Un artista el viudo con su brocha en la cama

Me tenía gimiendo como una gata encelada, subiendo ahora con sus besos nuevamente hasta mi boca posicionándose sobre mi cuerpo y guiando con una mano su miembro hasta la puerta de mis sexo penetrando este con suavidad

Últimamente andaba con la fortuna de cara por tan buenas experiencias sexuales con el gremio de la tercera edad que tanto me gusta y me dan tanto placer, cuando veo en mi comunidad días atrás un camión de la mudanza con algunos muebles y enseres a un apartamento que llevaba tiempo sin ocupar.

Vi en principio un hombre mayor y una pareja más joven que metieron los enseres al piso si bien solo coincidí con ellos unos segundos donde nos saludamos ligeramente.

Tras unos días viendo solo al hombre mayor entrar y salir, intuí estaba solo, coincidiendo con el un día a la vuelta de la compra en el garaje, ofreciéndose a ayudarme con las bolsas de la compra.

Fui cuando me di cuenta bien de lo atractivo que era para ser ya con seguridad un jubilado, pues su  constitución fuerte y varonil le hacían aparentar algo menos que lo que reflejaba su cabellos blanco tanto en cabeza como en barba,aunque está bien recortada y atractiva.

Sus brazos fuertes y velludos me impresionaron al agarrar las bolsas así como su marcado trasero también con aspecto duro que reflejaba su pantalón vaquero.

Se presentó como Joaquín, Quin dijo para los amigos y amigas por supuesto, yo le dije era Rosa, preguntándome si podía hacerme alguna consulta domestica pues estaba algo perdido desde que estaba comenzando a vivir solo, pues su mujer había muerto meses atrás y había estado viviendo con su hijo y nuera, pero ahora pensaba vivir solo.

Le dije que por supuesto que en lo que pudiera le ayudaba y me dijo que era para que le enseñara el buen funcionamiento de lavadora y lavavajillas, pues era un desastre en eso de los electrodomésticos y que debía comprar de productos, pues no quería molestar a su nuera por estas cosas.

Al día siguiente de esa conversación me toco en la puerta para si podía explicarle el funcionamiento de esos electrodomésticos, diciendo si no le molestaba a mi esposo o familia… le dije que no se preocupara que estaba en la misma situación que él, que era viuda y salvo las visitas de algún amigo, solía estar sola.

Se disculpó y pasamos a su casa sin darme cuenta que yo iba muy ligera de ropa, pues solo llevaba un vestido a media piernas sin nada debajo, por lo que pensé si tenía cuidado no pasaría nada.

Ya en su casa nos pusimos a la tarea de explicarle el funcionamiento de ambos electrodomésticos y los productos que debería comprar si bien no me di cuenta que me había agachado un par de veces indicándole el funcionamiento sin saber si realmente había sido indiscreta mostrándole mi desnudez.

Se ofreció a invitarme a un café aunque también era  algo torpe preparándolo por lo que me dijo le ayudara en la tarea…me reí un poco diciéndole que es lo que  sabía hacer que estaba perdido en las tareas domésticas, respondiendo que bueno en otras cosas se suponía era bueno pero en estas necesitaba aprender.

Sin darme cuenta le respondí inocentemente que en lo que era bueno me lo tenía que demostrar pues dudaba de que supiera hacer algo bien, riéndome inocentemente.

Mira que nos conocemos solo desde hace un momento, pero si quieres te puedo mostrar en lo que soy un experto, dijo en tono irónico, nunca se quejaron de mis artes.

Dándome cuenta de que había caído en una trampa sola, intente salir diciendo que no lo ponía en duda, seguro experiencia por su edad tenia.

Prepare el café y lo tomamos en una charla amena sin darme cuenta a veces de que  no llevaba debajo nada y abría a veces las piernas sin darme cuenta, esperando no haber mostrado de más y parecer una buscona.

Me dijo si no me importaba que le ayudara a colocar unas cortinas que le había lavado su nuera y él no sabía bien cómo hacerlo, dejándome medio descolocada pues si me tenía que subir en  una escalera iba a ser un problema no llevar nada debajo.

Le dije que si esperando hacerlo con cuidado, pero cuando me subí a la escalera me di cuenta si se ponía debajo iba a tener una vista de mi conejito y pompi  en primer plano y así creo sucedió, pues cuando estaba colocando las anillas al alargar la mano él se puso debajo y me sujeto con su mano en mi baja espalda para no caer suponiendo estaba viendo todo el panorama sin tapujos.

Me hice la despistada pero su pregunta  me dejo helada, cuando dijo, siempre vas así de fresca o mi llamada fue inoportuna y no te dio tiempo a ponerte algo más… me puse roja como un tomate y le dije que lo segundo aunque en casa a veces iba así de fresca.

No te preocupes que no me voy a asustar por esto, incluso se agradece unas buenas vista que en estas edades cada vez es menos frecuente, además yo cuando estoy solo suelo hacer como tu también voy ligero por eso el de vivir solo y  no con el hijo y la nuera.

A todo eso su mano seguía en mis posaderas sujetándome mientras acabe de colocar la cortina sabiendo había seguido mirando, pues me dijo con una sonrisa picarona, que le gustaba me lo arreglara y lo llevara desaliñado.. me termino de descolocar pues no sabía que responder  sujetándome al bajarme de la escalera con su manos  y tras quedar unos segundos sin habla ambos mirándonos tomo el, la iniciativa y me beso en los labios.

Fue un beso sencillo pero cálido y agradable que dio paso a otro algo más lujurioso ante mi poca resistencia pues me sentí embaucada sin haber sido atosigada, solo dejo que todo fluyera con normalidad.

Me abrazo y nos volvimos a besar durante varios segundos pasando ya sus manos a acariciar mi cuerpo pero delicadamente sin prisas ni ahogos, marcando claramente la pautas y dominando la situación pues me deje llevar ante su experta galantería en los modos y formas.

Se sentó en la cama y abrió los brazos para atraerme y volver a besarme y acariciarme  mientras me quitaba el vestido y él iba quitándose los tenis ayudándose de uno de sus pies, pasando yo a soltarle el cinturón y abrirle la camisa.

Se levantó para que le quitara los pantalones tras desabrocharle estos y se los baje junto a los slip de pata que llevaba puestos, dejándome anonadada al ver aquel morcillón y grueso rabo entre un matorral enorme de pelo negro y blanco que envolvían aquellas dos tremendas y enormes pelotas.

Ufffffffffff dije para mi, no me imaginaba lo bien dotado que estaba, pensé para mis adentros, a la vez que le quiete la camisa pegando mi cara a su pecho oliendo su aroma a macho que desprendía muy gratamente, mientras mis manos palparon su duro y desnudo trasero a la vez el me abrazo y me atrajo fuertemente para volver a besarme dulcemente.

Era un encanto de hombre que a pesar de su edad estaba tremendo de bueno y parecía que su armamento funcionaba muy bien pues con los abrazos y roces aquello creció y se puso en forma rápidamente.

Tenía el glande cubierto por una fina  piel que con tacto descapulle con mi mano para acariciarlo con los dedos y tras contrastar su suavidad agache mi cabeza y comencé a besarlo y comerlo mientras una de mis manos bajaba algo más abajo y acariciaba sus enormes y peludas pelotas.

UMMMMMMM dijo, veo yo no solo soy experto, tu también tienes buenas artes en el saber amar, dejándome me recreara con su duro y grueso pene que degustaba con pasión.

Tras unos largos y gozosos minutos comiendo de su goloso apéndice, me tomo y me puso en la cama con delicadeza, pasando el ahora a dominar la situación y besándome desde mis labios bajando por el cuello y recreándose en los pechos unos largos y gozosos minutos, bajo lentamente parando en mi ombligo para llegar al final a mi sexo que comió con una sabiduría digna de un experto en las artes del sexo, pues entre su sapiencia con la lengua y los roces de su barba en mi sexo este exploto sin previo aviso regalándole un orgasmo que le hizo regodearse aún más en su sabia comida de mi afortunado y gozoso conejito que estaba abierto como una rosa a merced de aquel viejo jubilado.

Me tenía gimiendo como una gata encelada, subiendo ahora con sus besos nuevamente hasta mi boca posicionándose sobre mi cuerpo y guiando con una mano su miembro hasta la puerta de mis sexo penetrando este con suavidad pues su grosor hacia abrirse  este como una breva madura supurando jugos para lubrificar aquel gustoso y jugoso inquilino que entraba hasta el fondo de mi conejito fusionando su cuerpo con el mío antes de comenzar una danza armónica de movimientos de cadera que me hizo enloquecer de gusto.

No estaba acostumbrada últimamente a que me follaran de esa manera tan dulce y sutil pero tan gustosa y placentera que en pocos minutos volví a regalarle otro orgasmo, diciéndome el al oído que notaba estaba falta de hombre o más bien era yo una mujer ardiente, gimiendo acto seguido ambos cuando acelero un poco el ritmo.

Que bien lo hacía y como me tenía en su cama a su merced, disfrutando como una primeriza en su noche de bodas ante aquel viejo viudo.

Notando yo soportaba todo el peso, me hizo cambiar de postura  apoyándome sobre la almohada con mi cara y levantando mi pompi con uno de los cojines que sombre la cama había y poniéndose por detrás me volvió a penetrar aunque esta vez el ritmo fue más vivo aumentando el placer con cada golpe de cadera que iba dando.

Creo estuvo así unos cinco minutos con sus manos jugando con mis pechos y su pectoral peludo en mi espalda clavando a ritmo su grueso rabo en mi agasajado conejito que exploto ahora con una virulencia de placer que me dejo extenuada, acelerando el con más ímpetu sus embestida y tras unos minutos de  glorioso goce,  exploto dentro de mi regándome con su manjar mientras gemía como un toro bravo.

Por la cantidad que sentí derramo en mi interior, debía tener acumulado unas buenas reservas pues además quedo fundido al sacarla y dejarse caer en la cama a mi lado con una respiración jadeosa aunque con una cara de felicidad sabiendo había hecho una faena de cortar ambas orejas y rabo, aunque este una no iba a permitir lo cortaran pues sabia allí tenia una mina que explotar y además al lado de casa.

Tras un descanso me volvió a besar y tras asearme un poco me vestí, diciendo que esperaba no se le olvidara todo lo que le había dicho de los electrodomésticos, riendo el mientras me respondía que ya no se acordaba que mañana volvería a llamarme para que se lo volviera a explicar…yo cogiéndole del paquete le dije que no hacía falta me llamara para que se lo explicara que esto que tenía en la mano me había gustado como trabajaba e iba yo a venir a ver si las segundas partes son buenas también.