Un baile prohibido

Entre la fantasía y la realidad... donde las ganas llegan y una historia puede comenzar.

Un baile Prohibido

Una mirada fue suficiente, el deseo había subió en espiral por su piel, hasta nublar sus sentidos. La realidad era un sueño inexistente en ese instante de pasión. Ambos se movían, mientras buscaban una cercanía que les era prohibida ante los demás. La soledad que les rodeaba era una accidental, nunca imaginaron el volcán que nacería por una caricia entre ambos, el olvido era bienvenido mientras ambos jugaban al juego del amar. Ella con su espalda curvada entregando sus pechos para una apasionada exploración. Los labios de él viajaban por su piel como un naufrago encontrando tierra firme después de haber pensado que moriría entre las azules aguas. Sus dedos se enterraban en su piel, ella gemía ante la fuerza demostrada, mientras le acariciaba el rostro con una tierna caricia que lo enloquecía exigiendo más del momento. Una sonrisa pecadora estaba en ambos mientras exploraban el cuerpo que había despertado sus deseos, sus anhelos ocultos. Solos, entre unas paredes que guardarían el secreto de su traición… donde la ropa no era barrera suficiente para que sus dedos inquietos exploraran los secretos que escondían, allí ante mis ojos los vi entregarse uno al otro como sí afuera el mundo se estuviera acabando.

Ella se da la vuelta, él la abraza desde atrás rozando, friccionando sus cuerpos buscando el placer que se estaban negando. Lagrimas rodaban por mis mejillas, provocadas por sus sonrisas cómplices, las ropas desarregladas y el brillo de sus miradas expresando hasta donde serían capaces de llegar por estar uno junto al otro. Sus labios vuelven a unirse en beso entregado, la lengua de él entra en ella como representación de lo que su cuerpo desea, ella lo recibe y le atrapa entre sus dientes el labio inferior en cuanto tiene posibilidad. Continuando con el juego de dos cuerpos que desean palpar, palpar el cielo o el infierno en esa entrega apasionada. Ambos gimen de frustración por no poder alcanzar la liberación. Yo salgo silenciosa por la puerta, aceptando la imperfección de un corazón que un día me juro amor, hoy quedo en silencio mientras lo veo llegar a casa con una sonrisa entre los labios y un brillo depredador en la mirada. Me abraza como no lo ha hecho antes, me besa como nunca lo había hecho yo incluso había olvidado lo que era esa pasión.

"Amor tengo que confesar algo"

"No quiero saberlo, sólo abrázame y hazme olvidar entre tus besos" Así lo hace permitiéndome saborear un beso que no es mío, que no me pertenece, ya que otra en él lo ha dejado.