Un adiós querida sensei.
Me despido, dejándote todo mi amor, y por sobre todo me despido agradeciéndote todo lo que una vez sentí, llore, reí, viví. Mis más sinceros y puros cariños siempre, porque yo lo dije con el alma y corazón en las manos, siempre.
Te escribo igual, aunque sé, que exactamente no te importa leerme de nuevo.
Me equivoque, mucho, y lo siento con toda mi alma, perdí a alguien que realmente apreciaba. Hoy me encuentro sola, de nuevo, sin ti, sin nadie y esto se me va de las manos, no me controlo, antes tenía un motivo, no defraudarte pero ¿y ahora?
No sé qué hacer, tampoco creo que este bien depender de una persona para poder sentirse sana, pero eras un motivo, y con la escasez de ellos, uno menos hace la diferencia.
Y vuelvo a recalcar, te escribo hoy porque quiero que sepas realmente lo importante que siempre serás, y por sobre todo sos. Últimamente no escribo, ni hablo mucho, hasta a veces soy desagradable, pero no es porque quiera lastimarte, es que simplemente no soy consciente. Las drogas volvieron, mi obsesión con adelgazar esta de nuevo presente, y creo que es para siempre, nunca va a irse, ella si muere conmigo, te lo aseguro.
El caso es que soy humana, cometo errores, y soy adolescente, y quizás no sepa lo que quiera, pero se lo que no quiero. Estoy cansada de pelear, sobre todo contigo, te aprecio y mucho, me escuchaste cuando nadie más lo hizo, estuviste ahí cuando nadie más me abrazaba.
Siento con toda mi alma no poder controlarme, siento haberte incomodado, realmente siento con un gran pesar sentir lo que sentía y/o siento, daría todo por cambiar las cosas, pero uno no puede dejar de saber algo que ya sabe.
Me enamore, esa es la verdad, fue tan injusto de mi parte decírtelo, siempre sospeche que si lo hacía, te perdía y a tu amistad también, realmente sentía que te decepcionarías, porque sería una persona menos, un apoyo menos.
Jamás me pediste algo, y aprecio que fueses tan sincera y transparente conmigo, fuiste una de las primeras personas en mucho tiempo en actuar así, y eso me alegraba tanto, pudiste llenar el vacío que tenía, pero el que ahora también siento, ya no tiene solución. No te pido que regreses, solo quiero que sepas que tu persona es tan grata en el mundo, es tan necesitada, alegras cada rincón que pisas, cada alma a la cual enseñas día a día, es una maravilla, excelente profesora, ser humano, hermana, amiga, alma cósmica.
Te extraño, y mucho, extraño ser tu tontita, florcita, y todo lo que termine con un tierno diminutivo, no creo que lo recuerdes aunque yo sí, y siempre lo voy a hacer.
Quiero que sepas que, ante todo, siempre tendrás mi apoyo, no importa donde estés, te dije para siempre, y eso es cierto, es verdadero, capaz como mencione antes, no me comunique más, pero si realmente, necesitas un apoyo solo tienes que decírmelo, porque yo no voy a acercarme, y no voy a acercarme porque una no puede remar el océano con palillos chinos, tómalo como quieras. Si alguna vez sentís ganas de llorar o reír, y no sabes a quien llamar, quiero que recuerdes que siempre podrás llamarme a mí.
Entre nos, a veces me siento un poco lastimada, antes me contabas acerca de cómo te sentías, antes yo era alguien en tu vida, ahora no soy nada. Soy nada pero existo.
Y desearía decirte tantas cosas, pero no creo que sea lo correcto porque a veces es mejor callar y olvidar. Lo peor es que recuerdo cada detalle de cada una de las conversaciones, y si, suena un poco aterrador, pero no es porque quiera recordar, sino porque simplemente puedo y no tengo poder sobre ello, todos los recuerdos vienen a mi mente, cada vez que lamento haberte dicho lo que sentía, es irremediable no recordar algo, por más insignificante que sea. Pero me encuentro aquí, escribiéndote porque perdí de vuelta, a alguien a quien amo.
Y, no me importa haberte alentado a hablar con la persona que te gustaba, para nada. Es que me fascinaba verte feliz porque me transmitías lo que sentías, y eso me llenaba el alma, verte feliz, era lo que a mí, me hacía feliz.
Supuestamente en el poco tiempo que hablamos y compartimos de todo, me conociste, pero no, porque uno nunca termina de conocer a una persona. Uno nunca deja de crecer, y si alguna vez te ves estancada, recuerda que simplemente es un momento, y dentro de un tiempo, vas a estar pensado pero ¡que tarada fui! Y vas a reírte, te lo afirmo, aunque capaz eso te deje un mal sabor en la boca al fin y al cabo el mal terminó, es parte del pasado.
Y creo que así soy yo, hoy en día, parte del pasado, no te odio, ni te desprecio, solo quiero que sepas que igual siendo parte del pasado, siempre tendrás a una persona a tu lado, porque sé que se siente estar absolutamente sola, sentir que el mundo te avalancha con todos los problemas existentes, sé que se siente no tener un apoyo, un hombro donde llorar o alguien para reír, y que una vez que conoces lo que es un cuarto oscuro, dudas para salir de él, ya que a veces la costumbre de la soledad se apodera de tu ser. Pero confío en vos, y en que puedes salir adelante, puedes dar ese paso.
Te escribo porque te amo tanto, que a veces me duele, hasta me lastima el alma, pero cuando sé que te encuentras bien, cada pedacito pequeño de mi ser estalla de felicidad. A veces la vida te juega malas cartas, y que ironía porque malas pasadas me juega a veces la muy descarada.
Creo firmemente que puedes seguir con tu vida, que esa es la mejor decisión, yo lo estoy haciendo, es difícil, siento ganas de rendirme, pero la vida no acaba por un mal de amor, para nada tontita, la vida empieza cuando un amor no fue correspondido, es el momento justo para volver a comenzar desde el inicio, cero, nada, es donde te encontras a vos misma, y por supuesto si eres lo bastante inteligente, enamorarte y darte una oportunidad contigo misma.
Las cosas terminan siendo lo que son por alguna razón, y si tuvimos que pasar este mal rato, tú con tus problemas, yo con los míos, es porque, por incrédula que suene, lo mejor todavía no lo vivimos, y me refiero que solo una cierta parte estamos viviendo, los malos ratos son una simple preparación, un pequeño juego para entrar en calentamiento, la vida da tantas vueltas que a una la deja mareada y vomitando (Ironía mía usar este término, pero es así tontita).
Me despido, dejándote todo mi amor, y por sobre todo me despido agradeciéndote todo lo que una vez sentí, llore, reí, viví. Mis más sinceros y puros cariños siempre, porque yo lo dije con el alma y corazón en las manos, siempre. Desde ya disculpas, porque sé que el amor a veces nos vuelve un poco cursis, y nos hace algo idiotas.