Un amor sin futuro (2)
En el mejor de los mundos.
UN AMOR SIN FUTURO (2)
Mi momento en la vida era único, algo que siete u ocho años atrás, si lo hubiera pensado, me diaria a si misma. Estas loca!
A poco de cumplir mis 29 años me encuentro en la vida, con que soy socia de un importante estudio de abogados y hace 10 años que convivo, muy enamorada, con Adriana, que con su hermano Hernán, son los titulares del estudio
Ella es el mentor de mi vida, con ella conocí el amor, ella saco mis dudas, sobre mi condición de lesbiana. Por ella estudie y me recibí. Con ella aprendí a refinarme al hablar, ya que era bastante callejera. Siempre riéndose decía que era una ratita salvaje, hoy dice que soy su ratita cariñosa.
Hicimos juntas varios viajes a diversas partes del mundo.
Estábamos en la oficina y ella salio, con Hernán, nos miramos y no dijimos nada
Al rato vuelve
A:(dirigiéndose a mi) amor, ve a casa y prepara las valijas, nos vamos 20 días Caribe. Hernán, quedas a cargo del estudio.
Salgo para ir casa a preparar todo y escucho a HERNAN
H: OK, que par de socias tengo!
Al día siguiente salimos en avión. Nos hospedamos en una cabaña. Paseábamos, nos besábamos, almorzábamos y cenábamos en cualquier lugar, éramos inmensamente felices.
Por las noches nos sentábamos en la arena, siempre me gustaba recostar mi cabeza en su regazo. Mirábamos las olas avanzar sobre la arena, como refrescándolas por el calor recibido durante el día.
O caminábamos de la mano por la arena húmeda y las aguas mojaban nuestros pies.
Y: amor hace diez años que estamos juntas. Lo recuerdas?
A: como no recordar, que un día, asomo por la puerta de mi oficina, una chica de hablar canchera y en cuanto la vi., se acelero mi corazón. Y me dije a mi misma, esa es tu definitivo amor.
Y: tardaste dos meses en invitarme a salir y te juro fue un calvario para mí. Pensaba y me decía, como quieres que se fije vos? Eres una simple empleada para ella?
Cuando me invitaste, te confieso ahora, sentia mis piernas flojas y mojada mi tanga.
A: JAJA, tanto me deseabas amor.
Y: cuando no me mirabas, yo te miraba constantemente, los viernes eran un suplicio por el saber que hasta el lunes no te iba a ver.
Ahí empece a comprender porque si salia con un chico, antes de conocerte, me acostara o no con el, siempre rompia, yo, la relación. Había, y no lo sabia, algo que me alejaba de los hombres.
A: recuerdo la primera noche, luego del teatro, te lleve a mi departamento y que dijiste "nunca lo hice con mujeres". Eso fue para mi sublime.
Pero no nos pongamos sentimentales, con el pasado, y vivamos el hoy. Son las 2 de la mañana y no hay nadie en la playa, bañemos desnudas.
Dicho esto se desnudo completamente y espero que yo hiciera lo mismo, y corrimos de la mano a meternos en el agua.
El agua estaba hermosa. nos besamos, no tocábamos y tu mano jugueteo con mi almeja y yo con la tuya. Te sumergiste y fuiste a besarla. Yo entre tu lengua ahí y el gorgoteo del agua, producidos por tu respiración, creí desmayarme de placer. Me sumergí también y besándonos subimos a la superficie. Nos tiramos en la arena, y una arriba de la otra besamos nuestras almejas, hasta llegar a un mutuo orgasmo infernal.
Nos remojamos para sacarnos la arena de nuestros cuerpos y caminamos, vos llevándome de la cintura, hasta donde dejamos la ropa.
Y: Adriana, nos robaron la ropa!
A: no, esta más allá, el mar nos fue llevando.
Efectivamente estaba
A: viste, tenía razón. Además que problema te hacías si la hubieran robado, íbamos hasta la cabaña desnudas.
Y: si pero, podían vernos, hay varias cabañas.
A: después de lo hicimos en la arena te haces problemas
Y: pero ahí no había nadie
A: (riéndose) a lo mejor alguno con una maquina de foto con teleobjetivo, nos fotografió. Acaso estabas corneando a tu pareja. Jajaja
Y: no te burles de mí.
Llegamos de vuelta, por la noche, y nos estaba esperando Hernán con Hebe, su novia.
Era médica, hermosa y sabia y comprendía nuestra situación. Nos llevaron al departamento y se fueron. Caímos rendidas de cansancio.
Al día siguiente, camino al estudio, en el coche que ese día manejaba yo
A: la semana que viene se casan mi hermano y Hebe, encárgate vos que tenes muy buen gusto de comprar el regalo, no escatimes en gastos.
Y: si mi amor, ya sabia
A: ya sabias que?
Y: que tengo muy buen gusto, para eso soy tu mujer.
A: mírala a ella, agrandada ahora.
Y: agrandada no, es la verdad, como soy tu mujer me ocupo de la casa, pagar los gastos, expensas, teléfono, luz, etc.
A; si la verdad, además cocinas muy bien, te lo dice alguien que aguanto tus comienzos estoicamente.
Y: si no estuviera manejando, te arañaría toda.
A: jajaja
Y: y mira si tendré buen gusto, que me enamore de vos. A propósito como haremos con tus padres en la fiesta.
A: no te preocupes, estaré siempre a tu lado, además mis padres no son de agredir ni verbal ni físicamente. Tendrás que soportar algunas miradas de bronca, principalmente de mi madre.
Y: mientras estés a mi lado no hay drama.
A: ve y compra el regalo, cuando vuelvas, me voy yo, a hacer un trámite
Y: si quieres lo hago yo
A: no, esta bien. Ah esta noche vamos a cenar afuera.
Y: y eso a que se debe
A: a nada, no puedo ir a cenar afuera con mi mujercita
Y: Adri, te conozco, que estarás tramando.
A: nada, solo eso
Fui y compre el regalo regrese a la oficina.
A: como te fue? Compraste?
Y: bien, si compre, mañana lo entregan en la dirección acordada.
A: que les compraste?
Y: fui al lugar, donde el listado de casamiento y no me gusto lo que quedaba por comprar. Entonces me acode que Hernán, había comentado que cuando volviera de la luna de miel, iba a comprar un aparato de televisión y yo me adelante.
Compre lo más moderno. Con todos chiches, extra chato, pantalla gigante.
A: bárbaro! Por mi mujercita. Cuando gastaste.
Y: me vas a matar, lo hice con tarjeta y gaste seis mil pesos.
A: alguna vez, te hice drama por la tarjeta, si nunca gastas nada, además ellos lo merecen. Bueno me voy y vuelvo enseguida, hago sonar mi celular y baja. Cierra bien todo.
Y: si mi amor.
Cerré la oficina y comencé a bajar, total esperaba abajo. Sonó el celular y Salí a la calle, ahí estaba ya con el coche esperando.
Y: a donde vamos a cenar?
A: espera, ya vas saber, que preguntona eres?
Y: no soy preguntona, quería saber nada más
Fuimos a un hotel céntrico, tenía un restaurante a media, iluminado con velas. Entramos y nos asignaron una mesa muy discreta y en un rincón. Después me entere que así lo había pedido ella. Nos sentamos, mire para todos lados. Ahí nos sentamos una al lado de la otra.
Pedimos de comer y un buen vino.
Y: Que me estarás por pedir, para semejante festejo
A: siempre estoy de festejo contigo o no?
Y siempre amor.
Nos sirvieron y hablamos de cosas nuestras y de la oficina, para organizarnos, porque Hernán iba a faltar un mes largo.
Después de los postres, pidió una botella de champaña.
Vino el mozo, descorcho, sirvió y se retiro
Y: esto debe ser grave
A: (mientras sacaba algo de la cartera) tan grave, que no se por donde empezar.
Y: empieza por el principio, pero empieza, me
Tienes en ascuas.
A: mira ratita, sabes cuanto te amo y me siento correspondida.
Y: ese ni lo dudes
A: puedes callar, ya estoy bastante nerviosa para que me pongas más.
Y: vaya si es grave.
A: no me dejas concentrar, nunca hice esto
Y: este bien no hablo más.
A: toma esto es para ti.
Me dio un estuche, que abrió previamente y me quede boquiabierta. No podía creer lo que veía y empecé a llorar como una niña.
A: (tomando primero la alianza y luego la sortija) quiero, formalmente en este compromiso pedirte que seas legalmente mi mujer.
No llores mas, es un momento de felicidad.
Y: en medio de un mar de lagrimas, tome la alianza y la coloque en su dedo diciendo: si mi amor, acepto casarme contigo.
A: gracias amor, no sabes el momento que pase, todo nervios. Nunca había hecho esto.
Y: mas te vale, pero no se porque tanto nervio si sabes mis sentimientos hacia vos.
A: yo nerviosa, vos llorando a mares
Y: es que recordé como en una ráfaga mi vida, hasta hoy. Además sabes que no me interesan las joyas.
A: mira la alianza es para que cada vez que te mires la mano o la toques, pienses que yo soy tu amor. La otra es para lucir en fiestas, agasajos.
Y: no me hacia falta una alianza, que llevo orgullosa, para saber que eres mi único y gran amor.
Pago la cuenta y nos fuimos a casa.
Primero en la cena y luego en casa, fue la noche de mi vida.