Un anuncio, más un diván

Le odio, le odio tanto como le deseo. Mis uñas arañan la mesa como si quisieran arrancar el barniz. Me esta haciendo daño.. sí, duele..pero encuentro placer en esa forma de someterme... mmhh.. no puedo negar que cada vez que empuja sus caderas introduciendo su verga hasta lo más profundo de mis entrañas… me estremezco..oh sí… ya lo creo..

Cabrón… Eres un puto cabrón…! - le grito con toda mi rabia. Su mano sujeta mi cuello desde atrás. Me tiene inmovilizada a su antojo.

Le odio, le odio tanto como le deseo. Mis uñas arañan la mesa como si quisieran arrancar el barniz. Me esta haciendo daño.. sí, duele..pero encuentro placer en esa forma de someterme... mmhh.. no puedo negar que cada vez que empuja sus caderas introduciendo su verga hasta lo más profundo de mis entrañas… me estremezco..oh sí… ya lo creo..

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Aún recuerdo el anuncio en el cual se solicitaba modelo:

"Necesito mujer morbosa y sensual

Para modelo de carboncillo.

No es necesario saber posar ni tener un cuerpo perfecto.

Abstenerse personas que no sepan disfrutar

de un momento natural.

Remuneración a negociar.

Horario nocturno"

No puedo negar que me atraen esta clase de anuncios.. ni puedo negar que el anuncio parecía estar hecho para mí.. no por mi cuerpo, que no es precisamente de modelo, sino por la situación morbosa que se podía llegar a crear..con un desconocido…y bohemio…que sería de mi vida sin morbo.. evidentemente no sería vida…aha...

Me presenté a la cita para conocernos en una vieja casa del barrio de Gracia de Barcelona. Las indicaciones eran sencillas y claras: no llames a la puerta principal, entra directamente al jardín y rodea la casa, justo detrás me encontrarás en mi pequeño estudio de cristal. Y así lo hice.

El estudio estaba desordenado, como la sala de cualquier artista que se precie supongo. No era un gran estudio, unos treinta metros cuadrados en donde pude observar con una rápida mirada que habían objetos que no habían sido tocados en mucho tiempo.. cuadros tapados con sábanas llenas de polvo, dibujos colgados en las paredes a medio acabar, un par de maletas desgastadas, jarrones rotos, una mesa antigua enorme y de madera mas que desgastadas, calabazas mas marrones que naranjas y algún que otro periódico con las hojas ya de color sepia tirados en el suelo…… y el diván..

No me sorprendía el estudio de un artista… pero si me sorprendió él. Iba vestido con ropa ancha, oscura, sus pies estaban desnudos y se movían con seguridad por el estudio, sin miedo a tropezar con ninguno de los objetos que tenia en el suelo...

Su mirada hizo temblar levemente mis piernas. Unos ojos negros almendrados que me calaban en lo más profundo.. o dicho de otra manera que me humedecían…unos labios finos, juguetones, los cuales mordía una y otra vez mientras conversábamos… conversábamos .. su nombre, mi nombre, que importaba, yo ya estaba perdida en su voz…las horas que él me necesitaba posando.. desnuda…vestida...yo repasaba atenta las facciones tan marcadas de su cara... me hubiera gustado repasar cada centímetro de su cara con mis dedos…y su cabello, ligeramente largo y despeinado, que incitaban a enredar mis manos en él..mmh.. me atraía sin duda alguna

Son las tres de la mañana, llevo tres horas posando. Desnuda. Sentada, con la espalda arqueada apoyada en el brazo del diván, y entre mis piernas abiertas, y algo flexionadas, una sábana…. que cubre mi sexo y un pecho… dejando entrever el pezón del otro.. Incita, sí..

Me mira, dibuja, me mira, vuelve a dibujar… me mira.. pero sus miradas no son como las de antes.. Me mira directamente a los ojos … su sonrisa pícara.. si..me excita notar el deseo en él…me siento traviesa.. muy traviesa…me humedezco.

Se que no debo moverme, debo estar quieta… pero algo me lo impide.. cierro los ojos y me dejo llevar.. siguiendo las notas de la música de fondo

"Just whisper Your tiny voice I know that the stars will shine across your eyes I want to open you And find what you're hiding inside Just whisper Just whisper Just whisper"

Me gusta esa sensación.. estoy ahí…pero no estoy ahí…él sabe lo que estoy deseando. Sé que lo sabe. Deslizo lentamente mi mano bajo la sábana.. muy lentamente. Con mi otra mano pellizco mi pezón descaradamente. No me importa que se de cuenta. Me paseo por el interior de mi muslo haciéndome hueco entre la sábana y mi piel..en busca de mi sexo…acariciando cada milímetro..jugueteando con mis labios . Es su mano la que deseo que me acaricie. Se que me observa, pero no me importa. Me gusta que lo haga mientras yo intento silenciar mis gemidos.

Una mano tapa mis ojos, fuertemente, mientras otra me obliga a incorporarme del diván con fuerza. Jugamos. Alguien me enseñó que la vida es juego. Doble o nada.. mmhh.. si.. Doble….aha… me gusta el juego..Cogida del brazo, me fuerza a caminar sin poder ver hasta toparme con la mesa.

Intento luchar, deshacerme de él… una cosa es que le desee y otra muy distinta que le cueste tan poco someterme.. no.. es un juego, sí, pero no va a ser un juego fácil.

Me giro. Le empujo con fuerza en el pecho. Pero él ni siquiera cede un centímetro.. Me mira, con esa sonrisa cínica de quien se sabe ganador…cabrón…jodido cabrón.. Vuelve a ponerme de nuevo de espaldas a él.. Apretando mi brazo y con un leve empujón en la espalda me obliga a apoyar mis manos en la mesa de nuevo.

Me doy la vuelta. Forcejeamos de nuevo. No logro que deje una de mis muñecas. No aparta ni un solo segundo sus ojos de los míos. Su mirada es salaz. Me intimida, sí... Y no hay mejor prueba de ello que mi sexo totalmente mojado para satisfacerle. Me odio. L e odio.

Inclina su cabeza hasta llegar a mi pezón para besarlo, morderlo , succionarlo. Hunde violentamente su mano en mi sexo, y su palma juega con mi clítoris erecto y empapado mientras mi vientre se contrae una y otra vez..sí… ahora, sólo ahora y en este justo instante soy suya. Lo sé. El lo sabe. Y yo, perra, no hago más que jadear entre maldiciones…Le deseo, pero el deseo me duele, calándome, haciéndome temblar. Le insulto. Rabiosa. Histérica, de querer sentirle justo donde mis contracciones parecen interminables.

-La quiero ahora, maldito cabrón. Ahora!

Una sonora bofetada, con la que pretendo calmar mi rabia de no poder sentir su verga en lo más hondo de mi coño no hace más que provocarle la suya por poseerme. Pero la expresión de su cara ni siquiera se inmuta. Lame la mano que ha jugado con mi sexo, con mirada golosa y a la vez sarcástica. Loco…jodido loco, me saca de mis casillas.

Con la sonrisa más cínica nunca regalada se baja los pantalones, lo justo para poder exhibir su polla erecta y perfectamente cincelada.

Sus manos fuertes obligan a mis caderas a rotar violentamente hasta colocarme de nuevo de espaldas a él, azotándome en las nalgas como quien azota a un caballo de su propiedad. No me deja moverme.

Cabrón… Eres un puto cabrón…! - le grito con toda mi rabia. Su mano sujeta mi cuello desde atrás. Me tiene inmovilizada a su antojo.

Le odio, le odio tanto como le deseo. Mis uñas arañan la mesa como si quisieran arrancar el barniz. Me esta haciendo daño.. sí, duele..pero encuentro placer en esa forma de someterme... mmhh.. no puedo negar que cada vez que empuja sus caderas introduciendo su verga hasta lo más profundo de mis entrañas… me estremezco..oh sí… ya lo creo..