Un amigo del cine

Una voz grave, masculina, y unos brazos fornidos fueron el marco de una tarde fuera de lo común.

Era ya tarde ese día, aburrido a morir, pero caliente con ganas, que hasta la verga duele de lo dura que se pone, y me decidí para apagar la calentura, ir a un cine porno.

Ya otras veces había entrado, y saciaba mi calentura viendo en la pantalla enormes vergas penetrando húmedas vaginas, otras veces, a jovencitos que se quejaban de forma inverosímil al ser penetrados por mounstrosas y humedas vergas. Otras tantas mas, me jalaba la verga haciendo que el vecino de butaca se la tocara igual, o bien, me manoseara al igual que yo lo recorría con dedos temblorosos de calentura,  con ansia.

Pagué mi enetrada y escogí mi lugar. A mi parecer bueno, para lo que iba, en un lugar semioscuro, en donde solo había dos o tres personas.

Me senté y empece a ver la película, gay, la cual se me hizo tediosa, con subtítulos hasta ridículos y quejidos traducidos que en lugar de excitar hacen sonreir por lo tonto del texto.

Casi me dormía cuando se sentó junto a mi un tipo que en la penumbra adivinaba yo guapo, de buen ver. Cuando entró a la fila, lo vi, alto, de 1.80 m, cuerpo de gimnasio, piernas largas,  pelo cortado al cepillo y con un olor muy agradable a loción.

Lo pude contemplar, como se acomodó en su asiento y me empujó accidentalmente.

  • Disculpa, te estoy molestando - dijo con una voz grave y masculina, y con una sonrisa cautivadora
  • No te preocupes - digo y lo puedo ver bien, y me sonríe.

Comienza la pelicula, puedo entonces, ver como se excita, como los colores de la pantalla matizan su rostro, como sus ojos se ponen ligeramente vidriosos, y al mismo tiempo, la respiración que se comienza a agitar, poco a poco, mientras se adivinan ligeras gotas de sudor en la frente.

Tengo un ojo a la película y otro a el, lo observo, con la verga palpitando en mi entrepierna, como respira agitado, y como su mano se introduce en su camisa para recorrerla por todo lo largo de su abdomen, hasta llegar a su cintura.

Me ve, y esboza una sonrisa tonta, y vuelve a ver la película mientras con su otra mano se desabrocha el pantalón, y deja ver una generosa mata de pelo rizado, corto, muy corto, y el tronco de una verga que apunta hacia un lado.

Se mete la mano en el pantalón, y se saca la verga...un trofeo, morena, venosa, no circuncidada, babosa, su mano apenas cubre la mitad del tronco, y comienza a mover su mano hacia arriba y abajo, esparciendo sus liquidos, dandole brillo y emanando un dulce olor a sexo.

Yo totalmente excitado, solo me toco la verga, me abro el cierre y me toco.

Entonces, siento un roce en mi pierna y es su mano, que repta hacia mi entrepierna, me toma la verga y me mansturba.

Yo intercambio mi mano, para corresponder y siento su humedad, su calor, su textura en mi mano, como la impregna, y como el se estremece.

-¿quieres ir a otro lado? - me dice - ¿A donde? - Aquí cerca hay un hotel.

Acepto y salgo primero, para esperarlo en la entrada del cine.

Entonces lo veo por completo: alto, fornido, atlético, todo un modelo, proporcionado, masculino.

Caminando junto a el solo le llego a su hombro, pero pasamos por un aparador y nos vemos, parecemos familiares, nuestros rostros guardan parecido...

Me entero: es arquitecto, se llama Humberto, tiene 31 años, al igual que yo, y vino solo por tramites a la ciudad.

Platicamos de cosas triviales, sin importancia, hasta que llegamos al hotel, en donde alquilamos una habitación.

Cuando entramos, me toma en sus brazos y me levanta del suelo, me abraza y me besa, mezclando su saliva con la mia, jugando con mi lengua, mientras me recuesta en la cama y se quita la camisa.

Sus pectorales brillan por el sudor, y comienza a abrirme la camisa, recorriendo mi pecho, mi abdomen, jugando con los vellos del ombligo, para llegar a mi cinturón y desabrocharlo.

Baja rapidamente mi pantalón y boxer, para dejarme ahora semidesnudo, y el casi se arranca la ropa, y entonces lo veo por completo.

Una enorme verga enmaracada por una suave mata de pelo corto y rizado y unos enormes huevos, son el complemento perfecto para este macho que se desnuda frente a mi.

Me trato de incorporar y me tira en la cama, y se lanza hacia mi verga, y la succiona, mientras me recorre el costado con las manos, me acaricia suavemente los muslos, las piernas, me despoja de los calcetines para besarme uno a uno los dedos de los pies, mientras yo solo cierro los ojos y me contorsiono de placer.

Me atrae hacia el y me separa de piernas, para dirigir su lengua hacia mi ano, el cual lame con maestria, mientras me mansturba suavemente, desapareciendo mi verga en esa manaza.

Siento como deja  escurrir su saliva desde atras de mis huevos hasta mi ano, y juguetea con el, tocandome con los dedos, introduciendo poco a poco un dedo, suave, pausado, alternando con mamadas de verga y huevos...

De repente, ya estoy ensartado con un dedo, el cual el fricciona lentamente, acariciandome las piernas, los muslos...

  • ¿Te lastimo? dime,
  • No, tu sigue, sigue, eres cabrón, Continúa con su labor suave, lenta, hasta que comienzo a sentir un cosquilleo

  • Me voy a venir - lo prevengo.

  • No, no, espera Se dirige a su pantalón y saca un preservativo, y espero, con cierto miedo, que introduzca esa verga en mi ano Sin embargo, el mismo me lo pone y lubrica su culo con su saliva Se ensarta con suavidad, poco a poco, sentado de espaldas a mi, hasta que sus huevos chocan con los mios, para moverse ritmicamente, separando las piernas.

Veo como su espalda musculosa se perla de sudor, como emite quejidos graves, con esa voz masculina, como mi verga entra en ese culo vigilado por esas dos nalgas, como montañas.

Me atrae hacia el para quedar el el cuatro, y yo por atras.

Me muevo y el separa por completo las piernas, y entonces entro por completo en su culo, hasta la base de mi verga, sintiendo el calor de su cuerpo, su olor.

Se recuesta ahora, de lado, empapado en sudor, con mi verga en su culo, sin dejarla salir ni un momento, y descansa su musculosa pierna en mi hombro, siento su peso enorme, su cuerpo gigantesco yace frente a mi, y yo comienzo a moverme mas y mas, hasta que siento la inminencia del orgasmo.

  • Cabron, cabrón, ya ya, ahh, El aprieta mas, mas, hasta aprisionar mi verga, y ordeñarla por completo.

Siento como mi semen choca con el condón, como si quisiera romperlo, salir y bañarle los intestinos.

Desfallecido caigo sobre el, saliendose mi verga, y dejandole el condón adentro, el cual trato de retirar..

  • No! dejalo, ahorita me lo quito - dice mientras se retira y ahora el se pone un condón en la verga, brillosa _ No te preocupes, no te va a doler.

Comienza su incursión en mi cuerpo, lentamente, doliendo al principio, pero soportando, hasta sentir sus pelos chocar con mis huevos, y entonces comienza a moverse, primero suave y despues rapidamente.

Siento como la verga se me para, como otra vez estoy duro, comienzo  a lubricarme, y el sigue ahora, mas, mucho mas rapido, oyendose un chasquido cuando casi saca sus 18 centímetros y los vuelve a meter enteros.

Me toma de los brazos y me jala hacia el, yo lo rodeo con mis piernas y el me soporta de pie, con las piernas abiertas, para que yo me meza sobre su verga.

Me comienzo a mover hacia arriba y abajo, apretando las nalgas, exprimiendolo, y se va de frente a mi, para caer conmigo en la cama, poniendose mis piernas en sus hombros, y exhalando un grave quejido, como de animal, me empuja toda la verga hacia adentro para abandonarse sobre mi, mientras siento en los bordes del culo como bombea su verga el semen hacia mi interior, alcanzo a tocar su verga metida en mi culo, y palpo la verga, palpitante.

Sale lentamente de mi cuerpo, arrastrando el condón que se quita y me muestra, sonriendo agitado y sudoroso: una enorme cantidad de semen, que toma y me esparce en el abdomen, con la otra mano se saca el condón del ano y ahora, mi semen, se mezcla con el de el, que frota en su abdomen, para acostarse junto a mi, y abrazarme, y desfallecidos, nos quedamos dormidos, bueno, solo por un momento....