Un amor inolvidable 6

Carlos, William... y una borrachera.

UN AMOR INOLVIDABLE

CAPÍTULO 6

Dentro de la primera semana de Agosto 2006, el viernes, pedí permiso en el trabajo para no laborarlo (día que yo compensaría trabajando el Domingo en mi horario habitual, ya que sólo trabajo de lunes a sábado) para poder acompañar a Will a su escuela, debido a que su reinscripción era a las 09:00 horas. Recuerdo que despertamos a las 06:00 a.m. y, mientras Will se duchaba, yo bajé a la cocina a preparar un delicioso desayuno que consistía en un par de huevos fritos, un pan tostado con miel, un jugo de naranja y un vaso de leche con una pieza de pan, cuando William bajó ya estaba listo el desayuno, por lo que nos dispusimos a desayunar.

Aquella mañana transcurrió normal, llegamos a la escuela, él se formó en ventanilla de servicios escolares, presentó su documentación, le dieron una cuenta de banco para ir a pagar y regresar a completar su registro, entonces yo le dije:

  • Dan: Vamos rápido al banco, que seguramente habrán muchos alumnos pagando.

  • Will: Si, toma, es la ficha de depósito, son $450.-, aquí está el número de cuenta.

  • Dan: Bien, vamos.

El banco queda a tres cuadras de la escuela, así que nos fuimos caminando, en el trayecto, Will se encontró a un amigo de la escuela que también iba al banco, entonces Will me lo presentó:

  • Will: ¡Hola! ¿Cómo estás?

  • Christian: ¡Muy bien, Will! ¿Y tú como estás?, - dijo, pero al verme, me dijo – perdón Sr. Buenos días, me llamo Christian Montemayor. – Dijo extendiéndome la mano – Gusto en conocerlo.

  • El gusto es mío – dije, también extendiéndole la mano – Soy Daniel Pérez.

  • Christian: ¡¿Daniel?! ¡¿Eres el novio de Will?! ¡Qué suerte tiene mi amigo de tener un novio como usted! Will me ha hablado mucho de Ud. Me ha hablado maravillas, no para de hablar de usted. ¡Dice que es el mejor hombre de la tierra!

  • No, por favor, no es para tanto, solo soy Daniel y ya.

  • Christian: Pues déjeme le digo que Will se ha vuelto muy alegre. Él dice que se lo debe a su novio, incluso le pedí que me lo presentara, pero Will no había querido hacerlo.

  • Will: ¡Christian! ¡Por Dios! Yo te dije que sí te lo iba a presentar, pero necesitaba hablar con Dan para saber qué día podía presentártelo – Dijo, mientras me abrazaba – Él es quien me trae totalmente loco de amor, ¡jejeje!

  • Christian: ¡Jejeje! ¿Ya ve señor? Le digo que no para de hablar de usted.

  • (Sonreí) Niños, niños, son increíbles, me da gusto que seas amigo de Will, se ve que eres un chavo que lo estima mucho.

  • Christian: Así es señor, Will es mi mejor amigo y lo quiero mucho, es un chavo excepcional. Ha conseguido un buen novio, el mejor, diría yo.

  • Gracias Chris, lo sé, y lo adoro –  le dije, después volteé a ver a Will y le sonreí – Somos muy felices.

  • Will: Bueno, ya párenle – dijo – ya me hicieron sonrojar.

  • ¡Oh! ¡No te enojes! – dije – si sólo estamos diciendo la verdad ¿o no Chris?

  • Christian: Hemos llegado – dijo, mientras se dirigía a la entrada del banco – Vamos a entrar.

  • Will: Vamos.

Al entrar al banco, Will y Chris se formaron delante de mí en una de las ventanillas que se encontraban más vacías, primero pasó Chris, quien pagó su inscripción y recogió el Boucher de pago, inmediatamente después Will pasó a ventanilla, después de pagar, nos dirigimos otra vez a la escuela, en donde los chicos terminaron su registro de reinscripción. Will me pidió que lo esperara porque necesitaba ir al sanitario, por lo que Chris y yo nos quedamos sentados en una jardinera cercana a las oficinas de la escuela, apenas nos habíamos sentado, cuando Chris se puso un poco incómodo al ver a un chavo moreno, delgado, alto y ligeramente mayor que Will y Chris, entonces Chris me dijo:

  • Chris: Sr. Necesito decirle algo importante. Es sobre Will.

  • Yo: ¿Qué pasa? ¿Sucede algo malo?

  • Chris: Mire, ¿vio al chavo que se nos quedó viendo? Se llama Fernando, y va con nosotros en el salón.

  • Yo: ¿Y los ha molestado? – pregunté preocupado – ¿Les ha hecho algo?

  • Chris: Sí, él está molesto con Will y conmigo. Él quiere que Will lo acepte como novio, pero Will ya le dijo que lo tiene a usted, pero Fernando se enojó y lo amenazó diciéndole que si no le da el sí a más tardar mañana, lo va a golpear a la salida. Y yo no sé qué hacer, no sé cómo ayudar a Will. Estoy preocupado.

  • Yo: - Me levanté y le dije – Espérame aquí, no tardo – Dicho esto, me dirigí a donde se encontraba el tal Fernando.

  • Yo: Buenas tardes, ¿eres Fernando?

  • Fernando: Si señor, pero, perdone, ¿quién es usted?

  • Yo: Soy Daniel Pérez, el NOVIO de William Rosas.

  • Fernando. ¡Ah! Así que es usted el NOVIECITO de William – dijo con expresión de burla – Hasta que por fin lo conozco.

  • Yo: Así es, y ya sé que andas presionando a William para que acepte ser tu novio, y también sé que lo amenazaste con golpearlo mañana a él y a su amigo Christian si William no te da el sí.

  • Fernando: Pues yo no tengo la culpa de que su noviecito se me ande insinuando como un puto barato que sólo me ilusionó y no me cumplió.

  • Yo: Mira, Fernando, en primer lugar no te permito que te expreses así de William

  • Fernando: ¡Pero es la verdad!

  • Yo: ¿Me permites continuar?

  • Fernando: Pero…

  • Yo: ¿Nunca te enseñaron a respetar? Estoy hablando, aprende a callar y escuchar cuando te estén hablando, y sobre todo a tus mayores – le dije con un tono de voz autoritario – No vuelvas a interrumpirme.

  • Fernando: Ni se imagina la clase de noviecito que tiene.

  • Yo: Mira Fernando, conozco perfectamente bien a mi novio, sé muy bien que él no haría nunca algo así, y te voy a hacer una única advertencia: Deja en paz a William y a su amigo Christian ¿entendiste? de lo contrario te las verás conmigo, porque, para que lo sepas, esos chavos tienen quién dé la cara por ellos. Espero que te quede claro que no quiero que te vuelvas a acercar a ninguno de los dos.

  • Fernando: Usted no sabe con quién se está metiendo – dijo altaneramente – para que lo sepa, yo puedo hacer que lo golpeen, mi banda y yo nos podemos encargar de eso.

  • Yo: ¡Así que te sientes muy gallito sólo porque tienes una banda! ¡Qué ingenuo eres! ¿Sabes que si te atreves a hacerme algo o hacerle algo a William y a Chris puedo denunciarte en el ministerio público y te pueden detener?

  • Fernando: Sus amenazas no me dan miedo, señor.

  • Yo: Mira cabrón, ya me estás haciendo enojar, yo tengo buenos contactos en mi trabajo, y si tú me haces algo yo te denuncio, y si llego a hacerlo, soy capaz de hacer que te lleven a la cárcel y una vez ahí me aseguraré de que te quedes encerrado por el resto de tu vida.

  • Fernando: ¿Me está amenazando?

  • Yo: No Fernando, no es una amenaza, es una ADVERTENCIA, atrévete a hacerle algo a los chavos de nuevo y desearás no haber nacido.

Después de la discusión que tuve con Fernando, Will y yo acompañamos a Chris a su casa y después buscamos algo para comer, ya eran aproximadamente las 02:00 p.m y teníamos mucha hambre, por lo que pasamos a un restaurante de comida china en donde compramos la comida para regresar a casa a comer con Doña Eva, más tarde, Will y yo fuimos al cine donde quiso ver una película de categoría infantil, entonces fuimos a la taquilla a comprar los boletos para la función de las 06:15 p.m., y tuvimos que esperar 35 minutos para que empezara la función.

El resto de la tarde la pasé genial con William, la película nos divirtió mucho, nos sentamos en los asientos que están a mitad de la sala, recuerdo que aquel viernes, no había mucha gente y estuvimos apartados del resto del público, de vez en cuando abrazaba a Will, y cuando no lo hacía, él inconscientemente me buscaba, nosotros habíamos creado un vínculo especial. Al terminar la película, ya en la noche, lo invité a cenar unos tacos de suadero cerca de donde se encontraba el cine, estuvimos comentando la película y, al terminar de cenar, pagué los tacos y compramos unos tacos para Doña Eva para después regresamos a la casa. Cuando llegamos, Doña Eva me informó que había recibido una llamada telefónica de un compañero de mi trabajo que necesitaba hablar conmigo acerca de unos pendientes de la empresa y al darme una hoja de papel en donde anotó la información, me di cuenta que era Sergio Velázquez, uno de los empleados del área de producción, por lo que le devolví la llamada inmediatamente:

  • Dany: Buenas noches, ¿podría comunicarme con Sergio, por favor?

  • Buenas noches, ¿Quién lo busca?

  • Dany: Daniel Pérez.

  • Permítame un segundo, por favor.

  • Dany: Si, muchas gracias.

Después de dos minutos se escuchó una voz masculina al teléfono:

  • Buenas noches Daniel.

  • Dany: Buenas noches Sergio, me avisaron que hablaste preguntando por mi.

  • Sergio: Sí, mire Sr. Pérez, el motivo de mi llamada es porque el Lic. Cervantes me informó que ha surgido un pedido urgente para un restaurante italiano, han solicitado 500 cajas de platos para postre, y quieren que el envío llegue a más tardar en cinco días, pero necesito la forma autorizada por usted para entregársela a la Lic. Miranda Serrano del departamento de Almacén.

  • Dany: ¿Y no sabes si ya hizo Alberto la forma? – dije – si ya la hizo voy a firmarla ahorita.

  • Sergio: No, Sr. Pérez, mire, en verdad me urge ese documento, y Alberto no supo porque cuando el Lic. Cervantes me solicitó el pedido, ya había terminado Alberto con su horario de trabajo, y ya no pude hablar con él. Por eso le estoy llamando a usted.

  • Dany: Mira, espérame en la empresa. Voy de inmediato y solucionamos esto. No te preocupes.

  • Sergio: Muchas gracias Sr. Pérez, entonces lo espero. Cuídese.

  • Dany: Gracias Sergio, nos vemos allá en un momento. Saludos. Adiós – dije y colgué el teléfono.

Me despedí de Doña Eva y de William para partir a la oficina, tomé las llaves de la oficina y salí apresurado a la avenida donde tomé un taxi que me dejó enfrente de la empresa. Me despedí del chofer, le pagué el pasaje y salí del vehículo con rapidez para entrar a la empresa. Cuando entré, el Sr. Estrada, uno de los guardias de seguridad que se encontraba en la puerta principal, me saludó:

  • Sr. Estrada: Buenas noches Sr. Pérez, ¿qué lo trae a la empresa a esta hora de la noche?

  • Dany: Buenas noches Sr. Estrada, vengo a firmar unos documentos que Sergio Velázquez necesita urgentemente.

  • Sr. Estrada: Muy bien Sr. Pérez, entonces no le hago perder tiempo, nos vemos el lunes. Cuídese – dijo, despidiéndose de mano.

  • Dany: Gracias Sr. Estrada – dije mientras le estrechaba la mano – Ud. también cuídese – le dije y me apresuré a la oficina donde Sergio ya me esperaba en la entrada.

  • Dany: Hola Sergio – le dije mientras me apresuraba a girar la llave en la cerradura – Pasa.

  • Sergio: Disculpe por la molestia, Sr. Pérez, pero en verdad me urge ese documento – dijo mientras se sentaba en una de las sillas que están frente al escritorio.

  • Dany: No te preocupes Sergio, el trabajo es trabajo, y ni modo, si tengo que venir a esta hora no puedo hacer más nada que venir de inmediato – le dije mientras empezaba a redactar el oficio para imprimirlo. Cuando terminé el documento, envié el archivo a impresión y lo firmé y sellé, posteriormente tomé uno de los folder vacíos del segundo cajón del escritorio y se lo entregué a Sergio.

  • Dany: Aquí tienes el documento, Sergio – dije extendiéndole el folder.

  • Sergio: Muchas gracias Sr. Pérez – dijo mientras tomaba el folder – y nuevamente discúlpeme por haberlo hecho venir a esta hora.

  • Dany: No hay problema, Sergio. Estoy para servirte. – Le dije con una sincera sonrisa – Si necesitas algo más, me avisas de inmediato.

  • Sergio: Gracias Sr. Pérez, pero únicamente necesitaba este documento – dijo – Me despido – dijo extendiéndome la mano – Le deseo una linda noche.

  • Dany: Gracias Sergio, igualmente – le dije – Buenas noches.

Sergio salió de la oficina apresurado, y yo guardé el sello en el cajón y lo cerré con llave, apagué el equipo de cómputo, la impresora y salí de la oficina cerrando la puerta con llave. Me despedí de los empleados que quedaban en la oficina y tomé otra vez mi rumbo a casa.

Al entrar a la casa y dejar la llave en su lugar, no vi a Will ni a Doña Eva, por lo que quise suponer que ya dormían tranquilamente, entonces me apresuré a subir las escaleras y entré al cuarto de Doña Eva, quería saludarla, pero la vi durmiendo tranquilamente y no quise despertarla, así que volví a cerrar la puerta con cuidado de no hacer ruido y me dirigí a mi cuarto, pero cuando entré Will no estaba. Lo más extraño es que no había encontrado alguna nota de Will donde me avisara a dónde iba a ir. Terminé cansado de todo lo que hice en el día y no tardé mucho en quedar profundamente dormido.

Los primeros rayos del sol de aquel sábado entraban a través de la ventana obligándome a levantarme temprano, pero cuando desperté Will no estaba en la cama, cosa que me extrañó, ya que no supe si había dormido siquiera en casa la noche anterior. Me dirigí al baño y me duché tranquilamente, ya que tenía que recoger el pastel de Doña Eva a las 11:00 a.m. Cuando salí de bañarme, iba entrando Will a la habitación en estado de ebriedad, por lo que me enojé y lo obligué a ducharse, Will puso resistencia, pero como abrí únicamente la llave de agua fría, Will reaccionó y se me quedó viendo sin saber qué estaba sucediendo en esos momentos:

  • Will: ¿Qué hacemos en la ducha?

  • Dany: Esperando a que el agua te hiciera reaccionar. Mira cómo estás. Por Dios Will, ¿en dónde te metiste?

  • Will: Fui a una fiesta. Como te fuiste a la oficina, yo salí a divertirme un rato.

  • Dany: Will, ¿me estás diciendo que te fuiste a emborrachar porque tenía trabajo y tuve que dejarte sólo una noche? – dije totalmente sorprendido.

  • Will: Si – dijo, mirándome a los ojos – me sentí abandonado, y me estaba aburriendo aquí, pero Carlos…

  • Dany: ¡¿Carlos?! – dije sin comprender aún – ¿Quién es Carlos? – Dije totalmente confundido.

  • Will: Carlos, tu ex – dijo tranquilamente – Anoche vino a buscarte para invitarte a una fiesta, pero como le dije que habías ido urgente a la oficina, me invitó y pues, acepté ir.

  • Dany: (Me quedé inmóvil, sin saber qué hacer o qué decir, de pronto hablé de nuevo, totalmente exaltado) - ¡¿Pero cómo se atrevió?! ¡Le advertí que no se te acercara! ¡Pero me va a escuchar! – dije dirigiéndome a la puerta, pero Will me detuvo.

  • Will: Dany, espera, espera. No le digas nada a Carlos, sólo quería divertirme un rato. Por favor Dany – me dijo con una expresión de súplica que no pude evitar acceder.

  • Dany: Está bien, pero no quiero que estés cerca de Carlos. Eso de que hayan salido juntos no se, no me gusta.

  • Will: ¿Por qué no te gusta? No pasa nada, no hay de qué preocuparse.

  • Dany: Pues no lo sé, algo me dice que no está bien. Pero bueno, levántate que tenemos cosas que hacer. Quiero que me acompañes a comprar el pastel de tu mamá.


La fiesta estaba saliendo muy bien, todos se estaban divirtiendo y hablando alegremente, William atendía excelente a su madre, cosa que me gustaba ver, sabía que ellos se amaban tanto que Will debía aprovechar cada minuto con ella mientras la tuviera. De repente me sentí un poco triste, me imaginé en el lugar de Will, atendiendo a mi madre como sólo un hijo lo puede hacer, con todo el amor, cuidado y delicadeza que ella se merece por todo el esfuerzo que hizo por tenernos, sentí mis ojos arder, y una lágrima empezó a recorrer mi mejilla, ¡Cómo me hubiera gustado haber estado así una última vez con mamá para decirle: TE AMO!, lo que daría por escuchar sus sabios consejos, una madre nunca se equivoca, una madre siempre entenderá a sus hijos, siempre los apoyará, y los hijos nunca deben juzgar a su madre, porque a pesar de lo que hayan hecho, siempre va a ser su madre. De repente, oí una voz de mujer que me hablaba tranquilamente, era Sandy, que al verme me dijo:

  • Sandy: Se ve que Doña Eva está feliz en su fiesta – dijo observándola mientras William le estaba hablando – Se ve que se quieren mucho.

  • Yo: Sí, me da mucho gusto que estén así, juntos, Will lo es todo para Doña Eva, y después de su problema de salud, merecen tener un tiempo así.

  • Sandy: Sí, últimamente han pasado por momentos malos, pero espero que puedan tener ratos tan agradables como este.

  • Yo: Sí, y yo procuraré que estén bien, que se sientan cómodos el mayor tiempo posible.

  • Sandy: Dan… cambiando el tema… ¿puedo preguntarte algo… personal? Espero no incomodarte – dijo tranquilamente – Es simple curiosidad.

  • Yo: Adelante, dime – dije – ¿que me quieres preguntar?

  • Sandy: ¿Quién es ese tal Carlos? – dijo con una expresión de incertidumbre – No lo había visto por aquí.

  • Yo: ¡Ah! Carlos, él es un chavo que conocí hace años en la escuela.

  • Sandy: ¿Sólo eso? Porque por lo que pude ver, si no me equivoco, ustedes tuvieron algo, ¿no es así?

  • Yo: Sí – dije un poco intranquilo – pero prefiero no hablar de eso.

  • Sandy: ¿Y por qué no quieres hablar de eso? ¿Te hizo daño?

  • Yo: Sí, pero eso ya quedó en el pasado. Pero…

  • Sandy: ¿Pero qué? ¿Qué pasa? Te ves preocupado.

  • Yo: No sé, es sólo que anoche tuve que ir a la oficina ya tarde a terminar unos pendientes y cuando regresé Will no estaba.

  • Sandy: ¿Y dónde andaba? ¿Te dijo a dónde fue?

  • Yo: Sí, y es lo que no entiendo. Anoche Will llegó tomado, tuve que meterlo a la ducha con agua fría para que se le bajara la borrachera.

  • Sandy: ¿Y por qué llegó así? ¿Con quién estaba?

  • Yo: Ese es el problema, es donde no entiendo, porque resulta que Will me dijo que Carlos fue a buscarme pero como estaba trabajando lo invitó a una fiesta.

  • Sandy: ¿A una fiesta? Dany, eso ya no suena para nada bien.

  • Yo: Lo sé Sandy, pero no entiendo bien qué fue lo que pasó. Lo que si hice fue pedirle a William que no esté muy cerca de Carlos.

  • Sandy: Pues me preocupa que esté tratando de acercarse a él. Sabes, siempre tuve la cualidad de identificar dobles intenciones en las personas, y creo que tu amigo está tramando algo. Cuídate y cuida a Will.

  • Yo: No lo sé Sandy, mira, Carlos y yo fuimos novios hace unos años, pero no funcionó, él me lastimó mucho. No tiene oportunidad, y a él le quedó bien claro ese punto.

  • Sandy: Pues no le creo, a ti te podrá haberte dicho eso, pero yo en tu lugar, me cuidaría de él. Piensa, quizá se está acercando a Will para que en cualquier momento te enrede otra vez o, peor aún, quizá lo que trama es enamorar a Will, de ese modo él se estaría vengando de ti separándote de Will.

  • Yo: …Creo que tienes razón Sandy, gracias por decirme, eso de ninguna manera no está bien, debo saber qué está tramando Carlos, no voy a permitir que me separe de Will por ningún motivo, no ahora que por fin he encontrado mi felicidad, ni él ni nadie va a arruinarla.

  • Yo: Bueno, deja busco a Will que no lo veo por aquí. Discúlpame.

  • Sandy: No hay problema.

Me disculpé con Sandy para buscar a Will y, cuando lo encontré, estaba platicando con Alberto y me acordé que él me pidió que le presentara a Carlos, lo que me pareció una excelente idea para alejar a Will de Carlos, entonces me acerqué a ellos, y le pedí a Alberto hablar con él en privado, Will me dijo que nos veíamos en un rato y se retiró, entonces le dije:

  • Yo: Hola Alberto, perdón por interrumpir tu plática con Will. ¿Se estaban divirtiendo?

  • Alberto: Si, muchas gracias, oye, tu novio es muy simpático, me cayó bien, es agradable, creo que has elegido bien.

  • Yo: Gracias primo, la verdad es que es maravilloso, ya más no puedo pedir, aunque en realidad él se interesó en mí, es muy tierno.

  • Alberto: ¿Quieres un buen consejo?

  • Yo: Adelante, qué me quieres decir.

  • Alberto: Cuídalo mucho primo, William es único, es especial, lo pude percibir mientras platicaba con él, mira, él me platicó que han tenido un pequeño problema que no me quiso decir, y yo no quiero meterme en eso, pero hay algo entre ustedes que deben arreglar, sólo tú y William saben qué es, lo que si es que habla maravillas de su novio, ¡jejeje!

  • Yo: ¿De su novio?

  • Alberto: ¡Sí, tonto, de ti! ¡Jajaja!

  • Yo: Gracias Alberto por tus palabras. Will ha sido una luz en mi vida desde que lo conocí. Es maravilloso. Oye, cambiando de tema, ¿has visto a Carlos?

  • Alberto: Si, está en la sala.


  • Hola, ¿Cómo te estás sintiendo? ¿Estás cómodo?

  • Carlos: Si, gracias. ¿Qué tal te la pasaste anoche?

  • William Muy bien, gracias, me gustó.

  • Carlos: Pues si quieres, puedo llevarte a más fiestas – dijo, y se quedó observando el reloj de péndulo de la sala – Sólo me avisas si quieres ir y paso por ti.

  • William: Me parece perfecto. Entonces así quedamos. Oye, ¿y ya se hablan bien Dany y tú?

  • Carlos: Pues bien bien no, pero al menos me dirige la palabra. Eso me consuela.

  • William: mmm… imagino que lo amaste demasiado.

  • Carlos: Sí…y aún lo amo, por eso me disculpé con él y quise ser su amigo, como antes, cuando nos conocimos, pero él me pidió tiempo para pensar las cosas. Me gustaría conservar a aquel amigo Dani que me quería y que nos la pasábamos bien, antes de nuestro noviazgo.

  • William: Pero le hiciste mucho daño, no te imaginas cómo estaba cuando lo conocí, Carlos, eres un imbécil, un estúpido, lo dejaste destrozado, él te amaba.

  • Carlos: ¡Lo sé! … lo sé – dijo mientras agachó la cabeza, después volvió a mirar a Will – pero en ese entonces el otro chavo me prometió…

  • William: ¿Qué? ¿Te prometió vivir juntos? ¡¿Cómo pudiste creerle a un chavito que no sabe lo que hace?! Carlos, ¿te das cuenta? Perdiste al hombre ideal, al novio perfecto, amoroso, complaciente, comprensivo, al hombre que ya muchos chavos quisieran tener, Carlos, él te amaba tanto que pudo haberte seguido hasta el fin del mundo si hubiera sido necesario, ¿y sabes por qué? Porque simplemente TE AMABA, él jamás te hubiera hecho sufrir, con él hubieras sido el hombre más feliz de la tierra, él hubiera estado contigo SIEMPRE, aún en las peores situaciones, y te hubiera apoyado en todo, él era feliz con tan solo verte despertar cada mañana, verte sonreír, verte FELIZ, y es una lástima que no supieras valorarlo como novio. Al menos tienes una oportunidad de ser su amigo otra vez, y deberías de agradecer que aún te pidió tiempo en vez de negarse, porque no siempre encuentras personas de tan buen corazón como él.

  • Carlos: Lo sé, y sé que este error me ha costado para siempre, porque si pudiera, regresaría el tiempo y cambiaría cada error que tuve y que hizo que lo perdiera. Perdí muchas cosas el día que lo dejé, perdí un amor sincero, perdí las ilusiones que teníamos juntos como pareja, perdí aquellos hermosos momentos que pasábamos juntos, todo, todo lo perdí. Por eso te pido que lo sigas valorando como hasta ahora, tienes un gran hombre, él jamás te fallará, jamás hará algo que te lastime, cuídalo mucho, cuídalo tanto como se ve que él te cuida, luchen por conservar su felicidad, por seguir estando juntos pase lo que pase, yo quiero verlos juntos, como debe de ser. Y si no quieres que me acerque a él porque quizás pudieras sentir peligro o alguna clase de celos, yo me quito de en medio con tal de verlos felices.

  • William: Por favor Carlos, no es necesario que hagas eso, ya sabes que confío en ti, no tienes por qué alejarte de él. Además, ya somos amigos, ¿no es así?

  • Carlos: Si, así es, tienes razón, somos amigos. Gracias por tu sencillez, AMIGO Will, ¡jajaja!

Encontré a Carlos hablando con Will, y sentí un presentimiento que no me gustó en absoluto, pero que no supe describir qué fue, lo único que hice fue acercarme a ellos para platicar un rato. Ya mas tarde, Carlos se despidió y se fue, mientras nosotros estuvimos atendiendo a los invitados que quedaban en la casa, pero no se quedaron mucho tiempo, poco a poco se fueron yendo hasta que la casa quedó completamente vacía. Después de eso, Will y yo nos dispusimos a limpiar todo lo que había generado la fiesta y, al terminar, nos subimos a la habitación a dormir.

Después del día de la fiesta de cumpleaños de Doña Eva, Carlos y William empezaron a verse con más frecuencia, pareciera que habían sido amigos de toda la vida, cosa que no me agradó en absoluto, y mi mente me estaba empezando a hacer una mala jugada, a tal grado que empecé a sospechar que había algo raro entre ellos y necesitaba quitarme esas sospechas de encima. Yo necesitaba saber qué pasaba exactamente entre ellos a cualquier costo. No podía soportar más la incertidumbre, y fue entonces que decidí crear un plan que, al tenerlo, empecé a ejecutarlo poco a poco.

ÚLTIMOS CAPÍTULOS DE LA PRIMERA TEMPORADA.

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Aquí les dejo el sexto capítulo de la primera temporada, espero que les guste. Le envío un cordial saludo a elbotija10, que sigue esta historia, al igual que Oswaldo Castro, Luis Pérez Bulbó y Eduardo Samann. Muchas gracias por leer mis relatos..!!

Atte.:

Guadalupe.