Un año magnifico

Compartía piso con Sandra y Vanesa y aquel año iba a compartir muchas cosas mas. (Inicio Arreglado)

Hacía cuatro meses que compartíamos piso. Vanesa, Sandra y yo. Las había conocido a mediados del curso pasado y me habían propuesto compartir su piso al quedar una habitación libre. Me parecieron unas chicas normales y acepte porque las condiciones eran muy buenas. No teníamos una gran amistad. Yo movía en otros círculos, ellas estudiaban Filología Inglesa y yo Químicas, pero de vez en cuando salíamos juntas a tomar algo.

Aquel día llegue a casa a eso de las nueve de la noche, la sala solo estaba iluminada por la luz del televisor, veían una película  “Mejor Imposible”

Hace mucho que empezó?-pregunté

No, unos diez minutos

Me senté en el sofá, a su lado, ellas estaban cubiertas por una manta, muy juntas, no habrían pasado cinco minutos cuando oí suspirar a Vanesa, miré y la vi con la cabeza apoyada en respaldo del sofá, con los ojos cerrados y mordiéndose el labio. Sandra tenía la manta subida hasta el cuello pero se veía perfectamente un movimiento continuo bajo ella. Note que el calor me encendía la cara, me costaba trabajo creerlo pero sin duda Sandra estaba acariciando a Vanesa. Yo fijé la vista en la pantalla del televisor, entre sorprendida y avergonzada ante una situación tan extraña, hasta que hoy gemir de nuevo a Vanesa. Ahora Sandra estaba inclinada sobre ella besándola en la boca, la manta se había movido y la blusa abierta de Vanesa dejaba desnudas sus tetas, grandes y redondas. La cara me ardía, no apartaba la vista de ellas. Los movimientos de la mano de Sandra bajo la manta eran ahora mas rápidos y Vanesa gemía moviendo la cabeza de un lado a otro, su cuerpo se arqueo y luego se desmadejo sin fuerzas. Fue entonces cuando Sandra me miró, me sonrió y al retirar la mano de debajo de la manta la empujo hacía abajo. Vanesa tenía la falda subida hasta la cintura, no tenía braga, sus muslos estaban muy separados, tenía mucho pelo entre las piernas y su coño estaba abierto y brillante.

Lo siento. Siento si te hemos ofendido.

Yo……..yo…..no – tartamudee

Ha sido un calenturón, no quisiera que estuvieras molesta  con nosotras por esto.

No, no

No sabía que decir, ni como reaccionar. Sandra se acercó un poco mas a mi y me pasó el brazo por el hombro

Quiero que sepas que nos gustan los chicos, no somos lesbianas pero a veces….bueno….ya sabes.

Si ,claro

Ahora sentía un calor extraño en todo el cuerpo, Sandra me miraba muy fijamente.

Ya ves! Vanesa se queda un ratito como traspuesta cuando se corre.

La cara de Sandra estaba muy cerca de la mía, el corazón empezó a latirme con fuerza, estaba segura de que iba a pasar algo, es mas sabía lo que iba a pasar y no hice nada por evitarlo. Me besó en los labios y cuando su lengua se metió entre ellos metiéndose dentro de mi boca , la dejé moverse dentro de ella. Ahora sentía el calor entre mis piernas y mi coño empezó a mojarse. El beso de Sandra fue largo y muy lento, su lengua entraba y salía de mi boca, para lamer mis labios, chupó mi barbilla, la punta de mi nariz.

Dame tu lengua –musito

Y yo me entregue ya por completo, mi coño era un volcán, la entrada de mi vagina latía como si tuviera el corazón alli.

Sandra se aparto y sin dejar de mirarme, empezó a desabrocharme la blusa, yo no me moví. Acarició mis pechos y yo me desabroché el sostén. Sandra siguió acariciándome suavemente, los pezones me dolían, por un momento mientras se inclinaba sobre ellos, pensé en lo extraño que resultaba que yo estuviera deseando que una chica me los chupase y cuando sentí que sus labios se posaban sobre uno de ellos suspire encantada de esta nueva sensación. ¡era maravilloso! Me lo chupaba de una forma increíble al tiempo que su lengua lo lamía, cogía toda la punta y la apretaba con los labios mientras su lengua pasaba en círculos sobre mi areola para lamerme luego el pezón y mordisquearlo. Mi excitación era tan grande que creí que podría correrme sola. Después de un rato lamiéndome, chupándome y mordisqueando mis dos tetas, se puso de rodillas en suelo delante de mi y me subió la falda hasta la cintura y empezó a tirar de mi braga, levanté el culo y me las quito tirándolas lejos, me separó las rodillas y se metió entre mis muslos

Yo contuve la respiración, aquello que iba a pasar iba a ser una nueva experiencia para mi y estaba deseándolo, mi clítoris saltaba y mi vagina latía, me separo los labios y metió toda su boca abierta entre ellos.

Oh madre mía!

Me chupaba todo el coño, mientras su lengua se metía en mi vagina, empujé mi vientre contra su boca. Me estaba enloqueciendo, la agarré del `pelo.

Tranquila!

Sigue por Dios! …no pares!

Volvió a inclinarse y esta vez su lengua busco mi clítoris, empecé a temblar ¡jamás en mi vida había sentido un placer tan intenso! Y la punta de la lengua de Sandra se movía sobre mi clítoris y luego lo lamía, cuando sus labios empezaron a chupar todo el capuchón creí que mi clítoris iba estallar y la que estallé fui yo.

Ahora!......ahora!- grité desesperada

Pensé que me iba a morir, la corrida salía a borbotones y la boca de Sandra bajo hasta mi vagina y empezó a chupar todos mis jugos. Contraje todo mi cuerpo, ¡no podía mas! Me estaba mareando

Ya……ya¡ por favor! …..ya! grité

Apreté los muslos y Sandra se retiró, me quedé temblando y corriéndome sin parar, metí una mano entre las piernas apretándome el coño, el orgasmo fue difuminándose, me acaricié el clítoris para estimularme otra vez, pero estaba sin fuerzas, cerré los ojos agotada.

No se el tiempo que pasó, se que volví a la realidad al oir unos lamentos.

Sandra estaba de rodillas en sofá con la cabeza apoyada en el respaldo, tenía la falda levantada, la braga en las rodillas y Vanesa le separaba las nalgas con ambas manos y le daba largos lametazos a todo lo largo, hasta la cintura y luego bajaba metía su cara entre ellas y entonces Sandra suspiraba muy fuerte.

Yo también quería aquella sensación, otra nueva experiencia. Jamás había imaginado el sexo oral fuera tan increíble que, el que álguien te comiera el comiera el coño fuera algo tan increíble, sin embargo Sandra parecía disfrutar como una loca mientras Vanesa no dejaba de lamerle el ojo del culo

Aquella tarde iba a ser muy larga, empecé a masturbarme mientras las miraba, solía tardar bastante en correrme pero ahora ya sentía que estaba cerca.

Sandra también se estaba haciendo una paja, mientras Vanesa seguía lamiéndole el ojete.

Aquel iba a ser un año increíble ¡se acabaron los condones! ¡se acabaron las pollas! Quiero la boca de Sandra en mi coño. Empecé a correrme. Si, aquel iba a ser un año increíble.