Un Amor, Una Vida Para Disfrutar 13

Penultimo Cap

Saludos queridas y queridos lectores, eh aqui reportandome, Desde Colombia quedando de 3ros en la Copá America, Felicidades a los demas paises, no me juzguen me gusta ver futbol y me ando viendo la Eurocopa, aunque no esta tan emocionante como la America, asi que latinos son latinos le ponemos sabor a todo ;)

En eso entra Diane y dice: Decirme que? Que es lo que me ocultas? – ella estaba observando que yo le tenia la mano cogida a Carla y un silencio reino en esa habitación, había llegado el momento duro y forzoso de esta situación, tenia pánico, ella es el amor de mi vida y simplemente me iria sin poder hacer nada mas…

Diane: entonces no me piensan decir?

Carla: Bueno las dejo solas - pasando al lado de Diane, agacho la mirada, pero Diane la detuvo, empecé a sudar frio

Diane: Tú me explicas que haces aquí y que tiene mi esposa, ya que ella no es capaz de decírmelo – la tuteo, ya se conocen y no lo sabia, no se que pasa pero voy a preguntar

Sara: Ustedes ya se conocen? – evidentemente Carla estaba muy nerviosa, Diane por otro lado me miraba con frialdad

Diane: Conocí a Carla hace un par de semanas, necesitaba asesoría financiera, ya que tenia varios negocios sin concluir en la empresa de su hermano y pues yo le ayude, lo que no sabia era que Carla, te conocía, díganme que pasa y no pienso repetirlo mujeres, al parecer van a esperar que empiece a echar fuego aquí – estaba mas que claro que mi esposa estaba enojada, mire a Carla, Carla me miro, me cogio la mano para darme apoyo, ya que sabia que ahora era mas difícil porque Diane estaba notablemente enojada, respire profundo y no pude hablar y Carla interfirió.

Carla: Sara tiene una grave enfermedad, la verdad luchamos por saber su origen, pero estamos combatiéndola, diariamente tiene crisis en su sistema locomotor, esto no le permite moverse por un par de horas o días tal vez, aunque gracias a Dios no ha pasado a días. – vi como ella hablaba rápido con temor, la vista de Diane no se separaba de mi, y aunque Carla hablaba y hablaba de lo mal que me encontraba hace meses, ella no quitaba su mirada acusante, eso me entristecio – Al parecer el cuerpo no soporto los dos medicamentos que le inyecte hoy – ella iba a continuar pero Diane la detuvo

Diane: Todo este tiempo yo creyendo que tal vez no hacia las cosas bien, esforzándome el doble para que nuestra convivencia mejorara, deje de viajar porque crei que eso te molestaba, y simplemente tu ocultándome una noticia de esta magnitud sin importarte lo que yo pensara o sintiera, crees que esto es justo Sara, cuando pensabas decírmelo, cuando ya estuvieras en un cajón – dicho esto se fue, sabia que había hecho mal, yo mas que nadie había visto lo que ella hacia por las dos, de igual forma la perdí por cobarde

Carla: Sara, se que lo que te voy a pedir es casi imposible, pero te necesito fuerte para que luches por ella, solo esta dolida pero no significa que te vaya a dejar.

Sara: Porque no me dijiste que conocías a Diane?

Carla: Cuando te dije que necesitaba a alguien para que me ayudara con los negocios de mi hermano, y pues me la recomendaron – ella estaba notablemente nerviosa y sonreí

Sara: Asi que te gusta mi esposa! – eso era mas una afirmación que pregunta, yo lo había visto en su mirada, la duda que tenia era si Diane sentía lo mismo

Carla: Yo…yo…yo no se que decirte – suspiro y me miro – si me gusta, pero entre ella y yo no ha pasado nada, es mas sabia que era casada pero jamas pensé que contigo.

Sara: Yo se quien es Diane, tranquila ya lo sabia desde que me contaste que había conocido a la que te iba a solucionar lo de tu hermano, tu estas diferente te arreglas mas, no me molesta por primera vez que se que le coquetean a mi esposa, no me molesta, además ella es muy hermosa y el estilo que ella tiene es único, la dejaría en buenas manos si sabría que te elegiría a ti, en vez de esa manada de perras que andan por ahí detrás de ella.

Carla: tu que dices, debes luchar, esa mujer te ama por Dios, valora lo que tienes, que aun no te haz muerto y no creo que lo hagas tan pronto – dicho salio muy enojada

No es que no ame a Diane, es obvio que si, pero nadie sabe y yo lo siento, ya no me quedan fuerzas para luchar contra esta enfermedad, cada caída es mas fuerte que la anterior, y no la quiero dejar, se que debe odiarme por ocultarme las cosas pero ella sabe que tenia miedo.

DIANE

La situación con Sara se había convertido desesperante, siempre estaba diferente unos días mas raros que otros, y yo ya no sabia que hacer, para colmo hace meses que la buscaba y ella me rechazaba, entonces empecé a salir temprano a trabajar y a llegar tarde en la noche.

Para rematar tenia mucho trabajo y mi jefe quería que viajar a todos lados, entonces  viajaba a las empresas mas importantes y no tan lejanas, no se no me gustaba la idea de separarme de Sara así, aunque estuviéramos distanciadas.

En una de esas mi jefe me presento a la hermana de uno de los dueños de varias empresa, su nombre es Carla me dijo que era Medica Cirujana, no pasaba de los 30, ella tenia una sonrisa serena, de esas que son capaz de tranquilizarte en cualquier momento, siempre sosteniendo una chispa en su esencia, para mi era muy claro que yo le gustaba pero tuve que dejarle claro que tenia esposa, y aunque sabía que estaba casada, ella no me era indiferente, antes me gustaba, estuvimos trabajando por 2 semanas juntas, me gustaba su cercanía, su mirada, tenia cosas que me trasportaban a otro mundo, pero tuve que hacer el trabajo más rápido de lo normal, porque estaba cediendo a su coquetería, ella sabía como hacerlo sin pasar desapercibida, el día que tenía que concluir con la labor, ella llego y yo la mire de abajo hacia arriba y tenía unos tacones rojos muy bonitos, subiendo por sus piernas largas y torneadas, una mini falda negra que vuelve loco o loca a cualquiera, esa figura era de admirar, luego subiendo otro poquito me encontraba con una blusa roja de seda con un escote que me ponía a imaginar lo que había debajo de ello, uff Dios de solo pensarlo me excito, su cabello largo negro, su cara muy digna de ella, me encantaban sus expresiones y era obvio que había logrado que mi atención se concentrara en toda su presencia y en su esencia, esa mujer estaba colocando mi mundo al revés.

Así tenía que alejarme lo más rápido de ahí.

Yo: Bueno Carla, es así como debes ir concluyendo aquello que te han propuesto ¿qué te parece? – estaba muy nerviosa

Carla: Bueno si es viable, gracias la verdad me ha encantado esta asesoría y sobre todo la asesora – dijo esto guiñándome el ojo

Yo: bueno pues me alegra mucho – no sabía como despedirla

Carla: Que te parece si para celebrar te invito a tomar algo? – estaba muy entusiasmada

Yo: No, la verdad es que hoy tengo mucho trabajo – antes de seguir excusándome me interrumpió

Carla: vamos si, mira que hoy es mi día libre en el hospital y casi nunca lo puedo disfrutar, por favor – dijo esto con una ternura que no podría contener

Yo: Ok vamos pero solo un rato – se le ilumino el rostro, ella

Fuimos a un bar que no conocía pero tenia un ambiente agradable, me gusto con tan solo la música ya me quería quedar, lo bueno era que no estaba Sara en la ciudad, igual le había avisado que iba a salir. Mientras tanto Carla me miraba muy tiernamente.

Hablamos de todo un poco, me conto que tenía una paciente muy delicada que realmente estaba haciendo todo lo posible porque no llegara su día gris pero parecía imposible, también me conto que la paciente no le había comentado a su pareja, eso sí me entristeció mucho, aunque en fin no era mi problema, lo mío era que Sara andaba distante y no sabía porque.

Llego la hora de irnos, así que la acompañe a su auto para irme en el mío.

Carla: Gracias por acompañarme hoy, la verdad me ha gustado mucho tu compañía – con cierto brillo y acercándose a mi

Yo: eh yo….yo te agradezco la invitación, en verdad la pase muy bien, yo… - me interrumpió con un beso, trate de soltarme pero no pude resistirme a sus labios, pero de repente me separe, vi en su cara algo de desconcierto

La verdad Carla me agradas, no puedo negar que me agradas pero lo siento yo tengo esposa y – me interrumpió anda que es buena para hacer eso

Carla: Si lo sé, lo lamento, créeme que quise contenerme pero no pude, me gustas pero se muy bien que no se puede pero me quedo con este recuerdo y con solo pedirte algo, si se puede claro esta, creo que me he tomado muchas atribuciones esta noche – lo dijo un poco apenada

Yo: Claro dime no te preocupes – con mi cara de mil colores creo

Carla: Puedo ser tu amiga?

Yo: Si claro, la verdad me dolería que no

Los días trascurrieron y de vez en cuando pensaba en Carla y justo cuando mis pensamientos la nombraban, ella me estaba llamando al celular, hablábamos horas y horas, lo malo de todo era que Sara y yo ya casi ni nos veíamos, ni hablábamos, a veces me demoraba en llegar a casa porque no quería ver a Sara. Conduje hasta la casa lo más suave, me sorprende como he cambiado y llegue estacione hasta la casa, note que tenía hambre pero hacía tiempo que no comía de noche, es mas ya casi ni comía.

Llegue a casa y note un olor agradable, muy agradable mi comida favorita espaguetis con atún y bien rico que si olía y ni hablar de Sara estaba hermosa, hace mucho que no la veía así, me encantaba, estaba muy excitada, comimos y me beso, cenamos e hicimos el amor como al principio lento y apasionado, con ternura y fuego, como amaba a esa mujer, me devolvió la vida, hasta que en la madrugada tuve que llevarla al hospital se quejaba mucho y estaba muy caliente.

En el hospital me dijeron que buscara a la médico encargada del caso, me pregunte cual caso, pensé que era la primera vez que pasaba esto, pero al llegar al cuarto donde estaba Sara la escuche decir que cuando me dirían lo que pasaba.

Entre a la habitación un poco ofuscada y para mi sorpresa la médico era Carla, mi esposa le sostenía la mano, la verdad me enoje mucho por las dos, si tengo que ser sincera me enojaba que las dos podrían estar involucradas pero me di cuenta que no y aún más rabia me dio cuando Carla me explico lo que le pasaba a mi esposa, era ella la paciente que me había hablado Carla, Salí de allí muriendo en vida.

El solo hecho de pensar que Sara, mi esposa se podría ir de mi lado en cualquier momento me consumía, en eso se acercó Carla

Carla: Como estas?

Yo: Creo que ya lo debes saber no!

Carla: No seas así, mira que para ella ha sido muy difícil!

Yo: Es evidente que no conoces la situación, voy a cumplir 3 años de casada y los últimos meses ha sido horrible para mí, para ella puede que también, pero se lo busco porque no me lo dijo desde un principio – dije eso llorando – maldita sea, porque simplemente no me tuvo en cuenta – abrace a Carla y me quede dormida