Un amor inolvidable 3
Unas vacaciones que Dan no olvidará.
UN AMOR INOLVIDABLE
CAPITULO 3
Nuestra estancia en la playa fue increíble, habíamos pedido dos habitaciones en el hotel: una sencilla para Doña Eva, y una doble para Will y yo; recuerdo que cuando desperté me sentí enormemente agradecido con la vida por el simple hecho de tener a mi lado a Will, él estaba recostado en mi pecho, me gustaba verlo dormir, parecía un niño pequeño al que me gustaba proteger.
Will era moreno, con ojos color miel, y unos labios rojos que parecían estar a punto de sangrar. Me gustaba hacerlo sonreír, su sonrisa era muy pura y sin malicia, lo amaba demasiado. Antes de levantarme, lo moví con mucha delicadeza para no despertarlo y lo acomodé en la cama, sus pies estaban afuera de las sábanas, así que lo tapé y le di un beso en la frente y salí al balconcito de la habitación, ya que habíamos pedido una con vista al mar.
Ver el mar me daba una tranquilidad que ya no había sentido en mucho tiempo, el sol matutino brillaba de manera que el agua del mar se veía como un enorme espejo en el que veía reflejado la pureza del amor que sentía hacia Will. Me quedé observando el hermoso paisaje unos minutos más hasta que sentí unos brazos que rodearon mi cintura, entonces empezamos a platicar:
- Will: Buenos días Danny.
Yo: Buenos días amor, ¿cómo durmió mi bebé hermoso?
Will: mmm… me parece que fue la mejor noche de mi vida –dijo con su hermosa sonrisa – bueno, creo que ya es tiempo de desayunar. Recuerda que es el último día aquí y debemos partir a más tardar al mediodía para no llegar tan tarde a la casa. Además, mañana es el cumpleaños de mamá y hay que organizar la reunión de mañana.
Yo: Bueno, no se diga más, ve empacando mientras voy a pedir el desayuno. Espero no tardar tanto.
Will: Gracias bb, te amo mucho – y acto seguido me dio un beso – no tardes.
Yo: No tardaré, te lo prometo. – Dicho esto me dirigí a donde el desayuno y regresé a la habitación, Doña Eva ya había llegado a la habitación y apenas llegué, nos dispusimos a almorzar.
Durante el desayuno hablamos amenamente, Doña Eva se veía tan sonriente que por ratos recordaba a mamá y pensaba que si aún viviera, estaría igual de sonriente que Doña Eva. Ella comentó que le encantaría tener un canario como mascota, a lo que yo les comenté que en cuanto regresáramos iríamos a comprar uno a la tienda de mascotas como su regalo de cumpleaños.
Nos apresuramos a salir del hotel para dirigirnos al automóvil, que había comprado a crédito meses atrás. El regreso a casa fue muy tranquilo, Will había encendido la radio y durante el trayecto no habíamos encontrado tanto tráfico. De pronto, Will dijo:
Will: Danny, muchas gracias por estas hermosas vacaciones y por todo lo que has hecho por mamá, eres muy bueno con nosotros.
Yo: Amor, no debes agradecerme nada, yo todo lo hago por ustedes, porque se han convertido en mi familia y siempre procuraré que vivan cómodamente.
Will: De todos modos, muchas gracias bb, de verdad lo aprecio tanto.
Ya al entrar a la ciudad, Doña Eva sufrió presión alta, por lo que fuimos al hospital más cercano, en donde tuvo que ser ingresada para realizarle los análisis necesarios. Yo le marqué de inmediato a Sandy y a Blanca, quienes no tardaron en llegar al hospital a hacernos compañía. En la sala de espera estábamos demasiado nerviosos hasta que llegó una enfermera a preguntar:
Enfermera: ¿Familiares de la señora García?
Will: Soy hijo de la señora García.
Enfermera: Joven, a su madre se le ha detectado un pre – infarto. ¿Han salido recientemente de la ciudad?
Yo: Si señorita, de hecho vamos llegando a la ciudad.
Enfermera: Fue eso, el cambio le ha afectado.
Sandy: ¿Se pondrá bien? ¿No ha sufrido algún problema grave?
Enfermera: Por el momento, ya la hemos estabilizado, pero debe cuidarse mucho, cualquier emoción fuerte puede traer consecuencias graves.
Blanca: ¿Y podemos pasar a verla?
Enfermera: Por el momento sólo su hijo puede pasar, hay que evitar que se canse.
Blanca: Will, dile a tu mami que espero que se recupere pronto y le mando muchos saludos.
Sandy: No te preocupes Will, todo saldrá bien, dile a tu mami que le eche muchas ganas.
Yo: Dile a Doña Eva que le eche muchas ganas porque todos la estimamos mucho y que aún le debo su cumpleaños.
Will: Claro, yo le digo, y muchas gracias por estar los 3 conmigo en estos momentos.
La enfermera se despidió y le indicó a Will el trayecto, mientras tanto, Sandy, Blanca y yo fuimos a comprar unos cafés, ya en la noche, Sandy y Blanca se despidieron y yo las acompañé a su casa para después regresar al hospital, y al llegar Will me dijo que ya estaba mejor su madre, que la iban a tener en observación toda la noche y que debíamos ir a casa a descansar, de cualquier modo, le iban a avisar a Will por teléfono de cualquier cambio que pudiera presentar Doña Eva.
Nuevamente aquí estoy, mejor que nunca..!! Quiero dar una pequeña opinión como lector: ¡Me encantó esta historia, sus personajes, sus experiencias, el manejo de sus emociones, todo fue increible..!! Este capítulo también fue corto, pero quiero aclarar que solo estoy publicando, no voy a editar nada..!! Espero que disfruten una vez más de "Un amor inolvidable 3"..!! Saludos y muchísimas gracias por leer esta historia. Nos vemos pronto queridos lectores, como siempre, espero sus valoraciones y comentarios, muchas gracias.
Con cariño:
Daniel Pérez.