Un amante para mi esposa
Conseguimos un amante para mi esposa y para mi, a los dos nos sodomizo.
Cuando llegue a la casa el pasado Sábado mi mujer me esperaba ya lista con los enemas, aun eran las 3 de la tarde y la cita con Alberto era a las 7 pm, teníamos tiempo suficiente para prepararnos. Comimos algo liguero pensando en que nuestros estómagos no fueran a recargarse, esperamos un tiempo a que la comida hiciera digestión y una hora antes de las 7 ella me llamo a la habitación me pidió que me pusiera en posición para ponerme el enema, me baje los pantalones y calzones hasta la rodilla y me puse de perrito en la cama, ella me puso un poco de gel en la entrada del culito y le puso también gel a la punto del enema, me separo las nalgas y fue metiéndolo poco a poco hasta llegar al tope, estando a tope lo apretó para depositar en mis entrañas todo el contenido, me pregunto si dolía y le dije que para nada, el estimulo de la pequeña punta del enema dentro de mi me empezó a excitar, sentí el liquido tibio entrando en mi recto y resbalando hacia dentro, mi mujer es muy buena en esto por haber trabajo algún tiempo como enfermera y sabe lo que hay que hacer para que surta efectos óptimos. Me tendió boca abajo unos minutos y luego me pidió que caminara por el depto para que se fuera preparando la evacuación.
El propósito de esto es para estar listos para la sesión de sexo anal que nos esperaba, nos gusta tener el estomago limpio, vació para hacer mas agradable las penetraciones y que no hayan restos que quiten el morbo y la excitación, nos gustas que la entrada de los dedos o del pene sea limpia, igual que la salida, sin rastros de suciedad, la higiene es importante para nosotros, sobre todo cuando se trata de sexo anal que es nuestro preferido, ¿Por qué?, bueno pues es una practica que empezamos a experimentar al tener relaciones en una ocasión, ella empezó a explorar mi culo con sus dedos mientras hacíamos un 69, hacia círculos y también presión de uno de sus dedos contra la entrada hasta que se abrió paso, el dedo que metía estaba lleno de saliva por eso no fue difícil que resbalara hacia dentro, lo que sentí en esa ocasión fue algo muy grato, me gusto mucho y provoco que los dos llegáramos al orgasmo de una forma muy especial, ella también porque yo imitaba en su culo lo que hacia en el mió.
Desde esa ocasión hemos seguido haciendo travesuras anales, como ella las llama, fuimos experimentando cosas cada vez mas ricas, penetración con mas de un dedo, hasta lograr meter 4, después compramos algunos consoladores, pequeños y nos gustaron, conforme mas lo hacíamos se volvía mas fácil la penetración, nuestros dos culitos fueron agrandándose, los esfínteres se volvieron elásticos y capaces de recibir cosas mas grandes, adquirimos nuevos consoladores, mas grandes, mas variados y todos los usamos en nuestras sesiones de sexo anal.
Nos dimos cuenta de que mi mujer goza de manera especial el penetrarme, cuando lo hace me mete sus dedos con mucha alegría y de los dedos pasa a los consoladores, no lo hace con rudeza, es muy delicada al metérmelos, lo hace con el amor que me tiene, con mucho cariño, dilata mi culito con gel, me penetra lentamente y siempre preguntándome si me causa dolor, yo la guiaba al principio pero ahora ella ya sabe exactamente como hacerlo, conoce cada etapa de la penetración, hasta llegar a meterme en su totalidad el pene plástico mas grande que tenemos, cuando lo logra goza de verdad, i.e. y aplaude por el logro, pero el efecto mayor en ella es la excitación que logra, su coñito se pone calientísimo del gusto.
Me acaricia el pene mientras me tiene penetrado hasta hacerme eyacular, cosa que logra de forma rápida, porque al tiempo que me masturba estimula mi punto G con sus herramientas de placer ensartadas en mi culo, yo gozo de forma maravillosa esas sesiones de sexo anal, me vuelven loco y tengo mis mejores orgasmos de esa forma.
Con el tiempo y gracias a la comunicación tan abierta que hay entre nosotros para platicar las cosas que nos gustan, tocamos el tema de la bisexualidad, pero desde el punto de vista de que experimentáramos una penetración anal pero con un verga de verdad, la idea surgió de ella y al yo aceptarla se dio a la tarea de encontrar a la persona ideal para llevar a cabo mi estreno anal con una verga verdadera.
Con el tiempo y buscando decidimos que la persona ideal seria Alberto, un amigo mió con el que tenia mucha confianza y con el que habíamos tocado temas de sexo y siempre se había mostrado muy abierto y receptivo a cualquier idea sexual, platique con el de mi mujer y primero le dijimos que lo que queríamos era experimentar un trío, con las platicas que tuve con el y las que tuvo mi mujer por teléfono con el, se fue dando la confianza necesaria para platicarle de nuestra fantasía real, sexo anal para mi en trío.
Ante nuestra sorpresa resulto algo muy atractivo para el, también tenia fantasías de sexo en trío pero de forma abierta, libre sin limites de contacto entre los 3, así que todo estaba preparado para concretar nuestra fantasía en la cita que teníamos ese día con el.
Llego a las 7:15 y ya lo esperábamos nerviosos los dos, mi mujer con un atuendo muy sensual que yo le había ayudado a escoger, falda negra de piel, blusa blanca transparente, brasier negro y liguero negro con medias del mismo color, y nada de tanga, sin nada mas que las medias y el liguero, tal como me gusta que este mi putita preciosa, lista para recibir una buena verga en su coñito o presentarlo a los invitados.
Cuando el llego ella se sentó junto a el en un sofá y yo en otro de frente a ellos, platicamos de varias cosas y después tocamos el tema del sexo, ella le pidió que le dejara ver su pene y el le dijo que dando y dando, así que ella sin mas subió las piernas al sofá y las separo de frente a su cara, dejándolo ver su panochita depilada y húmeda ya, el cumplió su parte y se bajo el pantalón para dejar libre su verga que ya estaba parada, era una verga de buen tamaño, no muy larga pero si algo gorda, blanca y circuncidada, ella lo tomo entre sus manos y lo miro con deleite, le encanta mirar una verga antes de hacer algo mas con ella, depuse de eso la acercó a su cara, la óleo y comprobó la limpieza y buen olor de ese pene, volteo a verme y me dijo: "mira papito que linda verga, me gusta", sin mas la puso en sus labios y la beso, con besitos pequeños y con los labios cada vez mas abiertos la fue metiendo poco a poco a su boca hasta que logro meterla lo mas que podía, mi putita sabe mamar verga de una manera deliciosa, lo hace con mucho gusto, le gusta de verdad y por eso lo hace bien, con deleite, Alberto gozaba de la deliciosa mamada que mi mujer le hacia, yo me acerque y me hinqué a su lado, acerque mi cara a la suya y mire de cerca la mamada que le daba, ella saco la verga de su boca y me la ofreció, apunto con ella a mi boca y me sonrió, yo abrí mi boca y la engullí con gusto, la sentía grande dentro de mi boca, húmeda, tibia, rica, me encanto tenerla dentro de mi boca y después de unas mamadas la retiro de mi para seguir mamándola ella, la alternamos por un rato hasta que ella me dijo: "mi putito prepárate porque te voy a coger con esta verga", yo obedecí y me puse en posición, de perrito, con el culito bien levantado y esperando su tratamiento.
Mi mujer puso gel en mi culo, lo dilato con sus dedos y cuando estuvo listo acercó esa verga con sus propias manos a mis nalgas, ya con un condón puesto y estando en su máxima erección la apoyo en mi entrada, la sentí enorme, la cabeza entre mis nalgas la sentía muy grande, como algo plano que imaginaba no iba poder entrarme. Mi mujer le dio indicaciones para que empujara despacio, yo empujaba el culo poco a poco, sentí entrar el primer tramo de verga en mi culo y me detuve, ella detuvo los movimientos de el y me dieron tiempo de acoplarme, cuando sentí que el dolor paso seguí empujando el culo un poco mas hacia mi cogedor, entro otro tramo, me dijo mi putita que ya estaba media verga dentro, me animo diciéndome "mi putito ya te esta entrando una verga de verdad, aguanta putito cabron", ella se notaba bastante emocionada y muy metida en su papel de sodomizadota, se portaba dura y a la vez tierna, nos daba indicaciones a los dos, nos decía palabras fuertes producto de su calentura, cosas como "así putitos, así denle rico que hoy a los dos me los cojo", "métesela Alberto, déjasela ir a este pinché putito", "no era eso lo que querías mi putito, sentir una vergota en el culo, pues gózala porque ya la tienes dentro", después de un rato de empujar y esperar, de acoplar mi culo a esta verga y esperar a que pasara el dolor, entro toda, sentí como su cadera se junto con mis nalgas, su pelvis chocaba ya conmigo, la tenia toda adentro y la sensación era deliciosa, había podido meterme toda la verga de Alberto, la sentía gorda dentro de mi, de verdad que nunca pensé que fuera tan rico ser ensartado por el culo por un cabron, me sentí purísimo, después de un tiempo empecé a apretar el culo y cuando lo hice el grito de placer, "que rico aprietas putito", "así apriétalo rico", yo me sentía orgulloso de poder darle tanto placer, me sentí emputecido al máximo, sentí el orgullo que siente una mujer cuando con su coño logra sacarle la leche a un hombre, sabia yo que le estaba dando ese placer a Alberto y quería que lo disfrutara, quería que sintiera su verga en mi culo como una experiencia inolvidable y lo logre, después de estarme dando por un rato termino, se vino dentro de mi culo, me abrazo por atrás y la metió lo mas profundo que pudo, sentía como vibraba su verga en mis entrañas, se vació todo en el condón mientras mi putita gritaba del gusto, ella misma tomo la verga de Alberto y la fue retirando poco a poco deteniendo el condón para que no se saliera el semen.
Cuando salio por completo sentí mi culo palpitar, sentí mi esfínter completamente dilatado, pero gratamente complacido, mi verga estaba parada y con ganas de eyacular, así que tome a mi putita y la puse de espaldas, la puse tal como me había cogido a mi y le deje ir mi verga sin contemplaciones, su coño estaba hecho un charco, al solo recibirlo empezó a gemir de gusto, me decía "así papito cogete a tu puta, dale duro cabron", yo estaba por terminar y ella igual, unos minutos de bombearla y se vino entre gritos y apretones a Alberto al cual tenia frente a ella, yo hice lo propio y me vine en su coño, deje salir todo el semen acumulado durante días de abstinencia esperando ese momento, sentí mis huevos vaciarse completamente de la leche contenida, apreté el culo de mi mujer y la abrace desde atrás, me quede metido en ella por unos instantes sintiendo aun mi culo abierto, sintiendo en el aun la verga que recién me había estrenado.
Alberto se volvió nuestro amante, a partir de ese día los 3 gozamos como equipo de todo el placer que se puede lograr entre dos hombres y una mujer que no tiene barreras ni limitantes, estamos felices y dispuestos a seguir experimentando nuevas cosas que nos produzcan el placer sexual que tanto nos gusta.
Nos gustaría tener contacto con parejas donde el sea bisexuales u hombres solo bisexuales, nuestro correo es rubenzola42@hotmail.com esperamos sus comentarios, sugerencias, intercambio de fotos y contactos para vernos aquí en la ciudad de México.