Un balonazo en los testiculos
Nunca se sabe a lo que nos conducirá un hecho totalmente fortuito...
UN BALONAZO EN LOS TESTICULOS
Me llamo José y mi esposa se llama Nadia, tenemos 29 y 26 años respectivamente, nos casamos 3 años antes y ahora solo faltaban 15 días para que mi Nadia saliera de cuentas de nuestro primer hijo. La verdad es que Nadia lo estaba pasando fatal estos últimos días, según ella se sentía como un globo aerostático . Cada vez que decía algo así tenía que hacer esfuerzos para no mover ni un musculo porque sabía que si me reía o tan solo sonreía me caería una buena bronca, se ponía de un humor pésimo, aunque luego se arrepentía de sus arrebatos pero de primeras era temible.
Nadia siempre ha sido una mujer muy caliente y fogosa, estuvimos haciendo el amor hasta hacia muy poco, debimos de prescindir de la mayor parte de las posiciones que solíamos usar pero nuestro sexo seguía siendo tan activo como siempre. Cuando dejamos de hacerlo debido principalmente al miedo a pasarnos y hacerle daño al niño tuvimos que improvisar porque Nadia seguía tan caliente como antes o quizá más. Así que para poder satisfacer a mi mujercita me entregaba a darle unas sesiones prolongadas de sexo oral.
La besaba sus pezones, se los lamia, jugueteaba con ellos con mis dientes mientras mi mano acariciaba su sexo. Cuando comprobaba que estaba como una caldera bajaba hasta su sexo metiendo mi cabeza entre sus piernas para poder comer, lamer, puntear, juguetear, acariciar . Su sexo, en ese momento le introducía dos dedos en su coño y otros dos de la otra mano en su culito, mientras mi lengua jugaba con su clítoris hasta lograr arrancarla unos orgasmos espectaculares que solían dejarla derrengada y satisfecha, entonces tras recuperarse se encargaba de mi, unas veces me hacia una mamada y otras una pajilla, aunque solía quedarme como una estufa. Pero para mí lo más importante era que ella hubiera quedado satisfecha y por lo menos en esto disfrutara todo lo posible dado su estado de incomodidad generalizado en este estado del embarazo.
El domingo por la mañana quede con los compañeros de la oficina como siempre para jugar nuestro partido semanal de futbito, pero ese domingo concreto tuve la mala idea de detener un trallazo impresionante dirigido a nuestra portería con mis pelotas, me dio de lleno, el dolor fue terrible. Estuve casi 15 minutos sin poder moverme y durante ese día en casa las pase de pena, por un lado intentaba aguantar el dolor como podía para no preocupar a Nadia y por otro los calmantes que me tome parecía que no hacían el menor efecto. Gracias a dios esa noche Nadia solo quería dormir porque el bebe llevaba desde el sábado cosiéndola a patadas y estaba hecha polvo.
Cuando me levante el lunes por la mañana los testículos me seguían doliendo y observe un hematoma en uno de ellos, algo que me acojono bastante de forma que cuando llegue a la oficina hable con mi jefe para ir al médico. Cuando se lo pedí y le explique el asunto me metió una bronca de cuidado por no haber ido el mismo domingo a urgencias, dado que él era uno de los que estaban jugando conmigo no me puso ninguna pega para que acudiera al urólogo.
Cuando llegue a la mutua pedí visita con el Urólogo, la enfermera me indico que sería el próximo paciente en entrar. Cuando llegue a la sala de espera me senté a esperar pacientemente a que me dieran paso. Se abrió la puerta y salió el paciente que estaba dentro, un señor de unos 60 años más o menos, detrás salió el médico haciéndome indicaciones de que pasara, de momento me lleve la sorpresa padre con el médico.
Primero porque no era doctor, sino doctora y segundo porque además la conocía de antes. Conocía a la doctora de una fiesta de la empresa celebrada un par de meses antes a la que acudió como amiga de uno de mis compañeros, de hecho me estuvo tirando los trastos en la fiesta mientras Nadia estaba distraída rodeada de varias de las mujeres de compañeros míos cosida a preguntas sobre el embarazo, al final tuve que enseñarle mi mano para que viera mi anillo de casado y que relajara un poco la presión. Como vi que parecía no funcionar la presente a Nadia para darla a entender que no tenía nada que hacer lo que sí que pareció funcionar y más cuando vio que estaba embarazada. Y ahora me la encontraba en esta situación, ni decir la cara que se me quedo cuando vi que era la doctora que me iba a atender "mis pelotas".
La doctora Helena Domínguez era una mujer de unos 28 años, 1.69 cm de altura más o menos, pelo castaño en media melena, ojos marrones, cintura de avispa, un culo de infarto y unos pechos ni grandes, ni pequeños, yo diría que en su justa medida con sus proporciones. Cuando entre no pude evitar fijarme primero en su culo cuando entro delante de mí, lo que no me ayudaba con mi problema precisamente, porque una erección solo me causaba dolor y se me puso el pene como un bate de beisbol. Y después cuando se sentó también me fije que llevaba una blusa blanca muy finita que dejaba transparentar un sostén de color oscuro, lo que seguía sin ayudarme para bajar mi erección, parecía que estuviera más salido que el pico una mesa.
Me saludo y se intereso por mi problema no dando en ningún momento la impresión de recordarme lo que me hizo respirar aliviado hasta cierto punto, y digo hasta cierto punto porque como tenía una erección de campeonato estaba pasando un corte de impresión. Cuando me dijo que pasara detrás del biombo y me tumbara en la camilla desnudo de cintura para abajo para reconocerme el corte ya era de aúpa dado que tenía una erección tan monumental como dolorosa, mi cosa había ido creciendo.
Cuando llego para reconocerme me di cuenta que llevaba desabrochados dos botones de más de su blusa, dejando ver el nacimiento de sus senos, observando también que no había ni rastro del sostén que se transparentaba atraves de su camisa cuando entre. Esto me llevo a pensar que quizá sí que me había reconocido y que esto se podía empezar a poner complicado, estaba de los nervios con todo esto. Eso si mi polla no bajaba ni a la de tres, ella estaba en todo su esplendor y yo esplendorosamente abochornado ante la doctora.
Cuando empezó a reconocerme el pene y los testículos no tuve muy claro si me los estaba reconociendo, sobando o acariciando, solo que me estaba gustando sobremanera su manipulación sobre mis genitales, llego un momento en que estaba temiendo correrme en sus manos, además me di cuenta que no llevaba puestos guantes lo que me empezó a mosquear de verdad, pero no moví ni un musculo, no me atreví. Cuando empezó a mover mi polla de arriba abajo haciéndome una clarísima paja fue cuando me quedo claro que esto se estaba yendo de madre, así que me fui a incorporar para llamarla la atención pero en ese momento me corrí a lo bestia cayéndome sobre la camilla y soltando un gemido prolongado por el placer que estaba recibiendo, además vi que dos de mis lecherazos fueron a caer sobre su cara y un tercero en sus labios, de los que asomo su lengua recogiendo los restos de mi semen mientras me miraba con una cara de vicio que me dio miedo, sobre todo porque yo llevaba más de 15 días sin desfogarme debidamente y estaba como una estufa, lo que podía hacer que me liase la manta a la cabeza y desde luego no quería engañar a mi mujer, por lo que lo mejor era salir de allí cuanto antes.
La vi bajar la cabeza en dirección a mi polla, me sobresalte ya que estaba claro que pensaba hacerme una mamada en toda regla, algo que no estaba dispuesto a permitir de ninguna manera. Me empecé a incorporar cuando de pronto vi como le cambiaba la cara a la doctora, se paró en seco y me dijo que esperara que volvía en un momento. Y una leche la iba a esperar, me termine de reincorporar para vestirme e irme cuando regreso con una cara muy, muy seria.
Cuando la vi llegar me mosquee, traía como he dicho antes una cara muy seria, venia con la blusa cerrada normalmente y poniéndose guantes de látex en las manos, me pidió que me tumbara de nuevo, esta vez sí que vi que parecía un reconocimiento normal, pero después de lo anterior el que de repente diera este giro me acojono vivo. Me miro el hematoma, los testículos, el pene y la próstata con el dedito de marras . Cuando termino me pidió que me vistiera y saliera a sentarme a su mesa, cosa que hice inmediatamente.
Cuando me senté estaba hablando por teléfono, por lo que deduje debía de estar solicitando unas pruebas por vía de urgencia para alguien, el acojone vino cuando me di cuenta que debían de ser para mí, como así resulto ser. Me pidió que fuera a los distintos sitios que me marco dentro de la clínica para hacerme las distintas pruebas, incluido un análisis de sangre completísimo y de semen. Me pidió que luego de terminar regresara a su consulta con los resultados que me dieran, algo que hice completamente acojonado dado que si la cosa iba tan rápida suponía que no podía ser por nada bueno.
Evidentemente cuando le di los resultados que me dieron de la distintas pruebas le pregunte acojonado por lo que me pasaba, me dijo que no me preocupara, que no sería nada. Entonces le pregunte directamente si es que había detectado un tumor o algo así y toda seria me respondió que en principio no, que había detectado un pequeño bultito en mi testículo del hematoma, pero que no me podía decir nada hasta que llegaran todas la pruebas que faltaban, que cualquier cosa que me dijera ahora seria pura especulación, que no me preocupara que no sería nada grave, que podía ser simplemente del golpe y desaparecer por sí solo. Me cito para una semana después. Y una mierda me iba a calmar, sali de la consulta completamente acojonado, ni me dolían los testículos del acojone que llevaba.
Cuando llegue a casa hice de tripas corazón y me comporte como siempre sin decirle nada a Nadia, con lo que la quedaba para salir de cuentas lo último que quería era que se preocupara por nada. Y en este caso debía de dar la razón a la doctora, sin saber si pasaba algo malo no podía permitir que Nadia en su estado se preocupara por algo que quizá no fuese nada. Me costó horrores que no notara nada. Pase una semanita de aúpa, por una parte acojonado por como se había dado todo y por otra intentando que Nadia no se enterara de nada. Además estaba lo de la paja de la doctora que me estaba haciendo sentir como un mierda, con una sensación terrible de haber engañado a Nadia.
Cuando llegue a la consulta de la doctora y pase esta me hizo sentarme, vi que estaba muy nerviosa lo que visto como se comporto la vez anterior, que casi me viola me extraño, me puse en lo peor, pero no tuve esa suerte, fue todavía peor de lo que me esperaba. Cuando me dio el diagnostico me puse pálido como un muerto, los ojos se me anegaban de lagrimas, solo fui capaz de decir
- Voy a ser padre en una semana, tiene que estar equivocada doctora, no puede estar bien, tiene que ser un error
- Quiero repetirte las pruebas por si hubiera habido una confusión con las muestras pero . Me temo que no haya fallo, lo siento mucho José, no obstante espera a la repetición de las pruebas, te he pedido otras más para confirmarlo sin lugar a dudas, ojala exista un error. He pedido que me las adelanten como un favor personal, estarán listas en cuatro días, en cuanto las tenga te llamo por teléfono personalmente y por favor no hagas ninguna tontería, ¿vale?.
- Tranquila doctora, no hare nada, todo esto tiene que ser un error, más que un error, tiene que ser una pesadilla. Gracias por todo doctora.
Tres días después de esto Nadia di a luz una preciosa niña, la pequeña Nadia. Habíamos decidido que si era nena se llamaría como la mama y si era nene como el papa, que originales ¿verdad?. Había tenido que nacer por cesaría ya que durante el parto se presentaron algunas complicaciones y fue necesaria la intervención, afortunadamente todo salió bien y sin dejar secuelas para ninguna de las dos.
Cuando subieron a la mama y a la nena por fin pude coger en brazos a la pequeña Nadia, no sé quien babeaba mas si ella o su papa. La limpie un poco los morritos con un kleenex que me guarde en el bolsillo para no perder tiempo de coger a mi nena, mi suegro me dijo en tono de broma que si quería que el me limpiaría las babitas a mí y me paso un pañuelito por los morros en tono de broma, todos nos echamos a reír. Le devolví la nena a su mama.
Al día siguiente estaba terminándome de arreglar para acudir al hospital, ya que Nadia no me dejo quedarme, me mando a casa a dormir o si no se enfadaba. Un poco después de levantarme sonó mi teléfono, era la doctora diciéndome que me pasara cuando pudiera que ya tenían las pruebas finales .. la seriedad de su voz hizo que un escalofrió recorriera mi espalda.
Cuando llegue a su consulta me dio la noticia, me callo como un jarro de agua fría, tuve que sentarme porque parecía que mis rodillas se negaban a sostenerme entonces un rayo de esperanza paso por mi mente, le pedí a la doctora si me podría hacer un favor ya que era fácil que a ella se lo hicieran rápidamente, ella acepto hacérmelo y me dijo lo que la vez anterior, que me llamaría con la conclusión. Pero también me dijo antes de que me fuera que no me hiciera falsas expectativas porque lo que pretendía con ello era imposible del todo, que el resultado de la prueba que la pedía sería negativa, que sentía tener que ser tan cruda pero que era mejor que me fuera haciendo a la idea cuanto antes.
Dos días después me llamo para que fuese a verla, en ese tiempo ya había tomado conciencia de mi nueva situación, de forma que no fue tanto palo el resultado negativo de ese último cartucho que intente. Me eche a llorar como un niño, la doctora se acerco a mí para abrazarme e intentar consolarme, estoy seguro que lo hizo sin segundas intenciones pero en este caso fui yo quien se dejo llevar. Cuando levante la cabeza me encontré con mis labios a unos centímetros de los suyos, los bese sin poder y sin querer evitarlo.
Terminamos sobre la camilla, ella sentada encima abierta de piernas, con las braguitas en el suelo, yo con los pantalones bajados junto a mis bóxer mientras la penetraba lentamente a la vez que la besaba el cuello. Pronto empecé a acelerar mis embestidas mientras nos besábamos como desesperados, no dejábamos de besarnos para ahogar nuestros gemidos en la boca del otro hasta que llegamos al orgasmo prácticamente de forma simultánea. Cuando nos recuperamos empezamos a vestirnos otra vez sin atrevernos a mirarnos a la cara por lo que acabábamos de hacer.
Yo acababa de engañar a mi mujer y sinceramente no me importaba, me daba igual, además tenía claro que quería seguir viendo a esa mujer, de forma que armándome de valor la dije que si quería que siguiéramos viéndonos me llamara en una semana para quedar pero que se preparara, y acercándome a ella la abrace sin que me rechazara, cogiéndola por el culo la apreté contra mi mientras la susurraba al oído que la próxima vez la quería por entero para mi, que quería lamerla todo su cuerpo lentamente, que quería meter mi lengua en su coñito para poder saborearla, que quería meter mi polla en su culo para hacer que se corriera como una perra en celo, que .. al llegar aquí me tapo la boca con un beso de tornillo que casi me deja sin oxigeno, me dijo al oído cuando dejo de besarme que ella también quería lamerme por entero y comerme la polla para terminar bebiéndose toda mi leche
Se separo de mí y haciéndome una seña con el dedo índice señalando a la puerta de salida me dijo que me largara antes de que nos liáramos del todo en su consulta, que ella era una mujer respetable . Y me guiño un ojo. Me dijo un "anda vete" por lo bajini y me mando un beso justo cuando iba a abrir la puerta para salir. Cuando salí de la clínica empecé a moverme para prepararlo todo para lo que se me avecinaba. Cuando iba a ver a Nadia me procuraba comportar con normalidad delante de todos ya que casi siempre estaban allí el hermano, su novia y los padres de Nadia.
Debo confesar que estaba deseando que Helena me llamara antes del plazo que la di para quedar con ella, estaba deseando poder follàrmela a gusto, la doctora había logrado metérseme entre ceja y ceja, la deseaba creo que de una manera algo enfermiza.
Una semana después de todo esto justo el día antes de que le fueran a dar de alta a Nadia llegue a la habitación, estaban allí con ella su padre, su madre, su hermano y la novia de este. Entre con cara de funeral, sabía que no iba a ser agradable para nadie, iba a darles los resultados de mis pruebas, por suerte mi suegro era medico y se haría una idea rápida de la situación en la que me encontraba, esperaba que esto evitara que fuera demasiado duro para mi, ya que bastante había pasado yo solo estos días.
Cuando mi suegro me vio me dijo que a qué venía esa cara, que si pasaba algo, me limite a tenderle una de las dos carpetas que llevaba en mis manos en ese momento, le pedí por favor que la echara un vistazo. Me pregunto qué era lo que pasaba, entonces le conté lo del balonazo en los testículos, lo del bulto que me habían detectado, que por eso me habían hecho una batería completa de pruebas y que esos eran los resultados de esas pruebas, que como podría ver les había obligado a hacérmelas dos veces porque no me creía los resultados .. cuando empezó a leer vi que se iba poniendo pálido por momentos, a medida que leía su palidez aumentaba, cuando llego al último informe, a lo que dije antes que era mi último cartucho su palidez se transformo en lividez cadavérica.
Me fije que todos empezaron a pensar que algo grave me sucedía por las caras que ponían al ver como mi suegro iba palideciendo, vi que Nadia se estaba empezando a asustar en serio ante la cara de su padre. Cuando este termino de leerlo todo me devolvió la carpeta y me dijo en un susurro mientras unas lagrimas caían por sus mejillas que era lo que pensaba hacer ahora, que el entendería cualquier decisión que tomara.
Entonces solté la bomba, le tire encima a Nadia la otra carpeta que llevaba y la dije .
- Yo: Firma esto Nadia, es mi petición de divorcio, como podrás ver he sido muy generoso, divido todo al 50% entre los dos y dale gracias a esa criatura, porque es por ella que no te hundo dejándote sin nada. También va incluida copia de la petición que ya he realizado para que me retiren la patria potestad de la niña y le cambien mis apellidos por los tuyos o los de su verdadero padre, pero eso será algo que es asunto tuyo y de él, a mi ya no me incumbe.
- Nadia: ¿Pero qué tonterías dices?¿cómo te atreves a insinuar que no es hija tuya?
- Dani: Pero qué coño dices imbécil, como te atreves a tratar así a mi hermana
Vi que Dani se levantaba directo hacia mí pero afortunadamente se interpuso su padre pidiéndole que se sentara y diciéndome a mí que lo explicara.
Me gire hacia Nadia y le conté todo, que en las pruebas que me hicieron para el bulto este había dado negativo, solo había sido un pequeño coagulo de sangre pero que en cambio dado que eran tan completas estas habían detectado que sufría de una malformación congénita en mis conductos seminales lo que para entendernos hacia que hubiera nacido con una "vasectomía echa", que era algo muy raro pero que yo era uno de los "afortunados" que tenía ese problema, lo que me convertía en estéril por los métodos tradicionales de concepción. Para solucionarlo y poder tener hijos tendría que someterme a una intervención quirúrgica o si esto no era viable tendría que tenerlos por inseminación artificial. Y dado que ninguna de las dos opciones se habían llevado a cabo ya me explicaría como se había podido quedar embarazada de mi .
Vi que todo el mundo estaba con la boca abierta ante lo que acababa de contar, vi que Nadia no sabía dónde meterse y continúe .
Les conté que como último cartucho, dado que como era un imbécil patológico que confiaba ciegamente en mi esposa había pedido una prueba de paternidad usando para ello aquel pañuelo con el que limpie la saliva del la niña y que esta había dado negativa, Nadia no era hija mía. Me volví hacia Dani y le dije que en la carpeta que había dado a su padre había fotocopias compulsadas ante notario de todas las pruebas que habían hecho, que en ellas podía ver que no mentía. Sentí lastima por él, Nadia siempre había sido su ojito derecho, su hermanita mimada, en su cara se reflejaba todo tipo de opiniones sobre su hermana, y ninguna era favorable, os lo puedo asegurar.
Le dije a Nadia que dado que me había puesto los cuernos y además había tratado de hacer que me encargara de un hijo que no era mío no quería saber nada de ella nunca más, que cualquier cosa que tuviera que hablar conmigo a partir de ese momento lo hiciera a través de los abogados o usando a alguien de su familia, pero que de ella no quería volver a saber nada en lo que me quedaba de vida .. me di la vuelta y salí por la puerta mientras detrás mía quedaba una Nadia llorando, pidiéndome perdón y suplicándome que la escuchara, que me lo podía explicar todo evidentemente no hice ni caso y me fui.
Desde esto han pasado 6 meses, llevo todo este tiempo saliendo con mi doctorcita, que por cierto dado que Nadia sigue intentándolo todo para que la escuche, aunque sin éxito, mi doctorcita está empeñada en que nos vayamos a vivir juntos porque según ella no se siente cómoda sabiendo que la "zorra" de mi Ex está tratando de meterme otra vez "entre sus piernas" a como dé lugar, palabras textuales de ella. Me dice que eso de que yo duerma en mi casa solito sin estar ella y con la otra rondando no la hace ni pizca de gracia, aunque la verdad es que desde hace dos meses siempre dormimos juntos en mi casa o en la suya, lo que de hecho se podría traducir como que ya vivimos juntos los dos a todos los efectos, creo que no la digo que si para hacerme el interesante y tenerla constantemente celosa, así me demuestra a diario, todas las noche la gran mujer que es de día, en el trato normal y la golfa que tengo en mi cama para mi solito todas las noches, muchas de las tardes y las mañanas de los fines de semana que no tiene consulta.
En cuanto a Nadia, lo ha intentado todo para hablar conmigo sin que nunca la haya hecho ni caso. Sinceramente no me interés si fue un error, con quien fue, o si me los ponía desde siempre, cualquier posibilidad que hubiera podido haber llega demasiado tarde para nosotros.
Si me pude acostar aquel día con Helena en su consulta cuando me dio el resultado de la prueba de paternidad de la niña, fue porque desde mi punto de vista todo el amor que sentía por Nadia se transformo en esos días de miedo, desasosiego y sufrimiento en odio, en un odio visceral hacia la persona en la que mas confiaba, esa persona que me engaño de una manera tan ruin y dolorosa. Después de más pruebas hemos descubierto que no hay operación posible para mi, si quiero tener hijos algún día con Helena (si es que al final resulta ser mi media naranja) tendrá que ser por fecundación artificial, porque aunque si valen mis espermatozoides es imposible para mi tener hijos por la vía tradicional.
Toda mi vida arruinada y puesta patas arriba por un balonazo en los testículos, nunca se sabe qué hecho fortuito nos cambiara la vida, confió que la mía haya cambiado para mejor y que todo este sufrimiento haya servido para que ahora este con mi verdadera media naranja, Helena, mi doctora particular.
FIN