Un amor que marca la piel.

Historia completamente real. Un amor vivido por mi y contado todo desde mi punto de vista.

Debo admitir que no hay mucho sexo en este relato, es más bien de amor, entiendo que muchos no lo leeran por ese motivo, es normal, pero obviamente las parejas tienen sexo y no pienso saltarme esos puntos, asi que siempre que haya algun momento de sexo prometo no ocultarlo y contarlo con todos los detalles posibles. Gracias por adelantado a todos los que vayan a seguir esta historia.

Capitulo 1.

A día de hoy... parece que todo ha sido superado... parece como si nada hubiera pasado... ¿Pero, realmente esta superado? ¿Realmente podré escribir esta historia sin derramar lágrimas?  Solo lo sabré a medida que escriba esta historia...

Espero que os guste porque os quedarán muchísimos relatos por leer después de este.

Historia  completamente real.

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Ya llevábamos un mes de curso, 2º ESO. ¿Mi clase? No me gustaba nada, me habían puesto con mi mejor amiga Aurora...pero en verano tuvimos demasiadas peleas y no me apetecía tener que verla en la misma clase, sinceramente, con ella sus dos ''nuevas amiguitas'' Carmen y Vanesa. Bueno, no importaba lo que quisiera, esa era mi nueva clase, y con Carmen y Vanesa yo ya empezaba a tener un poco de confianza, al fin y al cabo, no estuvo tan mal como esperaba.

Como os decía ya llevábamos un mes de curso, y en ese mes a mi una chica me había llamado muchísimo la atención, estaba muy encima de mi, y era preciosa, o al menos me lo parecía... Su nombre era Carla, tenia cara de niña, de esas que nunca han roto un plato en su vida, morena, con un cuerpo bastante aceptable aunque aun no muy desarrollado, ojos marrones, nariz perfecta... Digamos que era mi estilo de chica, pero en ese entonces poca gente sabia de mi orientación sexual...

Una mañana como otra cualquiera estaba en el instituto, en las escaleras exactamente, Carla vino a buscarme y yo no tenia ganas de moverme de ahí, ella insistía, y yo seguía en las mismas, me quería quedar en las escaleras, era la hora del recreo, estaba con Carmen y Vanesa y realmente no me apetecía nada irme con Carla, empezaba a resultarme pesada.

Carla: Por favooooor, ven conmigo, vamos a dar una vuelta por el patio.

Yo: Carla, en otro momento, ahora no me apetece.

Carla: Por favooooooor.

Y en ese momento Carmen se metió en la conversación.

Carmen: Déjala, no ves que no quiere moverse, parece que le acosas, jajjaja.

Yo me fijé justo en ese instante en el anillo que llevaba Carmen en su dedo pulgar y no dude dos segundos y se lo quite.

Yo: Sii, y no me puedes acosar, porque mira mi dedo, estoy casada. (Dije mostrando el anillo.)

Carla: Vale, vale… adiós.

Sin darme cuenta me había ‘’casado’’ con Carmen, si, fue una tontería de amigas , pero pronto me di cuenta de que para mi que fuera mi ‘’mujer’’ más que una tontería se convertiría en una necesidad.

Carmen es preciosa, por la edad que tenia parecía toda una mujer, tenia un cuerpo que quitaba el hipo, es decir, un cuerpazo, un pelo hermoso, largo y ondulado, unos ojos marrones y con una forma tan especial, una forma de ojos muy femenina, no he visto muchos ojos así en mi vida, y su sonrisa…Su sonrisa es de esas que te dejan embobada, de esas sonrisas perfectas que te atrapan, que simplemente, enamoran.

Pasaron unas semanas, y mi relación de amistad con Carmen había aumentado, con Vanesa también porque obviamente era inevitable ya que estaban juntas siempre.

Yo tenia una amiga, bueno, lo que fuera eso, en ese momento creí que lo era, pero por amor una al final acaba odiando a mucha gente, ¿No creéis? Los celos pueden llegar a ser enfermizos. Y lo peor de todo esto es que yo no tenia ningún derecho a enfadarme ni tener celos, porque Carmen aparte de ser completamente HETEROSEXUAL, jamás tendria una relación conmigo. Ella era muy libre. Como ya se sabe contra más imposible mas quieres esa cosa, supongo.

Elisa era la típica niña, porque era una niña, de esas que cualquier cosa que pueda hacer para llamar la atención la hace, de esas que cuando quiere algo lo consigue, de esas que se hacen querer para después hacer daño a la gente, Elisa era ese tipo de persona. Yo jamás le llegue a coger mucho cariño, la gente así no me agrada verdaderamente, pero que os voy a decir, éramos amigas, o eso creíamos las dos.

En cuanto al físico, ya sabéis, una niña, no muy desarrollada, se veía de lejos que iba a ser o ya era homosexual, sus ojos eran muy azules, un azul flojo, de esos ojos que llaman mucho la atención. Y el pelo bastante largo aunque siempre con una coleta.

Yo no tenia mucho que envidiarle, yo tengo los ojos azules y verdosos, era una mezcla un tanto extraña, nadie puede decirme exactamente el color de mis ojos porque nunca les queda claro si son azules o verdes, siempre hay varias opiniones, el pelo mas o menos largo, delgada, yo odiaba ser tan delgada, a muerte, hasta me daba vergüenza ir a la playa con amigos/as por ese hecho.

Y mi forma de ser no tenia nada que ver con la suya, yo soy cariñosa, doy cualquier cosa por una persona a la que quiero, sobretodo sin hacerle daño, generosa, a veces hasta con mis enemigos, aunque debo reconocer que muchas veces he sido fría y calculadora, pero es algo que la vida me ha obligado a ser.

Un día cualquiera Elisa conoció a Carmen. ¡LO QUE ME FALTABA! Ya no solo lo tuve que pasar mal viendo a Carmen besándose con tíos un día si y el otro también, si no que ahora Elisa me había quitado TODO el protagonismo como amiga, estaban todo el día juntas, excepto en el instituto que Elisa no iba al nuestro, aun así no podía estar mas celosa, no aguantaba más toda esta sensación…

SEMANAS DESPUÉS.

Ding Dong

Yo: ‘’Vaya parece que no esta en casa…’’

Ding Dong Ding Doooong

Carmen abrió con una cara de mal humor increíble, toda mojada y con una toalla.

Yo: Pe…PERDÓN! No sabia que estarías duchándote, mejor vengo otro día.

(Cabe decir que la madre de Carmen casi nunca estaba en casa por estar trabajando)

Carmen: ENTRA.

Yo: Pero…

Carmen: QUE ENTRES.

Entré y Carmen me hizo esperar mientras ella se duchaba… tardó bastante hasta que salió, pero salió con la toalla y con pocas intenciones de vestirse, estuve con ella un buen rato hablando de tonterías, pero yo no podía concentrarme si tenia a la mujer de la cual estaba enamorada a mi lado, mojada, y con UNICAMENTE UNA TOALLA. Os imaginareis las ganas que tenia de quitársela y hacerle el amor ahí mismo ¿verdad? Porque tenía muchísimas ganas de hacer eso.

Mi madre me llamó porque ya era tarde, siempre que estaba en casa de Carmen llegaba muy tarde a casa, era imposible irme de ahí, ella y su casa eran un imán que me atrapaban y no podía ni quería salir de ahí. Mi madre insistía en que fuera ya mismo a casa, y no me quedaba otra. Así que me despedí de Carmen.

Carmen: Por favor no te vayas.(Dijo haciéndome pucheros.)

Yo: Mi madre me va a matar. Me encantaría quedarme de verdad.

Ella me sonrió y me abrazo. TENÍA A LA CHICA MÁS GUAPA DEL MUNDO ABRAZANDOME SEMI DESNUDA, CON UNA SIMPLE TOALLA. No os podéis imaginar mi cara, un poco mas y estallaba ahí mismo, los nervios me podían, no solo me abrazo si no que me estaba abrazando contra el armario, digamos que estábamos muy pegadas…Contra el armario, que ironía ¿verdad?

Yo quería morirme… deseaba cogerla ahí mismo y besarla, hacerla mía como si no hubiera mañana. PERO NO, ella era heterosexual y no pensaba hacer nada que pudiera destrozar nuestra amistad, ya que era la única relación que tendría con ella.

Así que me despedí por fin y me fui.

Carmen siempre había sido muy cariñosa conmigo, pero últimamente iba a mas, y yo cada noche me tumbaba en mi cama…analizando el día que había tenido, cada uno de los abrazos que me había dado, en la forma en las que me lo había dado…y hasta llegaba a imaginar como seria mi vida con ella siendo mi novia…mi novia…¿Os imagináis? Sonaba demasiado bien…

CONTIANUARÁ.