Un Amor, Una Vida Para Disfrutar
Mi primer relato jejeje opinen...
Mis aventuras eran cosas extrañas, ninguna me llenaba de la forma en que ella lo hacia y saber que se iba de este mundo muy pronto me carcomia, pensaba como vivir sin verla, sin su sonrisa, sin esa mirada intensa y su cuerpo.
Años atrás…
Me mude a una ciudad para realizar estudios profesionales, llevaba un año ahí en esa ciudad y en donde vivía no me gustaba mucho asi que nos mudamos con mi mama, fue donde la conoci, una mujer indiscutiblemente hermosa, una mirada de color miel firmemente intensa, sus labios un poco gruesos, su cabello castaño claro y corto, estatura mediana y su cuerpo ni hablar, ya que a pesar de ser un poco mayor que yo tenia un cuerpo muy conservado y muy tonificado con 45 años que tenia esa mujer podía volverme loca con solo mirarla.
Pero tenia muy claro yo que no me iba a prestar atención apenas tenia yo 19 años, mas alta que ella, morena, acuerpada una chica normal, nada en especial yo a comparación de ella y yo estando apenas en el segundo año de universidad, vamos que le podía ofrecer yo, nada solo pienso que es hermosa, infaliblemente hermosa y que la quiero a mi lado y no solo como una noche nada mas, o como mis aventuras de viernes social, no, yo la quiero para siempre, pero parece inalcanzable.
Había hecho algunas amistades en ese lugar y estaba el, mi amigo Gerard, el amigo mas loco y fiel que puedes tener, el es gay de esos que hacen creer al mundo que no necesitan nada mas que las fiestas, alcohol y un poco de electrónica para estar bien, yo sabia que el no era asi, pero abria que dejarlo igual cada dos meses tenia a alguien y siempre cambiaba, el me la presento y fue ese dia que dormi con una sonrisa de oreja a oreja y sabia que nada ni nadie me la podría quitar.
Gerard: Ven Diane te presente a Sara
Sara: Hola! ¿como estas?
Yo: Hola! – con una sonrisa mas estúpida – Bien y tu? Conteste-
Sara: Bien, Gerard me ha hablado mucho de ti – con una mirada matadoramente sexy.
Yo: Espero que cosas buenas – guiñándole el ojo, no podía evitar coquetearle quería que entendiera que quería algo con ella, pero a la vez no solo sexo como otras que ya me había presentado Gerard. – bueno debo irme chicos tengo clases – agrege – Gerard mas tarde nos vemos no se me pierda – dije con una sonrisa la cual el ya conocía, en tan poco tiempo el distinguia mis expresiones y eso era bueno –
Luego de eso pasaron días, meses, Sara y yo hablábamos mucho nos habíamos convertido en amigas, aunque yo quería algo mas, ella me había dicho que eso estar con gente mas joven que uno era para problema, me dolio en el fondo pero era cierto, además eran mas de 20 años que nos llevábamos, ella no sabia directamente mis sentimientos hacia ella pero creo que sosprechaba, aunque eso no me quito las ganas de salir con otras chicas, de hecho siempre salía con mayores que yo, no se porque pero siempre me atraen asi, en una de esas salidas conoci a Paola una joven de 25 años, loca, extrovertida, a veces estresante pero muy romántica, cosa que a veces me abrumaba y después de estar saliendo nos hicimos novias, pero eso no duro mucho solo 4 intensos, largos, abrumadoramente extensos meses, y ella se dio cuenta que me gustaba Sara.
A poco de cumplir nuestro quinto mes.
Paola: Vamos a amor, yo quiero ir! – dijo desesperada, casi que arrodillándose.
Yo: No amor no puedo tu sabes que eso de pedir permiso a mi mama es traumatico y mas ahora que no amaneci en casa, tu sabes el problema – el problema era simple yo no le había dicho a mi mama sobre mi orientación sexual, pero sabia que ella iba a estar en desacuerdo, ella es cristiana, asi que para ella eso era una abominación y por eso solamente tenia aventuras, no me convecia la idea de luchar por alguien, pero en verdad la única que me hacia ir en contra de mi madre podría ser Sara pero bueno, no hay posibilidades.
Paola: dile que te vas conmigo.
Yo: sabes que no, ella mas que nadie sospecha que tu no pareces simplemente mi amiga – dije casi desesperándome por su insitencia.
Paola: Hay Diane Andrea Lopez Hurtado pero no se va a quedar asi – me miro con rabia, lo sabia ella había llegado al limite –
Yo: hey corazón, yo te recompenso ¿si?, y tu sabes cómo – la mire con picardía – mas bien vamos afuera, alla esta Gerard y Sara – me miro como no quieres salir conmigo pero quieres estar con tus amistades.
La relación entre las dos no estaba en su mejor momento, sabia que iba acabar tarde o temprano, yo no la quería, era cruel pensarlo pero acepte ser su novia por el simple hecho de que Sara estaba saliendo con alguien de su edad, igual paola tenia 21 años pero se comporta como niña y pienso y pienso y no como acepte. En fin salimos a saludar hablamos mucho rato, luego a Gerard se le ocurrio comprar ron, asi que ya con tragos encima sabia que iba hacer un desastre. Eran las 2 am y ya se había acabado el ron, asi que Gerard le dijo a Paola que lo acompañara a comprar ya que yo no podía ni sostenerme, pero aun asi no dejaríamos de tomar, me quede sola con Sara y ella me miraba tratando de decifrar algo no se.
Yo: tengo algo en la cara – mirándola tiernamente confundida.
Sara: No nada, solo es que… no nada deja asi.
Yo: segura? Mira que estoy aquí para lo que necesites- dije sonriéndole como siempre
Sara: no no nada - no la deje terminar y le dije – sabes Sara a veces simplemente uno necesita un abrazo – sin pensarlo dos veces la abrace, quería que ella sintiera que me moria por quitarle ese tormento que tenia por su novia pero bueno esta era mi única manifestación que podía darle o que ella me permitiera darle, yo sabia perfectamente que Sara es la típica que aun las cosas no vayan bien con su pareja nunca le será infiel o dejara de pensar en ella, y eso me gustaba, pero yo no era igual a mi me iba mal con alguien y suerte, se que eso no debería ser asi pero por algo no tenia relaciones oficiales en mi vida excepto Poala – en eso llegaron ellos dos y a paola no le gusto mucho lo que vio, ella era algo asi impulsiva y cuando estaba tomada mas, asi que no se espero explicación y hablo.