Un Amor, Una Vida Para Disfrutar 10
Te regalo los que quieras mi vida, y ahora que voy a ser tu esposa mas
Un saludo a las que me escriben y agradecerles el seguimiento de esta historia, ya casi llega a su final, si me comentan como quiere que termine!
HombreFx - gracias por tus comentarios! :D
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Cuando de repente el glorioso, emotivo y hermoso momento se ve interrumpido por un NO de alguien que se acercaba y decía - NO LO VOY ACEPTAR, PORQUE TU ERES MIA -
Entonces todos volteamos a ver y era Rebeca, mi cuerpo bajo a una temperatura bajo cero, no por Sara igual ella ya lo sabia, pero mi hermano no y me quede estática ahí, hasta que el interrumpió
Enrique: ¿Que haces? – pregunto algo preocupado
Rebeca: Lo laa..men..to mi..mi vida pero estoy enamorada de ella – evidentemente había tomado mas de la cuenta, mi hermano me miro, ella empezó a gritar como loca, algo que nadie entendía que decía, mi hermano se la llevo, pero antes me dijo
Enrique: Como siempre tu, te llevas a las mujeres que mas he querido – dijo esto mirando a Sara, entonces entendí y analice muchas cosas, algunas de sus novias terminaron acostándose conmigo, pero yo no tenia la culpa, el nunca me las presentaba y yo las conocía de casualidad y asi mismo casualmente terminaban en mi cama, pero entonces supe que Sara era la mujer que el siempre había querido, pero ni el ni yo tenemos la culpa de que a ella no le gustan los hombres y aunque es bueno para mi, a el le dolió y me sentí en que una parte de mi vida murió en ese instante, todo lo que quería era ser feliz con la mujer que amo al lado de la poca familia que tenia, pero ahora nada.
Entonces todo termino, salimos del lugar y nos subimos al auto maneje algo rápido aunque no vi pasar el tiempo porque no llegábamos, las dos estábamos calladas y yo sabía que hacer o que decir, la verdad es que no podía, quería llorar y gritar. Al llegar al edificio donde vivíamos parquee el auto y me baje y me acurruque al lado de la llanta delantera del auto, Sara vino a mi encuentro, me abrazo y llore como nunca en sus brazos, mi pecho estaba inundado de dolor y justo en una noche tan especial, me subio al auto del lado del copiloto, coloco el cinturón de seguridad y ella dio la vuelta y se sento en el del conductor, solo se que ella enciendo el auto y arranco y yo me quede dormida.
SARA
Después de aquel incidente con su compañera, Diane y yo nos unimos mas, hasta el punto de vivir con ella después de meses, hoy íbamos a celebrar mi traslado y el ascenso de ella, pero eso nadie lo sabe. Le tenia preparada una sorpresa para esta noche, pero para que no se diera cuenta, me toco tomar una actitud un poco fría, pero sin dejarla mucho a la imaginación le deje una nota en la mañana.
El dia transcurrió normal, hice unas compras para mi sorpresa, me arregle como nunca, solo y exclusivamente para ella. Diane paso a buscarme y la vi sentada ahí esperándome fuera del auto, pero me preocupo verla encender el cigarrillo, yo se que eso lo hace cuando esta muy nerviosa y tiene que presentar un proyecto y aunque ella sabe que no me gusta, no me acuerdo ella haya tenido que trabajar hoy.
Ella levanto la mirada y al verme se le cayo el cigarro, jajajaja me reí porque justo lo que iba hacer era quitárselo, pero ahorro el disgusto jejeje, cuando llegue a su encuentro me dijo que estaba muy hermosa, y entonces pensé espérate haber la sorpresa que cargo y sonreí de lado, me abrió la puerta del copiloto y ella manejo muy suave, supe que realmente estaba nerviosa aunque aun no entendía el porqué, llegamos a lugar donde había reservado, para mi sorpresa estaban todos su mis amistades, las de ella y su hermano y rebeca que vieja que me cae mal, la cena transcurrió bien, normal hasta que ella se levanto a hablar y se arrodillo a proponerme matrimonio, entonces entendí sus nervios, se me escapo la segunda mejor sonrisa de mi vida y digo la segunda porque la primera va hacer la del matrimonio y cuando me disponía a responder, llego Rebeca y enloqueció, entonces Enrique se dio cuenta que Diane había estado con ella y me di cuenta que el había estado enamorado de mi, que cosas de la vida.
Aquella mujer fuerte, valiente y luchadora que conocía, se había derrumbado, nos despedimos de todos y salimos del lugar, ella iba en silencio pensando en todo y nada a la vez me imagino, Diane no es alguien que exprese fácilmente lo que siente o lo que le pasa, llegamos al edificio y la vi caer a llorar, me partía el alma, no podía subirla al departamento porque estaba arreglado para otra cosa, entonces la subi al auto de nuevo y yo me subi y maneje hasta una playa que quedaba cerca y era poco transitada, ella estaba dormida, vi en su expresión dolor y la amo y me duele verla asi, la desperté ella aun no sabia donde estábamos, bajamos del auto y ella se sento a la orilla, me quede observándola sentada en el auto y luego le hice compañía, nos quedamos asi un buen rato y luego rompi el silencio
Yo: Estas un poco mejor mi vida? – notablemente preocupada
Diane: Si mi amor – su voz estaba totalmente apagada, pero agrego – Gracias, necesitaba respirar – dijo esto soltando un suspiro y mirándome, sentí morir con esa mirada
Yo: Sabes que puedes contar conmigo bebe, para eso estoy aquí – lo dije tiernamiente y robándole un beso -
Diane: Mmmmm… Tu sabes como devolverme la vida – aun tenia los ojos cerrados cuando me dijo esto - Me regalas otro? – pregunto como tratando de no dañar el momento
Yo: Te regalo los que quieras mi vida, y ahora que voy a ser tu esposa mas – dije esto con una voz tentadoramente sensual y ella respondió besándome, me acostó en la arena, y se subió encima mio, me miro por unos segundos supe que gran parte del amor de mi vida volvió, ya podía en sus ojos aquel deseo y nos acariciamos hasta que lo que era tierno, estaba volviéndose muy apasionado, entonces le dije que nos fuéramos que le tenia una sorpresa en casa.
De vuelta ella manejo, ella entiende su auto yo no jajaja, llegamos al apartamento y le vende los ojos, la sente en una silla que había puesto para ella, le amarre las manos detrás de la silla, y me quite la ropa, tenia puesto un enterizo de encaje rojo y lazos negros y unas botas negras, fui y le quite la venda de los ojos y cuando los abrió, se le oscurecieron del deseo y la excitación que le produje, supe que la había sorprendido, mas que eso, logre casi robarle un orgasmo con tan solo mirarme, y eso era sin tocarme que será ahora que viene lo bueno.
Diane estaba un poco desesperada porque no podía tocarme, se moria por hacerlo lo se, pero no podía permitírselo, no sin antes mostrarle algo que nunca había hecho con nadie, hacerle un Lap Dance, entonces coloque Partition – Beyonce, ella me había mencionado que esa canción era sensualmente pervertida y que se prestaba para muchas cosas, entonces eso me dio la idea de hacerlo.
Empezó a sonar la canción y vi en sus ojos total avivo deseo, vi como logre activar todo su cuerpo mientras yo le bailaba y me empezaba a quitar el traje, ella estaba inquieta y exasperadamente excitada, estaba agitada, sudando, entonces al verla asi, mi excitación paso a otro nivel, me le senté en las piernas y la mire profunda e intensamente tanto para desnudarla y penetrar su alma, ambas estábamos al borde del éxtasis, al borde de una conmoción cerebral por la fuerte excitación.
Mientras yo movia mis caderas, realizando movimientos circulares provocantes encima de ella, ella me besaba el cuello, sabia que ella no iba a aguantar a que se terminara la canción, y asi fue verdad, porque al segundo sentí su mano derecha en mi muslo izquierdo, mientras la otra estaba en mi seno pellizcándolo, me sentía en un infinito cielo, ya no había duda que el amor y la pasión eran uno solo en ese momento, en cada caricia de ella sentía morir y revivir como el ave fénix, sentía quemar mis entrañas, y mi cuerpo comenzó a tensarse y el de ella igual estábamos contrayéndonos porque el orgasmos de ambas se acercaba.
Pero ella quería torturarme, esa era su venganza por haberla atado de manos, le fui quitando la ropa y quedamos desnudas las dos, sudando y temblando de estado pasional extremo que teniamos. Nuestro lenguaje se extendió logramos unir nuestro lenguaje no verbal, con los gemidos, nuestro lenguaje facial con el manual, eran suspiros interminables, gemidos incontrolables, besos inolvidables y caricias perdurables, lo que vivimos esta noche.
Nos quedamos dormidas, quien sabe a que horas, me desperté e instintivamente moví mi mano para sentirla pero no había nada, abrí los ojos muy lentamente y estaba ella del lado donde yo estaba con una bandeja y en ella el desayuno. Me di cuenta que ella y yo podíamos superar cualquier barrera que se atravesara en nuestro camino.