Un alumno conflictivo

Relato a 4 manos, bien podria ir en sexo virtual... Pero prefiero ponerlo donde corresponde por la tematica. Estoy seguro de que continuara segun ambas partes podamos.

Se trata de un relato conjunto, que esta aun en pleno desarrollo, y que ha surgido de una amalgama de ideas y no negaré que algun cliché, pero personalmente me ha gustado como se esta haciendo y tras pasarlo por el corrector y arreglar un poco las puntuaciones, aqui queda espero que con futuras continuaciones.

A las afueras de la puerta de emergencia que da acceso a uno de los pasillos, terminé el cigarro a la puerta del aula de castigo, o bueno, como coño la llamen ahora... La cosa es que me toca pasar ahí dentro unas horas que bien podría estar durmiendo en casa o cualquier otra cosa. Por lo menos me he enterado de que es la profesora buenaza y prieta, así que me alegraré las vistas Eh, hola. Digo al empujar la puerta, con desgana

— Le habían comentado que debía de estar de guardia en clases después de éstas para vigilar al alumnado castigado, aunque hoy le habían pasado la lista de los jóvenes y se extrañó al ver tan solo un alumno escrita en el trozo de papel. Caminó hacia el aula, y se sentó cruzándose de piernas, había llegado algo antes solo para estar ahí, por si acaso, aunque no había nada por lo cual disfrutó del silencio que le acompañaba. Empezó a leer un libro, cuando una puerta se abrió. Ella miró el reloj con una ligera sonrisa y le miró.— Eh, llegas tarde.

Ya bueno. Y que? Vas a castigarme? Te miro de arriba a abajo sin ninguna vergüenza Ah no, perdón... Ya lo estoy. Suelto una risa burlona y me dejó caer sobre el primer pupitre que encuentro Bueno y que, nena? Como voy a librarme de esto? Me recuesto en el pupitre como si fuera a tumbarme para una siesta

—Alzó la ceja algo confusa ante su diversión, ella no fue quien lo castigó pues que a éste no le daba ningún tipo de clases. La joven profesora de treinta años se levantó, andando hacia él.— Deberías de portarte bien para salir antes,¿como te llamas por cierto?—preguntó y se sonrojó al escuchar el apodo que le había puesto en tal poco tiempo. Negó y suspiró pensando en que iba a ser una larga tarde.— Eh, venga, escribe algo, una redacción y así podrás irte,¿qué te parece?—sonrió suavemente.—

Axel. Me llamo Axel, nena... No lo olvides. Te lo apunto? Tal vez con mi número...? Sonrío lascivo cuando me inclino hacia delante aprovechando que vienes hacia mí y todo tu escotazo queda a la vista Una redacción... Y de que, si puede saberse? Por cierto, tu no me has dicho como te llamas... Me relamo mirándote con descaro, seguramente ni te acuerdas de mí, porque si no ya sabrías mi nombre, en tu clase o no estaba o me quedaba tan atrás como podía, pero yo sí que me había fijado en ti entre tanta profesora vieja y amargada

—Suspiró acariciando el puente de su nariz mientras intentaba relajarse.— A ver, Axel, ¿puedes hacerme el favor de no mirarme así y llamarme nena? Soy una profesora por dios, no un objeto sexual y ni mucho menos una colegiala que puedes soltar cualquier burrada.—dijo ella volviéndose a sentar sobre su sillón cogiendo el libro.— de lo que tú quieras Axel, y para ti seré profesora Hills,¿vale?—bufó molesta ante el descaro del joven mientras se cruzaba de piernas ya que llevaba una falda ajustada larga, y una blusa ligeramente escotada, no porque ésta fuese así, si no que sus pechos eran tan grandes que hacían ver que fuese así.—

Suelto una larga carcajada De no mirarte como? No soy de piedra... Salvo puede que una parte, sabes lo que quiero decir? Eh, profesora.... Hills? Alzo una ceja mirándote mientras cojo el bolígrafo y "accidentalmente" lo dejó caer al suelo Vaya. Me lo coge, profesora... Hills? Cada vez que te llamo como me pides, lo hago con cierta sorna Podría escribir la redacción sobre las colegialas que se mojan con mis burradas

—Rodó los ojos, y se levantó agachándose a cuatro ya que su falda no le permitía agacharse así sin más.— Pues escribe de ello, si tanto te gusta.—rodó los ojos cogiéndole el bolígrafo y se levantó, alisó la falda dando un par de caricias sobre su regazo.— pero calla y escribe ya.—sonrió suavemente.— si no, no te vas.

Cuando te agachas ves claramente que en la otra mano que se suponía tenía en el bolsillo, en realidad tengo el teléfono móvil apuntando hacia ti. A quien no le gusta darle caña a una buena muñequita... Eh? A usted no le gusta, profesora Hills? Después apenas murmuró cuando te agachas, pero sin duda es alguna auténtica cerdada sobre tu potente culazo Tranquila, Tranquila. Ni que pudiera retenerme aquí usted solita me río de nuevo

—Le ofreció la mano para que le devolviese el móvil.— dame el móvil, aquí no se permite móvil señorito Axel.—suspiró aún manteniendo la sonrisa, ya que no era demasiado estricta.— y si, si hace falta le retendré como castigo, no puede salir hasta que no termine una redacción de doscientas palabras.—asintió ella esperando a que le devolviese el móvil.—venga, no sean tontorrón y hazlo, cuánto antes lo hagas, antes te vas a ir.

Que te de que? Apago la cámara y lo guardo en el bolsillo Que móvil? Señorito? Ya porque no señor? Que no soy ningún crío... Y ciertamente no parezco tan joven Así que te gustan los castigos? Eres de esas? Tratando de desviar la atención de mi teléfono Y porque no te vienes aquí y la escribimos juntos... Eh? Tengo un montón de ideas que seguro a más de una les gustará, pero me cuesta sacar las ideas de la cabeza...

—Dio por perdida la charla con él y se sentó ha su lado.— Te puedo ayudar, doy lengua Axel, así que.—miró el papel en blanco y después cambió la mirada hacia Axel.—¿qué estabas haciendo con el móvil?—preguntó algo molesta ya que la apuntaba y había la posibilidad de ser grabada al levantarse, y no quería nada por el estilo a manos del alumnado.—

Lo ponía en silencio... Para que todo sea más íntimo aquí los dos eh? Te guiño un ojo mientras miento como un truhán, pero en mi teléfono ya tengo unos buenos planos de tu culazo y esa ropa interior bien prieta que no es precisamente la habitual de una profesora Así que eres buena con la lengua? Joder profesora Hills, eso suena muy muy bien... Entonces que acerco bien mi silla a la tuya ahora que te has sentado al lado Yo te cuento la redacción y tú escribes?

— Suspiró ella, mientras se cruzaba de piernas para que no se viese nada entre estas. Cogió el papel en blanco, y el bolígrafo y le miró.— Vale, me parece bien.— se apoyó sobre la mesa mirándole haciendo que sus pechos se estrujasen entre el borde y éstos.—venga, adelante dime qué escribir.

Paso unos segundos en silencio deseando que esa camisa reventase solo por la presión de tus tetas, pero salgo de mi ensimismamiento y empiezo a dictarte Mira algo que las nenas de ahora disfrutan como ninguna jamás admitirá, es cuando se transforman en muñequitas en manos de alguien que sabe lo que hace. Repaso tus piernas fingiendo que miro como lo escribes cuando una hembra está conmigo... No pierde el control. Es que se lo quito yo. Sonrío contra más se niegan a hacer, más suplican cuando están a mi merced. Sabes a lo que me refiero, profesora Hills...? Digo con segundas intenciones

— Ella ignoró su mirada sobre su cuerpo mientras me empezaba a decir las palabras que quería ponerlas en papel, aunque él desconocía cómo ponerlo, por lo cual recurrió a mi ayuda.— Lo que digas señorito Axel.—dijo ella escribiendo, mordiéndose el labio ligeramente nerviosa bajo la mirada de éste.—

Claro que lo que yo diga... Mantengo el tono y te aprieto un poco más contra mi acercándome, para notar el aroma que despides otra cosa es que nunca hay que quitar toda la ropa... Joder dejar unas braguitas en los tobillos, el sujetador por encima, la falda levantada o el tanga a un lado con los calcetines del colegio bien puestos... Eso sí que las pone cerdas y a mi como un animal. Vuelvo a mirarte mientras continuo Siempre pasa, contra más pervertido, más les pone

— Suspiró negándose.— los detalles los dejamos a un lado.—se separó suavemente de él sintiendo como su sexo se humedecía por tales palabras, aunque al sonido le disgustaban, al parecer a su virgen sexo si le gustaba.— Bueno, ¿ya está? Por qué hemos cumplido las 200 palabras.—comentó ella con una sonrisa dulce con las mejillas ligeramente enrojecidas.—

Como que ya está? Casi estoy empujándote sin remedio a que te pegues a mi, silla contra silla Acabamos de empezar... Tu crees que a alguna de estas niñas que tienen los chochitos a fuego, las podría dejar así? Me río malicioso, viendo como te vas poniendo roja... Y me decido con descaro a dejar una mano sobre uno de tus muslos ahora viene lo mejor, profesora Hills... Estate atenta

— sus pezones se habían puesto erectos ante los escalofríos que la pobre e inocente profesora escuchaba.— A-axel, has escrito 200 palabras, ya está.—soltó su mano y se levantó yendo hacia su mesa, ahí dándole la espalda empezó a recoger el bolso para poder irse. Sentía como su sexo se humedecía bajo las bragas que cubría su intimidad.—

Cuando estás recogiendo las cosas del escritorio, por detrás me tienes pegado contra tu contundente culazo que pasa? Hay prisa? Necesitas algo, profesora Hills? Empujo un poco más de forma que hasta se mueve el escritorio Tanto calor hace aquí o es que estás con el horno encendido, eh? Mi tono es como mis palabras, sucio y directo, pero es "lo peor" es lo mucho que te pone justo así

P-porfavor Axel, me he de ir a casa.—dijo ella avergonzada de si misma puesto que tenía razón él, esas palabras que habían hecho que humedeciese su sexo, que cayese bajo su trampa. Sintió su miembro frotarse contra su culo, y ella no pudo evitar jadear.

A tu casa? Por mí está genial, nena volver a llamarte así es volver a tomar la posición dominante Está muy lejos? Vamos a ir en tu coche o en el mio? Lo notas muy duro y amenazador aunque esta dentro de mi pantalón. Además con una de mis manos levanto lo justo tu tensa falda para ver de nuevo, esta vez con mucha más facilidad, que ropa interior has elegido para hoy

— Negó estremeciéndose mientras caía sobre la mesa mirándolo.— n-no mires.— intentó ponerse bien la falda pero gracias a su gran trasero le fue imposible, y se mordió el labio sintiendo como sus pezones perforaban la blusa ya que no llevaba sujetador gracias a ésta, ya que así no se iba a cerrar.— Por favor, ponme bien la falda.—dijo tapando su sexo puesto que llevaba unas braguitas carne, pero no quería que viese lo mojada que estaba.—

Qué mona... tu eres de las que saben pedir las cosas por favor, verdad? Estas... Casi amaestrada eh? Dejo una rosilla entre frase y frase, mientras mis dedos se deslizan por esas braguitas Oh vaya... Nena, de color carne? Sigo jugando al borde de la tela, manteniéndote inmóvil contra el escritorio Con la de veces que te he visto con otros conjuntos que casi me rompen los pantalones, joder... Está claro que sí he estado en tus clases... Otra cosa es aprendiendo el qué. Pero no tienes mucho tiempo para pensar en ello Está bien nena... Te pondré bien la falda y nos vamos a tu casa... Cuándo crees que puedes suspirar aliviada, al notar que bajo tu falda a su sitio, enseguida te das cuenta aterrada que al bajarte la falda, te bajo de un certero tirón tus bragas, empapadas y con ese hilillo de jugó pegajoso que se estira desde tu coño

— Sus pechos estaban aplastados contra el escritorio, dejando ver gran parte de estos pero ella intentó cubrirlos con la mano, se sentía tan vulnerable, y al notar que su falda iba a bajarse del todo, sus bragas desaparecieron puesto que el hombre las había quitado con fuerza. Ella rápidamente se erigió tapándose su sexo, negando.— n-no vas a ir a mi casa, adiós.—dijo cogiendo el bolso, dejando las bragas en sus manos y rápidamente corrió hasta la puerta avergonzada.—

No deberías abrir esa puerta... Mientras agito mi móvil en la mano O este jueguecito que hemos tenido estará corriendo por Internet antes de que llegues al coche.... Me llevo tus bragas a la nariz Uhmmm.. Ostia puta, nena... Tu coño huele a gloria. Sonrió y me las guardo como un trofeo Ahora... Pórtate bien, profesora... Coloca esa blusa antes de que te coma las tetas aquí mismo... Hablo según me acerco a ti poniéndote contra la puerta Y se buena llevando a un conflictivo alumno a tu casa para a la lección... Casi pego mis labios a los tuyos cuando termino de hablar, pero lo que hago es sacar la lengua y lamer los tuyos te ha quedado claro?

— Se sintió indefensa puesto que dos botones habían saltado, ella tapándose con las manos suspiró.— A-axel.—dijo ella prácticamente en un jadeo, mientras sentía como su entrepierna se humedecía más.— Por favor, no mandes ese vídeo, a nadie, por favor—le rogó mirándole a los ojos asustada de que la despidiesen pero no podía hacer nada debido a menos de ser obediente y hacer lo que el menor quisiese.— v-vamos, sígueme.—dijo nerviosa ya que a pesar de tener 30, ella, en todos sus encuentros sexuales terminaba rajándose por miedo.—

Vamos sígueme...? Falta algo en esa frase para alguien que sabe que depende totalmente de mi... No te parece? Sigo pegado a tu cuerpo, olfateo tu cuello como un depredador a su presa Vas a tener que aprender modales, nena. Pero... Bajo un dedo y recorro el camino que la blusa ha dejado al perder esos botones Pero por una hembra como tú, voy a hacer una primera excepción antes de castigarte por tu mal comportamiento. Ahora te miro a los ojos y te taladro con la mirada, muy animal. Te queda claro?

Vamos, sígueme mi señor.—dijo algo asustada de que no le gustase el resultado ante sus palabras y bajó la mirada y después la alzó mirándole.— h-hay un problema.—dijo con las mejillas totalmente enrojecidas por la vergüenza que sentía, tapándose los pechos y cerrando sus piernas.— S-soy virgen.—admitió al fin y después ella asintió.— s-sí señor.

Que tu eres que...? Te miro con auténtica incredulidad Que estás aún a estrenar? Te repaso una vez más de arriba a abajo Pero todos tus agujeritos o solo ese culazo? Digo sin creérmelo aún que pasa, que eres más bollera? Porque conmigo te has puesto muy cerda... Dejo asomar las braguitas que tengo tuyas aún en el bolsillo Bueno bueno... Vayamos a tu casa y eso va a tener rápida solución

—se sonrojó cubriéndose con la chaqueta escuchándolo.— soy virgen, por todos los lados joder.—dijo ella agachando su cabeza cubriendo.—y quiero seguir siéndolo, estoy bien sin el sexo.—le miró saliendo con él hacia el coche.—por favor..nada de sexo.—le dijo yendo hacia el coche hasta llegar a sentarse, le avergonzaba tener aquella edad y jamás haber experimentado sexualmente, aunque le avergonzaba admitirlo, no serlo.—

Nada de que? Me carcajeo en mitad del párking, atrayendo algunas miradas curiosas hacia nosotros dos que graciosa eres... Desde hoy vas a ser mi juguete preferido, nena. Te doy un sonoro azote en el culo antes de que montes en el coche y yo por el otro lado

— Cerró los ojos sentándose en el coche, y arrancando con rapidez.— Por favor, no digas eso, no en lugares públicos.—comentó sentándose incómoda por la falta de bragas, aún le escocía suavemente su nalga por el golpe, y al llegar a casa, salió rápidamente junto a él.— n-no quiero dejar de serlo, no aún.—le miró colocándose bien el cabello, mientras entraba a casa suspirando mirándole a él, y cerró la puerta.— Por favor, no mandes el vídeo a nadie.

No puedes exigir nada, mi zorrita ya tienes nuevo apodo a falta de profesora Hills, y te lo digo con total naturalidad mientras te miro girado en el asiento, durante el viaje he aprovechado a subirte la falda hasta dejar casi a la vista tu sexo Además, no tienes ni puta idea... Tu dices que no y tu cuerpo está gritando que si desde hace rato... No le escuchas? Yo si mientras te sigo por detrás y me voy fijando donde vives

—¿En qué lío se había metido?— A-axel... hay gente, en el barrio me conocen,¿podrías no avergonzarme? Quiero mantener mi trabajo.—le rogó prácticamente llorando, mientras se ponía bien la falda en su casa.— Sé que es esto, y se llama estar excitada, no me gusta, no quiero dejar de ser virgen... Por favor, Axel.—se puso ella de rodillas llorando ya que no quería dejar de tener su trabajo.—no quiero que por tu culpa me despidan por ese vídeo.

Eh eh... Tranquila... Tranquila nena eso no va a pasar... Te acaricio el pelo como si fueras una mascota No va a pasar porque te vas a portar bien, y vas a ser obediente, verdad? Las caricias se vuelven una trampa cuando agarro muy fuerte tu pelo con esa mano, para tirar y que me mires a los ojos verdad, mi zorrita? Mírate... Te has arrodillado tú sola, tienes madera de sumisa, como tu cuerpo pidiendo caña a gritos. Ahora... Vas a empezar a entrenar. Mi tono se vuelve realmente duro y dominante saca mi polla y demuestra cuánto deseas no perder tu trabajo o que tus vecinos sepan la putilla que guardas dentro de ti.

—Siguió sollozando, puesto que no podía pensar en la idea de dejar de trabajar ahí, le había costado encontrar trabajo, y se tranquilizó bajo las caricias de él pero éstas las sustituyeron un fuerte agarrón de cabello.—a-auch.—sollozó mirándole asustada.— s-sí señor.—comentó mirándole mientras bajaba la mirada hasta su entrepierna, y alzó las manos para deshacerse de sus pantalones.—¿p-puede quedarse esto así aquí? En clases no nos conocemos ni nada,¿de acuerdo?—sollozó nuevamente acariciando su miembro, y repartiendo besos sobre éste suavemente.—

Suspiro con tus besos que casi parecen los de una tímida colegiala joder... Tu ahora obedece y no jodas en momento, zorra... Bajo la mirada para ver como efectivamente te tengo totalmente subyugada que te parece? Serás capaz de chupar polla o de eso también eres virgen? Me relamo suéltate del todo esa blusa antes que... Ah que coño me inclino y con la mano que no agarro tu cabeza del pelo, doy un tirón para arrancártela y que tus tetas boten salvajes al aire por fin Mucho mucho mejor

—Cerró los ojos, y se metió el miembro moviendo su cabeza, no era su primera vez, lo llegó ha hacer con todos sus novios, pero ahí la cosa se terminaba. Siguió moviéndose con sensualidad mientras posaba una de sus manos sobre el miembro moviéndose rápido para hacerle disfrutar del momento. Sus pechos se aliviaron y a pesar que ella no le guste, siguió haciendo su labor, de chuparle su gran miembro.—

Ah si... En esto si tienes práctica, se te nota... Digo mirando hacia abajo mientras mantengo tu pelo apartado para no perderme detalle de como me comes la polla aparta esa mano, zorrita... La polla me la comes solo con la boca, nada de manos... Te doy varios empujones tirando de tu cabeza, amenazando con follarme tu boca en vez de dejarte mamar a tu ritmo

— Sintió esas dos embestidas marcando como las arcadas subían, y se separó para coger aire mirándole, dejando las manos sobre los muslos del chico para mejor apoyarse. Volvió a meter su miembro en la boca y llegó hasta el final sintiendo su pubis acariciar su nariz, mientras seguía moviéndose cerrando los ojos, ya que le avergonzaba aquello.—

Eh zorra. Aquí arriba. Mírame ahora mismo. Son órdenes claras, cortas y concisas. Como quien esta efectivamente amaestrando a una zorra, pues así te sientes. Al levantar la vista instintivamente, dado que tú pensamiento esta bastante nublado por la excitación y la situación, ves que además de mirarte yo, el frío ojo de la cámara del móvil también está mirando lo que haces sin perder detalle. Saluda nena. Voy a hacer una buena colección contigo para que seas una perra fiel. Así seguro que estarás deseando aprender modales

—Abrió los ojos, y alzó la mirada encontrándose con la suya, pero con un ojo más; su cámara. Ella negó asustada, no quería que lo próximo que grabase era como la desvirgaba, ya que al ver cómo es el joven ella iba a terminándose dejando de ser virgen, cosa que no estaba preparada. Sus ojos se ahogaron, y volvieron a bajar mientras chupaba ignorando aquella cámara sin sentir ni más mínimo placer puesto que no quería hacerlo, deseaba en haber sido otra profesora en aquel instante en aquella aula para no haber seguido lo del joven, las arcadas la invadieron, haciendo que se contrajeran las paredes del cuello, pero siguió llegando hasta el final.—

Perfecto... Joder perfecto que boca tienes... Te la saco despacio, y cuando tiro de ti hacia atrás, tus babas y los jugos que has ordeñado de mi polla, gotean sobre tus tetas y se escapan de tus comisuras de los labios Ah estás preciosa... Te repaso la polla por toda la cara, te inunda el olor a macho dominante profesora Hills, comes la polla como un ángel... Ahora vamos a ver el calor del otro infierno eh? Me río después de embadurnar tu cara y como una muñeca te levanto del suelo, empotrándote contra la pared, comiéndome tus tetas como un animal hambriento

— Asintió suspirando mientras veía las babas caer sobre sus grandiosos pechos, suspiró levantándose y antes de poder quitárselos, él le había empotrado la pared y empezar a babear el pecho de ella, mientras soltaba mordiscos cuál animal mientras ella volvía a sentir su entrepierna húmeda. Se apoyó con las piernas y gemía jadeando cual perro que estaba siendo amaestrado. Vio como los chupetones tenían acto de presencia sobre sus pechos.—

Ah nena, lo ves? Lo escuchas? Uhmmm Lo sientes? Es tu cuerpo diciendo que tengo razón y que aquí quien manda soy yo... Muerdo uno de tus pezones y lo voy estirando entre los dientes mientras con las manos te amaso ambas tetas de forma muy posesiva y rítmica Con una rodilla he separado tus piernas y puedo notar el calor abrasador que sale de tu coño, que seguramente ya ha humedecido hasta tus muslos en pequeños hilillos goteantes Acostúmbrate a esto... Porque no acaba mas que de empezar

— Cerró los ojos gimiendo mientras le miraba asintiendo, dándole la razón debido a su vulnerabilidad que le hacía sentir el placer, por lo cual ella sintió como pequeñas gotas caían sobre el muslo del chico.—s-sí señor.—comentó ella soltando un ligero gemido de dolor, mirándole.— p-porfavor,no grabes más, por favor

Mientras suplicas, una de mis manos ha bajado entre tus muslos para recoger parte de esas deliciosas gotas y descaradamente frente a ti a escasos centímetros, me saboreo los dedos No mas vídeos? Vas a ser una buena nena? Vuelvo a bajar los dedos mientras torturo tus pezones que ya están tiesos como el cristal y terriblemente sensibles con mis dientes... Pero esta vez no van a la cara interna de tus muslos, se meten directamente y sin reparos entre tus piernas hasta conseguir con el pulgar y el indice atrapar tu clítoris casi en un pellizco

— Sus manos se apoyaron sobre sus hombros, puesto que no podía aguantar más, sus piernas flaqueaban y había el riesgo de caída.— s-sí señor, haré lo que me pidas.—dijo agachando la cabeza ignorando su lamida de sus propios jugos, a lo que ella volvió a sentir aquello, dolor con una mezcla de placer.—¡Auch!—gimió totalmente adolorida, pero sintiendo placer nuevamente mientras sentía sus manos agarrar su clítoris, empezaba a sentir las sacudidas de placer adentrar su cuerpo.—j-joder.

Así me gusta...Si quieres que te trate como una princesa, compórtate como una puta... No es difícil de entender, verdad? Con el dedo indice y el pulgar, presiono y froto tu clítoris, estirándolo hasta que quede bien expuesto entre esos labios gordos he hinchados de tu coño que gotea abierto y descontrolado Te voy a ahogar el chochito tanto en tus propios jugos, que vas a disfrutar desde el primer pollazo que te pegue dentro, nena... Ya lo veras Te agarro del cuello con la otra mano para que me mires, sobretodo cuando noto tu debilidad Que, te gusta? Ahora la profesora Hills también sabe hablar sucio o que?

— Sus piernas flaqueaban cada vez más hasta llegar al limite, llegar a su orgasmo mientras gemía altamente, sintiendo como liberaba todos sus jugos sobre el muslo del chico, le miró gracias aquel agarre del cuello y asustada asintió, dándole la razón a todo solo para portarse bien. Sus ojos asustados al decir su miembro.—¿s-será suave al menos?¿Podrás no grabar eso?— le rogó cuál sumisa que era ella, y se mordió el labio nerviosa.— No sé hablar sucio.—admitió ella mirándole, y bajo la mirada a su libre miembro, cuál estaba rociado por los jugos que habían goteado de su sexo.—

Según te estas corriendo y hablas conmigo entre gemidos como una niña consentida a la que han descubierto que no es tan buena como parece, dejo de frotar tu clítoris para dejarlo apretado con el pulgar mientas en una de las contracciones de tu fuerte orgasmo, meto dos dedos dentro de tu coño y hago un gancho con ellos para presionar bien las paredes de tu estrechísimo coño Tendrás que aprender... Porque a mi me gusta. Entendido? A cambio... No grabare como desvirgo a una zorrita complaciente, que es lo que eres. Esa es mi ultima oferta, a cambio de tu total sumisión a mi Notas que aumenta la presión alrededor de tu cuello con la otra mano, te ahogas ligeramente entre eso y tus gemidos porque el orgasmo se alarga al presionar tu punto G desde dentro, estas incluso algo mareada porque esto te desborda totalmente

— Se mordió el labio mientras dejaba escapar gemidos gracias a su apretón, y de repente sintió como de golpe le habían metido dos dedos, sintió nuevamente sus piernas flaquear por la poca fuerza que le quedaba a la mayor, y le miró a los ojos mientras sollozaba, le había dolido a pesar de estar mojada, mientras no podía respirar gracias al apretón de cuello que se hacía más fuerte a la vez que ella caía, asentía queriendo coger aire mientras sin poder evitarlo rompe a llorar.—¡a-a...a-a...aire!—dijo perdiendo la consciencia cayendo al suelo.—

FIN DE LA PRIMERA PARTE