sentí que alcanzaba a tocar ambos lados de el interior de las piernas y un poco mas sentí la extraña sensación de una maraña de pequeños cabellos me detuve asombrado pero no quise ni pude apartarme, acomodé la mano en ese sedoso colchón de bello y a pesar de que el agua no estaba muy caliente sentí una sensación de mucho calor, le voltee a ver a la cara y se encontraba con los ojos cerrados y una leve sonrisa en sus labios, abrió las piernas, la sensación que yo tengo va en aumento ya siento el abultamiento cada vez mayor entre mis piernas, no se que hacer, no quiero quitar la mano, no me quiero mover de ese lugar, comencé a acariciar en círculos, hacia arriba y hacia abajo cuando de repente sentí una abertura en ese mar de bellos, sin pensarlo y sin saber porque lo hice deslicé mi dedo índice en su interior, ella expresó un levé quejido y yo rápidamente saque mi mano del agua asustado y disculpándome por haberla lastimado, ella se incorporó un poco me tomo del brazo y me acercó a ella al tiempo en que me dio un pequeño beso en los labios – no te asustes estoy bien tienes una mano deliciosa, por favor continúa - se volvió a recostar en la tina y yo volví a meter la mano al agua al mismo lugar en donde estaba y poco a poco introduje el mismo dedo en la ranurita entre sus piernas ella volvió a gemir pero ahora no me detuve, continúe moviendo mi dedo y mi mano sin dejar de ver su cara, introduje también el dedo medio, Lilia comenzó a pasar su lengua a los lados de sus labios y después de otros cuantos gemidos mordió sus labios y comenzó a gemir mas fuerte, en ese momento yo no sabía que hacer, comencé a detener la presión de la mano y de mis dedos, cuando ella volvió a tomar mi mano y continuó presionando mientras pasaba de los gemidos a gritos reales, me retire bruscamente y salí corriendo de la habitación, ella no se movió ni me dijo nada, yo la escuché que seguía gritando mas fuerte, en unos segundos bajó la intensidad de sus gritos hasta que se convirtieron de nuevo en leves gemidos, yo estaba aterrado, no sabía en donde meterme, como tonto me quedé sentado en la cama sin saber que hacer, dos minutos después ella salió del baño con su bata puesta, le pedí disculpas, solo sonrió me dijo que fuera a la cocina y que tomara un refresco mientras se vestía, saque mi camisa del baño y me fui a la sala, unos minutos mas tarde ya estábamos en el auto rumbo a casa de mis tíos, no me hizo ningún comentario al respecto, de hecho no hizo ningún comentario de nada, permanecimos callados hasta que llegamos a una pequeña casa en las afueras de Madrid antes de bajar a tocar la puerta me dio un beso en los labios me cerro el ojo y me dijo que estaba segura que me la pasaría súper en España y que buscaría la oportunidad de volverme a ver algún día, me dio una tarjeta con el teléfono de su casa y de su móvil,-por si en algún momento se te ofrece- me dijo, no supe que decir, solo afirmé con la cabeza, seguro de que esta experiencia la recordaría toda la vida y que por supuesto nunca le contaría a mis tíos y seguro de que ella tampoco lo contaría.

Nos dirigimos hacia la puerta después de bajar el equipaje de la cajuela , ella toco el timbre y esperamos a que nos abrieran, pasó un minuto y al volver a tocar se escucha una vos infantil que grita desde el interior pidiendo calma pues va corriendo a abrir inmediatamente después se abre la puerta y aparece una niña como de doce años, supuse que es mi tía la mas pequeña, sin saludar y corriendo de regreso al interior de la casa nuevamente gritando a su padre –ya llegó, ya llegó, papá ya llegó- , -hazlos pasar por favor- se escuchó la vos de mi tío que apareció en ese momento por la escalera del segundo piso –ha que niña- comenta al momento que llega a la puerta y nos ofrece pasar quitándome el equipaje de la mano, -tu debes ser "Grillo"- me dice al tiempo en que estira su mano para saludarme, -sí, sí- contesté nerviosamente, -y tu eres mi tío Josecho- -si pero deja a un lado lo de tío- contesto -que a fin de cuentas la que es tu tía es mi mujer, yo estoy muy joven aun para tener un sobrino nieto tan crecidito como tú, dime solo Josecho-aclaró – y ese bólido que te abrió es Paty- Paty se acercó nuevamente y se puso junto a su padre – hola sobrino- me dijo burlonamente, me di luego luego cuenta que mis tiítas se han estado burlando de esta relación desde que supieron que llegaría a su casa,- hola tía- respondí en la misma tónica- todos nos reímos, - pero pasen por favor- -gracias señor pero yo tengo que marcharme ya que tengo que llegar temprano a Toledo- respondió la aeromoza- pues muchas gracias por este gran favor- dijo Josecho- te veo el lunes en la asamblea del sindicato- agregó -por nada, hasta mañana- dijo ella y se despidió con un bezo en cada mejilla de Josecho, de Paty y de mí al momento en que yo le agradecí traerme, ella solo me guiñó el ojo.

tu tía regresa en unos minutos, fue por las gemelas a casa de unos vecinos- dijo mi tío- pero pasa vamos a la sala a que me platiques de tu viaje-.

La casa es pequeña, como después supe que son la mayoría de las casas de las afueras de Madrid para clase media alta, muy cómoda, amplia y acogedora, de dos pisos y medio, sala, comedor, cocina, dos baños y un pequeño cuarto de servicio en el medio piso extra, que por lo extremadamente caro que es la servidumbre en Madrid, es un lujo que solo la clase muy acomodada se puede dar, por ello los cuartos de servicio son acondicionadas como estudio o habitaciones de huéspedes, en esta caso ya esta acondicionado para recibirme y darme la privacidad que según Josecho yo requiero.

Apenas nos sentamos en la sala cuando se abre la puerta y entran mi tía y mis tiítas, a mi tía la recordé de inmediato, al verme corrió a abrazarme y besarme –Gerardo, mi querido sobrino, que gusto verte de nuevo- me dijo efusivamente, yo respondí con el mismo gusto, ya tenía un rato de no ver caras familiares, y a mi tía es a la persona que mas quería ver en ese momento, -tía, que gusto me da verte de nuevo- sin soltarme volteo hacia la puerta – venid niñas a conocer a su primo- de inmediato Paty repuso

-no es primo, es sobrino- se acercaron mis tiítas un tanto tímidas – de aquí en adelante es su primo, ya que si el les dice tías a vosotras yo me voy a sentir muy vieja, ¿de acuerdo?- dijo mi tía y todos aceptamos. – Ellas son Paula y Paulina y por lo que veo ya conociste a la bala de Patricia- me presentó, -si tía, yo soy Gerardo pero todos me dicen "Grillo", mucho gusto- me presenté.

No pude hacer a un lado mi asombro primero cuando conocí a Paty y ahora que conozco a las "Paus" como les dicen cariñosamente mis tíos, Paty es una niña de cabello castaño, casi rubio, ojos verde esmeralda profundamente hermosos, su figura infantil comienza a tomar apenas forma de mujer, las gemelas a demás de ser perfectamente iguales, de tener la costumbre de vestir igual a excepción del moño que usan en su larga, rizada y castaña cabellera es en Paula rosa y en Paulina amarillo, detalle que por solicitud de sus padres aceptaron ponerse para que todos las pudiéramos identificar ya que en ocasiones hasta ellos las confunden, - poco a poco te darás cuenta de que también se diferencian por el carácter, en eso son muy diferentes- comento Josecho – pero para ello te tomará tiempo- agregó Edith –la única persona a la que nunca engañan es a mi- comento Paty, - no es verdad- dijo Paulina, - eso te crees tu- comento Paula, yo seguía viéndolas discutir, jamás había visto personas tan parecidas, sus gestos, su voz, todo, pero a demás de eso superaban por mucho en belleza a su hermana Paty y a su madre, me faltarían palabras para describirlas, sus ojos negros como la noche mas obscura y grandes como la luna, tez muy blanca, cejas abundantes, labios carnosos, y una figura, que a pesar de aun no terminar de desarrollarse , ya mostraban lo que serían al final, unos verdaderos monumentos a la mujer, las "paus" tienen 13 años y ¡que años!

Nos sentamos todos en la sala, me dijeron que esta es mi casa, que estaban felices de que viva con ellos y que podía estar el tiempo que yo quiera, mis primas me dijeron que sería como el hermano que nunca tuvieron, que me considerara parte de la familia, realmente me emocioné, no supe que decir, una lagrima asomo en mis ojos, Paty se acerco a mí y me tranquilizo con un cariñoso beso en la mejilla – no estés triste- dijo, --no – dije rápidamente, realmente desde que mis padres murieron no había estado tan feliz- muchas gracias por lo que hacen por mí- desde ese momento un lazo especial me unió a Paty.

Mis primas me llevaron a mi cuarto a dejar mi maleta y a mostrarme donde estaba todo, -el cuarto es pequeño pero acogedor- dijo Paulina, mi papá le ha reparado el baño y ha quedado monismo- agregó Paty, -y tiene la mejor vista del rió Manzanares- interpeló Paula- quédate aquí, arregla tus cosas y en un rato vengo para que bajemos a comer- concluyó Paty, salieron las tres dándome cada una un besos en cada mejilla, yo me sentí sumamente emocionado, no se si por estar con una nueva familia, por como me trataron o por que voy a vivir con estas tres hermosas criaturas tan cariñosas, el caso es que estoy feliz .

Acomodé mis cosas, y me dispuse a darme un baño, es temprano para la comida así que dispuse la tina para sumergirme por un rato, me deleité con agua muy caliente, después de un momento largo decidí que era suficiente, al tiempo en que me paré escuche que algo se caía en la habitación, se escucharon pasos corriendo y la puerta que se cerraba, rápidamente me puse la bata y salí, no había nadie, solo el cuadro con la foto de mis padres sobre la alfombra, no supe que paso y no le di importancia, me recosté en la cama unos minutos luego me arreglé, no esperé a que Paty subiera por mí, bajé las escaleras hasta la planta baja donde encontré a mi tía leyendo en la sala, me senté a su lado, dejo su libro y me dijo- Gerardo, quiero que sepas las actividades que tenemos tu tío y yo, para que estés enterado de cómo nos ganamos la vida, Josecho, como ya te has enterado, es piloto de Iberia, a demás de ser líder del sindicato nacional , esto lo obliga a salir mucho de viaje, ya sea como piloto o como líder sindical, yo soy antropóloga, trabajo en el Real Museo de Historia en Palacio de Oriente, salgo poco de viaje, pero trabajo mucho, hay veces en que las niñas se quedan solas, voy a estar mas tranquila ahora que tu estas en casa, cuando Josecho, no esté tu serás el único hombre aquí y eso nos da mucha tranquilidad a todos, tu escuela es la misma a la que asisten tus primas, se encuentra a solo dos calles por tanto pueden ir y venir andando, el período escolar termino ayer, así es que están de vacaciones durante un mes y medio, hasta que a tu tío no le resuelvan sus vacaciones esperaremos para organizarlas juntos- si tía respondí atento.

Sin mayores incidentes pasaron los días, todo se desarrollaba normalmente, conocí Madrid gracias a un par de días que mi tía tuvo libres en el museo, mis primas las "Paus", a las que poco a poco aprendí a diferenciar, me presentaron con amigos del barrio, y familiares por parte de su papá.

Pero un día en que se junto un largo viaje de Josecho y una emergencia en el museo, por la cual mi tía tuvo que salir a Israel, nos tuvimos que quedar solos, mi tía me pidió que me encargara de la casa, que por favor me quedara a dormir en su habitación y que ella regresaría en tres o cuatro días, y que su cuñada estaría al tanto durante el día.

La tía se fue, y la cuñada de mi tía llegó al día siguiente, es mayor que mi tío Josecho e igualita, mi tío Josecho para ser hombre no es feo, pero si fuera mujer sería horrible, y esta señorita es idéntica a Josecho, aunque tan simpática como él, Cloe, que es su nombre, llega a la casa alrededor del medio día, prepara la comida y la cena y se retira a media tarde.

Uno de esos días, yo no se que demonios me cayó mal, el caso es que estuve muy malo de una indigestión a tal grado que la primer noche llegue a 39º de fiebre, al día siguiente me llevo Cloe al médico, me mandó reposo y un antibiótico, y aquí es donde comienza mi siguiente asombro. Cloe se fue esa tarde como a las 7:00 PM después de dejarme cómodo en la recamara de los tíos y encargado con mis primas, les dijo que me consintieran y que no me dejaran solo, que cualquier problema le llamáramos a su trabajo, ella trabaja en una institución bancaria en horario nocturno, y estaría aquí en unos minutos, Paty le dijo que no se preocupe que ellas me cuidarían. Al poco rato me quedé dormido, recuerdo que me comenzó a dar mucho frío y comencé a quejarme, lo siguiente que recuerdo es a mis primas que me preguntaban que sentía, Paty fue a llamar al médico, el cual les dijo que si tenía mas de 39º me pusieran trapos con agua fría, que tenían que bajarme la fiebre de cualquier manera y que le llamaran de no ser posible, Paulina trajo las compresas y me colocó una en la cabeza, Paula me desabrochó la pijama y me colocó una en el pecho, la fiebre no cedía decidieron meterme a bañar a la tina con agua fría, entre las tres me llevaron al baño y aun en pijama me metieron en la tina, Paty me echaba agua en la cabeza mientras las otras me observaban asustadas, después de unos minutos la fiebre bajó considerablemente, ya me sentía mucho mejor, me salí yo solo de la tina y me saque la ropa mojada, me puse una pijama seca y me volví a acostar, Paty le avisó al médico que ya estaba mejor y que me estarían vigilando, ya estando nuevamente en la cama les pedí que se fueran a dormir que yo estaría bien, ellas se negaron y decidieron turnarse para cuidarme, la primera sería Paty, cosa que a mí me dio mucho gusto ya que es mi preferida, platique con ella unos minutos hasta que el sueño me ganó, mas tarde sentí como Paty se fue después de darme un beso cariñoso en la frente y entró Paula, yo ni siquiera abrí los ojos, solo las escuche despidiéndose, un momento después sentí que Paula me ponía su mano en mi frente y con voz muy baja me dijo- que susto nos has dado "grillito" yo no respondí, le hice creer que estaba dormido, al no responder, siguió acariciando mi cara bajando sus manos hacia mi cuello y mi pecho- que lindo eres-, susurro, yo preferí guardar silencio, acto seguido Paula salió del cuarto y a los pocos segundos regresó con Paulina, se acercaron a mí – ¿está bien dormido?- preguntó Paulina,- sí, ya lo comprobé- dijo Paula, yo no entendí nada pero continué haciéndome el dormido para saber que se traían, Paula volvió a tocar mi frente y mi pecho –ya vez, ni se inmuta- comentó Paula, Paulina acarició mi pierna para comprobar que estuviera dormido, -sí, creo que tienes razón- comentó, y comenzó a subir su mano por mi pierna, Paula comenzó a recorrer mi pecho bajando su mano hacia mi estómago, no me moví ni un centímetro, y por supuesto lo comenzaba a disfrutar, Paulina subía su mano, Pula la bajaba cada vez mas, y yo comenzaba a excitarme impresionantemente, Paulina comenzó a desabrochar los botones del pantaloncillo de la pijama, me moví un poco para que pareciera que lo sentí, ella se detuvo para comprobar que no me desperté, lentamente jaló la jareta que evitaba se abriera el pantaloncillo, y aparto las puntas hacia los lados dejando ha la vista mis calzoncillos, mientras tanto Paula observaba atentamente acercando su mano al bulto que se formaba entre mis piernas, discretamente me toco con un dedo e inmediatamente me puse rígido y mi pene se puso duro, Paula apartó la mano de inmediato y las dos se rieron casi impredeciblemente, ahora fue Paulina la que se atrevió a tocarme, con una caricia por encima de mi calzón, yo sentí que mi cabeza daba vueltas, una sensación increíble por la cual me costaba mucho trabajo controlar mi falso dormir, en eso levantó el resorte del calzoncillo y libero mi miembro, que al sentirse libre apareció erecto ante sus ojos, ambas se apartaron y se rieron morbosamente, yo esboce una sonrisa de placer que Paula descubrió, -ya se despertó- le dijo a su hermana,- no, no lo creo, mira sigue dormido, shhhh, shhhh, - inmediatamente aparenté profundidad en mi dormir, claro que sin moverme para seguir disfrutando de aquello, Paulina que siempre es la mas atrevida, se acercó a mi miembro y le dio un pequeño beso, y en seguida le pasó la lengua por un lado como si fuera una paleta, me estremecí, se acercó Paula, retirando a su hermana hizo lo mismo, se escucho una leve discusión e inmediatamente después sentí las dos lenguas unidas en mi pito, una subiendo y bajando y la otra bajando y subiendo, con sus manos me acariciaban las piernas y los testículos, jamás había sentido algo así, un dolor muy extraño comenzó a aparecer en mi estómago y poco a poco invadió todo mi cuerpo, un fuerte estremecimiento violentó todo mi ser desde la punta de los pies hasta mi cabeza, no me pude controlar, salió de mi boca un fuerte gemido y de mi pito semen que las "Paus" limpiaron con sus lenguas, comencé a sentir que la sensación pasaba, pero ellas seguían jugando con el y riendo por su travesura, un momento después acomodaron mi miembro dentro del calzón me abrocharon la pijama y se retiraron, yo abrí los ojos para comprobar que se habían ido, me incorporé en la cama sin salir de mi asombro y de mi fascinación, ¿qué fue lo que pasó? Me acosté y a los pocos segundos me quedé profundamente dormido. A la mañana siguiente me desperté y estaban las tres primas junto a mí con mi desayuno, - como dormiste- preguntó Paty – muy bien gracias- contesté, -te sientes mejor- agregó Paula sin mostrar en sus facciones ningún cambio, - si prima, gracias a sus cuidados – quieres que llamemos al médico- agregó Paty – no, ya no es necesario me siento muy recuperado- - que bueno, porque el susto que nos has dado fue tremendo- agregó Paulina sin mostrar tampoco alguna expresión diferente en su cara, -perdonen la mala noche- les suplique, me dieron un beso en la mejilla y salieron de la habitación. Me quedé muy pensativo, ¿qué pasó? ¿habrá sido un sueño producto de la fiebre? ¿habrá sido real?

Ese día por la tarde regresó mi tía, se entero de mi enfermedad y adelantó su viaje, según nos relató tomó el primer vuelo a Madrid pero de Jerusalén a España no son tan seguidos como se quiere, - no te hubieras preocupado, veme estoy muy bien, los cuidados de tus hijas fueron excelentes ya estoy como nuevo- -haber si sigues de tragón- comentó en broma mi tía y todos nos reímos.

Esa noche ya en mi cuarto, seguía impresionado con lo que pasó, casi seguro de que en efecto fue un sueño, un sueño maravilloso que esperaba se volviera a repetir y para ello decidí dormir de inmediato.

A no se que hora de la noche escuché que se abría la puerta de mi habitación, escuche pequeños pasos, abrí los ojos poco a poco para descubrir a las "Paus" acercándose a mí cama. ¿estaba soñando de nuevo? Ahora sí lo tenía que comprobar, me hice el dormido para ver que sucedería, ellas se acercaron y se quedaron paradas junto a la cama, Paulina me tocó la frente y dijo –¿no estas dormido, verdad?- - y anoche tampoco- agregó Paula, no sabía si responder o seguir fingiendo, pero esto confirma que no fue un sueño, y quería corroborarlo- no, no estoy dormido, y a noche tampoco lo estaba- dije abriendo los ojos y mirándolas de frente,- y porque fingiste- agregó Paulina, - solo para engañarlas- - pues nosotras sabíamos que estabas despierto- dijo –si claro- añadió Paula, acercándose a mi boca y tocándola con sus labios mientras Paulina se sentaba junto a mí en la cama –niñas, que está su mamá- exclame preocupado –no te preocupes ella tiene un sueño muy pesado y además desde aquí no se escucha nada- comento Paulina, - a demás si no te has dado cuenta ya no somos unas niñas- agregó Paula – pero son mis primas- comente, - no, no somos tus primas, somos tus tías y tienes que obedecernos- aseveró Paulina, - por lo tanto tu te quedas quieto y callado- ordenó Paula – pero, es que- guarda silencio- mandó Paulina, decidí obedecer para evitar que alzaran la voz y mi tía subiera.

Paula me volvió a besar pero en esta ocasión introdujo su lengua en mi boca, yo no sabia que hacer, jamás había besado ha una mujer, - acaricia mi lengua con la tuya- comentó al momento que dejaba de besarme y continuar después de la orden, hice lo que me pidió y efectivamente fue una sensación deliciosa, al momento que ella me besa Paulina me acaricia y comienza a desabotonar la camisa de mi pijama, Paula me endereza para poder retirar la blusa y dejarme desnudo del torso, acariciando y besando mi pecho totalmente lampiño, no sabía donde poner mis manos, tenía temor de tocarlas, Paulina tomó mis manos y las puso sobre la espalda de Paula, automáticamente la acaricie mientras me besaba, Paulina mientras tanto besa mi cuello y mi espalda por atrás de mí, entre las dos me ayudan a levantarme sin que Paula dejara de besarme y poco a poco Paulina desabrocha mi pantaloncillo y lo baja junto con los calzoncillos muy lentamente mientras acaricia y besa mis nalgas, yo aprovecho para acariciar a Paula, se quitaron los moños de la cabeza, con lo que ya no supe quien es quien, comienzo a alzarle el camisón dejando al descubierto sus desarrollados pechos, en eso me empuja a la cama y las dos se me suben enzima, empiezan a besarme y a acariciarme, mientras hago lo mismo, al fin me atrevo a tocarles sus senos primero de Paula y después de Paulina solo sobre la bata, una de ellas se aparta y toma a su hermana abrazándola y comienza a besarla en la boca con una tremenda pasión, me quedé asombrado, en eso la una le comienza a subir la bata a la otra hasta dejarla desnuda y mostrarme su silueta infantil, cuando la otra se quita ella misma la bata quedando también desnuda, ambas se funden en un beso apasionado y en largas caricias, se acercan a mi y me rodean con sus cuerpos desnudos invitándome a acariciarlas y besarlas, mi miembro estaba mas parado aun que el día anterior, aunque la sensación era fabulosa, no explote como ayer, acaricie a mis primas, desde los pies hasta la cabeza tanto por el frente como por la espalda, bese cada centímetro de sus cuerpos, al hacerlo parecía que una de ellas estaba sola frente al espejo, pasaba de un seno al otro y luego al otro y al otro mas, senos pequeños aun, hermosos, juveniles, con pequeños botones rozados, bese sus ombligos en sus vientres aun de niñas, más a bajo, un poco mas abajo crece una pequeña capa de bello, muy escaso del mismo color que sus cabellos, mostrando una tenue línea al centro, las besé e introduje mi lengua, primero en una después en otra, en ese momento ellas se besaban sus bocas apasionadamente, gimiendo de placer, yo las acariciaba, hubiera querido tener cuatro manos y dos bocas para poder darles placer a las dos al mismo tiempo aunque parecía que ellas lo disfrutaban enormemente tanto o mas que yo.

A hora cambiamos de posición, ellas me tumbaron en la cama y entre las dos se anhelaron en complacerme, besándome, acariciándome, aquí sí son cuatro manos y dos bocas pero hubiera deseado fuesen el doble, me sentí extasiado, amado, complacido, una se fue a mi pene a besarlo y chuparlo la otra puso su deliciosa abertura en mi boca, mientras una me devoraba yo devoraba a la otra, que delicia, que sensación, de repente comenzó la misma sensación de la noche anterior, recorrió todo mi cuerpo y terminó en mi miembro, lamí mas profundamente en mi prima, sentí que ella también explotaba en mi boca, y yo en la boca de la otra, se quitó una de encima de mí y se paso la otra que se puso en la misma posición y le hice lo mismo que ha su hermana mientras las dos se acariciaban y besaban mutuamente, mi prima también terminó arriba de mí en un profundo gemido silencioso, los tres quedamos tendidos en la cama, recargadas en mi, después de largos minutos, se levantaron se pusieron sus batas y se fueron sin despedirse.

Este sí que no fue un sueño, que delicia de primitas, y las tengo solo para mí en la casa de mi tía, en mi propia casa.

A partir de esa noche casi todas las noches sucedió algo parecido, ellas llegaban a media noche, nos besábamos, nos acariciábamos y nos excitábamos pero nada mas, buscábamos diferentes juegos, distintos malabares, yo de sándwich, un día Paula, otro Paulina, una en mi pito luego la otra, un día nos dedicábamos de lleno a cada uno.

Para entonces ya podía diferenciar a las "Paus" perfectamente, Josecho tenía razón, de carácter son totalmente distintas, Paulina enérgica y autoritaria y Paula tranquila, dócil y obediente.