Un amor como caido del cielo (3)

perdon por la tardanza... espero y les guste, espero comentarios... y criticas tambien! jajja

El desayuno transcurrió en silencio, Fernanda meditando todo el cumulo de sensaciones que experimentaba cuando se encontraba cerca de verónica, y esta los cambios que había producido la inesperada aparición de Fernanda en su vida, y la enorme curiosidad que le producía su vida. Cuando terminaron de comer, mientras Gabriel se encargaba de recoger la cocina, verónica invito a Fernanda a dar un paseo en caballo. El paseo al igual que el desayuno transcurría silencioso hasta que verónica intervino:

--- sabes?... he notado que ya han pasado 2 días desde nuestro primer encuentro, y yo aun no sé nada de ti--- dijo con una mirada curiosa, para después alejarse galopando con Goliat.

Fernanda sonrió y la siguió a paso lento, aun no se sentía del todo segura montando. Verónica se había detenido y acomodaba una manta en el pasto, cuando Fernanda llego la ayudo a bajarse del caballo, pero su pie se atoro en estribo, y resbalo derribando con su peso a verónica, Fernanda no pudo evitar reír, mientras giraba para quitarse de encima de verónica, quien con preocupación pregunto:

----te encuentras bien? Acaso te has lastimado?—pero la única respuesta que recibió fue un hermosa carcajada que le penetro el alma, haciéndola reír.

Cuando dejaron de reír, se incorporaron y se sentaron sobre la manta que verónica había colocado en el pasto, y se dedicaron a compartir la comida que traían en una canasta mientras platicaban amenamente. Entre risas, bromas y caricias como al descuido, pasaron una tarde hermosa, se sentían tan cómodas que no notaron que estaba anocheciendo hasta que no se podían distinguir, y entre risas emprendieron el viaje de regreso.

Cuando llegaron, Gabriel las esperaba con semblante preocupado al lado del capataz y otros tres empleados, quienes se acercaron para ayudarlas a bajar, las tres se dirigieron a la casa, y justo al entrar, Gabriel sin poder ocultar su molestia, pidió hablar con verónica a solas, Fernanda se dirigió a una pequeña terraza y se sentó en una rustica para tres personas. Mientras meditaba lo hermoso que le resultaba el campo, lo cómoda y a la vez nerviosa que se sentía cuando estaba al lado de verónica, en su hermosa mirada, su figura, sus labios, esos labios que deseaba tanto probar, y como acto reflejo ante este pensamiento, no pudo evitar suspirar. Verónica quien aprovechando que Fernanda se encontraba tan ensimismada en sus pensamientos, hacia unos minutos que la observaba recargada en la puerta, la invadió una sensación de incertidumbre y celos? Al escuchar el enorme suspiro de Fernanda, y decidió hablarle:

----- que haces? --- pregunto mas para sí que para Fernanda, quien al oír la voz que le hablaba dio un pequeño respingo y con una sonrisa respondió.

---pensando---

---y en qué piensas?--- pregunto a la vez que reaccionaba y completaba la frase para no mostrar tanto su interés—si puede saberse claro?--- finalizo haciendo un gesto que no paso desapercibido por Fernanda quien sonrió.

---en muchas cosas, nada importante--- respondió arrugando la nariz, para restarle importancia y hacer reír a verónica, cosa que logro--- puedo preguntarte algo?--- pregunto para iniciar una conversación.

---puedes, claro---

---piensas quedarte aquí por mucho tiempo? Me refiero, a que esto es hermoso, pero no piensas salir?---

---no lo sé, aquí tengo tranquilidad, un hermoso paisaje, nada de estrés, ni trabajo de oficina, comida sana y fresca, y en la ciudad no deje nada más que un departamento, mi puesto lo ocupa un gran amigo de mi padre, así que no lo sé--- respondió encogiéndose de hombros---además, hay un hermoso rio, que resulta no ser tan seguro como para volver a nadar desnuda, pero igual es hermoso--- y ambas rompieron en risas.

---continuando con el tema, me refiero, a que… no quisieras encontrar a alguien con quien compartir tu vida? O por lo menos tener una bonita relación?—- finalizo y no pudo evitar sonrojarse y que los ojos le brillaran de esperanza.

---umm... te parece que cambiemos de tema?-(por dios, bien hecho verónica, la has cagado)- se reprocho así misma, estaba tan enojada consigo misma, al ver que su comentario había hecho que la mirada brillante de fenarda dibujara desilusión y tristeza.

---perdón, no quería incomodarte, pero claro, de que quieres hablar?—respondió sin poder esconder la tristeza en sus palabras.

---tengo una duda… me dijiste que eres pediatra cierto?---

---si, así es---

---entonces, que hacías tu conduciendo un aeroplano?---pregunto con un signo de interrogación simulado en el rostro, mismo gesto que hiso reír a Fernanda.

---pues veras, además de ser pediatra, tengo un posgrado en cardiología, por lo cual mi trabajo es combinar mis dos especialidades, y pues me contratan de todas partes del país para realizar operación de corazón en niños, por eso uso el aeroplano--- finalizo encogiéndose de hombros y le dedico una hermosa sonrisa, a una verónica que se encontraba estupefacta, ante aquella aclaración.

Fernanda era toda una caja de sorpresas, sorpresas que la hacían, simplemente perfecta a sus ojos, pensaba verónica, al tiempo que un escalofrió invadía su piel y unas cosquillas se hacían presentes en su pecho, se puso nerviosa, y lo único que se le ocurrió fue alegar que era ya muy tarde (aunque los era en realidad) para despedirse de Fer y dirigirse a su habitación:

---wow! Eres sorpréndete… es muy tarde ya, y la noche esta fría, será mejor que vayamos a dormir ya!---dijo simulando tener frio.

---tienes razón, además estoy un poco cansada—respondió parándose--- hasta mañana, que descanses--- agregó caminando para adentrarse en la casa.