Un atardecer más
Momentos de reflexión internos que muchos de nosotros tenemos y que guardamos en el interior de nosotros
Cada día que veo que el sol se pone ante mis ojos, veo que un sueño más se va desvaneciendo dentro de mí. Lejos quedan ya aquellos sueños de juventud: la ilusión de tener lo que se diría una vida normal y ver crecer tus sentimientos a través de otros ojos que quieren descubrir este mundo.
Todo esto ya pasó y cada vez ves la muerte cómo algo que se acerca inexorablemente. Intentas pensar que las cosas cambiarán, pero esto no sucede.
Crees que las cosas irán a mejor...pero no es así. Será que es típico del ser humano sentirse de esta forma y ansiar una vida diferente...quizás.
Cuando eres un niño piensas que toda la vida está por delante. Dicen que conocerás a personas que te harán bien y otras que te harán replantearte la maldad de este mundo.
Dicen que el primer amor es el único que te llenará para siempre ¿pero si este no existe? Puede ser que encontremos a una persona perfecta a nuestro lado y que se desviva por nosotros, pero a veces la vida es una melodía llena de acordes que no suenan nunca bien por mucho que lo intentes e intentarás afinar todo lo que puedas, aunque a veces no logres dar con la tecla adecuada.
Los seres humanos somos imperfectos y siempre queremos pensar que la vida es de color de rosa y que seremos felices si tenemos: fama, dinero, etc...
Cada día todo se va desvaneciendo y sintiéndome un poco más pequeño, siempre intentas soñar despierto, pero ves que no sirve de nada soñar ya a estas alturas de la vida y ves cómo todo se va precipitando hacia un fin que piensas que está muy lejos, pero no es cierto cada vez se acerca de forma inexorablemente.
Quizás, puede ser, me hubiera gustado, soñé. Son muchas palabras que llegado cierto punto ya carecen de sentido alguno.
Siempre piensas que aún quedan ganas de hacer cosas: escribir, escuchar música, viajar, etc. Pero estas ganas ya empiezan a desparecer lentamente y guardándote todos estos pensamientos dentro de ti, por qué sabes que los que están a tu lado no quieren verte sin esperanzas ante la vida.
Los buenos momentos ya están despareciendo y ahora queda aceptar la realidad de la vida. Aceptar que uno puede cambiar las cosas o por el contrario dejar que lentamente se acerqué el día en que acabé todo.
A lo mejor quizás aún me queda alguna batalla por luchar...no sé. Aunque no sé cómo enfrentarme a ella y sintiendo que dentro de mí las cosas quiero que cambien, pero a la vez veo que es imposible que todo cambie sin hacer daño a las personas que te aman.
La vida es algo muy complicado de entender y cada día que pasa se va escapando entre nuestros dedos de forma sigilosa, y es aquí la gran duda. ¿La dejamos escapar entre nuestros dedos o luchamos por ella?